ðHwww.oocities.org/espanol/pmalife/042003B.htmlwww.oocities.org/espanol/pmalife/042003B.htmlayedxŸUÕJÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÈ°ll®1OKtext/htmlq¾ÍW®1ÿÿÿÿb‰.HMon, 19 May 2003 18:05:06 GMTMozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98)en, *ŸUÕJ®1 Del caos urbanístico I
DEL CAOS URBANÍSTICO I
 
No hay nada peor que ignorar los problemas y dejárselos al tiempo.  Desafortunadamente, esta es una característica muy común en nuestro país, y aunque reconozco que no es única de nosotros, ya que en igual o peores formas se presenta en la realidad de muchas otras naciones del globo; soy del pensar que lo último que se tiene que buscar son excusas para no tener que trabajar.
 
Hay tantos problemas, más de uno ya lo he tratado en ocasiones anteriores; no obstante, hoy centraré mi atención en uno que cada día se acrecienta más, a tal punto que amenaza con salirse de nuestras manos.  Es un problema muy diferente, tal vez no tan preponderante para algunos, pero, a mi criterio, de vital importancia.  Me refiero al desorden urbanístico que se vive en nuestra nación, desorden del cual durante años se ha hablado y opinado, pero muy poco se ha hecho.  Desorden que siempre se consideró como propio de las ciudades de Panamá y Colón, debido al crecimiento descontrolado que han tenido estas ciudades desde inicios de la República; desorden que ahora está traspasando las fronteras de las mismas y que se está convirtiendo en el diario vivir de los principales centros urbano del país.
 
Tengo conocimiento que desde hace casi 40 años se está hablando de la planificación urbana, de la implementación de programas de control del crecimiento urbanístico, a fin de garantizar la coexistencia sostenible entre los habitantes de una zona determinada; sin embargo, todo ha quedado en nada.  Hoy, después de tantos años y de tanto hablar y proponer, somos testigos de las consecuencias del no hacer nada.  Las ciudades de Panamá y Colón son un caos, a tal punto que ya se está considerando emplear, por lo menos en la capital, el sistema de circulación por número de placa, es decir, que cada propietario de vehículo tendrá, de acuerdo al número de su placa, un número determinado de días para sacar a circular su auto, el resto de los días que no le corresponda, el vehículo debe descansar en casa y su dueño, utilizar el transporte público colectivo o selectivo.  Esta opción tiene sus pros y sus contras, ya que de aplicarse, exigiría la existencia de un sistema de transporte cónsono con la realidad, cosa con la que no contamos en la actualidad y que no se vislumbra prontamente.
 
El crecimiento desordenado ha sido característica común de muchas ciudades en el mundo, de eso no hay la menor duda; no obstante, eso no desmerita buscar alternativas de prevención para evitar que la historia se repita una y otra vez.  A nivel interno, el problema del crecimiento urbano descontrolado ya se está viviendo en ciudades como Arraiján, La Chorrera, Santiago, Chitré y David; de estas cinco, en mayor medida, las del sector oeste de la provincia de Panamá.  De todos es conocido que los distritos de Arraiján y La Chorrera son apodados como "ciudades dormitorio", esto se debe a que diariamente miles de personas se desplazan de estos distritos a la ciudad de Panamá, a cumplir con sus responsabilidades, ya sean laborales, estudiantiles o de alguna otra índole.  
 
El número de estas personas crece cada año más y más, a tal punto que el último censo de población y vivienda reveló que la población del distrito de Arraiján se triplicó de 1990 al 2000.  Evidencia de esto es el gran número de nuevas urbanizaciones que se han construido en este distrito, donde casi el 90% de las familias tienen sus centros de trabajo en la ciudad de Panamá.  En esos diez años se triplicó la población de Arraiján y aumentó la cantidad de movimiento hacia la ciudad capital, sin embargo, las únicas inversiones que se realizaron fueron el ensanche de la carretera Arraiján-Puente de las Américas, en el gobierno de Guillermo Endara, y la ampliación del Puente de las Américas, durante el gobierno de Pérez-Balladares.  Ahora se está haciendo el segundo puente sobre el canal, mismo que debió haberse construido hace más de 20 años; es decir, estamos sumamente atrasados en materia de desarrollo urbano.
 
(continúa en segunda entrega)
 
Miércoles 16 de abril de 2003