Tal como un Concilio no anula los anteriores sino que se interpreta a la luz de estos, así los Catecismos escritos en diversas épocas y por diversos piadosos hombres, aprobados por la autoridad competente, iluminan la fe de los fieles cada uno de manera propia y su lectura no solo es conveniente sino necesaria para el mejor compendio de la fe de la Unica Iglesia de Nuestro Señor Jesucristo.