Cuento5
EL CUENTO DE LOS SENTIMIENTOS
(¿PORQUE EL AMOR ES CIEGO?)
Cuentan que una vez se reunieron todos los sentimientos de los hombres en un lugar de la tierra.
Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez, la locura como siempre tan loca, les propuso: Vamos a jugar a las escondidas... La intriga levantó la ceja intrigada y la curiosidad sin poderse contener preguntó: ¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?
Es un juego explicó la locura en el que yo me tapo la cara y comienzo a contar de uno hasta un millón mientras ustedes se esconden, y cuando yo haya terminado de contar, el primero que encuentre ocupará mi lugar para continuar con el juego.
El entusiasmo bailó, secundado por la euforia. La alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar: la verdad prefirió no esconderse, ¿para qué? si al final la hallaban. La soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y la cobardía prefirió no arriesgarse.
uno, 2, 3, 4 ... (comenzó a contar la locura).
La primera en esconderse fue la pereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La fe subió al cielo y la envidia se escondió tras la sombra del triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La generosidad casi no alcanzaba a esconderse, pues cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: ¿Que si el lago  cristalino? ideal para la belleza ¿Que sí la rendija de un árbol? perfecto para la timidez ¿Qué sí el vuelo de la mariposa? lo mejor para la voluptuosidad ¿Qué si una ráfaga de viento? magnífico para la libertad...
Así terminó por esconderse en un rayito de sol.
El egoísmo en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, cómodo, ventilado, pero solo para él.
La mentira se escondió en el fondo de los océanos ( mentira, en realidad se escondió detrás del arco iris ) y la pasión y el deseo dentro de los volcanes.
El olvido no recuerdo donde se escondió, pero eso no es lo importante. Cuando la locura contaba 999,999. El amor aún no había encontrado sitio para esconderse pues todo se encontraba ocupado, así que divisó un rosal y enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
un millón! contó la locura y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la pereza a solo tres pasos de una piedra. Después se escuchó a la fe discutiendo con Dios en el cielo sobre la filosofía. Sintió vibrar la pasión y el deseo en los volcanes.
En un descuido encontró a la envidia. Y claro pudo deducir donde estaba el triunfo. Al egoísmo no tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas.
De tanto caminar sintió sed, y al acercarse al lago descubrió a la belleza. Con la duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre un cerca sin decidir aún de que lado esconderse. Así fue encontrando a todos. Al talento entre la hierba fresca, a la angustia en una oscura cueva, a la mentira detrás del arco iris ( mentira, estaba en el fondo del océano. Y hasta el olvido, a quien ya se le había olvidado que estaba jugando a las escondidas.
Solo el amor no aparecía por ningún sitio. La locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta y en la cima de las montañas. Cuando estaba apunto de darse por vencida, divisó un rosal, tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando se escuchó un doloroso grito. Las espinas habían herido al amor en los ojos. La locura no sabía que hacer para disculparse. Lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces... Desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la tierra.
EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA.

NO DEJES MORIR AL AMOR

      Hubo una vez en la historia del mundo, un día terrible en el que el odio, que es el rey de los malos sentimientos, los  defectos y las malas
      virtudes, convocó a una reunión urgente con todos ellos.
Todos los sentimientos negros del mundo y los deseos  más perversos del
corazón humano llegaron a esta reunión con curiosidad de saber cuál >era el propósito.
Cuando estuvieron todos habló el Odio y dijo: "los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien".  Los
asistentes no se extrañaron mucho pues era el Odio que estaba hablando y él siempre quiere matar a alguien,  sin embargo todos se>
>preguntaban entre sí quien sería tan difícil de matar para que el Odio los necesitara a todos. "Quiero que maten al Amor", dijo. Muchos sonrieron malévolamente pues más  de uno le tenía ganas.
El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo:
"Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto,
Provocaré tal discordia y rabia que no lo  soportará".
Al cabo de un año se reunieron otra vez Y al escuchar el reporte
Del Mal Carácter quedaron tan decepcionados.  Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía
adelante.  Fue entonces cuando, muy diligente,  se ofreció la Ambición  que haciendo alarde de su poder dijo:  "En vista de que El Mal Carácter fracasó, iré yo.
Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder. Eso nunca lo ignorará".
Y empezó la ambición el ataque hacia su víctima quien efectivamente cayó herida pero después de luchar por salir adelante renunció a todo deseo
desbordado de poder y triunfó de nuevo. Furioso del Odio, por el fracaso de la Ambición envió A los Celos, quienes burlones y perversos inventaban
toda clase de artimañas y situaciones para despistar el amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas.
Pero el Amor confundido lloró, y pensó, que no quería morir  y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos y los venció.
Año tras año, el Odio siguió en su lucha enviando a sus más
hirientes compañeros, envió a la frialdad, al egoísmo, a la cantaleta, la
indiferencia, la pobreza, la enfermedad, el vicio  y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el Amor se sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba.
El Odio convencido de que el Amor era invencible les dijo a los demás:
Nada que hacer.
El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos.
De pronto de un rincón del salón se levantó un sentimiento poco
conocido, que vestía todo de negro y con un sombrero gigante que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver, su aspecto era fúnebre como el de la muerte "Yo mataré el Amor, dijo con seguridad".  Todos se preguntaron quien  era ese que pretendía hacer solo, lo que ninguno había podido. El Odio dijo, ve y hazlo.
Tan solo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles que después de mucho esperar
por fin  EL AMOR HABIA MUERTO.
Todos estaban felices pero sorprendidos.
Entonces el sentimiento del sombrero Negro habló:
"Ahí les entrego el Amor totalmente muerto y destrozado y sin decir mas se marchó".  Espera dijo el Odio, en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor esfuerzo para vivir. ¿Quién
eres? El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y
dijo: SOY      LA RUTINA.
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