CALENTAMIENTO GLOBAL

 

El Protocolo de Kioto resultaría insuficiente frente a la magnitud que puede alcanzar el problema de cambio climático.

La contaminación que produce el hombre sería la principal causa del calentamiento global. 

Desde hace 650.000 años no había una concentración tan alta de CO2 en la atmósfera.

Planes forestales, la primera prioridad para Colombia. Las políticas energéticas y del transporte deben deben complementar las acciones del país.

Archivo / UNIMEDIOS

Por Gonzalo Duque-Escobar,
Director Observatorio Astronómico de Manizales- OAM.

Las previsiones del cuarto informe elaborado por el Panel Internacional para el Cambio Climático, reunido en París para evaluar las consecuencias de este fenómeno, son una de las noticias más relevantes. En este informe, el organismo creado por la ONU concluye que el planeta experimentará este siglo un calentamiento que variará entre 1,8º y 4º C, de acuerdo a las características que presenten diferentes zonas.

Agrega el informe que el calentamiento se debe, con un 90% de certeza, a la actividad humana y en especial, al uso intensivo de los combustibles fósiles. Según las conclusiones de los expertos, la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera es el principal causante del llamado efecto invernadero, y por tanto, del calentamiento global.

Los objetivos legalmente obligatorios del Protocolo de Kioto buscan reducir en 5,2%, para el período 2008-2012, las emisiones de gases de efecto invernadero globales sobre los niveles de 1990. Aunque ahora es el único mecanismo internacional para empezar a enfrentar el cambio climático y minimizar sus impactos, puede resultar insuficiente frente a la magnitud que podría tener el problema.

Al subir la temperatura del planeta, como consecuencia de la fusión de los glaciares, se incrementará el nivel medio de los océanos entre 18 y 59 centímetros, dependiendo la cuantía de la gravimetría de cada lugar. Y con el calentamiento de las aguas de los océanos, al generarse una mayor inestabilidad en la dinámica de la atmósfera, se producirá un desequilibrio generalizado en la máquina atmosférica, cuyas turbulencias se expresarán con olas de calor que causarán más sequías y con lluvias violentas que desencadenarán inundaciones, además de una mayor intensidad y frecuencia de  huracanes, ventiscas y tornados.

Según estos expertos, desde hace 650.000 años no había una concentración similar de CO2 en la atmósfera. Entre las consecuencias y principales problemas que deberán enfrentar los planificadores por las variaciones del clima, merecen atención la intensificación de fenómenos como los procesos de desertificación, la crisis en el suministro de agua, la ocurrencia de desastres naturales y la pérdida de ecosistemas estratégicos.

Para mitigar en parte los fenómenos erosivos y de aprovisionamiento de agua, la recuperación y preservación de los bosques, en especial la de los bosques de galería, es una medida de extremada urgencia para obtener resultados a mediano y largo plazo. 

Uno de los dilemas más importantes del mundo actual, de cara al medio ambiente, es cómo obtener la energía que necesitamos sin generar efectos que contribuyan al cambio climático. Al respecto, cada día crece el consenso sobre las dificultades absolutas de resolver esta problemática en el corto plazo, sin comprometer la estabilidad económica .

Así mismo, se considera que para alcanzar metas deseables en el 2050, la única posibilidad es combinar el uso eficiente de los recursos energéticos con las energías renovables. A esto se deberá sumar el desarrollo de una cultura de mayor austeridad, que reduzca los hábitos consumistas, "energívoros" y de despilfarro.

Los combustibles contaminantes, que son los combustibles fósiles y los nucleares, tienen un mercado que puede ser retomado por combustibles soportados en tecnología de fuentes limpias, como los biocombustibles, la energía solar, la energía eólica, la geotermia y la hidroelectricidad. Pero las barreras para esta revolución energética, que considera además de las tasas y niveles de consumo, el modelo de desarrollo, son del orden político y no de carácter técnico. El 20% de la electricidad del mundo actual se genera a partir de recursos renovales.   

En el plano energético, Colombia depende hoy de carbón y petróleo para su abastecimiento interno y para financiar el presupuesto general de la nación. Ante la incursión en el mercado de los biocombustibles para complementar las fuentes internas, la hidroelectricidad debe ser retomada como asunto prioritario, pues cuenta con un potencial hidroeléctrico diez veces superior a lo que se aprovecha en la actualidad.

Pero también es indudable que el fortalecimiento del transporte público con medios masivos para los ambientes urbanos, y el del transporte de carga troncalizado por vía hídrica y ferroviaria (más económicos que por carretera), deben ser parte de las políticas energéticas del país encaminadas a la solución de esta problemática.

UN Periodico - 12 de febrero de 2007- http://unperiodico.unal.edu.co/ediciones/100/100_kioto_20070131.html

 

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