Santiago Zamarreño nos envía algunas tradiciones escritas por su madre para que las pongamos en la sección de tradiciones. Muchas gracias, Santiago.

Del libro "Mi vida, mis recuerdos", de Juana Domínguez Luis

Las mujeres también tenían su día, en el día de Santa Águeda. Las solteras y casadas eran las protagonistas, con su alborada por la noche y por la mañana. En esta fiesta los chicos no pintaban nada; sólo el tamborilero era el acompañante masculino. Ese día, como mandan las mujeres a los hombres, se les veía ir a la fuente a por agua y con su banca o barreño de ropa, haciendo que iban a lavar. Por la tarde, en el baile, los chicos no bailaban si las chicas nos les invitan, y si algún forastero iba por el pueblo, no se marchaba sin que le pidieran dinero; a cambio, le obsequiaban con rosquillas, perronillas, etc.


-Quién es aquella paloma,
que reluce en el altar (bis);
es Santa Águeda bendita,
patrona de este lugar (bis).
-Mándale cortar los pechos
y Águeda le contestó:
“Córtalos, no te detengas,
que otros me dará el Señor” (bis)


El verso primero se canta a la puerta de la iglesia, al volteo de las campanas.

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