Un 20 de junio de 1887 se fundó La Fraternidad, una de las primeras organizaciones sindicales argentinas, promovida por el personal de conducción de los ferrocarriles. La organización obrera argentina comienza a tomar forma en los últimos años del siglo XIX, cuando casi todos los trabajadores se agrupan en gremios y se inicia la lucha por las mejoras en las condiciones laborales. Así nació La Fraternidad, sociedad de ayuda mutua entre maquinistas y foguistas de locomotoras, que seguía el modelo de organización gremial estadounidense. El sindicato se constituyó en el salón de la Sociedad Italia Unita, con la presencia de trece representantes de maquinistas de Pergamino, Mercedes, Temperley, Merlo y Tolosa. El primer presidente fue Aurelio Arévalo, maquinista del Ferrocarril Oeste, actual Sarmiento. Entre los objetivos de La Fraternidad figuraban: uniformidad de las condiciones de trabajo por medio de una reglamentación legal, formación de tribunales de arbitraje para resolver posibles conflictos con la presencia de representantes del gobierno y de las empresas, establecimiento de una caja de pensiones y retiros sostenida por las empresas sin descuento del salario del personal. Para lograr esos objetivos, La Fraternidad proponía: "La fuerza organizada, la propaganda continua, el desinterés privado de los socios". Las acciones a seguir debían elegirse de acuerdo con las leyes del país y las resoluciones de las asambleas. Ese gremio fue en sus primeros tiempos uno de los más combativos del país y llevó a cabo numerosos movimientos de protesta. Entre esas huelgas organizadas por el sindicato, se recuerda la realizada en los talleres Sola, en 1889, ante un despido de obreros. Entonces los trabajadores resolvieron disminuir la jornada y, proporcionalmente, el salario, para que nadie se quedara sin empleo.

 

 

Diario Clarín del martes 20 de junio del 2000.

 

Mi homenaje al gremio que me representa, a mis compañeros y a todos los que pasaron por él.