OBJETIVOS

La fundación Gregorio Sanchez surgió para promover la investigación, el estudio y la difusión de actividades sociales y culturales relacionadas con el ejercicio del comercio. Con el paso del tiempo, la Fundación se ha extendido a todos los ámbitos sociales.
Entre las actividades que promueve la Fundación destacan:

• Premio Gregorio Sanchez de ámbito nacional
• Visitas guiadas a museos, exposiciones, muestras...
• Excursiones gastronómico culturales.
• Conferencias: Medicina preventiva, historia, literatura, arte...
• Cursos: Arte contemporáneo.
• Seminarios, jornadas relacionadas con la educación y promoción de la salud.
• Presentación de libros, Recitales...
• Exposiciones de Pintura

SERVICIOS

La FGS dispone de una biblioteca con más de 2.000 volúmenes para préstamo entre los que se encuentran obras de literatura, arte, geografía, historia, salud, y enciclopedias. Los fondos se actualizan permanentemente gracias, en parte, a las donaciones de instituciones y particulares.

• Información y asesoramiento en asuntos sociales.
• Organización de seminarios en colaboración con diversas instituciones, Jornadas y Cursos.
• Plancomercio Plan de pensiones, que contribuye a la mejora de la calidad de vida de los socios de las entidades protectoras.

"No son las empresas las que se hunden; son los hombres los que hunden las empresas". Las palabras de Gregorio Sánchez Herráez recuperan su eco al cumplirse ahora el decimoséptimo aniversario de la muerte de quien fue pionero del cooperativismo y figura clave en el mundo del comercio. Recogiendo tan valioso testigo, su hija, Soledad Sánchez de la Fuente, prolonga aquel discurso para tildarlo de futuro y sustantivarlo en compromiso.

La figura de Gregorio Sánchez marca un hito en la historia del cooperativismo. Hombre de formación autodidacta, de gran empeño en alcanzar el objetivo, apostó por una teoría llevada a la práctica gracias a su carácter integrador. En el inicio del nuevo siglo, ¿qué supone evocar su nombre?
Fue pionero del comercio, comprometido socialmente y preocupadísimo por el gremio que entonces llamaban ultramarinos, porque no tenían descanso, trabajaban de lunes a domingo. Su gran compromiso social fue conseguir que los domingos se cerrara y disfrutar así de un día de descanso semanal. También resalta la importancia que dio al factor humano.

¿Fue ésta otra clave de su éxito? Sin duda. Antes existía el llamado dependiente interno. En mi casa llegó a haber tres. Vivían con nosotros, comíamos todos a la misma mesa, no había discriminación. Recuerdo que mi madre trabajó muchísimo, porque la ropa se les lavaba y se les planchaba como a los demás... Eran de la familia. Siempre le oí comentar a mi padre la competencia leonina que se hacían las tiendas de ultramarinos. Y precisamente lo que él pretendió, al crear la cooperativa, fue que todos tuvieran la posibilidad de comprar al mismo precio, con el mismo crédito, disponiendo del mismo tiempo para pagarlo. Igualdad de oportunidades para todos. Hasta el comprador se beneficiaba.

¿Y se mantiene la apuesta por este factor? Desgraciadamente no. Y no sólo en este sector, sino a nivel general. Creo que lo que hay ahora es un afán de lucro, el deseo de ganar dinero rápido con el mínimo esfuerzo. Y surge un problema muy serio, porque no se consiguen buenos profesionales. Lo que hoy podría ser una profesión que le sirva de orgullo a la persona que ejerce como dependiente, tal como lo he visto en Francia y en Alemania, en España no existe. Sería interesante conseguir una buena profesionalización del sector. En muchas tiendas cuelga el letrero de "se necesitan dependientes" pero muchos no quieren trabajar a horario de comercio, quieren trabajar menos horas y ganar mucho dinero. Hablando en términos generales, el factor humano prácticamente se ha erradicado. Parto de la base, y es algo que mi padre practicaba, que si tienes a tu personal contento, va a trabajar bien. Si lo tienes rabioso, le da lo mismo la empresa, y todo ello va en detrimento de la propia empresa, del comprador y de ellos mismos. A mí, que me gusta comprar en los comercios pequeños, me gusta que me vendan, no que me despachen. Porque despacharme es algo que he elegido, pero nadie trata de convercerme que un producto es mejor. Eso pasa cada vez más. Se maltrata al cliente. Sin duda la presencia de la mujer marcó la evolución de sectores como el comercial. Aunque muchas trabajaran a la 'sombra', en ellas estaba la dinamización del negocio... Conozco a personas que participan en las actividades de la Fundación, y sé que algunas han tenido establecimientos y te siguen diciendo que ellas no trabajan, que ayudan a sus maridos. Mi madre, por ejemplo, estuvo al frente de las tiendas que teníamos y, por suerte, mi padre la tenía dada de alta y hoy día cobra su pensión. Pero cuántas mujeres no han estado dadas de alta en la Seguridad Social. Y en muchos pueblos, son las mujeres las que llevan esas pequeñas tiendas donde se atienden las necesidades básicas, mientras el esposo está en el campo. Y gracias a ello sacan adelante a la familia.

¿Considera que la sociedad es consciente del papel desempeñado por el comercio en el desarrollo económico de las ciudades?
Creo que no, porque si nos remontamos a los años 50, recuerdo cómo tantas y tantas clientas iban a su tendero a pedirle que les avalase. Era ese 'fiao' que logró sacar de grandes apuros a muchos hogares, pero que, en otros casos, metió en duros aprietos a los propios empresarios. Es una historia que prácticamente no se conoce y que sienta las bases de lo que posteriormente han sido los grandes avales y los créditos más fuertes. Considero que eso no se ha reconocido, al igual que el esfuerzo del trabajo con un horario que en principio se sabe que es de nueve a dos y de cinco a ocho. La realidad es que a las ocho y media el responsable del local está colocando género, que cuando se cierra hay que limpiar para que todo esté en condiciones, y que la atención al proveedor requiere su momento a última hora de la mañana o primera de la tarde... Es decir, siempre quitándose tiempo de uno mismo. Y en el caso de las mujeres, compatibilizándolo, a menudo, con la atención de la casa y la familia. Es un sacrificio bastante grande.

¿Es la trastienda del sector comercial una forja de empleos?
Sería muy importante poder convencer a todos estos pequeños establecimientos que están siendo masacrados por las ventas de las grandes superficies, generalmente de procedencia extranjera, sobre la importancia de fusionarse en locales más grandes, donde cada uno tendiera a su especialidad. Así seguirían siendo empresarios, pero al ser varios, comprobarían que la unión hace la fuerza, y tendrían mucha más salida en el futuro. Y lo bonito de comprar en el pequeño comercio es la confianza con la persona que te despacha día a día, algo que jamás se alcanza en las grandes superficies.

Siguiendo parámetros de evolución de los distintos sectores, ¿qué futuro aguarda a las PYMES vinculadas al ámbito comercial y el detallismo?
O se especializan o prácticamente no tienen nada que hacer. Hay que evolucionar, y ya han surgido tiendas dedicadas en exclusiva a la venta de uno u otro producto. Las PYMES del sector, o canalizan así su operatividad, o deciden apostar por su implantación en una superficie mediana. Conviene no dejar pasar la oportunidad e intentar el cambio cuando aún no sea tarde. Según el perfil de la PYME madrileña, recogido en un estudio del CEIM en colaboración con la Fundación de la Universidad Carlos III, las empresas con mayores índices de rotación de sus inventarios son las más rentables. ¿Se alcanza esta rentabilidad en el sector comercial pese a la ralentización del crecimiento empresarial iniciada en 1999? Estamos hablando de comercio y el que mejor conozco es el de alimentación, con unos productos que caducan y otros perecederos. Mi padre decía que era preferible vender muchos pocos que pocos muchos. Cuanta mayor rotación se registre, mucho mejor, porque no se te queda atrasado el género y porque, como en el caso del embutido, se evitan las mermas de peso. Lo más rentable es que el producto salga rápido, para evitar pérdidas.

¿Cuál puede ser la apuesta a la hora de mejorar los niveles de competitividad que dinamizan el mundo comercial?
Por un lado estaría la formación profesional, que tan mal tratada ha estado siempre. Es un aspecto a tener muy en cuenta. No todo el mundo tiene que ser universitario, son muchos los licenciados en paro y mucha la necesidad de este otro tipo de oficios o profesiones. Pero me temo que dentro de la formación profesional tampoco hay profesionales. A veces me echo las manos a la cabeza cuando voy a comprar embutido de buena calidad y te lo quieren cortar a máquina. Con ver cómo cogen la pieza demuestran que no saben hacerlo a cuchillo. Y sólo es un ejemplo. En cuanto al reciclaje, muchas de las personas ya formadas son mayores con poca posibilidad de reciclarse. Creo que incentivando a los jóvenes se les presenta un medio de vida que puede resultarles magnífico. Conozco a empresarios que tienen verdaderos problemas a la hora de encontrar personal para sus establecimientos. Necesitan gente formada y no sólo exigente a la hora de plantear el salario a percibir

El secretario general de CEIM asegura que el Plan de Dinamización Estival ha logrado cambiar "el chip" de Madrid en verano. La apertura de comercios cada domingo de agosto, ¿es asumible por las PYMES del sector ?
El cliente se adapta a lo que le den. Si nos empeñamos en abrir todos los días de la semana, la gente compra sábados y domingos porque no tiene que preocuparse de otra cosa. Queremos siempre lo más cómodo. Paradójicamente, en los años 60 Gregorio Sánchez estuvo luchando por lo contrario, para que se dignificara la profesión. Ahora se va copiando de los Estados Unidos, donde todo está abierto siempre, con trabajadores a media jornada... Pero eso una PYME no se lo puede permitir.

¿Qué resortes pueden modernizar y preparar a estas pequeñas y medianas empresas para afrontar un mañana viable?
Las administraciones públicas son culpables por haber permitido la instalación, dentro de las ciudades, de un número tan elevado de grandes superficies. Es necesaria una toma de conciencia de lo que está sucediendo con el pequeño comercio, porque no cabe duda que genera muchos más puestos de trabajo. Los beneficios de empresas extranjeras no revierten en el país, aunque si cierran, sí nos dejan la obligación de atender a los desempleados.

¿Y el papel del consumidor?
Muchos consumidores van a establecimientos que priorizan el bajo costo. Cada día hay menos relación comercial, y se genera una sociedad más fría e individualista. Además, hay familias que compran en función de las ofertas, no siempre válidas. Lo deseable es saber exigir algo tan valioso como la calidad.

Historia de un compromiso...

Cuando a finales de los años 50 Gregorio Sánchez gestaba la idea de poder unir a los "tenderos", como se conocía a los comerciantes de alimentación, tuvo conocimiento de la existencia de una cooperativa que estaba atravesando una grave crisis, DUCPRA, cuya primera acta conocida de su Asamblea es de fecha 9 de abril de 1933, pero que ya en septiembre de 1931 se sabe estaba constituída, y recientemente se han cumplido 70 años de su existencia. En 1961, y después de algunas negociaciones, se nombró a D.Felipe Escalada presidente de la misma, haciéndose cargo de su gestión para preparar el cambio, la todavía en gestación cooperativa GRUMA. En 1964 ya con forma legal, la Cooperativa GRUMA nombra como su primer presidente a D. Gregorio Sánchez Herráez. Se fusionaron en esta cooperativa 1.800 detallistas de todo Madrid, y hasta 1982 fue liderada por su primer presidente, a quien sucedió D. José Martín Sánchez.

En 1993 surgió el Grupo UNIDE, a causa de la fusión por absorción de distintas cooperativas de la geografía española: Comalte (Tenerife), Coisca (Las Palmas de Gran Canaria), la Santa Faz (Alicante), y tres más, una de Orihuela, otra de Salamanca y una tercera de Cáceres, que con GRUMA sumaron siete en total. Por otra parte, durante 1968 surgió la idea de crear el primer supermercado, con sede en Alcorcón, y para ello se asociaron Dª Socorro de la Fuente Ojeda, D. Carlos Pío Gómez, D. Casimiro Herrero y D. Bernardino Castaño, y forman Supera. En 1970 deciden hacer una ampliación de capital y establecer el segundo supermercado, en Madrid, calle Oliva de Plasencia; en 1971 abren un tercero en la calle Velayos, contratando como Director General de Supera a D. Benito Lesaola. En 1982 se realiza una clasificación de establecimientos según sus dimensiones, denominándose Udaco (hasta 150 m2), Gama (hasta 400 m2) ó Maxcoop (a partir de 400 m2).

En la actualidad, como establecimientos Gama existen 225 repartidos entre Madrid, Salamanca, Cáceres, La Rioja, Alicante y Canarias, siendo catorce de sus gerentes mujeres: Mercedes Ramos, Pilar Sánchez, Angela Gutiérrez, María Jesús Marcos, Carmen García y Matilde Díaz en Madrid, María de los Ángeles Sánchez en Cáceres, Lucía y Olga SL, Teresa Malumbres, María Mercedes Hernández y María Jesús Sáinz en La Rioja y tres más en la isla de La Palma (Tenerife). Como establecimientos Maxcoop existen 120, repartidos 85 en la penísnula y 35 en Canarias, quedando constituídas cinco sociedades con mujeres que gerencian las mismas, siete en la Comunidad de Madrid y una en La Palma, siendo la presidenta de la sociedad Andrepalma elegida Premio Gregorio Sánchez en 1998. Entre los comercios Maxcoop existe una sociedad formada por siete hermanos y una hermana, todos socios y con una mujer como gerente al frente de cada uno de los supermercados. En Madrid capital, Francisca López, Josefina Calvo, Isidora Hernández y Jesusa García. Ana Bravo en Valdemorillo (Madrid), Alicia Carvajal en Fuensalida (Toledo), Sonia y Lali Ramos en Colmenar Viejo (Madrid) y Andrea Barreto en La Palma. Y como jefas del departamento de Administración están en Güijuelo María del Carmen Centeno, Fidela Torres en el Barco de Ávila y María del Carmen Ricote en Piedrahita.