Amame
no con cantos
ni
con flores, amame no
con
versos y arrullos...
No
quiero fingidos
amores.
Amame
con los tibios
fulgores
de tu alma tierna
y
con tu orgullo.
Amame
no tan solo en
el
momento en que
arranco
de tus labios
un
suspiro...
Amame
con el pensami-
ento,
con un sublime
enajenamiento,
que pueda
sentir
de tus ojos de zafiro.
Amame
con tu corazón,
con
el mirar de tus ojos
queridos.
Amame
con vesánica
obsesión,
amame con
lágrimas
de pasión...
Asi
como yo te amo con
mis
gemidos...
autor;
Maria Cristina Rios
Derechos
Reservado; Hector 2002