Relatos del Abuelo Lobo
Extractos breves de las historias familiares relatadas por El Abuelo Lobo
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Burghard Sander
Poco recuerdo de mi abuelo paterno. Antes que la vejez me haga olvidar, lo quiero guardar. Me contaba mi Padre que, estando el abuelo Burghard en la Universidad, donde estudiaba para Ing. Químico, quedó huérfano. Ya que aún era menor de edad, un albacea   administró la herencia, pero optó por vender los bienes y empezar una nueva vida, con otro nombre, en Australia. El sistema educacional vigente en Alemania entonces obligaba a los estudiantes a trabajar un año y estudiar otro, lo que le permitió terminar, con estrecheces económicas, la carrera;   optó por dejarse la barba, para aparentar mas edad, lo que le valió obtener   un puesto gerencial en un ingenio azucarero que usaba remolachas como materia prima en la frontera con Polonia. Se casó con Ana María Toepfer, y tuvieron tres hijos: Burghard, casado con Anne Liesse, una hija, Ana María.  El segundo hijo que fue mi padre y  Hans Joachim, el misterioso de quien poco se sabe.
Burghard Sander
Herman Ernst Ulrich   Sander Toepfer (Vattie)
Agosto 2, 1902   (Allstedt, Sachsen-Anhalt, Alemania) a Junio 21,   1964 (México, D.F.)
Lo primero que vio mi padre   cuando el barco se acercaba a México, fue el Pico de   Orizaba, lo que  le sorprendió al ver su cumbre nevada, ya que toda su concepción sobre el país   era de tropical.
Pobre Viejo. Al principio de su estadía, le tocó que el país tenía   restricciones religiosas, y la   Revolución de los Cristeros, aún cuando en Sinaloa no existían   guerrilleros, el país entero lo   resintió. No pudo casarse en ceremonia religiosa ni siquiera de contrabando,   como era usual, ya que por ser Luterano requería dispensa de Obispo (se casó en la Catedral de   México DF, en la sacristía, muchos años después).
Al firmarse la paz entre México y Alemania, un amigo   les dio trabajo, al tío Alberto Kent y a  mi papá, en Ciudad Juárez, a donde nos fuimos a finales de 1945. Con Miguel   Alemán vino la industrialización masiva en la república.
El resto, lo conocen. Murió   de cáncer, a los 62 años de edad. A los 6 nietos que conoció, los quiso mucho.
In Memoriam
ULRICH M. SANDER (EL ABUELO LOBO)
27 de abril 1931 - 26 de febrero 2002
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