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Antonio Ignacio Rodríguez Picón Nació en Mérida en marzo de 1765. Hijo único del malagueño don Diego Rodríguez Picón y de María Ignacia Uzcátegui, quien provenía de una importante familia merideña. En 1785 contrajo matrimonio con Mariana González, de cuya unión nacieron Francisco, Jaime, Gabriel, Juan de Dios y Martina. En tiempos de la Colonia desempeñó importantes cargos, como el de Justicia Mayor de Mérida y su Jurisdicción (1796-1810), Presidente de la Junta General de Diezmos (1798) y Alcalde Mayor de la Provincia (1809), entre otros. Llegó a ser el hombre más acaudalado de la ciudad, por lo que fue apodado "El Rey Chiquito". Fue él quien solicitó al Rey (1802) la elevación del Colegio Seminario de San Buenaventura a Universidad, petición que se le concedería años más tarde; además dotó a la ciudad de agua potable y donó la primera pila pública, la cual estuvo ubicada en la Plaza Mayor. El 16 de septiembre de 1810 fue nombrado Presidente de la Junta Patriótica de Mérida; es a partir de ese momento que entrega su vida a la causa independentista. Fue apresado en 1812 por las autoridades españolas, condenado al destierro perpetuo de América y le fueron confiscados sus bienes; sin embargo, al año siguiente éstos le fueron retribuidos y le concedieron la libertad. Al paso de Bolívar por la ciudad de Mérida, en 1813, Antonio Ignacio no sólo le entregó gran parte de sus bienes, sino también a tres de sus hijos: Francisco, Jaime –quien murió en San Mateo a los diecisiete años de edad– y Gabriel, quien quedó mutilado de una pierna en la batalla de Los Horcones. En 1814 Antonio Ignacio Rodríguez abandonó la ciudad y se incorporó, con gran parte de su familia, a las tropas que el General Rafael Urdaneta conducía hacia la Nueva Granada. Nunca más regresaría a Mérida. Dos años después, en 1816, murió en Guasdualito, en la absoluta miseria. Catherine García Rodríguez |