Asociación Argentina de Filosofía Práctica
Boletín de octubre del 2002
Asociación Argentina de Filosofía Práctica
Nuestra asociación busca recuperar el antiguo ideal socrático de aplicar la filosofía a la vida, promoviendo la investigación y estableciendo canales entre el conocimiento filosófico y el espacio público, de modo de contribuir de diversas maneras al bienestar social y personal.
Indice
El racismo de la inteligencia, por Pierre Bourdieu
Disposiciones para la vida feliz
La sospecha (Cuento chino. El ejercicio de la duda)
Actividades de la Asociación Argentina de Filosofía Práctica
Por Pierre Bourdieu
Ante todo quisiera decir que hay que tener presente que no hay un racismo sino racismos; hay tantos racismos como grupos que necesitan justificar que existen tal y como existen, lo cual constituye la función invariable del racismo.
Me parece importante aplicar el análisis a las formas de racismo que son probablemente las más sutiles, las más difíciles de reconocer, y por ende las que más rara vez se denuncian, quizá porque los denunciantes ordinarios del racismo poseen ciertas propiedades que los inclinan hacia esta forma de racismo. Me refiero al racismo de la inteligencia. El de la inteligencia es un racismo de la clase dominante que se distingue por una cantidad de propiedades de lo que se suele designar como racismo, es decir, del racismo pequeñoburgués que es el blanco principal de la mayoría de las críticas clásicas, empezando por las más fuertes, como la de Sartre.
El racismo es propio de una clase dominante cuya reproducción depende, en parte, de la transmisión del capital cultural, un capital heredado cuya propiedad es la de ser un capital incorporado, pero aparentemente natural, nato. El racismo de la inteligencia es aquello por lo cual los dominantes tratan de producir una "teodicea de su propio privilegio", como dice Weber, esto es, una justificación del orden social que ellos dominan. Es lo que hace que los dominantes se sientan justificados de existir como dominantes, que sientan que son de una esencia superior. Todo racismo es un esencialismo y el racismo de la inteligencia es la forma de sociodicea característica de una clase dominante cuyo poder reposa en parte sobre la posesión de títulos que, como los títulos académicos, son supuestas garantías de inteligencia y que, en muchas sociedades, han sustituido en el acceso a las posiciones de poder econonómico a los títulos antiguos, como los de propiedad o de nobleza.
Algunas de las propiedades de este racismo se deben también a que las censuras en relación con las formas de expresión del racismo se han reforzado, por lo cual la pulsión racista sólo puede expresarse en formas muy eufemizadas.
La forma de eufemización más común hoy en día es, claro, el aparente carácter científico del discurso. Si se invoca el discurso científico para justificar el racismo de la inteligencia, esto no se debe sólo a que la ciencia representa la forma dominante del discurso legítimo, también y sobre todo se debe a que un poder que cree estar fundado en la ciencia, un poder de tipo tecnocrático, recurre naturalmente a la ciencia para fundar su poder; se debe a que la inteligencia es la que legitima para gobernar cuando el gobierno se dice fundado en la ciencia y en la competencia "científica" de los gobernantes (piensen en el papel de la ciencia en la selección escolar, donde la matemática se ha convertido en la medida de toda inteligencia). La ciencia es cómplice de todo lo que le piden que justifique.
Una vez dicho esto, creo que simple y sencillamente hay que rechazar el problema de los fundamentos biológicos o sociales de la "inteligencia", en el que se han dejado encerrar los psicólogos. Más que tratar de responder a la pregunta de manera científica, hay que tratar de hacer la ciencia de la pregunta misma; hay que tratar de analizar las condiciones de aparición de este tipo de interrogación y del racismo de clase que produce. Es la forma extrema de los discursos que utilizan ciertas asociaciones de exalumnos de grandes escuelas, que son palabras de jefes que se sienten fundados en la "inteligencia" y que dominan una sociedad fundada en la discriminación basada en la "inteligencia", es decir, fundada en lo que mide el sistema escolar con el nombre de inteligencia. La inteligencia es lo que miden los tests, lo que mide el sistema escolar. Esta es la primera y última palabra de un debate que no se puede resolver mientras permanezcamos en el terreno de la psicología, porque la propia psicología (al menos los tests de inteligencia) es producto de determinantes sociales que son el principio del racismo de la inteligencia, un racismo propio de las "élites" que tienen intereses en la elección escolar, de una clase dominante que extrae su legitimidad de la clasificación escolar.
La clasificación escolar es una clasificación social eufemizada, por ende naturalizada, convertida en absoluto, una clasificación que tiende a transformar las diferencias de clase en diferencias de "inteligencia", de "don", es decir, en diferencias de naturaleza. Jamás las religiones lo hicieron tan bien. La clasificación escolar es una discriminación social legitimada que ha sido sancionada por la ciencia. Aquí es donde nos encontramos con la psicología y el apoyo que ha aportado desde sus orígenes al sistema escolar. La aparición de los tests de inteligencia, como el de Binet-Simon, está relacionada con el momento en que, con la escolaridad obligatoria, llegaron al sistema escolar alumnos que no tenían nada que hacer allí porque no tenían "disposiciones", no eran "bien dotados", es decir, su medio familiar no los había dotado con las disposiciones que supone el funcionamiento común del sistema escolar: un capital cultural y cierta buena voluntad hacia las sanciones escolares. Los tests que miden las disposiciones sociales que requiere la escuela -de allí su valor predictivo del éxito académico- están hechos justamente para legitimar de antemano los veredictos escolares que los legitiman.
Debemos preguntarnos cuál es la contribución de los intelectuales al racismo de la inteligencia. Sería bueno estudiar el papel de los médicos en la naturalización de las diferencias sociales, de los estigmas sociales, el papel de los psicólogos, psiquiatras y psicoanalistas en la producción de los eufemismos que permiten designar a los hijos de los subproletarios o de los emigrados de tal forma que los casos sociales se conviertan en casos psicológicos, las deficiencias sociales en deficiencias mentales, etc. En otras palabras, habría que analizar todas las formas de legitimación del segundo orden que vienen a reforzar la legitimación escolar como discriminación legítima sin olvidar los discursos de aspecto científico, el discurso psicológico y las propias palabras que pronunciamos.
Disposiciones para la vida feliz
Sabemos que no hay fórmulas universales para la felicidad. Allí donde uno encuentra el paraíso, otro se siente en el infierno. Los filósofos y el buen sentido común, no obstante, han postulado algunas ideas para la buena vida. He aquí algunas de ellas.
-Tener siempre algo agradable por hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar. (Thomas Chalmers)
-Encontrar lo bueno de cada cosa.
-La serenidad. Remover los obstáculos que la perturban (estoicos, epicúreos). "La clase de felicidad que necesito es menos hacer lo que quiero que no hacer lo que no quiero". (Rousseau)
-Moderar la imaginación (Gracián) Para ser feliz basta con muy poco. Hay personas que son desgraciadas por carecer de lo superfluo más que por faltarles lo necesario. "Más vale un dichoso en ojotas que un desgraciado en botines". No tener expectativas descomunales.
-Desarrollar una gran riqueza interior. No esperar gran cosa de las otras personas y del exterior en general (Aristóteles). Llevado al extremo, este ideal de autonomía puede conducir a un feroz individualismo.
-Cierta capacidad de olvido, y con esto no se postula ser indiferente a nuestro sufrimiento ni al de los demás. (Nietzsche)
-Ser prevenido (sin exagerar). Contra la fragilidad, la naturaleza duplicó los miembros más importantes y de mayor riesgo.
-Dar
-Salirse de uno mismo, no cifrar toda preocupación en la propia individualidad. Una causa justa, un gesto solidario, la filosofía o el arte, que aumenta nuestra capacidad de compasión, son formas posibles para salirse de uno mismo.
-No apostar todas las fichas a un solo número (pareja, hijos, trabajo, etc)
-Encontrar el "sentido de la vida" en pequeños placeres.
Muñoz Redón ("Tomátelo con filosofía") enumera los siguientes: "la felicidad es una cadencia de pequeños goces que se van alternando imperceptiblemente sin interrupción: el rato de pereza bajo las sábanas; la determinación del alud de agua caliente de la ducha; el gusto ácido y suave de la naranjada matinal; la parsimonia con que se despereza el gato; la quietud con que invariablemente me recibe el estudio o su fragancia de ceniza; la satisfacción de poder revolver libros arriba y abajo; el placer de una comida de vegetales; la voluptuosidad de algunas lecturas; el olor del detergente con el que friego los platos; la delectación de la conversación radiante y amable. Pequeños goces dispersos sin ningún centro conocido".
-"La felicidad está en el ocio" (Aristóteles) Lo que no equivale a no hacer nada, sino a tener tiempo fuera de las obligaciones laborales.
-Ser virtuosos: justos, valientes, templados (no comprar placeres al precio de dolores), prudentes, generosos, dulces (ni iracundos ni demasiado complacientes), tolerantes, tener sentido del humor (Estoicos, Aristóteles)
-Aceptar que el sufrimiento -aún el más crudo- es parte de la vida. Sin él no existiría el placer.
-Tener amigos. "Sin amigos la vida sería un error", escribe Aristóteles.
-Disfrutar del amor, en cualquiera de sus múltiples formas
-Disfrutar de la belleza (de un gato desperezándose, de una penumbra, de una sonrisa, de una obra de arte)
-Elegir la mayor cantidad posible de actividades que sean fines en sí mismas, y no medios. Ejemplo: la amistad y el amor son fines, el dinero es un medio.
-Ganar independencia por la moderación y el ahorro.
--Disfrutar de la comida.Cuidar la salud: comer bien, hacer ejercicio, realizar exámenes preventivos.
-Vivir reflexivamente. "Lo más fácil -dice Séneca- es seguir como ovejas a los que van adelante, sin entender adónde se va, viviendo más por imitación que por razón. El error es ocuparse de los detalles de la vida, y no del conjunto".
-Comprendernos y comprender el mundo que nos rodea.
Un hombre perdió su hacha; y sospechó del hijo de su vecino. Espió la manera de caminar del muchacho, exactamente como un ladrón. Observó la expresión del joven, como la de un ladrón. Tuvo en cuenta su forma de hablar, igual a la de un ladrón. En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable de hurto.
Pero más tarde, encontró su hacha en un valle. Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho parecían muy diferentes de los de un ladrón. (Lie Dsi)
Actividades de la Asociación Argentina de Filosofía Práctica
En nuestra sede del barrio de Belgrano (Buenos Aires, Argentina) nuestra Asociación ofrece servicios de Consultoría Filosófica y organiza dos tipos de Café Filosófico:
1) Café Filosófico con tema fijo:
Cada viernes nos reunimos de 22 a 24hs en la sede de la Asociación Argentina de Filosofía Práctica para recuperar el antiguo ideal socrático del diálogo filosófico. Los encuentros comienzan con una exposición teórica de media hora a cargo de la Lic. en Filosofía Roxana Kreimer. Hacemos una pausa de diez minutos para tomar café o té y para comer algo dulce, y continúan con una reflexión conjunta a través de la cual se va guiando el debate mediante preguntas de perfil filosófico. Si desea conocer los temas que se abordarán próximamente, clickee
la siguiente dirección http://oocities.com/filosofiaparatodos/asociacion
Consulte allí el boletín del mes en curso.
La entrada es de $10 por encuentro e incluye la participación en el Café Filosófico, el café o el té y
las masitas dulces que ofrecemos cada viernes. En este tipo de Café Filosófico, a diferencia del que describiremos a continuación, no existe el compromiso de asistir todas las semanas a los encuentros, aunque numerosas personas suelen hacerlo. La propuesta es abierta. Se puede decidir la concurrencia al Café Filosófico el viernes mismo. En el encuentro nos sentamos en círculo y suelen participar entre diez y veinte personas. Para obtener la dirección escríbanos a filpractica@yahoo.com.ar
Viernes 11 de octubre: ¿En qué difieren los estilos conversacionales de hombres y mujeres?
Viernes 18 de octubre: El amor en la mitología griega: ¿qué modelos hemos heredado?
Viernes 25 de octubre: La infidelidad
Viernes 1 de noviembre: El sentido del humor. La alegría.
2) Café Filosófico con tema a elección:
En este tipo de Café Filosófico el coordinador pregunta a los asistentes qué tópico (o qué tópicos) desean discutir. Algunos de ellos pueden ser la libertad, el poder, la muerte, las relaciones amorosas, la traición, el ideal de progreso, las utopías, la ingeniería genética. Se decide con una semana de antelación qué tema se abordará, de modo de poder ir reflexionando anticipadamente y, si se lo desea, preparando el contenido de las intervenciones. El coordinador realiza una breve exposición teórica del tema y fundamentalmente contribuye a la discusión formulando preguntas y planteando un posible abordaje filosófico del tema. Su función es la de facilitar el diálogo y la de dar a todos la posibilidad de intervenir. En ocasiones suele fijarse un tiempo máximo de tres o cuatro minutos para las intervenciones, y la posibilidad de réplica se concede sólo cuando todos los que lo desean han hecho uso de la palabra. En los grupos más pequeños esto suele ser innecesario.
En las discusiones que surgen en el Café Filosófico tampoco se pretende arribar a una verdad única, sino reencontrar en la antigua práctica de filosofar un instrumento creativo para ampliar nuestra perspectiva sobre diversos temas.
Los grupos de estos Cafés Filosóficos se arman de acuerdo a la disponibilidad horaria del interesado y de su coincidencia con otros interesados de intereses, formación y edades similares. Se asiste una vez por semana a encuentros de una hora y media a dos horas. El arancel es de $50 y se abona en el comienzo de cada mes. Para participar del Café Filosófico escríbanos a filpractica@yahoo.com.ar
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Prepararse
para filosofar es prepararse para preguntar, preguntarse y dudar. La filosofía
es una forma de investigación, una práctica autocorrectiva que no acepta
puntos de clausura para el pensamiento. "La única conclusión es la
muerte" decía Pessoa. El Café Filosófico es una reunión para pararse a
pensar: una experiencia del pensamiento con rumbo incierto, una práctica que
comporta abrirse a lo nuevo, a la sorpresa, a lo inusual y, por tanto, al
riesgo. Heráclito decía que si no se espera lo inesperado no se lo encontrará.
En el pensar filosófico perdemos algo de fe en las apariencias, en las rutinas.
Se trata de desnaturalizar la realidad: pensar el mundo de lo humano como si
fuera la primera vez. Mostrar que nada es tan obvio como se cree.
Algunas reglas para participar del Café Filosófico:
-No molestarse por la opinión diferentee, tratar de un modo cooperativo,
deliberativo y cortés las diferencias en una sociedad democrática, practicar
la virtud de la tolerancia, que es la virtud que consiste en el respeto de
opiniones o formas de conducta que pueden parecernos extrañas.
-Expresar desacuerdo sin generar discorrdia. Shaw decía: "No siempre hagas
a los demás lo que quieres que te hagan a ti mismo. Ellos podrían tener gustos
diferentes". El diálogo es una exigencia existencial que requiere
humildad, apertura para la contribución de los otros, confianza y cuidado por
ellos.
-Respetar los turnos para hablar, de moodo de no hacer un uso monopólico de la
palabra.
-Saber oír. Oír es una forma de particiipar dentro de una discusión, no menos
importante que saber decir. Ambos hacen al arte de la convivencia.
-Dar razones de aquello que se afirme.<
-No desestimar la posibilidad de comparrtir la experiencia personal, pero tampoco
quedarse en ella. Proponemos ejercitarnos en la práctica de la phrónesis
griega propuesta por Aristóteles, que consiste en saber cómo relacionar un
principio teórico con un caso particular. La filosofía nace en la abstracción,
pero si se queda en ella y no se enriquece con el caso particular, languidece
ciega, carente de vida.
El Café Filosófico propone participar en un juego de asombros, mutuas
fecundaciones y memorias compartidas. Nuestro objetivo no es necesariamente el
consenso sino la posibidad de pensar conjuntamente y enriquecernos con la
diferencia.
MENÚ DEL CAFÉ FILOSÓFICO (Algunos temas sugeridos)
Las relaciones personales. La ética.
Amistad
Etica
Virtudes
Amor/ Pareja · (ver aparte)
Perdón
Sinceridad
Envidia
Sentido del humor
Sufrimiento
Resolución de problemas
Culpa
Felicidad. Alegría
Soledad
Traición
Dignidad
Avaricia
Serenidad
El carácter
Muerte
Eutanasia
Gratitud
Promesas
La conversación. Tipos de argumento. Estilos conversacionales.
El silencio.
Malentendidos
Miedo
Esperanza
Negligencia
Los plantones
Decepción
El cambio
Libertad
Edades de la vida: niñez, adolescencia, vida adulta, vejez.
Familia/hijos
La timidez. El ridículo
Responsabilidad
Compasión
Perseverancia
Autonomía
Sentido de la oportunidad
El placer
Posesión
Escándalo
Entusiasmo
La sociedad
Trabajo
Vocación/Mérito/genio
Globalización
Pobreza
Posmodernismo
Modernidad y tecnología
La idea de progreso
La democracia
La igualdad
Las utopías
La violencia
Filosofía Política
El tema de las necesidades. La sociedad de consumo.
El poder
Burocracia/Razón instrumental
Cultura de masas
La competencia
El individualismo
Filosofía de la historia
Las prisiones
El heroísmo
La fama, la idolatría
La metafísica
Dios. La religión. Las religiones (perspectivas filosóficas)
El yo (la consciencia, yo y los otros)
El azar
Cuerpo y alma
La vida
El tiempo (tiempo subjetivo, objetivo, organización del tiempo)
El arte
Filosofía y cine
Filosofía y literatura
El baile. La música
La belleza
La salud
La enfermedad
Nutrición/Actividad física/Medicina preventiva/
Iatrogenia (enfermedades producidas por la mala praxis médica)
Enfermedades producidas por el desarrollo de la civilización.
El cuidado personal
El culto al cuerpo
La locura
Filosofía de la mente
Memoria
Sueños
Emociones
Intencionalidad-Responsabilidad
Hábitos
Lenguaje
Adicciones
Aburrimiento
Melancolía
Inteligencia
Filosofía de la vida cotidiana
Mascotas
La comida
La ciudad contemporánea
El automóvil. Los medios de transporte.
El dinero
La lectura
La casa
El ocio
La diversión
Pereza
Las vacaciones. Los viajes.
El conocimiento
La verdad
Conocimiento, sabiduría, ignorancia
Las preguntas
Los prejuicios
Dudas y certezas
El sentido común
La razón
La ciencia
Amor/pareja
Buscar una relación amorosa
La seducción
Mantener una relación amorosa
El fin de la relación amorosa
Masculinidad/femineidad
Familias ensambladas
La pasión, el enamoramiento, el amor
Los celos
Vivir sin pareja
Los desacuerdos. Las discusiones.