GUÍAS PARA EL MANEJO DEL PACIENTE VIOLENTO EN EL SERVICIO DE URGENCIAS

Ricardo Sánchez * Luis Jaramillo * Franklin Escobar *

 *Profesores Departamento de Psiquiatría. Facultad de Medicina. Universidad Nacional de Colombia.

Este artículo fue publicado por primera vez en la Revista Colombiana de Psiquiatría: con la siguiente referencia: Sánchez P R, Jaramillo L, Escobar C F. Guías para el Manejo del Paciente Violento en el Servicio de Urgencias. Rev Colomb Psiquiatr: 1993; 22 (1): 31-48. www.psiquiatria.org.co/revista Para esta versión del artículo se le han hecho algunas modificaciones y ajustes a la época actual.

 RESUMEN:

La presente guía muestra los elementos básicos de abordaje, evaluación y tratamiento de los pacientes violentos en un servicio de urgencias. Se mencionan además los recursos mínimos requeridos, los aspectos legales de importancia y las características, indicaciones y contraindicaciones de los medicamentos sugeridos en el manejo farmacológico.

Palabras Claves: Paciente violento, Tratamiento.

SUMMARY:

The present guide provides the basic elements for the approach, evaluation and treatment of vilent patients in the emergency service. It also includes the required minimal sources, legal aspects as well as characteristics, indications and contraindications of the recomended drugs in the pharmacological treatment.

Key Words: Violent patient, Treatment.

I. INTRODUCCIÓN

El presente trabajo hace parte de un esfuerzo del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Nacional de Colombia por promover la capacitación del personal médico, paramédico y de seguridad que trabaja en un servicio de urgencias, optimizar el enfoque diagnóstico y terapéutico del paciente violento y establecer programas de educación continuada y retroalimentación de las guías propuestas. Teniendo en cuenta el gran volumen de consulta de urgencias en el Hospital San Juan de Dios de Bogotá, consideramos prioritario racionalizar, sistematizar y mejorar la calidad de atención que se presenta al paciente violento, más cuando se trata de personas en estado crítico y potencialmente letales.

II. DEFINICIÓN DE TÉRMINOS.

1.       Paciente Violento: Paciente que con su comportamiento puede hacer daño a otros, a sí mismo o a su entorno físico.

2.       Procedimientos de Intervención: Conjunto de acciones tendientes a eliminar la conducta violenta o a prevenir su impacto en el paciente o su entorno.

Son de dos tipos:

1.       Inmovilización: Procedimiento mediante el cual un grupo de personas realiza contención física de un paciente para evitar o reducir los efectos de la conducta violenta.

2.       Manejo Farmacológico: procedimiento mediante el cual se aplican al paciente medicamentos con funciones sedantes, hipnóticas o antipsicóticas, buscando reducir o eliminar la conducta violenta.

A.      Equipo Tratante: Grupo de personas encargadas de implementar los procedimientos de intervención. ( Para su constitución vea recursos humanos).

  III. INDICACIONES DE LOS PROCEDIMIENTOS DE INTERVENCIÓN.

1.       Evitar o prevenir daño a otros.

2.       Evitar o prevenir daño al entorno físico.

3.       Evitar o prevenir daño al paciente.

4.       A solicitud del paciente.

5.       Para estudio y tratamiento.

En la historia clínica el médico debe anotar, además del diagnóstico, cuál o cuáles de las anteriores indicaciones existen para realizar los procedimientos de intervención.

IV. ASPECTOS LEGALES.

Según la Constitución Nacional de Colombia, artículo 28: " Toda persona es libre. Nadie puede ser molestado en su persona o familia, ni reducido a prisión o arresto, ni detenido, ni su domicilio registrado, sino en virtud de mandamiento escrito de autoridad judicial competente".

Aunque en la práctica la hospitalización involuntaria y la contención física son procedimientos médicos que obedecen a una justificación clara, se debe ser cuidadoso en los pasos a seguir en los mismos ya que su aplicación puede resultar en complicaciones legales para el médico o la institución (por ejemplo, instauración de demandas por delitos contra la libertad individual y otras garantías).

Las normas legales relacionadas con la hospitalización involuntaria hacen referencia a personas con trastornos mentales. Sin embargo, no hay una definición precisa de este último concepto.

Las normas más importantes al respecto son las siguientes:

·        Código Civil Colombiano, Título XXVIII, artículo 554: "El demente no será privado de su libertad personal sino en los casos en que sea de temer que, usando de ella, se dañe a sí mismo o cause peligro o notable incomodidad a otros": Aquí el término "Demente" implica incapacidad mental grave y permanente.

·        Decreto 1136 del 19 de julio de 1970: "Al que perturbe la tranquilidad pública como consecuencia del estado de la intoxicación crónica producida por alcohol, o por enfermedad mental, o por consumo de estupefacientes o de alucinógenos, se le someterá a tratamiento médico, con o sin internación en clínica, casa de reposo u hospital hasta obtener su curación o rehabilitación. Tanto la iniciación como la terminación del tratamiento estarán precedidos de dictamen oficial favorable".

·        De la revisión de las anteriores normas se concluye que la decisión de la hospitalización corresponde en última instancia a una autoridad policiva. En todo caso, en una situación de emergencia esto resulta improcedente e inaplicable.

·        Teniendo en cuanta lo anterior, y para fines prácticos, se dan las siguientes recomendaciones:

1.       Realizar una historia clínica completa, anotando impresiones diagnósticas e indicaciones de procedimientos de intervención.

2.       Si el paciente se debe hospitalizar en alguna sala de observación del servicio de urgencias, o en algún servicio del hospital.

3.       Procurar conseguir una autorización firmada por un familiar o por el responsable legal del paciente, en caso de que la hospitalización se deba realizar contra la voluntad del paciente.

4.       El jefe del servicio de urgencias, o el director del hospital, o de la unidad de psiquiatría, deben dar aviso de la hospitalización al jefe de policía de la jurisdicción, dentro de las primeras 72 horas. Se hace énfasis en que la mejor medida de protección es una buena historia clínica.

V. RECURSOS NECESARIOS.

A.      Materiales:

1.       Consultorio:

El sitio donde se ha de examinar al paciente debe tener un amoblado sólido y pesado, de tal manera que no pueda ser utilizado como un arma por parte del sujeto examinado; por la misma razón se deben evitar en el consultorio objetos de vidrio, objetos pequeños y pesados de decoración, materiales de curación, equipos quirúrgicos, atriles, cables eléctricos, negatoscopios, etc.

El consultorio debe suministrar un ambiente de privacidad pero no estar aislado del servicio de urgencias ni presentar dificultades para su acceso.

Se recomienda disponer de un consultorio con dos puertas de entrada. En entrevistador y el paciente deben tener acceso a cada una de las puertas. Estas no deben tener seguro.

Si solo existe una puerta en el consultorio, tanto el entrevistador como el paciente deben tener acceso a ella. No debe haber ningún objeto interpuesto entre la puerta y el entrevistador o el paciente.

2.       Elementos de inmovilización:

a.       Camilla baja (altura aproximada 70 cm) con barandas.

b.       Sujetadores de cuero ( No. 8).

c.       Sábanas (No. 4)

1.       Elementos para el manejo farmacológico:

Se deben disponer de los elementos básicos para la administración parental de medicamentos (jeringas desechables de 5 y 10 cc)., equipos de venoclisis, agujas desechables y yelcos, líquidos parentales).

Además de lo anterior se recomienda disponer de una reserva con los siguientes medicamentos:

·        Clorpromacina: Ampollas x 50 mg No. 10.

·        Clorpormacina: Tabletas x 100 mg 1 Frasco

·        Clorpromacina: Gotas 1 mg por gota 1 Frasco

·        Haloperidol: Ampollas x 10 mg No. 10

·        Tioproperacina: Ampollas x 10 mg No. 10

·        Diacepam: Ampollas x 10 mg No. 10

·        Loracepam: Tabletas x 2 mg No. 10

·        Neostigmina: Ampollas No. 10

A.      Humanos:

1.       Un médico: Idealmente con entrenamiento psiquiátrico.

Es la persona encargada de organizar el equipo tratante, de decidir sobre la utilización de los procedimientos de intervención y sobre la manera de efectuarlos. Es el jefe del equipo tratante.

2.       Una licenciada de Enfermería: Dentro del equipo tratante es la persona encargada de la administración de la medicación requerida.

3.       Dos o cuatro auxiliares de Enfermería: Tienen funciones de inmovilización del paciente y de vigilancia de los parámetros vitales luego de que se administra la medicación.

4.       Dos o cuatro policías o empleados del servicio de seguridad del hospital se podrán incluir en el equipo tratante para que colaboren en la inmovilización del paciente.

Con el anterior recurso humano se conforma lo que previamente fue definido como "Equipo tratante".

VI. MANUAL DE PROCEDIMIENTOS.

Toda la indicación de procedimientos de intervención debe ser anotada por el médico en la historia clínica. Esto es fundamental como medida de protección ante eventuales problemas legales.

A.      Recomendaciones generales sobre la entrevista inicial:

1.       Antes de iniciar la entrevista el examinador debe pensar y dar prioridad a su seguridad personal.

2.       El examinador debe quitarse collares, aretes, gafas y corbata antes de iniciar la entrevista. Se debe evitar el uso de todo objeto que pueda ser utilizado como arma (esferos, lápices, estilógrafos).

3.       Se debe dar aviso al equipo tratante de que se va a entrevistar al paciente, para poner en alerta al personal sobre cualquier necesidad de intervención urgente.

4.       La violencia se concibe como un proceso diádico. Según este el comportamiento y los elementos de comunicación preverbales del examinador pueden inducir o evitar la violencia.

5.       El paciente violento nunca se debe examinar si se encuentra armado. En estos casos hay que dar información al personal de seguridad del hospital o a la policía.

6.       Nunca se debe realizar la entrevista a solas con el paciente. Debe estar presente por lo menos otra persona en el consultorio.

7.       Nunca se debe dar la espalda a un paciente violento o con amenaza de violencia.

8.       Se debe hablar al paciente pausadamente, mostrando una actitud calmada. Cuando el paciente hable, se debe mostrar interés en lo que está diciendo. Nunca ignorar ni criticar lo que comunica el paciente.

9.       Mantener las manos a la vista del paciente (no meterlas en los bolsillos). Esto evita sospechas del paciente y permite reaccionar rápidamente en caso de que sea necesario defenderse de alguna agresión.

10.    Evitar movimientos bruscos o súbitos.

11.    En lo posible iniciar la entrevista con temas neutrales y no con temas referentes al comportamiento inadecuado del paciente.

12.    Mantenerse fuera del alcance de los golpes de paciente.

13.    Nunca intentar tocar al paciente. 

A.      Procedimientos de intervención.

1.       Ante amenaza de violencia: esta se determina por la presencia de 2 tipos de señales:

a.       Señales de indicio de violencia: Aparecen en las fases iniciales, antes de que se desarrolle la conducta violenta. Las más típicas son:

·        Hablar más rápido.

·        Subir el tono de voz.

·        Ser sarcástico.

·        Deambular.

·        Negarse a tomar asiento.

·        Señalar con el dedo.

·        Apretar la mandíbula.

b.       Señales de inminencia de violencia: Sugieren una probabilidad muy alta de que se desencadene la conducta violenta. Las más frecuentes son:

·        Cerrar los puños y mostrarlos.

·        Agitar el puño cerrado.

·        Levantar el puño por encima del hombro.

·        Golpear la palma de la mano con el puño.

·        Asumir posición de ataque.

·        Expandir el tórax y ensanchar los hombros.

·        Buscar un objeto utilizable como arma.

Ante la presencia de amenaza de violencia se deben seguir los siguientes pasos:

 a. Recurrir a comportamientos de sumisión:

·        No hablar de manera autoritaria.

·        Evitar movimientos y desplazamientos rápidos.

·        Disminuir el contacto visual cara a cara.

·        No elevar las manos.

·        No cerrar los puños ni ocultar las manos.

·        No acercarse al paciente ni tocarlo.

·        Hundir el pecho y encoger los hombros.

b.       Asegurar el acceso a la puerta.

c.       Emitir laguna señal previamente convenida (toser, carraspear, etc.). Mediante la cual intervenga el equipo tratante.

d.       El jefe del equipo tratante internará comunicarse con el paciente buscando una solución no violenta.

2. Ante presencia de conducta manifiestamente violenta:

a.      Abordaje:

·        El equipo tratante se debe presentar ante el paciente procurando en lo posible no adoptar actitudes amenazantes.

·        El jefe del grupo intentará la comunicación con el paciente tratando siempre de encontrar la solución no violenta.

·        Se debe explicar al paciente en voz firme y segura, pero calmada y pausada, que las personas que están ante él desean ayudarlo y no agredirlo ni castigarlo.

a.      Inmovilización.

Si la fase de abordaje no permite una solución no violenta, ante una orden o señal del jefe del equipo se procederá a inmovilizar al paciente. Para tal efecto se encargará a una persona de cada extremidad (4 personas) y a otra de la cabeza, debido al riesgo de mordedura.

Cada uno de estos 5 integrantes del equipo sabrá de antemano qué parte del cuerpo debe inmovilizar.

Las extremidades se deben sujetar con ambas manos proximalmente a las dos articulaciones dístales (codo y muñeca en miembros inferiores). El paciente se colocará en el piso mientras se disponen los elementos necesarios para examen, diagnóstico o manejo.

Posteriormente se llevará a una camilla adecuada (vea recursos materiales) donde se inmovilizará cada extremidad con sujetadores de cuero. Si hay movimientos bruscos del tronco en esta posición completar la inmovilización con una sábana envolvente, no muy apretada, sobre la mitad inferior del tórax y superior del abdomen. Se recomienda dejar descubierta parte del tórax para poder supervisar la respiración.

La inmovilización exclusivamente sobre el abdomen es peligrosa por el riesgo de trauma abdominal cerrado. Los sujetadores de cuero se deben aflojar cada 15 minutos para prevenir eventuales complicaciones vasculares. Se debe aprovechar entonces para realizar la historia clínica y el examen físico. Según los hallazgos se puede pasar a la siguiente fase de manejo farmacológico.

b.      Manejo Farmacológico:

A continuación se mencionan las contraindicaciones y principales efectos secundarios inmediatos de los medicamentos utilizados en estas guías. Las indicaciones y las dosis se consignan en las figuras 3, 4 y 5.

1.       Haloperidol. Halopidol™.

a.       Contraindicaciones absolutas:

o       Antecedente de síndrome neoroléptico maligno.

o       Sospecha de psicosis atropínica.

a.       Contraindicaciones relativas.

o       Enfermedad de Parkinson.

o       Insuficiencia hepática.

o       Glaucoma o hipertrofia protática.

a.       Principales efectos secundarios:

o       Distonía aguda: Consiste en una contracción muscular sostenida que involucra principalmente boca, nuca y espalda. Puede presentarse en forma de crisis oculógiras o tortícolis. Se puede ver este efecto secundario a partir de la primera hora de administración de la medicación.

Se maneja aplicando Biperideno. Akinetón™. 5 mg I.M.

Prometacina. Fenergán™. 50 mg o Difenhidramina. Benadryl™. 50 mg I.M.

1.       Clorpromazina. Largactil™.

a.       Contraindicaciones absolutas:

o       Antecedente de síndrome neuroléptico maligno.

o       Presión arterial diastólica menor de 60 mm de Hg

o       Síndrome convulsivo.

a.       Contraindicaciones relativas:

o       Enfermedad de Parkinson.

o       Insuficiencia hepática.

a.       Principales efectos secundarios:

o       Distonía aguda: Descripción y manejo antes indicados.

o       Hipotensión arterial: Se produce por bloqueo de receptores alfa. Se maneja colocando al paciente en posición supina y elevando los miembros inferiores. Si no hay mejoría se debe recurrir a la administración IV rápida de lactato de Ringer. En caso de no haber respuesta, utilizar Etilefrina. Effortil™; diluyendo un cc (10 mg) en 9 cc de agua destilada y aplicando inicialmente 3 cc de esta dilución y luego, según respuesta, 1 cc cada 5 minutos.

1.       Tioproperacina. Mayeptil™.

a.       Contraindicaciones absolutas:

o       Antecedente de síndrome neuroléptico maligno.

a.       Contraindicaciones relativas:

o       Síndrome convulsivo.

o       Enfermedad de Parkinson.

o       Insuficiencia hepática.

a.       Principales efectos secundarios:

o       Distonía aguda: Descripción y manejo antes indicados.

1.       Diazepam. Valium™. Diazepam Ecar™.

a.       Contraindicaciones absolutas:

o       Insuficiencia respiratoria.

o       Intoxicación por depresores centrales (Benzodiazepinas, barbitúricos, alcohol).

o       Miastenia Gravis.

a.       Contraindicaciones relativas:

o       Epoc.

o       Insuficiencia hepática.

a.       Principales efectos secundarios:

o       Depresión respiratoria: Se puede presentar después de dosis IV. En caso de presentarse debe suspenderse la administración del fármaco, practicar intubación orotraqueal y realizar asistencia respiratoria.

o       Vértigo, nistagmus, ataxia, disartria: Se manejan reduciendo la dosis o suspendiendo la administración de la medicación.

1.       Lorazepam. Ativan™

a.       Contraindicaciones y efectos secundarios similares a los del Diazepam.

 FIGURA 1

 PROCEDIMIENTOS PARA EL MANEJO DE PACIENTES CON INMINENCIA DE VIOLENCIA.

 

 CONSIDERACIONES INICIALES

1.      Pensar en la seguridad personal y tomar las medidas necesarias.

2.      Estar atento a las señales verbales y preverbales que pueda inducir o incrementar la violencia.

3.      Entrevistar al paciente en un lugar adecuado.

 

 Paciente con inminencia de violencia

 

 Ejecutar comportamientos de sumisión

 

  Asegurar acceso a la puerta

 

  Hacer señal para que intervenga el equipo tratante

 

  El jefe del equipo propondrá una solución no violenta

 

  El paciente se calma

 

 Realizar historia clínica y examen físico

 

  Plan de estudio y manejo según hallazgos

 

FIGURA 2

 PROCEDIMIENTOS PARA EL MANEJO DE PACIENTES CON CONDUCTAS

VIOLENTAS.

 

 CONSIDERACIONES INICIALES

1.      Pensar en la seguridad personal y tomar las medidas necesarias.

2.      Estar atento a las señales verbales y preverbales que puedan inducir o incrementar la violencia.

3.      Entrevistar al paciente en un lugar adecuado.

 

 Paciente con conductas violentas

 

Intervención del equipo tratante

 

 El jefe del equipo propondrá una solución no violenta.

 

 El paciente sigue violento

 

 Ante orden del jefe del equipo se realiza inmovilización.

 

 Realizar historia clínica y examen físico.

 

 Plan de estudio y manejo según hallazgos

 

FIGURA 3. ESTUDIO Y MANEJO FARMACOLOGICO DEL PACIENTE VIOLENTO

 HALLAZGOS DE ANMNESIS, EXAMEN FÍSICO Y MENTAL

Consumo crónico de alcohol, benzodiacepinas, barbitúricos o opiáceos y suspensión reciente de su ingesta.

 

DIAGNOSTICO PROBABLE

Trastornos por abstinencia

 

 MANEJO RECOMENDADO

Vía venosa, DSS 5%, Tiamina 100 mg IM, Loracepam 1-2 mgs. VO o IM c/2 horas, o Diacepam 10 mgs. VO c/ 2 horas. Solicitar exámenes de laboratorio: CH. P de 0, pruebas de función hepática.

 

 HALLAZGOS DE ANAMNESIS, EXAMEN FÍSICO Y MENTAL

Falla de órgano, infección trastorno metabólico, trastorno iónico o del PH, enfermedad del SNC.

 

DIAGNOSTICO PROBABLE

Síndrome cerebral orgánico o trastorno cerebral orgánico

 

 Estudios paraclínicos según la etiología sospechada

 

 MANEJO FARMACOLOGICO RECOMENDADO

Haloperidol 5-10 mgs. VO o IM c/ 1 a 2 horas, Diacepam 5-10 mgs. IV c/ hora, Loracepam 1-2 mgs. VO o IM c/ 1 a 2 horas. Tratar etiología.

 

FIGURA 4

 HALLAZGOS DE ANAMNESIS, EXAMEN FÍSICO Y MENTAL

Ingestión de tóxicos

 

 DIAGNOSTICO PROBABLE

Intoxicación exógena. Delirium

 

 MANEJO INICIAL

Medidas generales, lavado gástrico, estabilización de parámetros vitales, tomar muestras para estudio toxicológico

 

 MANEJO FARMACOLOGICO RECOMENDADO

Haloperidol 5-10 mgs. VO o IM c/ 1 a 2 horas, Diacepam 5-10 mgs. IV c/ hora, Loracepam 1-2 mgs. VO o IM c/ 1 a 2 horas. En caso de intoxicación por anticolonérgicos administrar Fisostigmina 1-3 mgs. IV c/ hora.

 

HALLAZGOS DE ANAMNESIS, EXAMEN FÍSICO Y MENTAL

Estrés psicosocial importante. No hay evidencia de actividad delirante franca ni de alucinaciones persistentes. El cuadro de agresividad es de aparición rápida y se asocia a factor desendadenante.

 

 DIAGNOSTICO PROBABLE

Trastorno de Personalidad, de ajuste, por Estrés Postraumático.

 

MANEJO FARMACOLOGICO RECOMENDADO

Haloperidol 5-10 mgs. IM c/ 1 a 2 horas. Clorpromacina 25-50 mgs. IM c/hora. Clorpromacina 50-100 mgs. VO c/hora. Tioproperacina 10 mgs. IM c/ 2 horas. Tioproperacina 10 mgs. VO c/ 1 a 2 horas. Diacepam 10 mgs. IV c/ hora. Loracepam 1-2 mgs. VO o IM c/ 1 a 2 horas

 

 FIGURA 5

 HALLAZGOS DE ANAMNESIS, EXAMEN FÍSICO Y MENTAL

Historia de episodios psicóticos previos, antecedente de tratamiento psiquiátrico con antipsicótico o reguladores del ánimo, existencia de delirios, alucinaciones, agitación psicomotora o desorganización de la conducta motora.

 

 DIAGNOSTICO PROBABLE

Trastorno esquizofrénico o esquizofreniforme, trastorno afectivo, trastorno esquizoafectivo, Psicosis reactiva breve, Trastorno delirante, Psicosis atípica.

 

 MANEJO FARMACOLOGICO RECOMENDADO

Haloperidol 5-10 mgs. IM c/ 1 a 2 horas. Clorpromacina 25-50 mgs. IM c/ hora. Clorpromacina 50-100 mgs. VO c/ hora. Tioproperacina 10 mgs. IM c/ 2 horas. Tioproperacina 10 mgs. VO c/ 1 a 2 horas. Diacepam 10 mgs. IV c/ hora. Loracepam 1-2 mgs. VO o IM c/ 1 a 2 horas.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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