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BIOGRAFÍA:
Federico Nietzsche, el Solitario
Algunos elementos de su
biografía, como una recurrente cefalea que lo afectó desde niño hasta
el probable padecimiento de sífilis, marcan de manera importante su
destino.
Por Cristián Gazmuri*
Federico Nietzsche nació en la casa parroquial de Rcken, Sajonia, el 15
de octubre de 1844. Era la Alemania previa a la unificación y a las
revoluciones del "48", que se darían con singular fuerza en
el territorio germano. Su familia era profundamente conservadora. Por el
lado paterno descendía de una larga estirpe de pastores luteranos y por
el materno (Oehler) también, aunque ésta era menos antigua. Después,
Nietzsche presumió de que descendía de nobles polacos, pero las
investigaciones sobre su vida han rechazado esa posibilidad
absolutamente. Pertenecía a una familia de larga prosapia alemana: su
árbol genealógico exhibe parentescos lejanos con Richard Wagner, los
Schlegel, Gneisenau y Putendorf.
El padre, Karl Ludwig Nietzsche, a quien el niño Federico amaba
profundamente, mostraba una personalidad con problemas síquicos y después
del estallido revolucionario de 1848 cayó en una grave depresión. Pero
su mal se complicaría, al parecer, por obra de un tumor cerebral,
muriendo a fines de julio de 1849. La viuda, sin recursos, debió
emigrar a la ciudad de Naumburg, donde tenía un amplio círculo de
parientes y amigos. Desde entonces, aún siendo joven y bella, se
dedicaría al cuidado de sus hijos (Friedrich, Elisabeth y Joseph) y no
volvería a casarse. En la nueva casa vivían, además, su abuela y dos
tías, las que rodearon al joven con un cariño algo agobiante y quizá
sean responsables de su ulterior opinión sobre las mujeres.
Inscrito como alumno, primero en una escuela de Naumburg y después
interno y becado en Pforta, uno de los mejores (y rígidos) colegios
secundarios de Alemania, sobresalió en ambos, interesándose ya en la
religión, poesía, la música y los clásicos. Por lo demás, era un
muchacho normal, aunque vanidoso, introvertido y preso de frecuentes
cefaleas.
Terminado el colegio el joven se inscribió en la Universidad de Bonn
para estudiarteología y filología clásica. De la teología se desengañó
pronto y al año siguiente, cuando pasó a la Universidad de Leipzig, lo
hizo para centrarse en los estudios filológicos bajo la tutela de
Friedrich Ritschl. En los años de universidad Nietzsche fue un
estudiante excepcional; por mucho fuera de lo común. Detuvo sus
estudios para hacer el servicio militar, pero en 1868 los retomó y aún
sin doctorarse, fue recomendado por Ritschl para hacerse cargo de la cátedra
de filología clásica en la Universidad de Basilea.
Pero los años universitarios de Nietzsche no fueron puramente estudio,
pues viajó y cultivó algunas amistades. No parece haber tenido una
vida de aventuras amorosas como era frecuente entre los estudiantes,
aunque se sabe que al menos una vez visitó un burdel, incidente que
puede ser importante, pues es posible que fuese allí donde contrajera
la sífilis a la que, por lo general, se atribuye su posterior colapso
mental.
En Basilea vivió solitario, se desempeñó correctamente como profesor
y entabló amistad con el venerable Jacob Burckhardt. Pero lo más
interesante de los 10 años que vivió en Basilea (1869-1879) fue su
amistad con Richard Wagner y su esposa Cósima, con quien Nietzsche
cultivó un amor platónico. De la relación con ellos y de su común
admiración por el pensamiento de Schopenhauer, así como de su
conocimiento de la filología griega, nacería su primer libro, El
origen de la tragedia, un rescate del espíritu dionisíaco. Pero, al
aparecer, la obra fue duramente criticada por los especialistas, lo que
en definitiva condujo al alejamiento de Nietzsche de la filología.
Desde entonces se transformaría en un "pensador" sistemático
y genial. Durante el período de Basilea, escribió además
Consideraciones intempestivas (publicado póstumamente) y Humano
demasiado humano, obra dedicada a Voltaire y que precipitó su ruptura
con Wagner (que ya se veía venir) por el marcado carácter antirromántico
del libro y porque este último odiaba a los franceses. Desde entonces
ambos se dedicarían mutuamente duras páginas.
En 1879 Nietzsche experimentaba trastornos síquicos (¿depresión?),
tenía problemas en la vista, cefaleas constantes y malestar
generalizado, posiblemente como producto de la sífilis. Tan evidente
era su estado que la universidad acordó su retiro con una pensión de
tres mil francos anuales. Esta magra suma, además de lo que comenzó a
recibir de su familia que lo admiraba (y en particular de su hermana
Elisabeth, la que fue creando una verdadera adoración por él) le
permitía vivir comúnmente solo, ignorado, vagando por Italia, Francia
(Niza), Alemania y Suiza (Sils-Maria), por los próximos diez años.
En esta época Nietzsche, que hacía una figura ciertamente extravagante
con su altura, su enorme bigote, su mirada intensa y, a veces, perdida,
escribiría las que son consideradas sus obras maestras. Son los tiempos
del Nietzsche legendario, en el que contrastaba una vida bastante
mezquina en lo material, pero riquísima en lo intelectual. Alojaba en
posadas o piezas de arriendo, en una existencia suficiente, pues padecía
de dolores, insomnio crónico, las eternas cefaleas y otras dolencias
que hacían aún más dura su casi permanente soledad. Sin embargo,
trabajaba duramente. Durante estos años escribió Aurora, 1881; La Gaya
Ciencia, 1882; Así habló Zaratustra, 1883-84; Más allá del bien y
del mal, 1886;Genealogía de la moral, 1887; El caso Wagner, 1888; El
crepúsculo de los ídolos, 1889, y El anticristo y Ecce Homo, que serían
publicados en 1902 y en 1908, respectivamente. Pero estos libros - hoy
clásicos- casi nadie los lee. Comenzarían a conocerse hacia fines de
siglo, al llamar la atención del gran crítico Georg Brandes.
Los libros (con excepción de Genealogía de la moral) están escritos
en estilo aforístico y, al menos formalmente, poco estructurados,
aunque dejan ver un pensamiento coherente. Los grandes admiradores de
Nietzsche consideran su Zaratustra como una de las cimas del pensamiento
mundial. Lectores más ecuánimes, posiblemente prefieren su aguda
Genealogía de la moral.
Esta fue también la época de su extraña amistad con Paul Rée y la
extraordinaria Lou Salomé, de quien estuvo profundamente enamorado, sin
ser correspondido: incluso intentó casarse con ella.
Pero su enfermedad iba avanzando; hacia 1878 comenzó a firmar como
"El crucificado", "Nietzsche-César", "El
anticristo", "Dionisios"; en una carta ordena al
emperador de Alemania ir a Roma para ser fusilado, etc... y llegó al
colapso en 1889, cuando (según cuentan algunos biógrafos) se le
sorprendió en Turín abrazando y hablándole a un caballo. Uno de sus
pocos amigos, Overbeck, lo trasladó hasta Suiza y después de pasar un
tiempo en Jena junto a su madre, que había vivido un tiempo en el
Paraguay junto con su esposo, ahora muerto, y que volvió a Alemania en
1893, dedicarían su vida a cuidarlo. Durante los primeros años de su
enfermedad, vivió en Naumburg y tuvo Nietzsche intervalos lúcidos.
Pasaba la mayor parte del día mirando por la ventana. Los fragmentos
escritos en este tiempo (así como otros de los años anteriores) los
reunió su hermana en un libro póstumo, La voluntad de poder, aparecido
en 1909.
Al morir su madre, Elisabeth Nietzsche compró una casa en Weimar, a la
cual se trasladó junto con su ya famoso hermano y el "Nietzsche
Archiv", sus papeles, el que ha sido conservado y enriquecido hasta
el día de hoy. Allí murió tranquilamente Federico Nietzsche el 25 de
agosto de 1900.
Cristián Gazmuri es director del Instituto de Historia de la
Universidad Católica de Chile.
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