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MAGANGUETEST II

 ¿Es usted magangueleño II ? 

Por : Gonzalo Posada Viana

Luego de publicar el artículo "¿Es usted magangueleño?" en el que intenté hacer un cuestionario para determinar si podíamos o no considerarnos como tal, algunos amigos insistieron en la necesidad de ampliar el listado. Por supuesto que sí, y por eso, aunque ello puede resultar interminable y seguramente se omitirán muchas referencias importantes que caracterizan a nuestro pueblo, aquí van otras 25 cosas (unas más serias que otras, pero todas reales) que debe saber o debe haber hecho un magangueleño en cualquier momento.

1. Saber con qué otro nombre se conoce a la Virgen de la Candelaria.

2. Saber el nombre de por lo menos cinco corregimientos de Magangué. 

3. Saber quién fue Joaquín F. Vélez. 

4. Saber cuáles han sido los dos nombres del estadio de fútbol. 

5. Haber vivido la "fiebre" de microfútbol en el Parque de las Américas (años 80).

6. Haber cogido una "carrera" en el carro e'plaza del Chopo Guerra. 

7. Haber tomado jugo donde la "Niña Rafa". 

8. Saber cuál es la Iglesia "del caño". 

9. Haber conocido a Cariti, Cara e'papa, Carae'kequi y Cara e'palo. 

10. Haber bailao con "el Watussi" o con "el Conde". 

11. Haber montado en "el no llega", el bus urbano más célebre de Magangué. 

12. Haber comido chicharrón en la carretilla de la "Vieja Ana". 

13. Saber quién es el compositor magangueleño al que Carlos Vives le está grabando sus canciones. 

14. Haber viajado desde y hacia Magangué en chalupa. 

15. Haber conocido a "la macha", "la tres codos" o "la pella", valientes precursores del homosexualismo sin prejuicios" en Magangué. 

16. Saber cómo se llamaba la emisora filial de Caracol Radio, cuyo locutor insigne usaba siempre sombrero vueltiao. 

17. Haber cambiado de zapato donde "Peñarber". 

18. Saber el nombre de la única gaseosa que se producía en Magangué 

19. Saber el nombre del aeropuerto de Magangué 

20. Haber mandado a grabar un casete de música donde "Dislely". 

21. Haber empeñado algo en "El Socorro". 

22. Saber dónde estaba ubicada la antigua Iglesia de la Ermita. 

23. Saber dónde queda la "ciénaga del obispo". 

24. Haber comprado un metro de popelina donde Mustafá. 

25. Saber por qué en Magangué se acuestan dos y amanecen tré. 

Si ya no pudo conocer algunas, pues pregunte sobre ellas y a partir de ahora métase más en su pueblo, vívalo y haga parte de su folclor y de su historia para que Magangué no sea sólo el nombre que aparece en su registro de nacimiento. 

De "Pacheco" al doble click 

Por : Gonzalo Posada Viana

Hace unos diez años, cuando en las placas de los carros dejó de leerse "Colombia" y en su lugar comenzó a grabarse el nombre de cada municipio donde es matriculado el automóvil, mis compañeros de la universidad (todos del más puro cachaco) hicieron una algarabía de padre y señor nuestro al ver cruzar un Sprint blanco con placas de Magangué. "Hey miren, en Magangué hay carros … es cierto, Magangué existe", fueron algunas de las sarcásticas frases, ante las cuales este provinciano, viéndose en clara desventaja numérica y regional, no tuvo otra opción que recordarles a todos su querida progenitora, y no precisamente por su nombre. 

Hoy pienso que si los sorprendió una placa, cómo les quedará el ojo cuando entren a Internet y descubran la página de Magangué. Y es que ese episodio histórico, a diferencia del suceso del carro, no lo podemos dejar pasar: quién iba a pensar que la historia de Magangué, su música, su gente y sus noticias estén por ahí, dándole la vuelta al universo, navegando en el espacio a la espera de que cualquier ciudadano del mundo la alcance y la conozca con solo mover un dedo. Algo parecido sucedió con la llegada de la televisión: nadie se explicaba cómo unas personas podían hablar y, sobre todo, caber en esa "caja mágica". 

Era tanta la incredulidad, que en los pueblos más remotos de nuestra región la gente reunida alrededor del televisor de la plaza pública le respondía en coro al presentador del programa: -¡buenas noches señor Pacheco! La misma emoción encuentra uno casi 50 años después en los mensajes que dejan los magangueleños al visitar a su pueblo a través de una caja mucho más pequeña que la de entonces, y en la que cabe mucha más gente: ya son 2.840 personas en casi cinco meses las que hemos redescubierto a Magangué a través de la Internet desde diferentes rincones del mundo. 

Es más, en estos momentos la foto de la Catedral o la del Parque de Las Américas puede estar siendo vista en la República del Congo, o fácilmente un yugoslavo puede estar escuchando "El magangueleño" o "Nostalgia campesina" de Chico Cervantes. Por eso no exagero si digo que este espacio de comunicación interactiva puede constituirse en el mayor avance que haya tenido nuestro pueblo en décadas, en materia de medios de comunicación. Que una página de Internet la hace cualquiera… Que muchos pueblos y ciudades tiene su propia página… Es cierto, pero fue a César a quien se le ocurrió y quien se dedicó a diseñar este espacio para los magangueleños sin demandar dinero y mucho menos con ánimo de lucrarse. 

Y gracias a Dios, sin requerir una decisión de gobierno, un acuerdo del Concejo, una autenticación, dos estampillas, una licitación y quién sabe cuántos requisitos más. Tampoco exagero si les digo que, a diferencia de cualquier otra página Internet del mundo, al abrir a Magangué en la Red se logra sentir hasta el entrañable calor del pueblo, acompañado de un irresistible olor a bocachico frito. 

En fin, este es un paso muy grande y lo dio un particular. Hay muchas cosas de beneficio colectivo que podemos hacer sin que papá-gobierno lo patrocine, lo resuelva o lo autorice. Lo que sí corresponde al gobierno municipal es facilitar el acceso de más gente, especialmente estudiantes, a la Internet. Ahora tenemos una excusa menos para no aprendernos la historia elemental de nuestro pueblo. Y pensar que cuando el Liceo Vélez abrió sus puertas sólo tenía un diccionario Larousse y unos cuantos ejemplares de revistas.

posadagonzalo@hotmail.com

ESCRIBANOS a magangue2001@yahoo.com