Canteros  y Maestros Canteros  en la edad Media

 

                      Las obras de las Iglesias  románicas,  tenían siempre un responsable, que  seguía la obra de principio a fin, era el   Magíster muri.  En las ilustraciones de la época se le representaba con el bastón de mando en la mano. La Virga como se puede ver en estas miniaturas de un códice de la Biblioteca capitular de Módena.    

          El maestro tenía conocimientos específicos para concluir la obra y a la vez  grandes responsabilidades, ya que  debía encargarse de la organización del  trabajo, inventar nuevos sistemas de construcción, construcción de  máquinas, desplazamiento de materiales etc.  

             

   NOMBRES DE ALGUNOS MAESTROS     

 

           Dependían de él los capataces, que eran sus más directos colaboradores, pero  los  albañiles  eran también, unos pequeños  maestros, pues resolvían todos los problemas prácticos que iban apareciendo a medida que realizaban el trabajo a ellos encomendado. A veces en torno a un buen maestro,  reunían, además de los anteriores, pintores, escultores, cortadores de piedra, talladores, marmolistas,  pavimentadores, leñadores y carpinteros.          

            Para ejecutar las grandes obras se llamaba a uno, o varios, de estos grupos:  Corporaciones, que al estar compuestos por obreros especializados, eran libres  de aceptar o no el encargo.   Dependiendo de la importancia del encargo,  y gracias al poder económico y organizativo de la Iglesia, se llamaban a Corporaciones, incluso del extranjero, con lo cual los Magíster muri, eran hombres cultos y muy viajeros que transmitían sus conocimientos a lo largo de los Países que visitaban.

             El proyecto del edificio no quedaba registrado en papel, sino que debía estar bien claro en la cabeza del maestro, que cada día realizaba un boceto, a tamaño natural y en una colada de  yeso, de las partes a realizar ese día. A veces una parte de la población, ofrecía su trabajo gratuitamente, o como forma de pagar alguna deuda con la autoridad del lugar.

              Los Masones tienen a gala ser descendientes de los antiguos gremios de canteros de la Edad Media  y de su preeminente cultura, en aquélla oscura época, donde incluso la mayoría de los monjes no eran lo suficientemente cultos como para haberse dedicado, en gran número, a la copia y divulgación de escritos latinos o griegos, hecho más habitual en la Alta Edad Media; aunque  en algunos monasterios ya en los  s. XI y s. XII, se había comenzado esa labor. Pero el descubrimiento de los nuevos saberes tardaría en comenzar a desarrollarse, excepto entre los Magíster Muri y los canteros, con sus estudios prácticos de matemáticas, geometría y arquitectura.

                    El Camino de Santiago, tenía un significado de perfección, de búsqueda, los Magíster Muri y sus corporaciones viajaban continuamente, en su búsqueda de conocimientos. El viaje a Santiago se considera, con carácter universal, como paradigma de las operaciones de la Obra. "Un viaje que todos los alquimistas tienen que emprender antes de comenzar las operaciones". Y así Santiago se considera el patrón de los alquimistas. Abunda Fulcanelli en ello: "Solo Dios, por la intercesión del señor Santiago, concede, a quienes juzga dignos de ello, el rayo de luz indispensable para el conocimiento de la PIEDRA." 

                  El  alquimista contemporáneo Klossowski dice:  La Alquimia, "Es el arte sublime que en todos los tiempos han practicado los verdaderos alquimistas que, despreciando riquezas y honores, tomaron EL CAMINO DE COMPOSTELA.

      En su mayor parte, el nacimiento de ésta página Web tiene como sentido el conocer los pensamientos, analógicamente, de aquellos primeros maestros.

 

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