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LA
HOMEOPATÍA
Cómo
funciona
La
homeopatía no es sólo una medicina energética, también
es holística. Según los homeópatas, el cuerpo es
mucho más que la suma de sus distintas partes, por lo que debería
tratarse la persona como un todo. La mente, las emociones y los distintos
órganos y sistemas están interconectados. Sería poco
sensato tratar una parte sin considerar el resto.
Los
mecanismos de esta interconexión son sumamente complejos y casi
imposible de entender en todos sus detalles. Afortunadamente, con la homeopatía
no es necesario hacerlo porque se confía en el proceso. Además
de los intrincados sistemas físicos y mentales del cuerpo, existe
un refinado y sutil sistema de energía, que se autorregula y funciona
con eficiencia casi en todo momento. Puede verse en acción cuando
enfermamos: nos sentimos mal, tenemos síntomas desagradables y
después generalmente mejoramos, tomemos o no medicamentos. El cuerpo
realiza su propia curación, aunque a veces puede necesitar apoyo
cuando sus fuentes naturales de energía curativa están agotadas
o desequilibradas.
EL
PROCESO CURATIVO
El
proceso curativo puede compararse con la conducción de un automóvil.
Los automóviles modernos son tan eficientes que, siempre que los
mantengamos adecuadamente, se les suministre el combustible apropiado
y se los conduzca con sensatez, casi nunca surgen problemas. Pero si una
noche no se apagan las luces, a la mañana siguiente el acumulador
está descargado y el automóvil no arranca. La única
manera de conseguir que vuelva a arrancar -la única cura- es mediante
una transferencia de energía haciendo un puente desde el acumulador
de otro coche. La homeopatía se parece un poco a ese puente desde
una fuente de energía. Las fuentes de energía son los remedios,
utilizados de acuerdo a la ley de los similares, para que el cuerpo pueda
trabajar a toda máquina.
UNA
TERAPIA SEGURA
Muchas
personas recurren a la homeopatía debido a sus preocupaciones acerca
de la medicina ortodoxa (oficial o convencional), que en la actualidad
está orientada hacia los medicamentos. Muchos de estos medicamentos
pueden ser tóxicos y los efectos secundarios
en personas susceptibles pueden resultar sumamente molestos. Aun cuando
no se observen efectos secundarios, se sabe poco sobre los problemas a
largo plazo asociados con el uso excesivo o combinados de medicamentos.
La medicina ortodoxa actual alivia y mitiga el síntoma pero no
la causa que lo genera, creyendo que de este modo controla la enfermedad
y los resultados suelen ser insatisfactorios. No es una medicina holística,
ya que los médicos tienden a ser especialistas en pequeñas
partes del organismo sin tener en cuenta las demás.
EL
PRINCIPIO HOLÍSTICO
La
utilización de la homeopatía es segura y no considera la
eliminación de los síntomas como un fin en sí misma;
estos son signos de dificultad o adaptación. El remedio correcto
elimina la causa del problema y entonces desaparecen los síntomas
externos. La homeopatía tiene en cuenta la naturaleza de la persona.
Individualiza y reconoce que aun cuando se diagnostique a dos personas
la misma enfermedad, estas desarrollarán la enfermedad de forma
diferente y podrían necesitar remedios distintos para efectuar
una cura apropiada.
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