Los flujos internacionales de capital

Ricardo Lopez Murphy

El Institute por International Finance ha publicado un trabajo sobre la participación del sector privado en la resolución de las crisis que pone sobre el tapete una discusión que está creciendo, en particular en los medios del gobierno americano, sobre cómo distribuir adecuadamente el peso de la corrección en los casos de dificultad de pagos y sobre todo cómo organizar ello para el futuro.

Para esto conviene repasar el flujo neto de capital para 29 economías emergentes (las más importantes).

 

Flujo neto de capital para economías emergentes

Poner Unidad de medida

 

1993

1994

1995

1996

1997

1998

Total

197.6

196.2

269.7

331.8

298.5

195.7

Público

22.5

26.2

40.9

3.6

36.9

52.5

Privado

175.1

170.0

228.8

328.2

261.6

143.2

Bancos

25.2

43.4

99.5

120.4

30.9

-29.1

Otros Créditos

66.2

30.0

23.4

78.8

8.7

49.4

Inversión Directa

40.6

67.2

81.4

93.3

116.2

120.4

Inversión Portfolio

43.2

29.4

24.4

35.7

25.7

2.4

Fuente: Institute for International Finance

Conviene enfatizar dos cuestiones: el creciente peso de los recursos públicos y de la inversión extranjera directa. Por otro lado, la fuerte fluctuación de los préstamos de los bancos y de la inversión de cartera donde posiblemente esté la clave para evitar riesgos de gran concentración de financiamiento. Un régimen como el del Banco Central de la Argentina, quizá con un mayor peso para las operaciones de corto plazo y un encuadre de riesgo por período de vencimiento para los préstamos, y la colocación de deuda pública ayudaría enormemente a evitar problemas muy serios.

Debe tenerse presente que si persiste el rumor que ha cambiado la postura de la Tesorería americana, en términos de permitir una cooperación voluntaria del sector privado en la resolución de las crisis de confianza y financiamiento, corremos el riesgo excepcional de alteración de las corrientes de financiamiento hacia países emergentes que se verán forzados a crisis de recursos muy serios. La idea de incluir una reprogramación pari passu de las colocaciones de bonos hacía casi imposible colocarlos en un entorno que no fuera excepcionalmente favorable. Ello procura básicamente evitar ciclos de endeudamiento agudo que es precisamente el problema de la Argentina de hoy. No hay nada más que comentarios periodísticos sobre respuestas parciales de S. Fischer y L. Summers en una cena. Pero basta sólo pensar en una pequeña dificultad para ilustrar una cadena de riesgos enormes.