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EDUCACIÓN Y TRANSPARENCIA |
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Creo que no soy el único estudiante universitario de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) que se pregunta ¿cuáles son los atributos que se consideran en esta alta casa de estudios, para seleccionar al personal docente y administrativo?; no obstante, si creo formar parte de los pocos que han decidido hacer algo al respecto. Sí, estimados lectores, he optado por iniciar una investigación personal que me permita saber por qué en la UTP un recién graduado de licenciatura, sin haber recibido ninguna preparación en el área pedagógica, puede convertirse en instructor o profesor de estudiantes que aspiran a ser licenciados en “x o y” rama de la tecnología. |
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Lo que acabo de señalar lo he visto y lo sigo viendo en mi vida universitaria, la cual inicié en 1997, en la carrera de Licenciatura en Ingeniería en Sistemas Computaciones. Durante los dos años y medio en que cursé esta carrera en el Centro Regional de Veraguas y en la Sede Provisional de la UTP, en el Campus de la Universidad de Panamá; fui testigo de ciertas anomalías que me hicieron preguntarme una y otra vez, ¿se puede dar educación de altura sin haber recibido preparación para ser docente?, ¿se puede formar parte del aparato administrativo de una universidad sin cumplir con los requisitos básicos para serlo? |
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Aquello fue solo el principio. A partir del segundo semestre de 1999, motivos adversos -entre ellos el reciente fallecimiento de mi padre-, me obligaron a abandonar mis diarios viajes hacia la ciudad de Panamá. Tuve que hacer un “cambio de carrera y de sede”. Opté entonces por mantenerme en el área de Sistemas, entrando a la carrera de Técnico en Ingeniería con Especialización en Programación y Análisis de Sistemas -de la cual hoy ostento el respectivo título- y continuar, hoy en día, la Licenciatura en Tecnología de Programación y Análisis de Sistemas -que espero culminar en diciembre próximo-. Ambas, tanto la carrera que curso como la que ya concluí, tuvieron como escenario el Centro Regional de La Chorrera de la UTP. |
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Durante estos tres años he sido testigo de “irregularidades” impresionantes, que nunca había visto y que jamás pensé ver en un centro de estudios superiores. Puedo enumerar algunas, no obstante, no creo que sea justo buscarme una “demanda de calumnia e injuria”, así que mejor me las guardo hasta que logre concluir mi investigación personal que sé dará mucho de que hablar. |
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Entre el jueves 19 y el viernes 20 de junio, estaré remitiendo a las oficinas del nuevo rector de la UTP, Ingeniero Salvador Rodríguez, una nota de solicitud de información -basada en la Ley 6 del 22 de enero de 2002, mejor conocida como Ley de Transparencia-, bajo la cual solicitaré importante información referente a la planilla del personal docente y administrativo del Centro Regional de La Chorrera, así como de la estructura de cargos. Así mismo, solicitaré que se me explique “bajo que requisitos se selecciona y se nombra a un docente en la UTP” y cuáles son las normas que regulan la administración de esta casa de estudios superiores. |
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En fin, vamos a esperar que la UTP responda la solicitud y nos dé la información necesaria, a partir de allí, evaluaremos las medidas que como estudiante y ciudadano se puedan tomar para buscar que en este país se garantice una educación objetiva, al menos en nuestros centro universitarios. ¿Y si no me dan la información requerida?, pues ni modo, si no lo hacen 30 días después de la solicitud, cabe el recurso de Hábeas Data ante la Corte Suprema de Justicia y aseguro que no dudaré un momento en presentarlo y en hacerlo público mucho más allá de mi página en Internet. |
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Nota: La carta estará disponible en la sección de documentos del sitio. |
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Miércoles 18 de junio de 2003 |
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