Quito, 20 de agosto de 2003

 

MANIFIESTO DE LAS ORGANIZACIONES SOCIALES AL PAÍS:

REPUDIAMOS PRESENCIA DE ALVARO URIBE EN EL ECUADOR

1. Si a fines de septiembre del 2000 rechazamos la presencia de Andrés Pastrana cuando vino a "inaugurar" con su homólogo Gustavo Noboa un demagógico puente del que ya nadie se acuerda, así como a vender la mentira de las supuestas "bondades" que traería el Plan Colombia al país; si durante los últimos tres años objetamos por igual la llegada de altos mandos militares de EE.UU., hoy en día repudiamos con similar o mayor intensidad la visita del actual presidente Álvaro Uribe Vélez (en adelante, AUV), por considerar que AUV ha profundizado con más ahínco el descarado sometimiento de la elite colombiana a los planes belicistas de Washington en toda la región andina y porque intenta regionalizar su soberbia estrategia de guerra total con la ayuda del régimen del Ing. Lucio Gutiérrez y lo más retardatario de la elite política ecuatoriana.

2. AUV no es bienvenido en Ecuador porque se ha negado sistemáticamente a reconocer los irreversibles daños ambientales, sociales y humanos provocados por las fumigaciones en el territorio ecuatoriano, porque se ha negado a admitir las consecuencias inhumanas que ha provocado su política de "mano dura" en materia de refugio, desplazamiento y violaciones de derechos humanos, porque fiel a la tradición de la elite santanderista, fue el único gobierno de Sudamérica que apoyó la invasión militar a Irak, que pidió a los EE.UU. que luego siguieran sobre Colombia, que ha intentado -sin mucho éxito- que Europa apoye la opción militarista, que ha pedido "cascos azules" y fuerzas multinacionales para su país, y que hoy intenta inmiscuir al Ecuador en sus ciegos planes de guerra a través del llamado "Plan Colombia 2", así como a todos los países de América Latina a través de la resurrección del muerto y enterrado Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), que le permita cumplir un íntimo sueño a la elite colombiana: la intervención de auxilio militar continental en los suelos y cielos de Colombia.

3. Si el Plan Colombia siempre fue rechazado por nuestro país, como lo ha sido la base militar de EE.UU. en Manta, si repudiamos la Iniciativa Regional Andina, ahora rechazamos la llamada "Estrategia Antiterrorista" de los presidentes Uribe y Bush para el continente. Si AUV intenta involucrar al Ecuador y los demás países del área en su guerra total, todo obedece a que su política de "mano dura" a un año de iniciada, tiene resultados magros y porque estratégicamente sus planes belicistas están condenados a la derrota. Uribe, que negocia la impunidad total de los crímenes de lesa humanidad al transar "la paz" con las AUC y los paramilitares que ayudó a conformar en el Urabá, ahora intenta que el inevitable fracaso de su soberbia política contrainsurgente, sea compartido con los gobiernos andinos a través de inmiscuirlos en su sangrienta estrategia, como Bush desea compartir los fracasos de su ocupación y las diarias bajas de sus soldados en Irak, con la participación de la ONU y Europa.

4. Uribe es a Sudamérica lo que Ariel Sharon es al Medio Oriente. La belicista elite colombiana es a la región andina lo que Israel es a sus países vecinos: provoca conflictos prácticamente en todas sus fronteras; azuza operaciones diplomáticas y de guerra psicológica contra la Venezuela de Hugo Chávez sólo porque éste con dignidad le dice "no" a sus iniciativas de intervención militar vía ONU; le hace "meter las patas" a Gutiérrez en el Cuzco, y hasta provoca extraños incidentes en el Brasil, Perú, e incluso en el lejano México. El Ariel Sharon de los Andes requiere en el Ecuador de un socio menor, pero socio al fin y al cabo. Y ese socio que busca con afán es el Sr. Lucio Gutiérrez y la retardataria elite política con la cual pactara su continuidad y permanencia en el cargo, una vez que el proceso de derechización del régimen es un hecho inocultable.

5. Sin embargo, Sr. Gutiérrez, su estabilidad no puede adquirirla a costa de someter al país y a los soldados ecuatorianos y a sus familias a una aventura irreversible que, posiblemente, le pueda significar el guiño de Washington o el "amistoso" palmoteo en el hombro de la elite colombiana. Pero le recordamos que sus antecesores, Jamil Mahuad y Gustavo Noboa intentaron congraciarse con semejantes amigos cediendo la base de Manta y metiéndonos en el callejón sin salida de la dolarización. Empero, aún nadie olvida cómo fueron a terminar Mahuad y Noboa.

6. Todos los analistas patriotas y meritorios oficiales retirados que han sido entrevistados en el país, coinciden en afirmar que participar militarmente en la guerra colombiana haría que el conflicto histórico mantenido con el Perú sea "un juego de niños" comparado con el involucramiento nacional en la guerra interna de Colombia, participación militar que -lo advertimos- no requiere ser directa, ni con tropas que lleguen hasta el Putumayo o Bogotá, sino que puede ser al estilo Camboya u Honduras, es decir sirviendo de "yunque" al "martillo" que los señores Rumsfeld y Uribe preparan para la región andino-amazónica.

7. Si el Sr. Gutiérrez está dispuesto a servir de "mejor aliado" en la zona andina para estos planes, se equivoca: nos opondremos a él y AUV de manera frontal. Porque amamos al pueblo colombiano y a su gente de paz, repudiamos a Uribe Vélez y su estrategia de guerra regional. Exigimos al Gobierno de Colombia que no arrastre al Ecuador, a su propio pueblo y a la región andina, al abismo de una aventura bélica y ambiental de consecuencias funestas para todos nuestros pueblos.

8. Ojalá el Sr. Gutiérrez tenga el decoro de reclamar a su homólogo colombiano las justas reparaciones y legítimas indemnizaciones para nuestros pueblos de las provincias fronterizas por los daños ambientales, humanos, sociales y bélicos ocasionados debido a la aplicación del Plan Colombia, las fumigaciones y las operaciones militares sobre nuestro territorio y la región andina.

9. Exhortamos al Alcalde de Quito, Gral. (r) Paco Moncayo, abstenerse de entregar las Llaves de la Ciudad al Sr. Uribe Vélez, en señal de solidaridad con las autoridades locales de la zona fronteriza, entre ellos su compañero el Gral. (r) René Yandún, quien siempre ha cuestionado al Plan Colombia. Finamente, pedimos a todos los ciudadanos que en resguardo de la dignidad nacional, expresemos la preocupación de los ecuatorianos contra el Plan Colombia 2, que provocará la inestabilidad geopolítica y más daños humanos, ambientales, sociales y bélicos en el país y la región andina.

 

Suscribimos el presente Manifiesto:

Padre Eduardo Delgado, Coordinadora de Movimientos Sociales, CMS

Alexis Ponce, Asamblea Permanente de Derechos Humanos, APDH

Pedro de la Cruz, Federación de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras, FENOCIN

Marco Murillo, Federación de Indígenas Evangélicos del Ecuador, FEINE

Ernesto Castillo, Frente Popular

Faustín Valencia, Federación de Trabajadores Petroleros del Ecuador, FETRAPEC

Diego Rivera, Comité de Empresa de Trabajadores Petroleros, CETAPE

José Marchán, Federación Nacional de Afiliados al Seguro Social Campesino, FEUNASSC

Napoleón Saltos, CMS

Edgar Ponce, Red Nacional Sindical de Trabajadores Eléctricos ENLACE

Santiago Yagual, Confederación de Trabajadores del Ecuador, CTE

Mesías Tatamuez, CEDOCUT

Francisco Manjarres Patiño, CTE

José Agualsaca, Federación Ecuatoriana de Indios, FEI

Pablo de la Vega, Centro de Documentación de DDHH "Segundo Montes Mozo", CSMM

Iván Mosquera, Federación de Barrios

Eduardo Alcívar, Red Sindical Eléctrica ENLACE

Magdalena Vélez, Frente Popular

Sonia Andrade, Coordinadora de Movimientos Sociales de la Tercera Edad, CONAMOSOTEE

Fidel Narváez, Plataforma Interamericana de DDHH, Democracia y Desarrollo, Cap. Ecuador

José Chusín, FUOS

Luis Dután, UGTE

Manuel Moya, Frente Popular

Carlos Espín, Comité de Empresa de Trabajadores de la Empresa Eléctrica Quito, CE-EEQ

Héctor Pacheco, CE-EEQ

Gilberto Basantes, FEI

María Augusta Calle, ALTERCOM

Mauricio Gallardo, Grupo Civil de Monitoreo de los Impactos del Plan Colombia en el Ecuador

Jaime Arciniega, CEOSL Presidencia de turno del Frente Unitario de los Trabajadores, FUT (*)