CounterVisitors since November 26, 1997


EL SIGNIFICADO ESPIRITUAL DE LA ADVERSIDAD

Editorial Bahá'í Indoamericana Besares 2342-Buenos Aires, Argentina

El nuevo vivir del hombre en la "Era de Oro" venidera dependerá de una actitud completamente nueva, no sólo hacia Dios, sino hacia el prójimo y también hacia aquellas tribulaciones, penas y desaveniencias que le sobrevienen a cada paso por los senderos terrenales.
Estas tribulaciones, desaveniencias, sufrimientos y penas tienen, dentro de la Fe Bahá'í, el significado de pruebas. Ellas pueden afrontarse de tal manera que sirvan como peldaños para escalar el sendero del progreso espiritual del hombre, y no como obstáculos en su recorrido. Para ello, es necesario comprender el propósito del Todopoderoso al someternos a ellas, como se verá en las páginas de este folleto.

En la Fe Bahá'í, la ¨conformidad radiante¨ha sido ordenada al hombre para su vida en la Nueva era. 'Abdu'l-Bahá - no solamente enfatizó la gran necesidad de esta cualidad en el mundo de hoy, sino que también señaló los benéficos resultados que seguirían como consecuencia lógica de tal actitud hacia la vida.
¨Las confirmaciones del espíritu¨ - dijo 'Abu'l-Bahá - ¨son todos esos poderes y dones con los cuales ciertas personas nacen y a los que los hombres llaman el genio, aunque algunos tienen que esforzarza con penas infinitas por conseguirlos. Vienen a aquél, hombre o mujer, que acepte la vida con conformidad radiante.¨
1/
Las Manifestaciones de Dios, * a pesar de las terribles persecuciones, indescriptibles crueldades, crucifixiones, martirios y encarcelamientos que les ha tocado soportar mientras proclamaron su mensaje de conocimiento, amor y misericordia a la humanidad, siempre han dado un ejemplo perfecto de la verdadera vida espiritual.
En esta edad, el
Báb y Bahá'u'lláh, ** mientras sufrían las persecuciones que sobrevinieron a todos los profetas de Dios, mostraban al mundo ejemplos de vida de conformidad radiante. En una ocasión Bahá'u'lláh escribió las palabras siguientes ¨ Alabado seas, oh Señor Mi Dios, por las maravillosas Revelaciones de Tu inescrutable mandato y las múltiples aflicciones y pruebas que Tú has destinado para Mí... A pesar de lo penosa que es Mi tribulación, oh Dios, Mi Bienamado, Te doy gracias y Mi Espíritu está agradecido por todo lo que Me ha acontecido en el sendero de Tu placer. Estoy contento con todo lo que Tú has ordenado para Mí y doy la bienvenida a las penas y sufrimientos que tengo que soportar, por calamitosas que éstas sean¨. 2/

'Abdu'l-Bahá, Quien sufriera persecusiones semejantes a las de Su padre, Bahá'u'llá, todavía enseñaba y practicaba la misma vida de alegría radiante, y aceptaba las visicitudes sin quejarse. Aunque estuvo encarcelado por más de cuarenta años en la terrible colonia penal de 'Akká, Siria, El comprobaba con Su propia vida la verdad de las palabras que El anunció: ¨No hay prisión salvo la prisión del Yo¨. 3/
Los seres humanos, en su mayor parte, estarían de acuerdo con que la conformidad radiante podría alcanzarse fácilmente y sin esfuerzo si no fuera por la constante presencia de problemas, tribulaciones, dolores, desaveniencias y sufrimientos, que se cruzan como nubes y se interponen entre ellos y su felicidad. Cuál es, entonces, la sabiduría de todos estos padecimientos?
La humanidad siempre está buscando la felicidad y se muestra desanimada cuando fracasa en su anhelo por alcanzarla, mas la felicidad terrenal no ha sido en el pasado la verdadera meta de tal búsqueda. Los hombres han vivido y han muerto en un mundo de tribulación. Sin embargo, la vida terrenal es de capital importancia y de gran valor espiritual, pues provee el mejor ambiente para el desarrollo del alma y para el progreso individual de la raza humana. Empero, no constituye el medio adecuado para la plena realización de los más altos deseos de los hombres, porque es la primera etapa de la vida más alta y más completa en el otro mundo.
'Abdu'l-Bahá nos llama la atención a esta verdad en las palabras siguientes: "Aquello de lo cual él (el hombre) tiene necesidad en el mundo del Reino, debe obtenerlo aquí. En la misma forma en que se preparó a sí mismo durante su gestación adquiriendo las fuerzas necesarias para este mundo, del mismo modo todo lo que ha de serle necesario en el Reino-todas las fuerzas del Reino-deberá adquirirlo aquí, en este mundo". 4"La sabiduría de la aparición del espíritu en el cuerpo es esto: el espíritu humano es un Depósito Divino, y debe atravesar todas las condiciones, pues su paso y avance a través de las condiciones de la existencia constituyen el medio por el cual adquiere perfecciones" 5
Por lo tanto, el desarrollo del alma es la labor más importante e incluye, también, el desenvolvimiento de las facultades mentales. Pero una vida de comodidades no favorece el desarrollo de las cualidades del alma; es por ello que la etapa terrenal, con sus pruebas y tribulaciones, ha sido ordenada como el mejor lugar para este noble propósito. Las cualidades del alma son la justicia, la misericordia, el amor, la paciencia, la compasión, el perdón y todas las demás virtudes.
El hombre no nace con sus facultades mentales y cualidades del alma en evidencia, pero se encuentran latentes dentro de él - así como la semilla contiene dentro de sí al árbol - y son traídas a la existencia por primera vez en la vida terrenal. Así como la belleza del árbol, con sus ramas, hojas, flores y frutos, no es visible en la semilla sino hasta cuando ésta es depositada en el corazón oscuro de la tierra, regada por las lluvias y henchida por el calor del sol, a cuyo impulso desarrolla raíces, ramas, hojas, flores y frutos, así el hombre revela también las cualidades de su alma experimentando el vivir en esta tierra oscura, la cual es así solamente cuando se la compara con el otro mundo, el cual es el mundo de luz.
Las pruebas y tribulaciones que acompañan al hombre en su vida pueden semejarse a la lluvia y el calor del sol, los cuales hacen germinar, crecer y florecer la semilla. Nadie pondrá en duda que las cualidades de la mente y el espíritu se desarrollan mendiante las dificultades y los sufrimientos. Muchas ideas, invenciones y descubrimientos son concebidos y traídos a la existencia por la necesidad y cuando los hombres se hallan cercados por limitaciones o rodeados por desavenencias.
Por ejemplo: quién negará la verdad de que los dolores ablanden el corazón, que los sufrimientos desarrollan la compasión y que la paciencia y la fortaleza llegan a quienes deben soportar severas pruebas y fuertes tentaciones? El servicio se aprende cuando uno se ve forzado a entrar en situaciones donde se requiere el servicio; por consiguiente, todas las pruebas y los sufrimientos traen una cosecha de virtudes espirituales. Los más severos y temidos sufrimientos son los medios por los cuales se ponen al descubierto las facultades mentales más agudas y se traen a la existencia las cualidades sin precio del alma."
Son estas cualidades espirituales las que constituyen el verdadero valor del hombre.
Cuando a 'Abdu'l-Bahá se le preguntó: "Cuál es la verdadera grandeza del hombre?", El contestó: "Sus atributos espirituales. Nadie podrá destruir sus cualidades; son de Dios". 6
Por consiguiente: "Las pruebas son beneficios de Dios, por las cuales debemos estar agradecidos a El. La pena y el dolor no nos vienen por casualidad; nos son enviadas por la Misericordia Divina para nuestro perfeccionamiento.
"Mientras un hombre está feliz, puede que se olvide de Dios; pero cuando el dolor y las penas lo abrumen, entonces se acordará de su Padre que está en el cielo y Quien puede liberarlo de sus humillaciones. "Los hombres que no sufren no obtienen la perfección. La planta más podada por el jardinero es aquella que, cuando el verano llegue, tendrá las flores más hermosas y frutos más abundantes". 7 Cuando se le preguntó a 'Abdu'l-Bahá: "Progresa más el alma mediante el dolor o mediante la alegría experimentados en este mundo?", El contestó: "La mente y el espíritu progresan cuando son probados por el sufrimiento. Cuanto más se are la tierra, mejor crecerá la semilla, mejor será la cosecha. Lo mismo que el arado surca hondamente la tierra, purificándola de malas hiervas y abrojos, así el sufrimiento y las tribulaciones libran al hombre de las pequeñeces de esta vida terrenal, hasta que él llegue a un estado de completo desprendimiento. Su actitud en este mundo será hacia la divina felicidad. El hombre, por decirlo así, se halla inmaduro; el calor del fuego del sufrimiento le hará madurar. Mirad hacia atrás a los tiempos pasados y encontraréis que los hombres más grandes han sufrido más".
Continúa aquíCLICK AQUI
8