El terrorista político que busca un bien terrenal, como un cambio de ideología, de su régimen de poder, para liberar a su gente o para derrocar a un gobierno, es aquel que va a corresponder al mismo patrón de personalidad con tan sólo algunas diferencias. Mientras que el terrorista religioso está luchando por un lugar en el cielo, creció con el concepto de la amenaza y del castigo "divino". Para él, robarse una naranja implica perder ambas manos, lo que elimina de tajo la tentación de volverlo a hacer; esto, basado en una idea religiosa distorsionada y no en un código penal. En él predomina la idea de un dios terriblemente, duro y fuerte. No le teme a la muerte y realiza atentados y ataques kamikaze en los que muere para obtener el favor de su Dios, para trascender a un lugar en el que ya no será agredido nunca más. Como los pilotos japoneses, que durante la Segunda Guerra Mundial y ante la amenaza de perder su lucha, estrellaban sus aviones en los barcos del enemigo; morían por su emperador, que para ellos era una figura divina.
    Hoy, en día, un ejemplo de los terroristas que persiguen un fin religioso son los Talibán, ellos recogen niños que han quedado huérfanos debido a las guerras para adoctrinarlos e integrarlos a células terroristas. Los convierten en fanáticos involuntarios que reciben en forma constante y permanente el mensaje distorsionado.
    A pesar de que entre los países musulmanes el terrorismo se ha extendido, es importante destacar que el Islam no es sinónimo de terrorismo, es una religión  como cualquier otra. Los terroristas utilizan la religión con fines personales, para manipular a personas que carecen de cultura y educación.
    El problema no es religioso, ni político, reside en esos grupos que están respondiendo a su propia historia, que están reaccionando a lo que les toca vivir en ese momento por sus experiencias pasadas de violencia y maltrato.
    El terrorismo nos lleva fácilmente al odio, a desarrollar la idea tan temida de que "son capaces de todo" y sentirnos terriblemente vulnerables.
    "Antes de llegar al adiestramiento físico, al aprendizaje en el manejo de armas y explosivos, el terrorista es condicionado mentalmente a través de una ideología y educación rígida basada en el miedo."