Unam, Sanctam, Cathólicam, et Apostólicam Ecclésiam

Fundamento Bíblico.

La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra "Trinidad", por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica.

El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3,15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (La Santísima Virgen María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Solo el hecho de que Nuestra Señora se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor. Junto a El se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.

En Lucas 1,28 el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María «Salve, llena de gracia, el Señor está contigo.». Las palabras en español "Llena de gracia" no hace justicia al texto griego original que es "kecharitomene" y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no "prueba" la Inmaculada Concepción de María si lo sugiere.

Otros textos

Desde los textos Proverbios 8 y Eclesiástico 24 (que exaltan la Sabiduría de Dios y que en la liturgia son aplicados a la Santísima Virgen María, la más bella obra de la Sabiduría de Dios), o desde el Cantar de los Cantares (4, 7. «Eres toda hermosa, amada mía, y no tienes ningún defecto») no se debe inducir una conclusión teológica. Estos pasajes, aplicados a la Madre de Dios, pueden ser entendidos por quienes conocen el privilegio de Nuestra Señora.