Complejos que nos Destruyen. 
Si lo pensamos fríamente, los
complejos, en muchas ocasiones, no son más que pensamientos, a menudo obsesivos, a cerca
de algo; en general de nuestro cuerpo, que no nos gusta. Ahora bien, si sólo nos dejamos
llevar por aquello que sentimos: "¡Odio mis rodillas, mis brazos parecen los de King
Kong y mi cabello se torna indomable si no me lo seco con secador todos los días!";
podríamos decir que los complejos son más viscerales que racionales, y que cuando hay
algo de nuestro cuerpo o de nuestra manera de ser que detestamos, no podemos más que
pensar en eso todo el día. Algo que es peor aún, sentimos que todo nuestro entorno está
pendiente, al igual que nosotros, de este defecto. Para muchos especialistas, los
complejos son apreciaciones propias y por ende subjetivas. Algunos estudios sostienen que
los complejos están ligados a la inseguridad, y éstos a su vez, a la falta de
autoestima.
Complejos femeninos.
En general a las mujeres les acompleja todo. - Complejos de cualquier tipo referido al
cuerpo: cola grande, cola chata, piernas juntas, piernas gordas, sin cinturas, con
cinturas desproporcionadas, con brazos gordos;
- Complejos de la primera cita (o de la última): ¿Qué me pongo? Todo me queda mal. Si
hablo mucho voy a parecer avasallante, pero si hablo poco voy a quedar como una tarada.
- Complejos de la primer noche de pasión: La celulitis. ¿Cómo hacer para que no se
note?. ¿Estoy depilada? Quiero decir, bien depilada? Si soy muy desenvuelta en la cama
quedaré como una cualquiera, sino como una pacata.
- Complejos de mujeres entre mujeres: Los hombres del mundo creen que las mujeres nos
vestimos para agradarles a ellos, error, nosotras sólo nos vestimos para que las demás
mujeres nos envidien, o en el mejor de los casos, nos copien.
Angustias masculinas.
Los hombres intentan crear la imagen de que nada les acompleja pero hasta eso les angustia
cuando la máscara de negación se cae, y se dan cuenta que esa imagen es imposible de
mantener. Aquí va un pequeño compendio de lo que les acompleja a ellos.
- El cuerpo: Sabiendo que no pueden ser la representación de carne y hueso de una estatua
griega, ni la personificación latinoamericana de Rambo. Sus abdominales pronunciados se
presentan como símbolos inequívocos del fracaso del hombre al revelarse contra la
naturaleza. Los que sí logran algo de músculos, se acomplejan porque no son suficientes.
- Ella gana más que yo: Este complejo puede resumirse como el terror del varón por
perder su lugar de macho proveedor. Así se prepare para presentarse en la primera cita,
el tema ya lo preocupa: ¿Será ella más exitosa que yo en su trabajo? ¿Habrá tenido
antes una pareja que fuera mejor que yo en los negocios?
- El gran terror: ¿Cómo me desempeñaré en la primer noche de amor? ¿Se dará cuenta
que soy un Tigre de la Malasia en temas sexuales? ¿Funcionaré? Después de esta última
pregunta, terror profundo y una llamada al analista a cualquier hora de la noche.
- Complejos por su pasado: ¿Será ella más experimentada que yo en sexo? ¿Le pareceré
un escolar sin experiencia? Este complejo se soluciona negándolo siempre con la
exacerbación del machismo: "¿Será ella una cualquiera?"
Relájate y goza.
Afrontemos el problema. Somos imperfectos, la realidad es triste pero verdadera. El saber
llevar con elegancia y dignidad ese "defectito" en nuestra anatomía, es un
signo de madurez y sanidad, pensémoslo así. Todos tenemos algo de nosotros que no nos
gusta o que quisiéramos cambiar. El tema sería no transformarlo en una obsesión que nos
limite a la hora de relacionarnos con los demás.
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