Por Mariana Hernández Primera versión: sábado 30 de noviembre de 2002
Hay comerciantes
Funcionará el llamado Dilema del Prisionero: si el primer prisionero que hable se salva, los demás prisioneros tenderán a hablar. Si el primer comerciante que abra se salva, todos tenderán a abrir. Los comerciantes de los barrios pobres no pararon ni el 10 de diciembre de 2001, ni en abril de 2002 ni el 21 de octubre de 2002. En esta ocasión fue todavía peor. Las calles del país, salvo en los barrios pudientes donde gavillas fascistas amedrentan a los comercios, lucen totalmente normales. Es un paro de clase alta y media alta no unánime, por cierto. Y ahora hay un movimiento organizado de comerciantes que ha anunciado que no son ni chavistas ni antichavistas, sino que quieren meramente trabajar. No hace falta ser chavista para cumplir con el derecho al trabajo que consagra la Constitución. Los comerciantes que no cerraron en los paros anteriores no cerraron tampoco a partir del lunes 2 de diciembre. Un paro general que no incluye
Siempre queda la irracionalidad y la necedad, claro. Héroes dispuestos a inmolarse por los beatíficos intereses de Gustavo Cisneros Rendiles. De eso también hay. Lo que tal vez no harían ni por sus hijos, están dispuestos a hacerlo por Otto Reich, el destituido Secretario de Estado Adjunto para la América Latina (destituido por su torpeza durante el golpe de abril, junto con el canciller español Josep Piqué, por las mismas razones). Porque cuando pase diciembre no sé qué van a hacer esos comerciantes con esa mercancía fría, tal vez pasada de moda; cuando no haya dinero en la calle y por tanto no haya a quién vendérsela y tengan que rematarla en almoneda para al menos recuperar algo a fin de pagarle al agiotista. Pero, claro, la inmensa satisfacción de haber salvado los intereses de ese inmarcesible prototipo de ética que llaman Marianela Salazar será suficiente consuelo para enfrentar los amargos rigores de la ruina. No importa ir a la quiebra y a la miseria con tal de gozar del hermoso espectáculo de la fresca sonrisa de esa linda parejita conformada por Carlos Ortega, el seudopresidente de la central obrera, y la periodista golpista Patricia Poleo (no es correcto meterse en la vida privada de una pareja sino cuando esa vida privada se mete con la vida pública; esa relación explica el radicalismo de Ortega, pues en ella manda la mujer, la Poleo, lo que no es correcto: en una pareja no debe mandar nadie porque las relaciones de poder no caben en el amor me parece). No importa irse a vivir debajo de un puente si Gustavo Cisneros logra ponerle la mano a Citgo. Será tan lindo verlo contento, dime que no. Esa carita tan hermosa iluminada por esa sonrisa de contento. Todo será tan hermoso y valdrá la pena el sacrificio del que tanto habla el Santo Mártir Carlos Fernández, el presidente de la federación patronal Fedecámaras, ¿verdad que sí? Anda, dime... Será tan bonito volver a ver, como durante el golpe de abril y antes de Chávez,
Eso va a ser un paraíso. Porque una cosa es estar en contra de un gobierno y otra el atore de tumbarlo ya, inmediatamente, apresuradamente, inminentemente, incontinenti, urgentemente, perentoriamente, apremiantemente, prestamente, raudamente, velozmente, instantáneamente, súbitamente, raudamente, repentinamente, al punto, al momento, enseguida, en el acto, presto, de repente, in promptu. Ese pujo desesperado no se vio cuando Rafael Caldera mató a ese chorro de estudiantes entre 1969 y 1974. Ni cuando Blanca Ibáñez, la amante del presidente Jaime Lusinchi. Ni cuando Luis Herrera. No recuerdo que los marchistas de ahora hayan desfilado en esa época. Dirán que Chávez está acabando con el país mientras esos otros mandatarios estaban haciendo gobiernos deliciosos y por eso los que ahora protestan no se quejaban entonces. Eso lo entiendo, total formaban parte de esos gobiernos. Por ejemplo, un gobierno que endeude el país, que empine la inflación hasta un 103% y reduzca el precio del petróleo hasta $ 7 el barril es desesperante y a más de uno le darán ganas de derrocarlo ya, inmediatamente, apresuradamente, inminentemente, incontinenti, urgentemente, perentoriamente, apremiantemente, prestamente, raudamente, velozmente, instantáneamente, súbitamente, raudamente, repentinamente, al punto, al momento, enseguida, en el acto, presto, de repente, in promptu. Como el segundo gobierno de Caldera (1994-1999), que subió la inflación y bajó el petróleo hasta los niveles dichos en el párrafo precedente, gracias al genio profesional de Teodoro Petkoff, que ahora dicta lecciones de economía a Chávez. Insisto: lo postulo desde ya para el Nobel de Economía de 2003, ya que volvió a pelar el de 2002, que concedieron a quién sabe qué incompetente; no sé por qué petulante razón la Academia Sueca ignora a un genio de la economía de dimensiones tan incalculables como Petkoff, genio demostrado empíricamente. O la administración de Luis Herrera y la de Carlos Andrés Pérez, que endeudaron esto como sabemos y ahora quieren tumbar a Chávez porque está destruyendo a Venezuela. Tal vez tienen razón, veamos los Datos del holocausto chavista
Y así. Razones más que suficientes para derrocar a un gobierno, como se hizo en abril, y hasta para ir a una guerra civil, con magnicidio, masacres y todo. Bien vale un sangrero, ¿verdad? Todo será tan bonito después de rasparse a toda esa gente de los cerros tan fea, ¿no les parece? Será el más cuchi de los genocidios. Ahora en serioDe allí el atore. Saben que esas cosas están pasando y cada minuto la popularidad de Chávez puede aumentar, cada vez con más nuevos propietarios de tierra rural y urbana (este comunismo nos está matando, sobre todo este comunismo que multiplica y populariza la propiedad privada). Saben que cada día se les aleja más el tren de la historia. Por eso convocan a una huelga general indefinida en plena furia de ventas de diciembre. Tan indefinida es la huelga que ni el sábado 30 ni el domingo 1º ni el lunes 2 de diciembre definían aún cuánto iba a durar: 12 horas o indefinidas horas hasta que caiga El Sanguinario. Lo más seguro es que quién sabe. El miércoles 4 lo volvieron a extender. ¡Cómo será la torcedera de brazos en la Coordinadora Democrática! Mejor no ensuciemos este artículo con conjeturas de ese basurero ético. Tan organizados y coherentes. Van a hacer un gobierno de lo más lucido. No, no son fantasías: 40 años de democracia y dos días de libertades ilimitadas en el abril carmonista avalan mi esperanzadora profecía (vide ¿Es así como van a mandar? Del despelote de La Pelota al Carlotazo). Encima viene en enero la nueva correlación de fuerzas en la Organización de Estados Americanos, que favorecerá a Chávez apenas tomen posesión Lula en el Brasil y Lucio Gutiérrez en el Ecuador. Lo más seguro es que el año que viene gane la izquierda en la Argentina y en el Uruguay. Hay que darse prisa. Por eso Alfredo Avella, presidente del Consejo Nacional Electoral, rinde telefónicamente cuentas apresuradas y serviles a su jefe Carlos Fernández, presidente encargado de la patronal Fedecámaras. La vía electoral en pico de zamuro también. De ahí el atore. ¡Qué nervios, qué angustia, qué desesperación! Lo malo es que el paro también está en grave riesgo de fracasar y un golpe no luce viable por al menos cuatro razones (vide otras en Chávez no duraría ni un día sin el apoyo de la Fuerza Armada (FAN)):
Y la cuenta del lujoso Four Seasons Hotel, aledaño al territorio liberado del barrio burgués de Altamira, creciendo y creciendo minuto a minuto con el alojamiento de los heroicos y aguerridos oficiales alzados en armas la Plaza Altamira en el golpe de Estado más bufo desde el que dio el Partido Comunista de la Unión Soviética en su canto de ciste (los oficiales menores duermen en barracas en el estacionamiento de la plaza, como les corresponde por pertenecer a una clase social y militar inferior). Nunca se vio desobediencia más cara. Ya va por cientos de millones. ¿Quién va a pagar esa cuenta? Tú, amigo opositor entusiasta, de en su carro full clase media, ¿la vas a pagar? ¿Hasta cuándo va a seguir gastando el pobre Cisneros en todo eso? No creo que, a pesar de ser tan generoso, Cisneros esté dispuesto a lanzar los nueve innings él solito. Por eso el apuro. Me parece.
Puedes reproducir este texto donde quieras y enviarlo a quien quieras siempre que lo hagas sin introducirle alteraciones. |