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En Guatemala la mayoría de niños con enfermedades renales son atendidos por médicos generales, pediatras generales o         nefrólogos de adultos.

Información publicada sobre la fuerza de trabajo en nefrología pediátrica en Latinoamérica establece que Guatemala tiene la mayor razón de población infantil por nefrólogo pediatra y la mayor mortalidad.

No existen estadísticas nacionales de las enfermedades renales en la edad pediátrica, Sin embargo, según estadísticas internacionales , se esperarían anualmente cerca de 100 nuevos pacientes pediátricos  con diagnóstico de Insuficiencia Renal Crónica Terminal y alrededor de 400 pacientes pediátricos con otras enfermedades renales crónicas que podrían derivar a insuficiencia si no se altera el curso (Síndrome nefrótico, tubulopatias, neuropatías por reflujo, etc.).

Actualmente el país cuenta con dos unidades de atención a pacientes pediátricos con Insuficiencia Renal Crónica Terminal:

La UNAERC del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social y   

 el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.

Ambas instituciones realizan un promedio de cinco transplantes renales  pediátricos por año y mantienen un promedio de diez pacientes pediátricos con tratamiento de diálisis.

Estas unidades presentan resultados modestos ante la demanda existente de 100 nuevos casos anuales de Insuficiencia Renal Crónica Terminal.

En cuanto a las enfermedades renales crónicas, la historia natural de la enfermedad renal subyacente  implica normalmente un descenso progresivo de la función renal residual, que finalmente hace necesaria la diálisis o el transplante renal.

Debido, entonces, a que en la edad pediátrica las enfermedades renales crónicas y la insuficiencia renal crónica Terminal son un continuo, se prevé con base a estudios realizados en otros países en desarrollo, que un buen porcentaje de casos de Insuficiencia Renal Crónica Terminal  podrían  ser prevenidos, o por lo menos postergados, con la identificación temprana y tratamiento oportuno de la enfermedad de base.

El prevenir o al menos postergar la necesidad de diálisis o transplante incide en la calidad de vida de los pacientes y representa un ahorro substancial para las familias y la sociedad.

Por estas razones FUNDANIER busca implementar acciones que se traduzcan en un aumento de la cobertura de atención, a través de un plan estructurado de prevención, educación, identificación y tratamiento oportuno de Enfermedades Renales Crónicas.