¿Qué es primero, la CONAIE o Pachakutik?

Por Franklin Falconí

La decisión de salir o no del gobierno no es el único gran problema de Pachakutik. Mientras más se aproxima su Congreso, que eligirá al nuevo Comité Ejecutivo Nacional de la organización, y que se realizará en septiembre, más se acentúan las contradicciones entre la dirigencia de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y la dirigencia no indígena de esta agrupación política.

La CONAIE reclama la propiedad de Pachakutik bajo el argumento de que fue creado con objetivos específicos, dentro de la estrategia general del movimiento indígena. Así lo sostiene Lourdes Tibán, dirigente indígena de Cotopaxi y actual subsecretaria de Bienestar Social. Posición que para Virgilio Hernández, ex Subsecretario de Gobierno, es parte de una corriente indigenista, excluyente, que se cree pura y no contaminada con la política.

La posibilidad de que al interior de Pachakutik existan varias corrientes es visto como positivo por Hernández, quien cree que ese carácter plural de la organización es el que demuestra una verdadera representación del Ecuador. Sin embargo, la falta de unidad política de todas estas posiciones en su interior, provoca problemas, como el último suscitado en el bloque parlamentario, en donde tres de sus diputados votaron con la mayoría integrada por el Partido Social Cristiano y Sociedad Patriótica.

Lourdes Tibán no reconoce en su representación la acción del partido Pachakutik, sino de las bases indígenas de Cotopaxi, que fueron, según dice, quienes la nombraron. "En el Gobierno solo hay tres representantes del movimiento indígena: Nina Pacari, Luis Macas y yo", sostiene. Esta posición podría producir rupturas graves en caso de que Pachakutik decida dejar el gobierno, pues, según parece, la CONAIE no estaría dispuesta a ceder sus representaciones en el régimen. Esto, según Lourdes Tibán, debido a que una decisión así tiene que pasar por las estructuras propias de la CONAIE, y sobre todo porque esa organización indígena trabaja sobre la base de una agenda propia de diálogo con el Presidente de la República, que contiene 85 puntos. "Si hemos dialogado con los demás gobiernos, ¿por qué no hemos de dialogar con el presidente Gutiérrez?", sostiene.

Lo cierto es que siendo una de las fuerzas democráticas y de izquierda más importantes del país, esta falta de unidad ideológica y política en quienes integran Pachakutik hace que sus objetivos centrales de construir un gobierno participativo se diluyan en disputas hegemónicas, por intereses personales, y con tintes etnocentristas, que no hacen bien a la unidad de los pueblos del país.

Los trabajadores, los maestros, los campesinos, los estudiantes y otros sectores que no son representativos en las filas de esta organización, reclaman un fortalecimiento de Pachakutik, pero sobre la base de una apertura hacia un proceso unitario más amplio y con perspectivas realistas de cambio en el país. Un Pachakutik cuya caracterización del Ecuador actual no sea la de "un Estado Uninacional blanco-mestizo", como consta en el primer mandato con el que la CONAIE entró en la escena política, sino que considere que el problema central de los pueblos del Ecuador, además de la opresión nacional, es el de la existencia en el poder de una clase antagónica a la de los trabajadores, con quien no se puede construir un proyecto alternativo de gobierno, sino al que hay que desplazar con la lucha unitaria de los explotados.

‘Hay una corriente indigenista, excluyente, con puntos de vista equivocados’

Virgilio Hernández

VOCAL DEL COMITÉ EJECUTIVO DE PACHAKUTIK

El dirigente Fernando Buendía, en declaraciones públicas, dio a entender que lo que primaría en la decisión de salirse o no del Gobierno es el hecho de que Pachakutik también ganó las elecciones ¿qué decisión diferente pueden tomar entonces en su Congreso?

Distingamos varias cosas: la primera es que Pachakutik ha sido parte del gobierno porque fue parte de una alianza que llevó al poder a Lucio Gutiérrez. La segunda es que esa alianza suscribió un programa, un proyecto, y el gobierno está presidido por quien encabeza la ejecución de ese programa, por tanto, si nosotros no encontramos que existe la coherencia en el Presidente de la República para cumplir con eso… La participación de Pachakutik está condicionada a que podamos responder a esos objetivos.

¿Y si el Presidente no cumple?

Yo creo que ya no ha ocurrido así. El Presidente de la República ha marcado campos claramente: frente a la necesidad de transformaciones profundas, ha sucumbido frente al Fondo Monetario Internacional (FMI); ha sucumbido también en brazos del Partido Social Cristiano (PSC). Lo que podemos ver es que ni siquiera algunas promesas de campaña, como eliminar la corrupción, han sido totalmente desarrolladas. Los escándalos que se presentan en sus círculos más cercanos demuestran que no se ha acabado con esa estela de corrupción: el nepotismo, la falta de preparación de los cuadros que se nombran en diferentes funciones, que antes que responder a las necesidades del país responden a compromisos políticos...

Si hay todo ese escenario tan adverso al proyecto ¿por qué darle más vueltas a la necesidad de salir del gobierno?

Si solamente nos quedamos en los cálculos del movimiento, lo más fácil sería irnos. Queremos insistir hasta que creamos que ya no hay ninguna otra posibilidad de que el gobierno tenga una direccionalidad diferente.

Las otras organizaciones políticas y sociales del espectro popular se han definido ya. La salida del MPD demuestra que existe unidad de criterio en torno a que ya no es posible la aplicación del proyecto al interior del gobierno ¿Pachakutik se seguirá quedando solo en la idea de que hay cómo cambiar esa direccionalidad?

Sí, por eso digo que eso también tiene que ser evaluado por nuestros respectivos espacios, por cada uno de estos eventos que tenemos previstos.

El estar en el gobierno en estas condiciones, le ha generado una serie de fisuras a Pachakutik, unas expresadas en el Congreso, en donde hay diputados que votan con el PSC, defendiendo la fidelidad al Gobierno, que ahora se ha acercado a ese partido.

Hay que ser muy claros. El tema en la participación en el gobierno la evaluaremos en conjunto y lo haremos en los espacios necesarios; obviamente hay varios criterios, pero las decisiones las asumiremos en conjunto, independientemente de que pueda existir interés personal o de un determinado sector por mantenerse. Lo que está pasando en el Congreso Nacional es parte de una estrategia socialcristiana de conformar una mayoría que le permita reasumir la presidencia del Congreso y desde ahí buscar controlar la Corte Suprema de Justicia, con lo cual coparía toda la institucionalidad (tiene ya controlado el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo Electoral). En el marco de esa estrategia ha habido varios acercamientos a diferentes bloques, y esa estrategia ha logrado coptar al partido de Gobierno y al Presidente de la República, que han caído en la idea de que cogobernando con los socialcristianos, o con un mayor acercamiento a ellos es posible mantener la gobernabilidad.

¿Cree usted que la alianza de Sociedad Patriótica con el PSC ya es un hecho?

Sociedad Patriótica tiene ya una definición; por lo menos el jefe de bloque, Gilmar Gutiérrez -y lo digo porque conozco-, permanentemente ha estado buscando un acercamiento con los socialcristianos. Así lo ha hecho desde el primer mes de gobierno y ahora está buscando concretar un acuerdo. Él fue el artífice del encuentro entre el Presidente y León Febres Cordero. Es una ingenuidad pensar que el PSC les puede asegurar gobernabilidad, eso es desconocer la acción nefasta que ha tenido el PSC en la historia política del país; cuando más necesite el régimen de este partido, lo abandonará. Además, con esto se está prácticamente traicionando las tesis de la alianza.

En ese marco, hay diputados que han estado votando en esta alianza PSP-PSC: Salvador Quishpe, Víctor Orellana y Columbo. En el caso de los dos primeros creo que lo que está pesando es que ellos son objeto de un proceso en la Comisión de Excusas y Calificaciones, y el PSC siempre utiliza esos elementos como mecanismos de chantaje. El caso del diputado Columbo, creo que es una alta coincidencia con las tesis del PSC, esto está siendo analizado por nuestros órganos respectivos.

¿Pachakutik indígena o qué?

De cara a la elección de la nueva dirigencia de Pachakutik salta uno de los problemas más profundos de la organización: la CONAIE reclama la dirección para un indígena, es decir, ningún otro dirigente tendría la posibilidad de acceder a la dirección ¿en qué posición están los no indígenas en Pachakutik?

En el Movimiento convergen varias fuerzas políticas. Es correcto que cada una de esas tendencias pueda expresarse. Este movimiento es plural; nosotros siempre hemos tratado de mantener la unidad a pesar de esa diversidad.

Como parte de esas tendencias hay una visión indigenista, excluyente, que no viene solamente del movimiento indígena sino también de algunos intelectuales, incluso no indígenas. Esa tendencia pretende, desde varios puntos de vista equivocados, asumir que el conjunto del país se exprese en el movimiento indígena, lo cual no es cierto; pretende también establecer que hay una especie de pureza en el movimiento indígena, sin percatarse que también está cruzado por una multiplicidad de contradicciones; no es lo mismo el movimiento indígena de la Sierra que el de la Costa y el del Oriente ecuatoriano, y a su vez, entre cada una de las nacionalidades hay múltiples elementos de contradicción. Pero tienen derecho a expresar esa posición.

La CONAIE siempre ha dicho que Pachakutik se creó para representar los planteamientos políticos que históricamente ha hecho el movimiento indígena ¿qué otro alcance tiene Pachakutik?

La idea es que a partir del proyecto de la CONAIE pueda construirse una organización plural. En este momento Pachakutik ya no solo representa lo que es la CONAIE, porque habría una correspondencia unívoca entre lo que son las federaciones indígenas y lo que son las directivas provinciales del Movimiento, y eso no es así. Gran parte de nuestros alcaldes responden a una dinámica organizativa propia del Movimiento y no tanto de las articulaciones que existen en torno al movimiento indígena. El movimiento indígena es el corazón de Pachakutik, pero de ninguna manera puede reducirse a él todo el movimiento Pachakutik. La corriente indigenista ha sido muy influenciada y fortalecida con la presencia de Antonio Vargas que, previo al congreso, establece un posicionamiento de esta naturaleza. Eso, sin embargo, no consta en los estatutos de Pachakutik.

Ese parece ser el problema fundamental de Pachakutik, del que se desprenden todos los demás inconvenientes que tiene, incluso los que se le presentan en el actual gobierno. ¿Qué proyecto de país puede tener Pachakutik si no tiene en su interior una unidad ideológica y política?

Creo que debemos diferenciar. Hay una diversidad, y creo que a la izquierda ecuatoriana le ha faltado un sentido democrático y recoger a su interior también las diversidades. En Pachakutik yo creo que hay una diversidad de tendencias, pero en medio de esta diversidad de tendencias tenemos unidad ideológica.

¿Pachakutik se considera una partido de izquierda?

Pachakutik en el último congreso se definió como una organización de nueva izquierda, que intenta responder a la realidad del país, que tiene los pies en el Ecuador y desde ahí busca una interpretación y una acción política.

‘El momento en que Pachakutik no le funcione al movimiento indígena, lo cortamos’

Lourdes Tibán

SUBSECRETARIA DE DESARROLLO HUMANO RURAL

¿Si Pachakutik resuelve salirse del gobierno, usted y todos los demás representantes de la CONAIE respetarán esa decisión?

El problema no es si nos vamos o nos quedamos. El problema sobre el cual se tiene que debatir es qué gana el movimiento indígena saliendo y qué gana quedándose en el gobierno. Nosotros hemos ganado las elecciones y estamos en estos puestos respondiendo a una voluntad democrática del pueblo ecuatoriano. Nuestras autoridades tienen todo el respaldo de la CONAIE y de la Ecuarunari, en el caso indígena. Nosotros representamos a un colectivo, sin embargo también encontramos en el movimiento indígena personas que son representantes individuales, que si les pedimos bases o la población que les respalda, de pronto son sus amigos, pero no es una colectividad.

Yo fui elegida en mi provincia. De 23 organizaciones de segundo grado que existen, yo tuve el apoyo de 22, a tal punto que ellos me vinieron a posesionar, y no ha sido un pedido personal. Igual cosa pasa con el ministro Luis Macas; está por pedido de la región sierra de la Ecuarunari, igual la compañera Nina Pacari. Pero hay otras personas que individualmente presentaron sus carpetas, y por el solo hecho de estar en el movimiento Pachakutik fueron nombrados en puestos del Gobierno.

Yo creo que más allá de que nos quedemos o no en el gobierno tenemos que trabajar a nivel de organizaciones de segundo grado y fortalecerlas. Nosotros, con gobierno o sin gobierno hemos tenido un protagonismo fuerte desde los años 70 hasta acá; y más desde los años 90. Por tanto, en el Congreso de Pachakutik lo que se debería ver es cuál sería nuestra propuesta para fortalecer nuestra participación en el gobierno, y si la mayoría dice que tenemos que irnos porque este gobierno ya no va a cambiar, entonces deberíamos buscar una nueva estrategia. ¿Qué es lo que vamos a hacer desde afuera? ¿volver a lanzar piedras? ¿vamos a volver a las paralizaciones? ¿Qué traería esa decisión en el pensamiento de un ecuatoriano común? Entonces no es tan fácil decir sí, nos vamos. Si es así, no hay problema, yo me voy, pero de aquí en adelante ¿cuál va a ser el papel del movimiento indígena?

Pero es que también hay que ver si se está de acuerdo con la política general que aplica el gobierno, principalmente en la parte económica.

Ahorita estamos en total oposición entre la política que se está aplicando y lo que se está diciendo desde la CONAIE.

¿Es decir que no importa quedarse cuatro años estando en desacuerdo con este gobierno?

Hay que resistir con la oposición. Creo que para eso tenemos que trabajar mucho a nivel de bases. Cierto es que nuestros representantes tanto de la CONAIE, Ecuarunari, Pachakutik son los voceros a nivel nacional, pero sí es importante que escuchen qué es lo que está pensando nuestra gente en las comunidades, si están conformes o no. La Ecuarunari decidió no ir al dialogo el día lunes (14 de julio) porque la asamblea en la que estábamos duró hasta más de las 21h00, y en donde estábamos discutiendo acerca del futuro del movimiento indígena, que es lo que nos debe interesar más. Por eso la resolución es bajar a las organizaciones provinciales y a las de segundo grado y recoger su pensamiento acerca del gobierno y lo que se ha hecho en estos primeros seis meses.

La CONAIE ha presentado más de 80 puntos de un pliego de exigencias al gobierno ¿hasta cuándo van a esperar que sean acogidas? ¿En qué nivel?

No son 80 puntos, lo que pasa es que la prensa también ha tratado de exagerar. Son seis puntos exclusivos: el área económica, el área política, las políticas agrarias, el área social, políticas internacionales, y políticas para las nacionalidades y pueblos del Ecuador. Lo que se ha hecho es dar una mejor comprensión a cada uno de los puntos, desglosándolos.

¿Y usted ve posibilidades de que el Gobierno atienda la mayoría de estas exigencias?

Lo que conocemos es que tienen ya algunos acuerdos. Esperamos que la próxima reunión en la que se reúna la CONAIE, Ecuarunari, Conaice, Confeniae, ya se digan los resultados concretos, porque están avanzando. Hemos pedido que todo lo que se va a acordando (lo que apruebe el Presidente) se vaya coordinando con cada uno de los ministros. A nosotros nos gustaría que para la próxima reunión se diga cuál va a ser la metodología de implementación de esos acuerdos en los que se está avanzando.

¿Qué va a pasar si la resolución de Pachakutik es diferente a la de la CONAIE en torno a continuar en el gobierno?

La CONAIE y la Ecuarunari tienen claro este asunto: con gobierno o sin gobierno propio nosotros hemos estado en el escenario nacional y vamos a seguir estando. Estas organizaciones no tienen ninguna alianza con el gobierno, y en eso el Presidente concuerda; Pachakutik, como partido político, es el que tiene la alianza con el partido Sociedad Patriótica.

¿Pachakutik representa a la CONAIE en elecciones?

La CONAIE está siendo representada por Pachakutik, pero no todo el Pachakutik es la CONAIE, el 60% tal vez está conformado por los pueblos indígenas, pero el resto está la Confeunassc, los sectores sociales, algunos representantes que no son de la CONAIE. Así Pachakutik diga que se rompe la alianza, la CONAIE tiene que seguir insistiendo en la agenda de la Cumbre, con modificaciones, alcances, pero esto tiene que avanzar, en los cuatro años de este gobierno o en el futuro. Si nosotros nos hemos sentado con Jamil Mahuad, con Gustavo Noboa, con Abdalá Buscaram y todos los presidentes, ¿por qué no vamos a sentarnos ahora con Lucio Gtuiérrez?

La discusión que se ha dado por la dirección de Pachakutik ha traído a colación la existencia de una corriente indigenista, que no es muy democrática, y que quiere a como dé lugar la dirección para un indígena y no para cualquiera de los sectores que usted menciona que están en Pachakutik.

Ese comentario que está apareciendo es de algún oportunista que está pensando en captar el liderazgo dentro de Pachakutik. Para nosotros eso está claro: Pachakutik nació de la CONAIE, nació de una lucha no de dos días ni de dos años, sino de décadas atrás en la que se ha venido buscando cómo hacer que los pueblos indígenas sean representados y pasen a jugar un papel activo dentro de la actividad del Estado, y para eso se hizo necesario la creación de un movimiento político. Desde su nacimiento, su filosofía, su creación está dada por el movimiento indígena y ese perfil no va a perder, y el momento que deje de ser así simplemente la CONAIE no participará en eso. Los candidatos en las provincias algunos son indígenas, algunos son mestizos, y nunca ha habido diferencias en eso. Ahora, por el interés de captar la representación nacional de Pachakutik comenzamos a escuchar que se va a indianizar, pero ¿por qué el año pasado no lo dijeron. Si Miguel Lluco ha estado a la cabeza cuatro años?

Pero ahora también hay otros cuadros…

No, más bien hay otros intereses de mucha gente que está tratando de captar ese puesto.

¿No es esa una actitud muy etnocentrista, excluyente?

El actual Consejo Ejecutivo está conformado por una mayoría que no es indígena, eso demuestra que Pachakutik sigue teniendo el tinte plurinacional. Algunos interesados en ocupar ese puesto, gente que está viendo desde afuera lo interesante de Pachakutik comienza a decir que el Movimiento es indigenista.

No hay cómo decir que Pachakutik es indigenista, pero que su filosofía, su nacimiento se debe al movimiento indígena, es indudable.

Virgilio Hernández califica a Pachakutik como un partido de izquierda ¿calificaría usted a la CONAIE como una organización de izquierda?

Sí, puede ser de izquierda… Pero no como la izquierda que ya ha venido de años. Ahora muchos de izquierda ya no se sabe si son más derechosos. Nosotros lo que queremos es, siendo de una línea de izquierda, diferenciarnos de toda esta línea política que ha existido y en la que se han movido solamente por intereses personales o coyunturales. Lo que queremos es que la ideología de Pachakutik trascienda todas esas mañoserías. En la CONAIE no solamente se ha creado un brazo político que es Pachakutik, sino también brazos como el de la educación intercultural bilingüe, el de tierra y territorios, el de género y participación, el de medicina tradicional. Al momento es muy tierno el brazo político, estamos apenas seis años en la contienda política; el momento en que este brazo no fortalezca al movimiento indígena, simplemente lo cortamos y la CONAIE continúa.

Gutiérrez da palos de ciego

El Presidente de la República se ha abierto varios frentes. Entre los sectores sociales ubica como blancos políticos a los maestros y a los trabajadores petroleros, a quienes amenaza a cada instante, reduciéndolos al grado de delincuentes y terroristas. Por el lado de los medios de comunicación, acusa a Jorge Ortiz y a Diego Oquendo de crear inestabilidad en el país con sus comentarios (que por cierto son reaccionarios; porque no se puede esperar otra cosa de ellos). Por el lado empresarial, llama "llorones" a los perfumados Joaquín Cevallos y César Ron, dirigentes de las cámaras de la producción de la Costa. Y por último, "ordena" que los miembros de su gobierno no lo critiquen públicamente porque sino los despide; algo que ya comenzó a cumplir: dejó fuera del gobierno al presidente del Fondo de Inversión Social de Emergencia (FISE), Rodrigo Collahuazo, al asesor económico Fernando Buendía y a la ministra de Educación, Rosa María Torres.

Alguien debe estar diciéndole que así imparte "disciplina", que así está haciendo respetar "la majestad del Presidente de la República". También debe creer que así recuperará los puntos perdidos en las encuestas (no solo las de carne y hueso sino también las de Market).

Lo cierto es que con esa actitud los únicos aliados seguros que le quedan son el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Embajada de los Estados Unidos. Porque el Partido Social Cristiano (PSC) -que al parecer siempre estará en la estrategia de mayorías móviles de su hermano Gilmar- lo tiene donde quería: lo convenció que sin ellos nada pasará en el Congreso; entre otras cosas, las reformas que el FMI exige para seguir entregándole por gotas los recursos y brindándole su apoyo; así como nada pasará tampoco en el Tribunal Constitucional y en el Tribunal Supremo Electoral, donde ellos son la última palabra.

Por el lado de los empresarios, Gutiérrez confía mucho en lo que pueda hacer por él su representante ante el Consejo de Competitividad, Isabel Noboa, una de las empresarias más grandes del país. Aunque siempre terminará cediendo frente a las exigencias que le hagan: ha bajado el precio del búnker, ha reducido a cero los aranceles para la importación de materias primas, los ha incluido en la comisión que negocia con el FMI, los ha incluido en el fideicomiso local de EMELEC y Electroecuador, entre otras medidas que van con su política y sus intereses. Aunque siempre pedirán más. Frente al incremento del decimocuarto sueldo, por ejemplo, exigen que se incrementen las horas laborables; exigen que la AGD "respete" la normativa jurídica y no incaute sus empresas; exigen y exigen…

En este escenario, los pueblos se han planteado la unidad como una necesidad para exigir el cumplimiento de las promesas incumplidas y para confrontar la política neoliberal de quienes se metieron en el último momento al proyecto político de Gutiérrez para destruirlo, y lo están logrando. El 21 de julio se realizarán las primeras movilizaciones a nivel nacional, que el Congreso de los Pueblos decidió en su reunión del 11 de julio pasado. Los maestros han anunciado movilizaciones por el incumplimiento en el pago del decimocuarto sueldo y están dispuestos a defender el cumplimiento de todos los compromisos asumidos por el Presidente de la República; los médicos y los trabajadores de la salud continúan movilizados por sus reivindicaciones; y los trabajadores petroleros y eléctricos también han comprometido su lucha frente a los intentos privatizadores que se ven en el horizonte.