SRI KRISHNA

 

El octavo día después de la última luna llena (del “ahora mes de agosto”) del año 3227 A. de J.C., durante la Dwapara Yuga, nace en Mathura, un pueblo de India, Sri Krishna, quien es considerado por la Religión Hinduista como un descenso Divino en forma humana o Purna Avatara (Encarnación Completa), por lo cual poseía las dieciséis facetas o poderes de la Gloria Divina.

 

“Por su inmenso Amor, cuando es necesario restaurar el dharma (rectitud), fomentar la virtud en el vivir, mostrar la divinidad contenida en los seres humanos y enseñar al mundo que el vicio no triunfará, el Señor desciende como Avatar”. Sai Baba

“La cultura de la India ha enfatizado el significado interno de las escrituras de los ritos y ceremonias. Se recrea en el simbolismo, pero siempre ha alentado a los buscadores a descubrir el velo y aprender el principio encerrado en el símbolo.  El Avatar en la forma de Krishna tiene vastos misterios incluidos en Él”. Sai Baba

 

Sri Krishna fue el octavo hijo del matrimonio entre Vasudeva y Devaki. Devaki, su madre, era nieta de Sura, un Rey de la Dinastía Yadava, y prima hermana de Kamsa un ser oscuro, de malvados actos, quien se encontraba al mando del gobierno del pueblo de Mathura, lugar donde luego naciera Sri Krishna.

 

Una profecía le había revelado a Kamsa que el octavo hijo de su prima Devaki sería quien le diera muerte, restaurando así el dharma (rectitud), que se perdiera a causa de sus actos.

 

“El Señor Krishna fue el octavo hijo de Devaki. Esto es significativo, porque samadhi es la octava etapa del esfuerzo espiritual, alcanzada después del control de los sentidos externos e internos, la regulación de posiciones corporales, el control de la respiración, el volverse a la conciencia interna, la concentración y la meditación. Todos éstos son conocidos como Ashtanga yoga, la disciplina de ocho pasos. Al Señor se le puede visualizar sólo después de que se han llevado a cabo exitosamente los siete pasos anteriores y la mente se ha purificado en dicho proceso”. Sai Baba

 

La primera reacción de Kamsa al conocer tal revelación fue la de matar a su prima evitando así los nacimientos. Pero el plan Divino debía cumplirse, así es que, ante la súplica y promesa de Vasudeva de que a cambio del perdón de la vida de su esposa, ellos le entregarían cada uno de sus hijos en el mismo momento del nacimiento; Kamsa decide ponerlos prisioneros.

 

“Krishna nació en una prisión, hecho que enseña que Dios tiene que encarnar y presentarse en la oscura y angosta casa-prisión de nuestros corazones, para que podamos obtener la luz y ganar la libertad”. Sai Baba

 

Vasudeva cumple con su promesa y fue entregando uno a uno sus seis primeros hijos, quienes hallaron la muerte a manos del malvado Kamsa.

 

Por la Gracia de Dios, que prepara y ejecuta un plan con el propósito de castigar a los malvados y ayudar a los devotos puros y piadosos; es que el séptimo hijo de Vasudeva y Devaki fue transferido a la matriz de Rohini, otra esposa de Vasudeva que vivía lejos de la tiranía de Kamsa.

 

Este niño al que una vez nacido se le pone el nombre de Balarama, fue hermano mayor y compañero inseparable de Krishna.

 

“Antes de cada Avatar aparecen también dos colaboradores en la tarea para la cual viene la encarnación: el poder de maya y el poder del yoga. En el caso de Krishna, maya vino como la hermana mayor para advertir a los malvados; yoga vino como el hermano mayor para alentarlo y guardarle constante compañía. Maya ayudó a que Kamsa cayera más y más profundo en la perdición para que su caída resultara más terrible y aleccionadora. Pero en esta Edad de Kali, los malvados deben ser reformados y reconstruidos por medio del amor y la compasión. Es por eso que este Avatar ha venido sin armas; ha traído el mensaje del Amor”. Sai Baba

 

El nacimiento de Sri Krishna fue anunciado por una “voz” a su padre Vasudeva, quien recibió instrucciones para evitar su muerte. Hechos curiosos ocurrieron en el momento de su nacimiento...

 

“En el momento que Krishna nació, las cadenas que ataban a su padre cayeron, las puertas que habían estado cerradas con llave se abrieron de para en par y los guardias de la prisión quedaron sumergidos en el océano de bienaventuranza y no podían reconocer ningún hecho o cosa en el mundo material. El fuego del odio que ardía dentro de ellos se enfrió y la oscuridad dio lugar a la aurora de la sabiduría. El cielo dejó caer gotas de lluvia para suavizar la tierra y asentar el polvo. ¿Cómo pueden los elementos operar en contra de la voluntad divina?. El sonido, el tacto, la luz, el sabor y el olor; todos se sublimaron para celebrar la nueva Era de paz y abundancia. Vausdeva, siguiendo las instrucciones dadas por “ la voz”, colocó al niño en una canasta y lo llevó sobre su cabeza para atravesar el río Yamuna (el cual se abrió a su paso), hasta Gokul, donde al mismo tiempo Yasoda, consorte de Nanda, había dado a luz a una niña”. Sai Baba

 

“Debemos entender con claridad el nombre de Krishna. Krish significa que Él es alguien que cultiva el corazón, es aquel que atrae”. Sai Baba

 

Yasoda había dado a luz una niña. Vasudeva levanta a la recién nacida y coloca al bebé Krishna en su lugar.

 

“La niña es Mayashakti, porque ella anuncia al Avatar del Señor, Yogashakti también tiene que estar siempre con el Avatar, y había venido como Balarama, hijo de Rohini, otra esposa de Vasudeva”. Sai Baba

 

La niña es llevada por Vasudeva rápidamente a la prisión donde es dejada al lado de Devaki.

 

“Mayashakti jugó su estratagema tan pronto fue colocada en la cama de Devaki. Lloró fuertemente, despertando a los guardias, quienes reportaron a Kamsa la llegada del niño. Él esperaba que el octavo niño fuera un varón, pero tomó a la niña y la estrelló contra una roca. Mayashakti voló en el aire, declarando que la persona que iba a matar a Kamsa crecía sin peligro en Gokul”. Sai Baba

 

Hasta Gokul, un pueblito de pastores, llegó el temor y el odio de Kamsa, quien había ordenado matar a los niños recién nacidos de ese lugar.

 

“Aunque Kamsa mató a varios niños de Gokul, Krishna pudo escapar, matando sistemáticamente a varios emisarios, enviados por Kamsa a Gokul bajo diferentes pretextos. Putana, una demonia, asumiendo una forma encantadoramente humana, fue a la casa de Nanda ofreciendo darle el pecho al niño. Yasoda, creyendo que era una mujer realmente compasiva y que su leche podría tener el efecto sagrado que ella decía, le entregó a Krishna niño. Pero Krishna sabía sus intensiones y, quitándole el aliento, la mató”. Sai Baba

 

Sri Krishna pasa su tierna infancia en un humilde hogar de Gokul con su madre adoptiva Yasoda. Múltiples hazañas se recopilan acerca de este niño dotado de una gran belleza física y espiritual, simpático y travieso. Entre todas las maravillosas aventuras infantiles que asombraron a la gente y le revelaron la Divinidad que había venido entre ellos, se encuentran aquella que lo muestra “robando” mantequilla, como también el episodio de la serpiente Kalinga, las cuales son de las más reveladoras.

 

“Navanita Chora no significa una persona que se escapa con la mantequilla que la gente ha almacenado; no es la materia llamada mantequilla, que se obtiene batiendo la leche cortada. Es la mantequilla de la fe, ganada por el proceso del batido, llamado “anhelo”, de la leche cortada , llamada “experiencias mundanas”. Él solo codicia esta “mantequilla”. Sai Baba  

 

Muchos son los Nombres (epítetos) con los que se lo conoce: Navanita Chora (Ladronzuelo de mantequilla), Gopala (el protector de las vacas), Madhusudhana (Aquél que mató al demonio Madhu), Murali Gopala (niño pastor que ejecutas la flauta), Chita Chora (ladrón de corazones), Madhava (el de la bella y dulce forma) , Keshavá, Govardhanadhara Krishna (Aquél que sostuvo la montaña Govardhana en su dedo), Radha Krishna (el Señor de la amada Radha),  Gopi Krishna (el Señor de las devotas gopis), Mohana (el Señor de incomparable encanto), Bala Krishna (el tierno niño de Nanda y Yasoda), Rasa Vilola Krishna (Aquél que danzó con las gopis bajo la luna llena), Panduranga Krishna (el conductor de los Pandavas), y muchos más que lo describen en su infinito y divino accionar.

 

De acuerdo a la costumbre fueron perforados la nariz y los oídos de Krishna para protegerlo de la muerte, que se había llevado a muchos niños de la familia, poniéndole un anillo de oro en la nariz.

 

“El anillo nasal tenía una pequeña perla. Las perlas se obtienen sumergiéndose en las profundidades del mar, así que simbolizan al discernimiento, que se logra después de sumergirse en los secretos del mundo objetivo. El marcar la punta de la nariz también tiene la intención de enfatizar la necesidad de concentrarse, al meditar, sobre la punta de la nariz, sin que los ojos estén totalmente  abiertos (porque eso distrae la atención), ni totalmente cerrados (porque entonces sobreviene el sueño y pone fin a la meditación). Deben estatr medio abiertos, con la vista dirigida a la punta de la nariz, donde Kriishna tenía la perla”. Sai Baba

 

Su aspecto de inigualable belleza lo mostraba como un ser humano muy especial.

“La tez de Krishna no era ni blanca ni oscura; era tres cuartas partes oscura y una parte blanca, una amalgama de ambos colores. Como eran de la casta Vaishnava, los padres le pusieron una línea de almizcle en el entrecejo”.

 

Como los pastores de ganado de esa época en aquella zona del país (la selva de Brinda), Él usaba brazaletes de plata en las muñecas.

“Brindavan, la selva de Brinda, es la enmarañada jungla de la vida. Las vacas cuidadas por el Señor Krishna en Brindavan no son otras que los seres humanos desvalidos sin su cuidado y guía”. Sai Baba 

 

El atar un brazalete a la muñeca era un rito que todo hindú llevaba a cabo antes de comenzar una nueva etapa de su vida, y simbolizaba su determinación de cumplir el voto de llevar a cabo los deberes que correspondían a ese período de vida.

“Pero los brazaletes que Krishna usaba no eran simples, tenían profundas implicaciones. Krishna había hecho tres votos, y los brazaletes eran símbolos de su determinación de cumplir con ellos. Estos votos fueron, como lo mencionó Él en el Gita: 1: Encarnaré en cada Era, para revivir y resucitar el dharma. 2: Me encargaré de asegurar la paz y la prosperidad de todos los que confían en mí. 3: Salvaré a todos los que se entregan a Mí de todo corazón, y los libraré del ciclo de nacimiento y muerte”.  Sai Baba

 

Su niñez y juventud es relatada en el Bhagavata Purana mostrándolo en sus relatos como el pastor que ejecuta la flauta con la que encanta las mentes, o como el apuesto joven que luce una bella pluma de pavo real entre los pliegues de la tela de su turbante, también como el danzarín junto a sus amadas gopis (pastoras).

 

“La flauta es su favorita; vuélvanse una flauta: huecos (sin deseos) y rectos (sin torceduras), Él los aceptará”. Sai Baba

 

Cuando era niño, seguía a las vacas hasta los prados con sólo una tela envuelta sobre su cabeza. En esos días, había pavos reales en abundancia alrededor del lugar, así que cuando se encontraba una pluma, se la ponía en los dobleces de la tela, así es como se lo observa en algunas de sus iconografías donde se puede ver también el kaustuba que usaba, una esmeralda de gran tamaño de insuperable fulgor azul-verdoso, de forma rectangular bordeada con diamantes esplendorosos, colgada en una cadena de oro.

Krishna se movía entre los hombres como una persona ordinaria. Se abstenía de lucir su insignia divina, compuesta de una caracola, una rueda, una maza y un loto (atributos éstos que pueden ser observados en las iconografias de otras deidades), Ni siquiera usaba corona (mitra).

Su vida adulta se encuentra desarrollada en el Mahabarata, donde originalmente el Bhagavad-gita aparece como un episodio (capítulo 18) dentro de esta historia épica del mundo antiguo, inmortalizada por el gran sabio Vyasa.  El Gita, donde Sri Krishna como auriga (conductor) de la cuadriga de Arjuna, establece con él  uno de los diálogos filosóficos y religiosos más sobresaliente que haya conocido el hombre, es un mensaje universal, para toda la humanidad pues es la palabra de Dios, la Sabiduría Eterna.

 

“El bebé humano, nacido inocente en el reino de la rectitud (Dharmakshetra), en la plenitud de lo sátvico (pureza-equilibrio), va recogiendo, con los años, el musgo de lo rajásico (acción-pasión) y tamásico (inercia), y cae en el área llena de conflicto del campo enemigo (Kurukshetra). Ésa es la historia del Mahabharata en cada vida. Kurukshetra es un campo de batalla entre “nuestra gente”, en el sentido egoísta, y la “gente justa”, en el otro campo. ¡Eso es lo que el primer versículo del Gita anuncia! ¿Qué significa esto realmente? Por un lado están los impulsos rajásicos y tamásicos alimentados por el sentido de “lo mío” y “lo nuestro”; por el otro están los sátvicos, los atributos justos e inmaculaldos del amor, la tolerancia, la verdad y la rectitud, que son divinos y promovidos por Dios. El combate entre las dos fuerzas - las que arrastran hacia abajo y la elevadoras - no conoce armisticio. El baño diario asegura la limpieza, la batalla diaria mantiene a los malvados enemigos a distancia, fuera de la posibilidad de hacer daño”.  Sai Baba

 

En su primer mensaje al mundo Sri Krishna dijo: “Aquellos que experimentan la verdad de que el Espíritu que habita en todos los seres es el mismo que el Mío, estén llenos de deseos o libres de ellos, sean jefes de familia o renunciantes, lleven a cabo o no los deberes prescritos, ellos habitarán en Mí”.

 

La muerte física de Sri Krishna da comienzo a la actual Era de Kali, Kali Yuga o Yuga de la disolución.

 

“Krishna está en el huerto y en el campo de batalla, soplando la caracola o tocando su cautivadora flauta, manejando el látigo y las ruedas, la fuerza invisible detrás de cada pensamiento, palabra y acción del hombre en todas partes, en todo momento”. Sai Baba

   

“Ahora como entonces, la enseñanza y el mensaje son los mismos: “Conócete a ti mismo, es la única forma de conocerme a Mí”. Lo divino está dentro de cada individuo, pero llegar a comprenderlo depende de los esfuerzos de cada uno. Pongan toda su confianza en Dios, lleven a cabo sus deberes, ayuden a quienes lo necesitan y santifiquen su vida. Canten el nombre del Señor y hagan servicio social con el espíritu libre de egoísmo y con devoción a Dios”. Sai Baba