| El insomnio puede afectar la vida diaria del individuo enfermo. Inicialmente, tras las primeras noches de insomnio se presentan algunos síntomas leves, como cefalea, irritabilidad, somnolencia diurna, malestar general, falta de concentración, cansancio y fatiga, quejas difusas, angustia por dormir y miedo a ir a la cama. Posteriormente, con la cronicidad del insomnio se pueden agregar elementos depresivos y ansiosos que agravan la situación y pueden conducir al individuo a situaciones más graves de la enfermedad. El insomne desesperado comienza a ensayar remedios caseros y recomendaciones de familiares y amigos. Como no encuentra solución, inicia el consumo de sustancias psicoactivas como el alcohol, llegando a presentar abuso o dependencia del mismo. Luego ensaya medicamentos para el sueño que consigue con alguna dificultad en las farmacias. Finalmente puede incluso intentar suicidarse. Es aquí donde es importante la educación a la población en general sobre la ayuda médica que se les puede brindar a estas personas que sufren enormemente. |