ðHwww.oocities.org/espanol/pmalife/pma31www.oocities.org/espanol/pmalife/pma31.htmllayedx²UÕJÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÿÈÅlmSOKtext/html(¾ÍWmSÿÿÿÿb‰.HMon, 19 May 2003 18:19:45 GMTMozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98)en, *±UÕJmS Sobre el Contralor y el Canciller
SOBRE EL CONTRALOR Y EL CANCILLER
 
El viernes 23 de agosto de 2002 fue un día muy activo en temas relativos a las dos personalidades que señalo en el título de este artículo, por esta razón, voy a hacer eco de los mismo de una manera objetiva y sincera, tal y como siempre me he caracterizado en mis escritos.  Empecemos...
 
El Contralor y sus posiciones
 
La Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana llevó a cabo un encuentro en Coronado, bajo el lema “Corrupción Institucional:  Potenciales salidas con participación ciudadana”; mismo que se centró -según información que escuché de parte de la licenciada Maribel Cuervo de Paredes- en el tema de la corrupción y de como enfrentarla; esto se hizo a través de conferencias, conversatorios, talleres y demás.  En esta actividad, el contralor general de la República, Alvin Weeden, respondió varias interrogantes en su intervención del viernes 23 de agosto; de estos cuestionamientos, se pueden extraer 4 de gran relevancia para la opinión pública.
 
1. Al contralor Weeden se le preguntó sobre su posición en el escandaloso tema que ocupó los medios de comunicación en mayo de 2002, cuando el gerente del Banco Nacional de Panamá (BNP), Bolívar Pariente, había autorizado la venta de las fincas de El Cacao -sector de Azuero-, a precios muy por debajo de su valor real; transacción que fue anulada debido al gran impacto que causó en la sociedad.  Sin dudarlo, el contralor aseguró que él nunca estuvo de acuerdo con semejante situación y que se lo hizo saber al gerente del BNP antes de que se concretara la venta y que se diera a conocer a los medios; aparte de que consideraba que esto afectaba negativamente los bienes del Estado.
 
2. También se le preguntó sobre su posición en lo referente a la equiparación del contrato con la Panama Ports Company (PPC), mismo que exoneró a esta empresa del pago de casi 30 millones de dólares anuales por los próximos 45 años. El contralor hizo eco inmediato de su posición, argumentando que él le hizo saber a la presidenta de la República que él no estaba de acuerdo con esta medida, que coartaba los recursos del Estado, calificándola como “una lesión patrimonial contra el Estado”; al mismo tiempo, dio a conocer, que él se encuentra a la espera del fallo que la Corte Suprema de Justicia deberá darle al recurso de nulidad presentado en contra de la resolución del Ministerio de Comercio e Industrias -dirigido por Joaquín Jácome-, que equiparó el contrato de PPC.
 
3. Se le interrogó sobre la partida discrecional de la presidencia de la República, en que se utilizan estos dineros y porqué, si fue tan criticada cuando estaba Pérez-Balladares en el poder, aún no se ha eliminado.  El contralor, con cierta actitud evasiva, señaló que la responsabilidad de dar a conocer toda la información del uso que se le da a esta partida, que no se llama discrecional -pero que tampoco aclaró como se le llama ahora-; recae en manos del Ministerio de la Presidencia, dirigido por Ivonne Young.
 
4.  También señaló comentarios sobre la corrupción, indicando que el control preventivo es una herramienta fundamental para el control de la corrupción, indicando que “su uso evita las lesiones patrimoniales”.
 
Sinceramente nos complace saber la posición del contralor en los temas referentes al BNP y a la PPC; no obstante, nos parece algo desatinado el no haber demostrado esto cuando las situaciones se daban, prevención que lo hubiese colocado en una mejor posición frente a los hechos.
 
Se hace necesario que el contralor pase de las palabras a los hechos, que actúe como su cargo así lo exige y como esta sociedad así lo clama.  Si de veras no se está de acuerdo con estos actos, ¿por qué no se han tomado las medidas legales que como contralor le corresponden?.  Por otro lado, en lo referente a las partidas presidenciales discretas, nos gustaría saber si el contralor es el fiscalizador de los bienes del Estado y la partida presidencial es un bien del Estado, ¿por qué él no puede dar la información correspondiente al uso que se le da a esta partida?.
 
Estamos muy agradecidos de que la posición del contralor sea contraria a estos lineamientos antipopulares que ha impuesto el mireyismo y su recua de incompetentes; no obstante, aún no nos parece suficiente señor contralor, es necesario ver acciones; créame que si lo hace, sentirá el apoyo de muchos de los que aún no estamos muy seguros de su compromiso para con esta Nación.
 
 
El Canciller y su proselitismo barato
 
El viernes 23 de agosto de 2002 el Canciller de la República, José Miguel Alemán, en compañía del legislador Marcos González; recorrió un sector humilde del distrito de San Miguelito, haciendo entrega de materiales de construcción y de uniformes deportivos, en medio de algunos manifestantes, decepcionados de la labor de este gobierno, que les reclamaban que solo se acuerdan de ellos para hacer política.  Cuando vi la nota televisiva, me causó mucha gracia el ver al Canciller inmiscuido en actividades de proselitismo tan barato, so pretexto de que la presidenta le había encomendado tal misión porque ella no podía ir; asunto que, de ser verdad, le hubiese correspondido mejor al ministro o viceministro de vivienda, a la de la presidencia, o bien, a un vicepresidente.
 
Luego de la gracia, vino el asco de ver como ambos personajes se aprovechaban de los bienes del Estado para hacer política; el legislador buscando su inmerecida reelección, y el Canciller tratando de proyectarse como una figura presidenciable del arnulfismo.  Que baja la actuación de tales, y peor la de José Miguel Alemán, un abogado sin preparación en diplomacia, nombrado por el solo hecho de ser miembro del arnulfismo y gran allegado a la presidenta; un hombre que cree que los ciudadanos de este país estamos ciegos y que no nos damos cuenta de las irregularidades de este gobierno del cual he a formado parte por tres largos años.
 
El Canciller sabe que la dirigencia de su partido está preocupada porque están súper atrasados en los presidenciables, solo dos figuras se nombran en el ambiente -Martín Torrijos y Alberto Vallarino-, y ninguna de las dos es miembro del arnulfismo; ante esta realidad, se han desesperado por mostrar posibilidades, pero tienen tan poco de donde escoger que han optado por vociferar a Víctor Juliao y al ya nombrado Canciller.
 
En base a esta realidad es que el Canciller hizo esta aparición pública entregando materiales, y eso lo puede negar cuantas veces quiera; para su desgracia, la mayoría de la población del lugar dejó clara su posición y le dio a entender que ellos no creen en ese tipo de proselitismo barato.
 
El Canciller, en su carrera para ser presidente, tiene en su contra un aspecto primordial:  ha sido parte de un gobierno irrespetuoso con la dignidad nacional e irresponsable con sus compromisos de campaña que, en su mayoría, son letra muerta.
 
Viernes 30 de agosto de 2002