Rimemos nuestros destinos,

que tan opuestos están.

Opuestos y distantes, pero

muy cerca de la verdad.

Esperad, que ese milagro se puede dar.

Quizás algún día,

en el mas allá.

Quizás nuestros versos, griten la verdad.

Nobles espadas, ven aquí a luchar.

Renaciendo ansias muertas,

o doblegándolas al final.

Quizás esa rosa seca, olvidada ya,

en manos de un poeta ,

vuelva hacer rosa,

vuelva a perfumar.

Rimas, rimas, de palabras muertas,

vuelvan a iluminar,

bajo una lluvia de besos

o sobre una caricia sin final.

21/03/02

María Cristina Galera

Argentina - Buenos Aires

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