«El graffiti es un arte» Un grupo de grafiteros cacereños ha creado una asociación que tiene entre sus objetivos acabar con las pintadas ilegales ANTONIO J. ARMERO/CÁCERES

Ni en la primera pared en la que encuentren un espacio libre ni en una fachada cualquiera ni en el escaparate de una tienda ni, por supuesto, en la ciudad monumental. Quien estampe su firma en cualquiera de estos lugares no tiene sitio en la Asociación de Escritores de Graffiti Urban Art. El colectivo, de reciente creación, prohíbe en su reglamento cualquier tipo de vandalismo. De momento son unos cincuenta, unidos por una afición común, el graffiti, y una preocupación compartida: el respeto por los monumentos y el mobiliario urbano de Cáceres. «No somos más que gente normal y corriente a la que le gusta pintar con sprays, lo mismo que otros prefieren el fútbol, el tenis o el pádel», dice Francisco José Bernal. Estudiante de Derecho, es el presidente de la Asociación, y defiende con tanto ahínco como Benjamín y Luis Germán, sus compañeros en la junta directiva, que los medios de comunicación difundan una imagen real sobre el colectivo. «Los medios ofrecen una imagen muy negativa sobre los grafiteros -apunta el presidente-. Hablan incluso de marginalidad, cuando el setenta y cinco por ciento de los jóvenes y no tan jóvenes a los que le gusta el graffiti son gente formada y responsable». Como pintar un cuadro Esta última palabra es, precisamente, una de las que los tres emplean para definir a quienes integran la Asociación. «El graffiti es un arte. Es como el pintor que firma un cuadro. También nosotros hacemos un trabajo previo. Antes de ponernos a pintar, elaboramos un boceto», afirma Benjamín. Es el vicepresidente, trabaja en la tienda Titanium (situada en la galería comercial El descubrimiento), y el suyo es un buen ejemplo de las trabas que han de superar quienes gustan de plasmar su creatividad al aire libre. «Yo llevo doce años pintando en la Ciudad Deportiva -recuerda-. Fíjate si no habré borrado veces...». El muro del recinto deportivo y el del Instituto de Enseñanza Secundaria Javier García Téllez son los únicos en los que pueden apretar el botón del spray con libertad, sin infringir la ley. Acabar con esta precariedad sólo tiene una solución: que el Ayuntamiento les ceda lugares para pintar, tal como hizo el de Plasencia, donde existe una asociación similar desde hace tiempo. Como sus amigos placentinos, los socios de Urban Art tienen un carné acreditativo, pagan sus cuotas (nueve euros por entrar y seis al año), pero a diferencia de ellos, no disponen de paredes en las que expresarse. «Hemos hecho un estudio de los muros públicos que podríamos usar -apunta Luis Germán-. Los hay en Pinilla, en la Plaza de Austria, en el Colegio Giner de los Ríos, en Hernán Cortés...». No sólo eso, sino que han diseñado ya varios proyectos. Para los días 29 y 30 de mayo han organizado una exhibición regional, en la que participarán grafiteros de toda Extremadura y dos de los más afamados en esta disciplina expresiva, procedentes de Madrid. Dos escuelas municipales Además, defienden la creación de una escuela de graffiti y otra de mc's y dj's, pretenden realizar exposiciones en directo, un homenaje a 'Muelle' (madrileño considerado el creador del graffiti) y les gustaría que se retomara el proyecto, acogido al programa Urban-Calerizo, que en su día presentó el Consistorio. Todos estos proyectos los conoció ayer de primera mano el alcalde. Francisco, Benjamín y otra asociada se entrevistaron con él, y el próximo jueves lo harán con Francisco Javier Castellano, concejal de Juventud. «También queremos desarrollar una campaña de sensibilización sobre el graffiti -anuncia el presidente-, para la que nos gustaría contar con la colaboración de las instituciones». Como una prueba más de su buena voluntad, ya han escogido un lema para la campaña: 'Cáceres, una ciudad limpia, Cáceres por la cultura'