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Jorge Maspons
"El Día Más Hermoso"
....Pero el ángel les dijo: No temaís; porque os doy nuevas de gran gozo
que será para todo el pueblo: Que os ha nacido hoy, en la Ciudad de
David, un Salvador, que es Cristo el Señor.... (Evangelio de San Lucas
2:10-11)
Ya estámos en la época de el año en que nos preparamos para
celebrar la Navidad, es decir, el nacimiento de el Hijo de Dios, Nuestro Señor
y Salvador Jesucristo. Pronto muchos estarán ocupados en situar el árbol
de Pascuas en algún rincón de la casa y en comprar regalos para familiares y
amigos. Es tiempo de alegría y de regozijo. Pero también para
algunos es tiempo de tristeza. Muchos recordamos con emociones "mixtas"
los tiempos pasados y los gratos recuerdos que tenemos de la niñez y de
familiares que ya han partido de éste mundo para estar con el Señor.
Yo recuerdo bastante bien la Calle Galiano en La Habana; los
hermosos adornos Navideños y las multitudes caminando por las aceras,
observando las grandes selecciones de regalos con aquel espíritu de fiestas
sanas que teníamos. Así era la Cuba que yo conocí. Yo tenía la
oportunidad de viajar un poco con mi padre y observar según el atendía a sus
clientes disgregados por toda la isla. En todos los pueblos por más pequeños
que fuesen había el mismo espíritu. Infinidad de veces llegabamos a una
finca e inmediatamente querían matar el puerco y preparar el almuerzo. Así
era la Cuba que yo conocí. La mayoría celebraba la Noche Buena y Navidad
con bellas reuniones fraternales y dejabamos los regalos para el Día de Reyes,
teniendo así una ventaja sobre otros que dan los regalos el 25 de Diciembre
pues de esa forma la Navidad era menos comercial. Así era la Cuba que yo
conocí. Los niños más pobres siempre recibían sus juguetes, la caridad
del cubano era amplia. Yo visitaba un asilo siempre con mis padres y la
abundancia se veía en todas partes para niños y ancianos. Así era la
Cuba que yo conocí.
En nuestra querida patria Cubana ya no hay éstas grandes fiestas, ni
esas grandes reuniones de Noche Buena. El comunismo, sistema materialista
ha tratado por todos los medios de destruir nuestras tradiciones cristianas;
hasta hace muy poco tiempo ni siquiera se consideraba la Navidad como un día de
fiesta. El comunismo ateo, nacido en el mismo infierno, trajo a nuestra
Cuba el odio, la envidia, la mentira y la cizaña. Y al igual que en otros
países en donde domina esta filosofía maligna, Cuba ha descendido en el más
miserable estado fisico y espiritual. Esto, en contraste con el mensaje
Cristiano de amor, caridad, amistad y sí, también libertad porque donde está
el Espíritu de Dios, allí hay libertad, no solo fisica sino también
espiritual.
Sin embargo, el mensaje de el ángel a los pastores y el cántico de las
Huestes Celestiales en aquella primera mañana de Navidad, forman un arma
espiritual que ni aún el comunismo podrá destruir. La Fé, la Esperanza
y el Amor permanecen para siempre; aunque nos quitasen la vida, éstos
dones
de Dios nunca serán opacados por los asesinos marxistas.
Hoy nos aproximos a los dos milenios (no sabemos exactamente la
fecha del Nacimiento de Jesús) de la Primera Venida de Cristo y a través de
todos estos años, siempre han habido elementos como el comunismo internacional
que ha tratado de prohibir a los hombres y mujeres sus derechos de libertad y
dignidad individual.
El mensaje de el ángel está tan vigente hoy así como lo estuvo
en aquella mañana gloriosa hace ya tanto tiempo y nos habla a nosotros también:
Nos dice que hay esperanza, que no todo está perdido. Tenemos un Salvador
tan potente en estos tiempos modernos, así como en aquellos tiempos de el
Imperio Romano; un Salvador que está dispuesto, llamando con los brazos
abiertos.
En nuestra Cuba muchos recordaran ésta fecha y por mucho que hagan
los enemigos de Cristo para evitarlo, aunque falten las cosas materiales, allí
estará Cristo con sus seguidores verdaderos. Nosotros, los que hemos
llegado a éstas tierras de libertad tenemos una gran responsabilidad. Aquí
si podemos celebrar la Navidad con alegría y con seguridad de que no vamos a
ser perseguidos por nuestra Fé, al menos hasta ahora hemos tenido la libertad
de practicar esta Fé. Somos responsables porque tenemos que llevar a el
mundo el mensaje, debemos proclamar a todos los pueblos que hay una fuerza
superior a el comunismo: Que nos ha nacido el Salvador, que hay esperanza,
que no todo está perdido.
Dios quiera que nuestro pueblo sea libre, que le conceda la libertad que
sienten en sus corazones y Dios permita también que los que estámos aquí, con
libertad plena, hagamos la decisión de seguir el simple pero hermoso camino que
nos dejó el Salvador.
FELICIDADES A TODOS MIS AMIGOS Y QUE DIOS LES BENDIGA EN EL 2001.
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