Otros textos de Cine 

Narnia, singular

Un zorro ideal para matiné

En Hollywood, un año para olvidar

Porqué Hollywood es de izquierda

Archivo

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

f

a

s

e

n

l

i

n

e

a.

c

o

m

ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

 

Cine

Películas dobladas/arruinadas

Los grandes estudios de Hollywood preparan un contraataque en el 2006 hacia las películas subtituladas en México. Los amantes del cine debemos impedir que esta vez sí se salgan con la suya

DICIEMBRE, 2006. A lo largo del sexenio de Vicente Fox, los grandes estudios de cine norteamericanos han realizado labores de lobbying para que las películas dobladas abarquen no sólo las de corte infantil sino todas en general, algo que la ley prohíbe pues apunta que ello atentaría contra la industria nacional. En el 2002 los estudios tuvieron una victoria parcial cuando se autorizó el doblaje "selectivo" de algunas cintas para adolescentes y para adultos aunque siempre con preferencia a exhibiciones subtituladas. 

Este acuerdo no satisfizo del todo a los estudios, los cuales preparan, para el año entrante, un contraataque que, de consgeuirse, resultaría en una mayoría de cintas dobladas y un mínimo de películas subtituladas en cartelera, lo cual nos dejaría en condiciones similares a España o Francia donde el doblaje es regla (y mafia, como veremos más delante).

¿Cuál es el argumento esgrimido por Hollywood? La industria considera que, dado el alto nivel de gente en México que no acostumbra leer, el subtitulaje deja fuera un importante coto de mercado. Además arguye que esta práctica es ya común en varios países y el doblaje adecúa la cinta a un entorno más local y comprensible.

Por supuesto que los estudios de Hollywood pueden pensar lo que quieran, pero de ahí a creer que tienen razón hay un trecho considerable. No deja de sorprender cómo cuestionen al subtitulaje y lo consideren "contrario a las ventas" cuando una de las cintas más taquilleras del 2004 en Estados Unidos fue The Passion of the Christ donde nadie habla una sola palabra de inglés y es completamente subtitulada. La única justificación que pudieran tomar los estudios al respecto es que la película de Mel Gibson hizo trizas muchos de los tabúes hollywoodenses --correción política, abordar temas religiosos-- quen incluye, claro, las bondades del doblaje. O, simplemente, porque por tal razón han despreciado a esta película.

Adicionalmente y si el argumento fuera cierto, las cintas dobladas que transmiten cada domingo los canales de Televisa y TV Azteca tendrían altísimos niveles de audiencia por parte de gente que prefiere verlas en televisión (aunque tengan kilómetros de anuncios incluidos) a pagar un boleto para ir a una sala.

Y la otra justificación, la que habla de un "entorno más local y comprensible" presenta una abrumadora insensatez, pues equivale a decir que los espectadores adultos carecen de criterio propio y necesitan que alguien les dé, como a los bebés, el alimento en la boca. Y otro punto es que el doblaje puede también ser utilizado a modo de censura, como pudo comprobarlo Francisco Franco pues fue durante su dictadura cuando se ordenó que todos los filmes extranjeros fueran traducidos al castellano. Naturalmente que las ideas autorales fueron alteradas infinidad de veces, algo que no sucede con el subtitulaje pues queda la idea original queda registrada en el audio.

Por más profesional que sea, el doblaje cinematográfico nunca se equipara al original pues el último suele realizarse a toda prisa con el estreno encima mientras que el segundo lleva tras de sí un proceso minucioso. Hay quienes dicen que si las series televisivas han tenido éxito con el doblaje, no hay razón para considerar lo mismo en las salas.

La diferencia es clara, casi obvia: quienes doblan las series llegan a compenetrarse con sus personajes conforme avanzan los episodios, algo prácticamente imposible cuando se trata de un largometraje. Sólo basta escuchar los deplorables doblajes que los canales de Azteca y Televisa nos recetan cada semana para darnos cuenta, un contraste con las voces de, por ejemplo, los Simpson.

Otra consecuencia sería que quienes doblan las películas formaran una especie de mafia, como sucede hoy en Francia y España, y donde la llegada de nuevos doblistas se vería torpedeada por quienes ya tienen su puesto asegurado; los sindicatos de doblistas en aquellos países son tan fuertes que aun Hollywood los trata con cuidado, algo irónico pues son monstruos creados, en buena parte, a instancias de los grandes estudios norteamericanos.

Una promesa de los estudios de que, de todos modos, habrá versiones subtituladas, tiene mucho de falso. Películas como El cadáver de la novia, de Tim Burton, fueron exhibidas únicamente en español, y en caso de contar con cintas subtituladas éstas suelen ser presentadas en las salas VIP, mucho más caras, como si se tratara de desestimular al espectador.

En el pasado la iniciativa del doblaje fue derrotada a medias y como ejemplo reciente tenemos la tercera parte de Harry Potter la cual, pese a estar clasificada para adolescentes y adultos, fue exhibida en español en casi todas las salas del país. Derrotar tales iniciativas --que los estudios intentan imponer en México, como si tuvieran derecho a decidir por los espectadores locales-- es responsabilidad de todos quienes amamos el cine.