Desde que Dios todopoderoso nos regalo la bendición de contar con la renovación carismática, existen situaciones y momentos en nuestras comunidades que se prestan a malas interpretaciones, causando malestar e intranquilidad a sus miembros, pero con el auxilio del Espíritu Santo y la intersección de Maria santísima nos damos cuenta que esta situación no es mas que la oportunidad para servir mas y mejor a nuestros hermanos.
El ministerio de jóvenes pretende ser un vinculo transmisor del amor de Dios y una fuente de donde broten frutos llenos de caridad y poder evangelizador.
La iglesia de hoy, enfrenta nuevos desafíos y requiere de laicos comprometidos para difundir su Reino; que sean guiados y transformados por los dones del Espíritu Santo y manifiesten así una dimensión expresiva de Fe en Dios Padre y en Dios hijo.
Estos desafíos de cara al nuevo milenio requiere de verdaderos Ministros Santos y los jóvenes reflejan La esperanza de la Iglesia en muchos países del mundo representan la mitad de la población y en algunos casos la mitad numérica del pueblo de Dios y la Renovación Carismática Católica no es excepción, en nuestro movimiento hemos observado que contamos con jóvenes capacitados para poder tomar el llamado de Jesucristo y llevar el mensaje del Evangelio. Sumándonos así a las intenciones del Santo Padre en su carta dirigida a los jóvenes en 1985. Que destaca La Iglesia mira a los jóvenes, es más la Iglesia de manera especial se mira en los jóvenes.
