Cómo tomar mejores
decisiones


IMPORTANCIA DEL PROCESO DE TOMA DE DECISIONES

En la empresa tradicional esta función recaía exclusivamente en el propietario, quien decidía y los demás debían obedecer.
En la actualidad, en cambio, debido al gran tamaño que asumen las organizaciones, las decisiones constituyen la responsabilidad diaria de los ejecutivos.
Sus responsabilidades les obligan a que tanto en la esfera específica de su función, como en las globales que corresponden a la organización deben aportar sus conocimientos, experiencias y habilidades para la adopción de decisiones.
Otra razón que explica la despersonalización del proceso de decisiones es la democratización de las organizaciones, convirtiendo este proceso en una actitud de grupo.
Esto se debe al hecho de que los conocimientos especializados son los que tienen mayor importancia en la toma de decisiones y es muy difícil que todos ellos puedan ser dominados por una sola persona.
             Por este motivo el proceso de toma de decisiones constituye en la actualidad una labor de carácter colectivo, en que diferentes personas con niveles distintos de experiencias, conocimiento, habilidades y visión de la realidad, participan en el análisis que exige una decisión de importancia.


Importancia 1: La toma de decisiones es una de las actividades básicas del ejecutivo.

Esto significa que en las organizaciones modernas, el directivo debe adoptar permanentemente decisiones, tanto en el campo de su responsabilidad así como las que corresponden a aspectos globales de la institución o empresa en que trabaja. Su participación en decisiones globales se debe al hecho de que este proceso constituye en la actualidad una labor de carácter colectivo con participación de los integrantes del nivel superior de una organización.
Otro factor que impide el que las decisiones puedan ser adoptadas en forma autocrática, es el hecho de que el mundo moderno está experimentando cambios constantes en su estructura económica, política y social, que afectan al marco de referencia de cualquier institución o empresa.
En la empresa tradicional del siglo pasado, el dueño de una fundición, por ejemplo, controlaba prácticamente todos los factores que se relacionaban con su actividad.
En la actualidad, una empresa metalúrgica está influida por los precios internacionales de las materias primas, por la penetración de proveedores de otros países, por la aparición de nuevas materias primas, por cambios en los patrones de consumo de los usuarios, etcétera.
Estos cambios obligan a las organizaciones modernas a solicitar la opinión de diferentes ejecutivos, de manera que cada uno aporte una parte de los antecedentes que se requieren para la toma de la decisión y su ejecución posterior.
Esto significa que cada vez es mayor el refinamiento que se requiere para tomar una decisión y por ello la aparición de Consejos o Comités en que se decide la política y orientaciones básicas de las organizaciones.
En esto radica la segunda importancia del proceso de toma de decisiones. Ninguna organización puede darse el lujo de abstraerse de los cambios que puedan darse en el medio en que se desenvuelve.
Si no se prevén a tiempo dichos cambios y no se adoptan las decisiones correspondientes, el esfuerzo de generaciones puede derrumbarse en segundos.
En la actualidad es posible en pocos años alcanzar un nivel de crecimiento que en el pasado implicaba décadas de trabajo intenso.
De la misma manera, los riesgos son infinitamente mayores. Hay imperios económicos que se han derrumbado por no adoptar una decisión a tiempo.



El mejor caso es el de Ford, quien estuvo a punto de perder toda su extraordinaria fortuna si en los dos años siguientes a la postguerra las cosas hubiesen seguido igual.

Importancia 2:  El mundo moderno hace necesario el que se adopten en forma oportuna decisiones que permitan adaptar (a organización a frecuentes cambios y aprovechar las oportunidades que se presentan.

Condiciones que debe poseer el ejecutivo exitoso
en la toma de decisiones

En primer lugar, el directivo debe proceder racionalmente. Lo más grave que puede ocurrir es tomar decisiones bajo la influencia de un estado emocional desfavorable o que la decisión se adopte bajo un extremo grado de estrés del directivo.
Es un inconveniente también el comportamiento mecánico del directivo, tratando de repetir decisiones que corresponden a situaciones anteriores, pero que a lo mejor no son aptas para las nuevas condiciones.

Por este motivo el directivo que toma decisiones debe tratar de proceder con la mayor objetividad posible, y lograr una solución basada en premisas racionales.

Condición 1: El ejecutivo debe proceder con la máxima racionalidad en la toma de decisiones, evitando influencias perturbadoras de estados emocionales, agotamiento o actitudes rutinarias.

Esta condición es importantísima. El proceso de toma de decisiones exige del directivo 'una gran capacidad para juzgar fríamente la mejor de las alternativas, entre la gran gama que se le ofrece.
Sin este juicio puede caer en decisiones tradicionales, representando, en muchos casos, soluciones equivocadas en el desarrollo de la organización. En segundo lugar, el directivo moderno debe ser dinámico. Las decisiones no pueden y no deben postergarse. Evitar tomar una decisión, en la mayor parte de los casos, no ayuda a resolver el problema. Se dice que cualquier decisión es mejor que ninguna. (sin embargo hay que asegurarse que sea la mejor)
El directivo que procede en forma burocrática, lenta, generalmente actúa en forma operante.
Algunos demoran las decisiones porque tienen la idea de que el comportamiento dinámico implica proceder en forma irreflexiva, sin tener la base necesaria para la toma de una decisión.
Lo importante es que el ejecutivo sea dinámico y actúe a una velocidad óptima que está determinada por la disponibilidad de información, su nivel de autoridad y la habilidad ara verificar la validez de su decisión.
Es conveniente que discuta previamente su decisión con personas que pueden contribuir en su adecuada formulación y selección.
Se dice que una decisión es tan válida como lo es su información básica.
El ejecutivo moderno debe tener una adecuada fuente de información. Para ello debe mantener los archivos ordenados, estadísticas actualizadas y series con datos básicos de su organización y el medio en que ésta funciona.
De la misma manera debe seguir el curso de los acontecimientos una vez adoptada la decisión, para verificar si están ocurriendo como se previó, o hay variaciones negativas o positivas.    La forma cómo establezca puntos de control y reúna la información correspondiente, constituye una condición decisiva en el éxito que pueda lograr.

Condición 2: El directivo debe ser dinámico en la toma de decisiones, procediendo a una velocidad óptima que depende de la disponibilidad de información, de su nivel de autoridad y de la disponibilidad de la información básica.

Una tercera condición, que debe poseer un directivo exitoso para alcanzar un óptimo proceso de toma de decisiones, es la de ser imaginativo. Los comportamientos rutinarios generalmente impiden el que se adopten decisiones que permitan aprovechar las ilimitadas posibilidades que ofrece el mundo moderno.
El directivo debe hacer pleno uso de su espíritu creador tanto en la definición del problema como en la formulación de las alternativas que permitan su solución.
Esto significa que el directivo debe mantenerse en un constante estado de vigilancia que le permita reconocer fácilmente los problemas y tener una visión panorámica de todo o que se relaciona con su actividad
Por otra parte, debe hacer uso pleno de su imaginación para vencer la inercia que impone la rutina, y en muchas ocasiones obtener ventajas de situaciones críticas.
La mayor parte del éxito de muchas organizaciones se debe al hecho de que adoptaron en su época decisiones no convencionales.

En la actualidad, grandes organizaciones reclutan personas de inteligencia superior, aunque no tengan la especialidad requerida, para que emitan su opinión frente a un problema dado.
En muchos casos su contribución es nula, pero su presencia se justifica si de vez en cuando proporcionan un enfoque diferente, que abre unas perspectivas que el resto de los especialistas no consideraron.
Lo anterior refuerza una vez más la tendencia hacia la democratización del proceso de decisiones, en que el propietario o autoridad máxima reconoce que no dispone de todos los elementos para adoptar una decisión y reúne a personas calificadas para que aporten su espíritu creador.

Condición 3:  El directivo debe ser imaginativo, o bien ser capaz de estimular la imaginación en sus colaboradores para tener éxito en el proceso de toma de decisiones.

Como cuarta condición el directivo debe poseer coraje suficiente para decidir y ejecutar la alternativa que crea mejor. Toda decisión implica riesgos que, de ocasionar errores, pueden destruir la confianza que se tiene y que posee cada directivo.
Los errores pueden deteriorar su imagen ante superiores, subordinados y colegas El directivo tiene además el peligro de que su equivocación provea de armas en su contra a grupos rivales, lo que en muchos casos afecta sensiblemente a la carrera de un ejecutivo.
Estos riesgos, que son reales, están presentes en cualquier decisión y el no afrontar-los implica un comportamiento pasivo que no conduce al progreso.
El directivo debe disponer del coraje suficiente para tomar una decisión y si ésta fracasa, tener la fortaleza necesaria para sobreponerse.
Cuando ello ocurre debe evaluar fríamente la razón de su fracaso y prepararse para adoptar nuevas decisiones que remedien los daños que pueden haberse originado y conviertan el fracaso en éxito.
El coraje en la toma de decisiones es una cualidad fundamental ya que el directivo tiene la responsabilidad moral de actuar.
Su función es tomar decisiones y asumir riesgos. El no hacerlo implica, en muchos casos, el estancamiento e incluso el retroceso de la organización en que se desenvuelve.
Por otra parte el coraje es necesario, ya que la adopción de mayor número de decisión permite aprovechar las oportunidades que se presentan a diario en toda organización.
Se dice que el único que no se equivoca es el que no hace nunca nada. Eso se corrige con la función del directivo que es la de aprovechar cualquier posibilidad que se presente mediante decisiones oportunas.

Condición 4: El ejecutivo debe poseer coraje suficiente para asumir los  riesgos que están presentes en toda decisión.

El mejor ejemplo es el de Hernán Cortés, que dio una demostración de coraje extraordinario al adoptar la decisión de iniciar con un puñado de hombres la conquista del Imperio Azteca, quemando sus naves para que nadie pudiera arrepentirse.
Lo que fue coronado por el éxito, pero que igualmente pudo traducirse en una desgracia para esos valientes.
El coraje no debe confundirse con espíritu temerario o actitud irresponsable en la toma de decisiones.
Una dosis razonable de coraje es necesaria, siempre que vaya acompañada de las otras condiciones señaladas anteriormente, esto es, racionalidad, dinamismo e imaginación.

Fases fundamentales en el proceso de toma de decisiones

Existe unanimidad entre casi todos los especialistas en toma de decisiones en que este proceso se desarrolla en cinco fases.

La primera fase es la que se relaciona con la definición exacta del problema.

En este sentido el directivo debe ser capaz de distinguir entre causa y efecto, entre el sintoma y el problema, ya que de otra manera se puede adoptar una decisión equivocada.
En muchos casos una situación conflictiva puede ser originada por toda una serie de factores, que, si no se ¡identifican claramente, hacen probable que la decisión implique actuar sólo sobre los menos importantes.
   Esta fase es similar a la de un médico que frente a una elevada temperatura del paciente administra exclusivamente aspirinas pensando que se trata de un simple resfriado.
Un médico más experimentado sabrá que la fiebre alta es síntoma de una serie de trastornos biológicos y no descansará hasta que determine cuál es el problema específico en la salud del paciente que está produciendo la elevada temperatura.

Fase 1: La primera tase en el proceso de toma de decisiones es la definición exacta del problema.

Una vez definido el problema, éste debe analizarse con la mayor objetividad posible.

   El directivo debe tener en cuenta el máximo de antecedentes que estén a su disposición en la institución o empresa. Debe ser capaz de precisar si se trata de un problema actual, que emergió recientemente, o si es el fruto de un desarrollo anterior.
Por otra parte, el directivo debe prever el impacto directo o indirecto que el problema está ejerciendo en otros aspectos de su actividad y obtener todas las informaciones pertinentes.
Es conveniente, además, que escuche en forma cuidadosa las opiniones que puedan emitir personas con experiencia y que están conectadas con el problema específico.
Este análisis sistemático del problema permite despejar incógnitas y situarlo en su real dimensión. Generalmente esta fase está muy descuidada por los ejecutivos tradicionales, lo que da origen a decisiones pobres y precipitadas.

Fase 2: La segunda fase en el proceso de toma de decisiones, consiste en un análisis exhaustivo del problema mediante la utilización del máximo de antecedentes.


Para el desarrollo de la Fase 2 en el mundo moderno, existen en la actualidad una gran cantidad de medios que son capaces de reunir información, pero que en ningún caso pueden reemplazar al ejecutivo en la toma de decisiones.
Los sistemas de computación, investigación operativa, modelos matemáticos, etc.~ pueden considerarse sólo como armas para analizar el problema.
El directivo no debe transferir la responsabilidad de la toma de decisiones a los especialistas en dichas técnicas modernas, sino obtener de ellos todo el respaldo en datos y referencias que le sean necesarios para la clasificación del problema y su correspondiente análisis.
Una vez analizado el problema, viene la fase de estudiar diferentes alternativas de solución
En este sentido juegan un papel muy importante la experiencia, los conocimientos y el espíritu creador del ejecutivo.
Lo importante es evitar la adopción de soluciones rutinarias, que sólo consiguen postergar el problema. Esas cualidades permiten también dejar ideas irracionales, que no satisfagan las políticas de la empresa.
En esta fase es conveniente conseguir la participación de otras personas de niveles superiores, frente a quienes se deben barajar las diferentes alternativas y verificar su validez.
Este pensar en grupo tiene, además, la conveniencia de lograr un compromiso para su 'posterior ejecución.
           Esto es muy importante, ya que el directivo generalmente no se encuentra solo, y debe negociar con otras personas la implantación de determinada decisión.
El pensar en grupo no significa que el ejecutivo se exima de su responsabilidad en a decisión.
En última instancia él es directamente el responsable y la intención de discutirlo con colegas u otras personas relacionadas con el problema. Implica solamente el deseo de reunir el máximo de alternativas, lo que puede obtenerse sumando las experiencias de diferentes personas.
            Para que el pensar en grupo sea desarrollado eficientemente, deben tomarse en consideración los adagios               norteamericanos." No debe consultarse a carniceros sobre asuntos de naves espaciales" o 'Muchos cocineros dañan el caldo".
           El trabajar en equipo es útil cuando la suma de las aportaciones de los individuos que participan en el grupo es mayor que la que se lograría consultándolos individualmente, o cual se logra cuando se ha elegido bien a quien consultar.
           Por este motivo el directivo debe proceder en forma muy racional al decidir a quiénes recurrirá en esta etapa de formulación de alternativas.

Fase 3.  La tercera fase en el proceso de toma de decisiones es la definición de alternativas. Para su mejor desarrollo el ejecutivo debe lograr la participación de otras personas que puedan aportar efectivamente su experiencia, conocimientos o imaginación.


Para el mejor desarrollo de la Fase 3. el directivo debe tratar de establecer para cada alternativa los pro y contra en cada caso y, si es posible, introducir elementos cuantitativos: costos, resultados esperados, tiempo requerido, etc.

La cuarta tase es una de las más difíciles ya que implica la selección de la mejor alternativa. Esta función es una responsabilidad absoluta del directivo. puesto que es quien debe asumir los riesgos en su ejecución. La mejor decisión es aquella que cuenta con atributos de calidad o adaptabilidad.
Con respecto a la calidad de la decisión, esto ¡implica que se ha hecho en base de los antecedentes más objetivos y que está respaldada en experiencias comprobadas y en juicios racionalmente emitidos.
La adaptabilidad se refiere a la aceptación que la decisión tenga en todos aquellos que están involucrados en su ejecución: superiores, colegas y subordinados, beneficiarios o usuarios de los bienes o servicios que genera la organización.
Un aspecto muy importante en esta fase es que la elección de alternativa debe de ir acompañada de una segunda selección para el caso de que ésta no logre los resultados esperados o encuentra resistencia en su aplicación.
El directivo debe ser capaz de prever anticipadamente los problemas que puedan presentarse y. al igual que un estratega militar, introducir cambios en sus filas, de acuerdo con el comportamiento de sus huestes y de su enemigo en el campo de batalla.
En el caso de que sólo exista una alternativa posible. el directivo debe dejar abierto un camino de retirada si la solución no tiene el éxito esperado.


Fase 4: La cuarta fase en el proceso de toma de decisiones, consiste en la elección de la mejor alternativa, que es aquella que cuenta con los atributos de calidad y adaptabilidad.


La quinta tase en el proceso de toma de decisión es lograr que ésta se traduzca en acción. Una cosa es determinar la decisión y otra es que ésta se aplique y solucione el problema.
Muchas decisiones han fracasado por una deficiente ejecución. En algunos casos ello ha ocurrido porque no se logró previamente su aceptación por parte de las personas que tenían que intervenir en su ejecución.
La presencia de personas clave en la ejecución durante el proceso de formulación de alternativas, permite asegurar mejores resultados en la conversión de la decisión en acción efectiva.
El ejecutivo debe prestar mucha atención a la fase de ejecución y establecer procedimientos que permitan su adecuado seguimiento. Si ésta no funciona en la forma prevista, debe estar en condiciones de introducir los ajustes correspondientes.

Fase 5:  El proceso de toma de decisiones finaliza cuando se ha logrado la ejecución y el control correspondiente de la alternativa seleccionada.


Con este objetivo el directivo debe establecer el mecanismo para el control de su ejecución y en caso de problemas establecer oportunamente los ajustes si la solución que se aplique no logra los resultados esperados.

El proceso de toma de decisiones constituye la razón de ser del directivo. y por ello debe realizarlo permanentemente. ya que cualquier decisión es mejor que ninguna. Mientras más tiempo se demoren, más se complican. Una decisión tardía tiene el inconveniente que en caso de error, no hay tiempo para hacer cambios.

En muchas ocasiones se demora innecesariamente la decisión, sin que el tiempo transcurrido haya significado ningún cambio positivo.

La incertidumbre y paralización que provoca la demora, ocasiona una serie de efectos negativos, que obstaculizan aún más la situación.

La diferencia principal entre un ejecutivo tradicional y uno moderno es que este último tarda segundos en decidir. en tanto que el tradicional pasa semanas para adoptar la misma decisión.

Esta es la razón del ritmo del progreso de ambos tipos de directivos. Mientras el tradicional sube por la escalera, el directivo moderno lo hace por el ascensor. Obviamente llega más alto y más rápidamente.









RESUMEN:

La importancia del proceso de toma de decisiones se debe a que se ha producido un proceso de democratización en las organizaciones, en que actualmente no sólo decide el dueño o jefe superior. Esto significa que se ha despersonalizado el proceso de toma de decisiones.



Se hace necesario también porque deben sumarse conocimientos, habilidades y experiencias para adoptar correctamente una decisión, ya que el mundo moderno exige un mayor grado de refinamiento.

Finalmente, porque en el mundo moderno así como las posibilidades son mayores, los riesgos también son infinitamente superiores.

Un ejecutivo exitoso en materia de toma de decisiones debe proceder con la máxima racionalidad; debe ser dinámico, debe ser imaginativo o capaz de estimular la imaginación. Debe poseer coraje suficiente para asumir los riesgos que toda decisión implica.

Las fases en el proceso de toma de decisiones son las siguientes:

a) Definición exacta del problema.

b)       Análisis exhaustivo del problema.

c)       Definici6n de alternativas.

d) Selección de la mejor alternativa.

e) Evaluación y control de la mejor alternativa.

Importancia 1: La toma de decisiones es una de las actividades básicas del ejecutivo.
Importancia 2:        El mundo moderno hace necesario el que se adopten en forma oportuna decisiones que permitan adaptar (a organización a frecuentes cambios y aprovechar las oportunidades que se presentan.

Condición 1: El ejecutivo debe proceder con la máxima racionalidad en la toma de decisiones, evitando influencias perturbadoras de estados emocionales, agotamiento o actitudes rutinarias.

Condición 2: El directivo debe ser dinámico en la toma de decisiones, procediendo a una velocidad óptima que depende de la disponibilidad de información, de su nivel de autoridad y de la disponibilidad de la información básica.

Condición 3:  El directivo debe ser imaginativo, o bien ser capaz de estimular la imaginación en sus colaboradores para tener éxito en el proceso de toma de decisiones.
   
            Condición 4: El ejecutivo debe poseer coraje suficiente para asumir los  riesgos que están presentes en toda decisión.










EL CASO DE RAYMUNDO PÉREZ


Raymundo Pérez es el empleado más antiguo de la fábrica de lápices. Es el único de los actuales colaboradores de Eduardo Blas, que trabaja en la empresa desde que éste la fundó. Es una persona muy apreciada por todos y hubiera llegado mucho más lejos si fuera capaz de tomar decisiones. Por este motivo no se ha movido en 15 años de su puesto de Jefe de Servicios Generales, a pesar de que su lealtad, capacidad de trabajo y gran conocimiento de la empresa le habrían permitido ocupar posiciones de mayor responsabilidad

La confianza que tiene Raymundo Pérez con Eduardo Blas le ha permitido evadir la responsabilidad cuando debe adoptar una decisión importante. En esos casos va a casa de Eduardo y le presenta el problema para que lo resuelva. Una vez adoptada la decisión, Raymundo la ejecuta en forma impecable, lo que representa una gran satisfacción para Eduardo ya que con ello demuestra la validez de sus ideas. En esta misma forma han trabajado siempre: Eduardo decide y Raymundo Pérez ejecuta

Debido al cambio de la fábrica a una localidad rural Raymundo Pérez está haciendo frente a un gran problema. Eduardo ha tenido que viajar al exterior y tendrá que decidirlo todo personalmente. Ello supone una gran responsabilidad ya que cualquier error sería muy evidente. Tampoco puede esperar debido a que el traslado debe hacerse de inmediato porque demolerán el edificio actual, por donde pasará una autopista.

Raymundo Pérez ha elaborado un plan para el cambio y ha pensado contratar una flota de camiones para el próximo fin de semana. No ha comunicado a nadie todavía cómo será la nueva distribución de espacios y oficinas para no tener problemas. Esa es la forma en que siempre ha procedido con Eduardo, quien informaba al personal después de que la decisión se había adoptado.

Raymundo está asustado por la magnitud de su responsabilidad y se decide a conversar su pro-lema con Arturo King, quien se ha ganado su respeto por la forma brillante como participa en las reuniones del Consejo de Dirección. Esta es la conversación entre Raymundo  y Arturo:

(Raymundo)    Perdone que lo moleste, Arturo, pero quisiera saber su opinión respecto al traslado a las oficinas que realizaré este fin de semana. Este es mí plan y me gustaría discutirlo con alguien, ya que Eduardo no regresará antes del cambio.

(Arturo)   Muchas gracias, Raymundo la verdad es que no tenía idea del cambio y creo que el resto del personal tampoco. ¿Qué le parece si lo tratásemos en una reunión para conocer las opiniones de los demás ejecutivos?

(Raymundo)        No me parece conveniente, ya que pueden haber muchas personas que no estén de acuerdo y eso complicaría el cambio, que debo hacerlo este fin de semana.

(Arturo)     Esas personas que no están de acuerdo, pueden crear mayores problemas una vez que el traslado se haya hecho, sobre todo si no les consultamos ahora. ¿No le parece?

(Raymundo)   Con Eduardo siempre lo hemos hecho así y al poco tiempo todos se tranquilizan.

(Arturo)    Sí!, Eso ocurría antes por dos motivos: Primero que Eduardo es el que manda y segundo que antes todo lo decidía él. Actualmente el mismo Eduardo solicita la opinión en cualquier asunto de importancia, y creo Raymundo que un traslado es algo en el que todos debemos participar para la adopción de la mejor decisión. ¿No cree usted?

(Raymundo)    El plan está hecho con la mayor racionalidad e imaginación. Creo sinceramente que no puede ser mejor. La consulta puede retrasar el traslado y por último yo asumo todo el riesgo  por posibles errores.

(Arturo)   Usted ha considerado las condiciones básicas que están detrás de una decisión: racionalidad, imaginación, dinamismo y coraje para aplicarla. Por lo mismo le sugiero que tratemos su plan en una reunión para que la gente se sienta partícipe de esta decisión, ¿me entiende? Y todos estén dispuestos a aplicarla.

(Raymundo)    Entonces, ¿cómo debiera presentar el plan?

(Arturo)     Mire Raymundo, las fases en la toma de una decisión son la definición exacta del problema, su análisis exhaustivo, la definición de alternativas, la elección de la mejor y finalmente la ejecución y control posterior. En el caso del traslado el problema ya está definido. Está ahí, no tenemos otra salida y debemos irnos de este local. Lo mismo su análisis exhaustivo ya que lo deberíamos haberlo pensado en condiciones tranquilas y no con una orden de desalojar. Mire, creo que usted debiera dar el máximo de detalles en la fase de definición de alternativas.

(Raymundo)   Eso no es ningún problema. Antes de decidir lo que yo propongo estuve una semana considerando diferentes posibilidades.

                 (Arturo)   Creo que esas posibilidades debiera explicarlas en la reunión para que se den cuenta de cómo llegó a la alternativa que usted sugiere. Si su elección ha sido apropiada la confirmarán y tendrá la ventaja de que todos colaborarán en su aplicación. Pero lo más probable es que en la discusión surjan ideas diferentes que enriquezcan su plan. En el Comité de Dirección hay personas que tienen diferentes experiencias y habilidades y es posible que vean aspectos ventajosos de los que usted ni yo nos hemos dado cuenta. En ese caso lo lógico es recoger esas sugerencias, sobre todo si hacen más fácil el traslado.

(Raymundo)    Bueno, ¿y qué pasa sí nadie comenta nada?

(Arturo)   En ese caso estará usted seguro de que su decisión era la mejor y que se aplicará sin contratiempos. Después de ojear el plan creo que eso es lo que sucederá, así es que no tenga recelo y preséntese a los leones lo antes posible, que estoy convencido de que no le harán nada.



SUMARIO


Raymundo pensaba efectuar el traslado sin consultar a nadie porque consideraba que no era necesario hacerlo.

Raymundo considera que el plan es bueno porque la decisión está basada en racionalidad, imaginación, dinamismo y coraje.

Arturo le objeta advirtiéndole el problema que puede presentarse por no consultar a los demás ejecutivos. Es seguro que al no ser informados previamente del cambio no acepten la asignación de espacios y oficinas.

Arturo le propone que presente las alternativas en una reunión ya que con ello se confirmaría que la solución del plan es la mejor y se aseguraría su aceptación.

COMO TOMAR MEJORES DECISIONES

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