Enhorabuena. Has sido elegido dentro del escaso círculo de adoradores del grandísimo Gargablas.
¿No sientes que tu vida ha empezado a cambiar, que le has dado un nuevo aire a tu hasta ahora triste e insulsa existencia?
No te apures, hijo. Gargablás el Grande sabrá guiar tus pasos por la senda el vicio, la lujuria y la perversión.