A RICARDO MARTINELLI
 
No sé si deba considerar como una interesante o nefasta oportunidad, el hecho de haber sido telespectador de la entrevista que le hiciera la periodista Luz María Noly, el pasado domingo 30 de marzo, en su programa Dialogo, que se transmite por Televisora Nacional, empresa de la que usted es importante accionista.
 
Puedo decir que a pesar de la evidente pasividad de la gran Luz María Noly, ésta logró atinarle un par de preguntas, cuyas respuestas dejaron sustentada mi posición de que usted no merece la más mínima oportunidad de llegar a la presidencia de mi país.
 
Debo acotar que me alegra que tenga la responsabilidad de reconocer que usted conoce muy bien el actuar de ambos partidos -el PRD y el Arnulfista-, por el hecho e haber participado en ambas administraciones -Pérez Balladares y Moscoso-, no obstante, esto no es suficiente razón para considerarlo de manera positiva en una contienda electoral, ya que si de verdad estuviera dispuesto a acabar con la corruptela que controla nuestro país, usted hubiera destapado más de un escándalo, no solo en este gobierno, sino en el anterior; sin embargo a preferido guardar silencio y optar por el “borrón y cuenta nueva”, metodología en la que estoy de acuerdo en puntos muy específicos, que creo no se comparar con los que usted busca promover.
 
Por otro lado, me parece muy irresponsable de su parte la forma en como manejó el tema del Canal de Panamá y su neutralidad, en la mencionada entrevista.  “La neutralidad del Canal se mide a partir del precepto de que todos los barcos, sin importar el país, pueden usar el Canal”, asegura usted.  Pues yo le digo, ¡que corto horizonte tiene usted en este sensitivo tema!. ¿Cóno se le ocurre reducir nuestra neutralidad a una insignificancia tan vulgar?  Ah, y esto sin contar con su otra expresión, que palabras más, palabras menos, dejó en evidencia lo siguiente:  “El Canal es neutral, pero el país debe adoptar una posición en los diversos temas internacionales, entre ellos la guerra en Irak”  Señor Martinelli, ¿será que nuestro Canal está en otra parte del mundo?, ¿será que Panamá y el Canal son dos países diferentes para usted?   ¡Que irrespeto para con la gente pensante de esta nación!
 
¿Y que hay de sus planes para generar empleo?  Permítame decirle que el nivel de sus propuestas presentadas en el programa televisivo, son tan pobres como las del plan de gobierno de la actual presidenta.  Nada en concreto, todo ideas al vuelo, clásica de los políticos que ven en el erario público la oportunidad de hacer y deshacer a su antojo.
 
Señor Martinelli, lo considero un político más del montón, que busca solo el aprovecharse del momento para lograr sus ambiciones personales.  Usted no me engaña, se salió de la administración Moscoso por que Alberto Vallarino desistió de su intención de correr por la presidencia de la República en el 2004; pero las cosas no le han salido bien, pensó que la gente iba correr tras de usted porque salió hablando pestes de Moscoso y su gobierno, sin embargo ya lo conocemos, abandonó el gobierno del Toro, pero nunca se atrevió a hablar en contra de él, hasta el día en que Moscoso y su clan arnulfista los aceptó en 1999 como parte de la engañosa alianza Unión por Panamá.  Ahora abandona el de Moscoso, hablando más pestes, soñando con llegar a la presidencia con una sarta de demagogia, más no será así, Torrijos y Endara le tienen el camino reducido a la nada.  A usted no le queda más que tres opciones: retirarse de la contienda, aceptar que será ampliamente derrotado en el 2004 -compitiendo solo para no herir su ego- o unirse a alguno de los candidatos, que de aceptarlo alguno de ellos, permitiría la entrada de toda la contaminación política que usted representa.
 
Disculpe si he resultado insultante o algo chabacano, la verdad no me reconozco; pero es que estoy cansado de que personas como usted insistan en destruir mi nación por satisfacer sus orgullosas y nefastas pretensiones.
 
 
Lunes 31 de marzo de 2003