CRUZ NEGRA ANARQUISTA
TODO ES MISERIA VOLVER
La
miseria no sólo se divisa al ver la villa o los barrios que inevitablemente
terminarán siéndolo; la miseria nos empapa y nos devora a
cada instante por y para mantener un privilegio que, a su vez, necesita
quien mantenga estos: es decir necesita de una clase oprimida maniatada
que, a fuerza de represión, genere nuestra sumisión. Por lo
cual puedo afirmar que la miseria es el síntoma de esta situación
de opresor-oprimido y por tanto también puedo afirmar que este síntoma
se elimina de raíz y es terminando con la clase opresora, para luego
terminar con las diferenciación de clases.
En esto términos parecería muy sencillo pero a través
de la historia se ha atacado al capital constantemente, en mayor o en menor
medida, y más allá de los logros me interesa decir y recalcar
que los valores más humanos que conozco son fruto de esta lucha por
la libertad.
Decir que uno no es miserable por no estar tan tirado como otros es mentirse
a sí mismo, pues no creo que sea muy digno ver un reloj y acodarse
de que nuestras horas también tienen dueño, y no somos nosotros
precisamente; más allá de que sean 8, 6 o 2 horas. Diferentes
luchas equivocadas han logrado que la gente no sólo sea inconsciente
de nuestra situación como oprimidos sino que también a través
del tiempo se naturalice con ésta, generando así una búsqueda
de conciliación para
con los dueños de nuestra miseria y separando así a los que
se levantan contra estos y no aceptan las condiciones.
Como dije antes, esta situación nos empapa y nos devora y cuando
digo nos empapa estoy diciendo que todos y cada uno de los habitantes de
esta tierra vivimos en nuestra cotidianeidad situaciones miserables, algunos
(que por cierto son la minoría) lo aprovechan para beneficiarse y
el resto, sometido por toda herramienta opresora, contribuye al beneficiario
o lo ataca. Y es por eso que al decir que nos devora hago un fuerte hincapié
a que esto no suceda, pues es nuestra herramienta para no caer en su esquema
y no reproducir la mierda que nos hacen vivir día a día.
¿O acaso no es miserable mirar a una persona y sentir lástima
de ella? ¿o acaso lo es un carnero, un botón o un trabajador
que se siente orgulloso de serlo? Todo es miseria y a ante esto no cabe
ninguna conciliación: están los que quieren sostener esto
y los que no. Sabemos que la lucha fue, es y será dura pero es la
única forma de liberarnos.
Destruir a quien nos ahoga y no nos deja respirar es nuestro único
camino.
Pototo
SIN POLICÍA VOLVER
Allí
estaban, existencias insultantes que atentan contra la libertad, los desposeídos
de toda grandeza, de toda moral humana, reducidos a una minúscula
racionalidad de lo maravilloso de la vida. Hambrientos monstruos, dignos
del terror más oscurantista de la naturaleza, alimentados con los
fétidos huesos del mismísimo asco, justificados con la avaricia
y egoísmo de una cultura social, inventados en la aparente estabilidad
de las entrañas de la tracción, del aniquilamiento del hombre
por el hombre, cultivando la cobardía y la muerte, arrasando con
lo que ellos no pudieron ser: “hombres”.
Ciervos y esclavos de una ley que los mantendrá eternamente postrados.
No existen como posibilidad, se convirtieron en lo que son y lo que son
es digno de profundo desprecio y odio. Para ellos no existen reivindicaciones
posibles, para ellos no existen reformas ni luchas laborales, laborales,
por que son el asesino engranaje de esta infernal máquina de terror
y de muerte. Ellos eligieron el camino del estiércol y la miseria
humana en su mayor estado.
Nos enseñaron a convivir, a necesitar estos instrumentos de perversión,
nos enseñaron a justificarlos, a respetarlos, a admirarlos y copiarlos.
Nosotros desde ese NO!!!, con la vida impuesta (esa vida que no nos pertenece),
los despreciamos con nuestros sentidos bien agudizados, con nuestros sentimientos
de tiernos hombres, les decimos: ¡que los odiamos! Pero no sólo
odiamos la punta del fusil, sino quien la construye, quien la acciona, quien
la justifica, quien la guarda y calla.
Para ellos, sólo vivimos con la insistencia y contundente ansia y
deseo, ¡que se transformen en cenizas!
J.C.
DIGNIDAD DE UN OBRERO VOLVER
Cuando
decimos socializar las riquezas, no sólo nos referimos a lo producido,
sino también a los medios de producción. No pedimos salarios
más justos (o menos injustos), sino abolición del salario
y de la explotación del hombre por el hombre. Si los obreros obtuviesen
como paga una parte más acorde a lo producido, vivirían económicamente
mejor, pero si no echan a patadas a sus patrones, estos seguirán
siendo los que decidan si comen o no.
Sé lo que es la plusvalía, pero la explotación no sólo
se explica con números, porque no somos máquinas. La explotación
se explica sintiendo la humillación de los oprimidos, lo que producen
las relaciones de poder y el acaparamiento de las riquezas. No es el excedente
de lo que produzco lo que más me preocupa, ya que es mi propia vida
la que me quitan. Porque no me veo a mí mismo como un mero productor
de objetos (y etcéteras) o como un simple obrero, sino como un humano
(con todos los derechos que tengo como tal).
La plusvalía se la dejo a los economistas, para que justifiquen su
injustificable existencia. Se la dejo a los que quieren ser nuestros nuevos
patrones diciendo que repartirán las riquezas más equitativamente.
Aunque hagan las cosas menos injustas económicamente, seguirán
siendo los dueños de nuestras vidas; los que dirán si servimos
para algo o no, los que nos matarán o dejarán vivir según
les convenga.
¡Cuidado! Mucho cuidado con los que hablan de dignidad obrera, de
aumento salarial, de reducción de jornada; cuando les convenga, todo
el mundo a deslomarse por su causa, so pena de ser acusados de contrarrevolucionarios.
El patrón seguirá siendo patrón así sea un individuo,
varios o un Estado; seguirá siendo un parásito que vive a
costa de nuestros esfuerzos y sufrimientos. Sobran ejemplos de lo que escribo
aquí.
Además, si seguimos considerando que el trabajo sirve para comerciar
y no para subsistir, nuestras vidas seguirán valiendo lo que diga
el mercado.
Coco
LOS MANSOS VOLVER
Los
medios de adoctrinamiento social, (tv, radio, prensa), nos escupen a la
cara continuamente el mensaje patético y cada vez más cercano
al fascismo, mensaje directo y al estomago, de una burguesía cada
vez más unida en su reclamo de seguridad en el gran Bs.As.
Primero fue Blumberg, que como arcángel San Gabriel empuñó
la espada de la justicia haciendo un santo reclamo a la ciudadanía,
concepto carente de sentido por cierto, para esos 20 millones de pobres,
pidiendo justicia “justa” y un Estado cívico y argentino.
Como buen santo varón auspiciado y protegido por tan digna causa,
sus prédicas dirigidas no se sabe por qué dios, tuvieron eco
en esas capas de la población que, hasta ahora preocupadas por sus
dividendos, no se habían percatado que también empezaban a
peligrar sus vidas.
Las manifestaciones, estúpidas, que siguieron a este Mesías,
y que todavía siguen, nos retrocedieron en el tiempo y por nuestras
pantallas aparecieron cristianos y romanos, con sus velitas en procesión,
pidiendo mano dura contra los bárbaros que pillaban y saqueaban devolviéndole
al imperio todo lo que éste había extendido.
Debido no se sabe a qué impulso divino, por un momento a nuestro
santo varón le cortaron las alas, puede ser que impidiendo que en
su mística celestial, se le ocurriese presentarse de candidato por
algún partido. Lo pusieron en su sitio y una vez comprendido su función,
puente e incitador de los proyectos fascistas entre gobierno, sus patricios
y la plebe identificada con estos, volvió a sus andadas de perro
ladrador, circunstancialmente habilitado como mordedor.
Oh!, pero nuestro cruzado no está sólo, con él, a su
diestra se levantó, como no, una monjita salida de las entrañas
de la bestia, del barrio de la Horqueta (San Isidro), que levanto su voz,
en nombre de una clase atemorizada, la burguesa, lanzando todo un manifiesto
con declaración de principios incluida, interpelando al presidente
de esta nación caótica y destrozada por el capital, exigiéndole
una actitud de defensa de los valores y de la integridad física de
los burgueses.
En este manifiesto responsabilizaban directamente al presidente de los secuestros
de sus hijos y del clima de inseguridad social, y amenazaban haciéndole
saber, que ellos son mansos pero pueden dejar de serlo.
¿Puede ser que en esta amenaza velada esté implícita
la advertencia de que esta burguesía, una vez amenazada individual
y físicamente por la delincuencia, es capaz de abrazar, una vez más,
el fascismo más puro ejemplarizando la mano dura contra el resultado
de su sistema de privilegios?
Esta mujerzuela, en su manifiesto, clamaba contra todos aquellos que tapan
su cara en la protesta tachándoles de cobardes. Ellos que se parapetan
detrás de unas fuerzas armadas y represivas para la ostentación
y acumulación de sus privilegios.
¿Mansos?, señora, ustedes y sólo ustedes son los responsables
de la organización social más salvaje y cruenta de la historia.
Ustedes crearon esta sociedad de exterminio. ¿Dónde estaba
su voz cuando acá mismo desaparecían los hijos de otras?,
¿Dónde estaba y está su clase cuando miles de personas
ven desaparecer sus vidas entre la mugre y el “gatillo fácil”
de sus policías?. ¿Olvidar? ¡Nunca!: jamás olvidaremos
que ustedes capitanean esta vida miserable que nos empuja a la barbarie.
Su única solución: la intensificación en sus barrios
de los asesinos que nos matan.
¿Qué pasa señora, los muros altos y las armas no os
protegen de la embestida salvaje de los oprimidos?, ¿qué pasa,
tienen miedo, porque la furia y el odio organizado o no salta reglas y leyes
dispuesto en su caída a volarles la cabeza?
¡Nunca jamás podrán parar este impulso implícito
en su sistema desigual!
¡Jamás con represión acabarán con el descontento,
sólo lo intensificarán!
¡La única solución es su desaparición!
Y no nos esperaremos a que lo hagan voluntariamente, de eso ya nos encargaremos
nosotros.
Poe
COACCIÓN VOLVER
La
coacción, la violencia ejercida para forzar a alguien a hacer determinada
cosa, es parte de la lucha por la imposición, por hacerse valer o
conquistar derechos. Lo grave es cuando se institucionaliza, cuando deviene
en sistema y se convierte en monopolio de unos sobre otros. En el capitalismo
es la miseria impuesta, la amenaza o la realidad del hambre, que obliga
a los oprimidos a subsistir de la basura de los poderosos; a mendigar trabajo;
a alquilarse por un salario: salario, un eufemismo de basura. Incontables
y anónimos, pasados y presentes, consumidos y exprimidos individuos
al servicio de las riquezas y sus detentadores. Incontables y anónimos
también se rebelaron.
Traigo una historia referida de familia, el abuelo materno de mi abuelo
materno, un tatarabuelo. Vino de Calahorra, España, para trabajar
en el campo, primero en Paraguay y en Formosa hasta asentarse después
en Gerli, Avellaneda. Trabajó limpiando, a balde y cepillo, la suciedad
hedionda de los vagones del tren de carga animal de los estancieros. Era
anarquista, de la F.O.R.A.; la que no pedía trabajo. En pleno auge
del fascismo peronista, durante los funerales de “la abanderada de
los humildes”, su hijo estaba en la calle y una patrulla de policías
o sindicalistas lo obligó a ponerse el luto, al regresar a casa su
padre le dio una paliza por haberlo permitido. Seguramente, o proyectando
uno el propio sentir, un chirlo altruista que dolió más en
la mano. No sabía leer ni escribir, conocía mucho... Su yerno,
quién se juntó con su hija, mi bisabuelo, al que conocí
hasta 1990, también era de Gerli; de Campichuelo y Lacarra. Frente
a su casa se extendía un terreno baldío, deprimido, que tras
las lluvias se hacía laguna, desagote natural del arroyo que pasaba
por debajo de la calle Lacarra, hoy entubado. Era carpintero, empujado a
trabajar, como tantos otros, en la estancia y luego en la carpintería
de los Pereyra Iraola. Trabajó en la construcción de las puertas
de la Legislatura de Capital, puertas que, a golpes y a fuego, los manifestantes
le devolvieron en la rebelión que trascendió el instante.
La destrucción como construcción; al decir de Bakunin.
¿Es que a qué llevó la coacción ejercida a la
antaño mayoritaria clase obrera por parte de los poderosos, los mismos
funcionarios, escribientes y vigilantes que temblaban atrincherados en su
Palacio? Llevó a esta clase de changarines, cartoneros, desocupados,
laburantes, prostitutas, chorros... Parias y desheredados; lúmpenes,
al decir de los marxistas.
Y hoy la justicia acusa a un grupo de manifestantes del delito de coacción
agravada por el ataque a la legislatura, a quienes amenazan con largas condenas.
Hay que decir que a la dirigencia de izquierda deben mucho, también,
su encarcelamiento actual.
Una muestra del cinismo burgués. Los victimarios constantes, los
que tienen el poder de disponer de nuestras vidas según su capricho
o necesidad, se quejan y escandalizan cuando juegan el papel de víctimas,
cuando “nuestro amo juega al esclavo” y, por supuesto, arremeten:
saturan de leyes y policías las calles, muestra de su cobardía
e inseguridad; porque saben, en el fondo, que las riquezas que posen no
les corresponde, riquezas a las que apuntamos arrebaten la totalidad de
los oprimidos. Esta es la finalidad a conquistar con medios: ayer con huelga,
hoy con “coacción agravada”.
A.G.
TENSIÓN-DISTENCIÓN VOLVER
Observar
la sociedad argentina actual es darse cuenta de la inestabilidad social
en la que vivimos, esos tiras y aflojas, que más allá de la
dimensión que le quieran dar los medios de comunicación, (por
menos o por más) existen y se visualizan en formas esporádicas
y en modos espontáneos.
La politización de la protesta organizada y cómo consecuencia
de esta politización, su militarización y su encuadramiento
bajo consignas y luchas partidistas, evidencia la carencia de aptitudes
revolucionarias y de ruptura con el marco y las reglas del juego. Léase,
Estado y capitalismo.
La politización de la protesta, no era ni es algo inevitable como
desde los grupos de izquierda nos quieren hacer creer, ni mucho menos responde
a una maduración del “proletariado” o de la “clase
trabajadora”, éstas apenas existentes en la actual configuración
de los explotados.
La politización de la protesta responde a varios intereses, pero
fundamental y profundamente responde a los intereses del Estado. Reproduciendo
en las organizaciones supuestamente contestatarias la organización
social a combatir, es decir, creando una relación dirigentes-dirigidos
se está fortaleciendo la causa principal de la desigualdad: el Poder.
El sometimiento de las bases a burocracias elitistas y a ideologías
autoritarias, imposibilita la acción revolucionaria, o simplemente
la propia acción autónoma ante algo concreto, y es así
cómo estas organizaciones de izquierdas, o dependiente de éstas,
pasan a formar un apéndice imprescindible del Estado, canalizando
el descontento hacia negociaciones políticas, callejones sin salida,
que como único premio obtienen la consolidación de un burócrata
en la mesa de los verdugos.
A esta situación o proceso creado por la izquierda y aplaudido por
el gobierno, lo llamaremos distensión y, cómo decíamos
antes, tiene una importancia casi suprema en la supervivencia del Estado
y en la aniquilación de las potencionalidades revolucionarias, tanto
individuales cómo colectivas.
Observando al acomodador de este proceso en la sociedad podríamos
afirmar, sin ninguna duda, que la izquierda en toda su amplitud (partidos,
sindicatos, agrupaciones piqueteras) tiene un lugar en el capitalismo como
elemento de protección de las instituciones gubernamentales, domesticando
la protesta e introduciendo, una vez más, el poder y por lo tanto
la sumisión en la vida de los explotados.
Con esto no se quiere decir que ninguno de estos grupos sea capaz de poner
en dificultades al gobierno, o incluso al modelo de Estado. Unas veces,
las burocracias, necesitan apretar al gobierno
para legitimarse como negociadores, otras veces simplemente son superadas
o empujadas por sus bases hacia una leve radicalización en sus formas
o en sus demandas. Pero antes o después la dinámica de la
distensión volverá a tomar fuerza, pues está implícita
tanto en su forma organizativa cómo en sus valores ideológicos.
A pesar de los esfuerzos, tanto del gobierno cómo de los grupos de
izquierda de paliar los síntomas de la sociedad argentina, los efectos
y las causas siguen existiendo, así cómo sus consecuencias.
¿Qué son las comisarías atacadas sino muestra de tensión
tanto con el Estado policial, cómo con los grupos de izquierda, ambos
incapaces de controlar a los revoltosos?
¿A caso la delincuencia no es sino el barómetro donde queda
reflejada la desigualdad existente, a la que se la intenta paliar desde
el individuo o el pequeño grupo de explotados?
¿A caso no existe, diariamente, una tensión, un juego a muerte,
en su pilar más sólido, la propiedad privada, ejercido por
miles de argentinos y argentinas?
Esta tensión totalmente despolitizada, pero también por desgracia
desideologizada es alzada cómo bandera por la burguesía y
el Estado, cómo una amenaza para la sociedad “responsable”,
excluyendo así de un plumazo, o mejor de un porrazo, a millones de
personas, propiciando y favoreciendo desde ese momento, una sociedad paralela,
inferior, y peligrosa.
La distensión inevitablemente acaba en tensión, inevitablemente,
pues es ciertamente esa presión que busca escape, a pesar de los
correspondientes calmantes existentes para reprimir este impulso, el motor
de la humanidad.
¿A caso insertos en las problemáticas cotidianas, día
tras día, no surge dentro de cada persona una bronca hacia los constructores
de este gran tacho de mierda donde vivimos?
Estaría bueno, que a pesar de todo el montaje político-mediático-judicial
y policial, lo sucedido un viernes en la Legislatura se repita y se generalice.
No tan sólo por el echo en sí, sino más bien por lo
que representó y representa, salirse del juego diseñado por
izquierdistas y gobierno, para que la bronca no genere tensión, si
esta no “sirve” a la negociación entre vendedores y vendidos.
No olvidemos algo fundamental, para sentarse en la mesa de reparto del pastel
tenés que ser garante o poseedor de algún bien. Las pretensiones
de cualquier burócrata de izquierdas sólo serán
satisfechas mientras pueda negociar, con el Estado y sus familias capitalistas,
con la responsabilidad y garantía de contener la lucha social despojándola
de toda pretensión revolucionaria. ¡Este es su bien!, ¡el
control!.
La recesión en las luchas populares de las jornadas del 19 y 20 y
las asfixias de las asambleas llevadas a cabo por los partidos, nos debe
de servir de ejemplo y reflexión ante las maneras de la izquierda.
Aparateando las estructuras y mecanismos populares surgidos del conflicto
tan sólo se ha conseguido afianzar las burocracias y al Estado, es
decir, la negociación entre ambos y cómo resultado a los negociadores.
Aprender, pues, es lo único que nos queda después de lo sucedido.
Hoy por hoy, tan sólo genera tensión todo aquello que se alimenta
un poco, por bastante, más lejos de los partidos y sus burocracias,
o al menos cuando éstas son sobrepasadas por la práctica concreta
de alguna minoría insertada o no en la dinámica de los partidos.
Nosotros cómo anarquistas no podemos hacer otra cosa que alentar
este tipo de actitudes y de formas, pues en ellas vemos reflejado nuestro
propio impulso hacia la autonomía y la libertad. Alentamos lógicamente
estas actitudes, pero también instamos a romper con dos cosas.
Por un lado, cómo primer cosa, instamos a romper contundentemente
y de una manera absoluta con las estructuras y formas de partido, con la
organización jerárquica, pues en ella vemos curiosamente el
sistema que queremos combatir. Sus separaciones entre dirigentes y dirigidos
e intelectuales y números, es algo que tanto explícitamente
en los partidos clásicos, cómo implícitamente en algunas
organizaciones “libertarias”, legitima y perpetúa el
poder y por lo tanto a su institución: el Estado.
No deseamos ningún Estado, ni de los de abajo, así cómo
tampoco vamos a permitir que policías rojos usurpen nuestra autonomía
de acción y nuestra libertad individual.
Por el otro lado, instamos también a ir dejando atrás, poco
a poco, y sin menospreciar su valor, al espontaneismo. Si bien la rabia
desatada espontáneamente la aplaudimos, tan bien es verdad que si
esta rabia es efímera poco o nada hemos conseguido. La insistencia
es lo único que nos queda, si queremos desde una minoría que
somos remarcar las actitudes anarquistas en la sociedad o al menos el combate
revolucionario frente al Estado y el capital, y la única manera de
que estas actitudes pervivan en el tiempo es la autonomía total y
absoluta de cada individuo integrado en una lucha, así cómo
la del grupo al que pertenece de jerarquías y poderes supremos, para
de este modo organizar un combate cotidiano y directo.
La formación de grupos anarquistas que surge de esta premisa es nuestro
camino, pero no nos olvidemos que nuestro camino también pasa porque
aquellos que hoy no se llaman anarquistas, al menos rompan con su sometimiento
a la cultura imperante al Estado y a la izquierda y empiecen su camino hacia
la autonomía de pensamiento y acción.
La construcción de una verdadera organización revolucionaría
es lo que buscamos. ¡Pero ojo! Organización no cómo
institución centralizada, más bien lo que buscamos es un estar
organizados, siempre el individuo cómo principio y cómo fin
en sí mismo, que se junte con quién quiera, participe en los
mecanismos de coordinación con quien quiera, y tensione el estado
actual de cosas hasta generar una ruptura mediante un combate constructivo
y destructivo al capitalismo y al Estado.
¡Tensionemos esta sociedad hasta que explote y desaparezca, la miseria,
la explotación y la desigualdad!
Tensionar esta sociedad significa apartase de lideres y burócratas,
avanzando y experimentando arreglo nuestras necesidades.
Tensionar también quiere decir que todos aquellos marginados y delincuentes
más allá de su recuperación individual, deben de pelear
por la construcción social que dé cabida a sus inquietudes
y necesidades.
¡Tensionar es nuestro único camino!
¡Viva la anarquía!
Poe
EN POS DE LA SOCIEDAD COMUNISTA VOLVER
En
nuestra sociedad moderna el fin de la utilidad impera. Todo debe servir
para un fin útil, maximizar beneficios con la mínima inversión;
uno de los principales preceptos de la sociedad capitalista, donde lo que
importa es el beneficio. Esta idea se expande sobre cosas y relaciones y
lo que no sea alcanzar ese fin utilitario no merece la pena hacerlo como
actividad, ni siquiera tenerlo como pensamiento.
Lograr el fin capitalista, no es únicamente monetario. El sistema
económico se tiene que mantener en un sistema social, ambos inseparables
e relacionados, y ese fin lucrativo se convierte también en relaciones
sociales.
Esta interacción, cómo cada persona se relaciona con otra,
en nuestra sociedad moderna se transforma en una interacción basada
en el beneficio personal.
El individualismo es el fruto de esta sociedad moderna y a medida que se
han caído todos los modelos con referencia a una comunidad éste
se ha exacerbado. Antiguamente existían centros de barrio, las agrupaciones,
bibliotecas y demás centros de reunión, con relaciones particulares
y comunes, que hoy día perdieron el lugar dentro de las relaciones
personales. Exacerbado el individualismo, ya solo importa el “yo”
y las relaciones comunitarias fueron dejadas paulatinamente de lado. Todo
intento de ayuda común se ha languidecido y dado paso a la ayuda
común explícitamente y consensuadamente con un fin personal.
Una vez alcanzado el objetivo personal, dentro de un espacio de relaciones
en común, el proceso y todo lo que se haya desarrollado y adquirido
en él no importa, ya que el provecho personal es lo único
que importa y todo lo que no sirva para alcanzarlo es dejado de lado. Siguiendo
los principios de la utilidad capitalista, el grupo, el colectivo no son
más que un medio necesario para alcanzar objetivos individuales.
Plantear objetivos comunes y alcanzar el bienestar común no es entendido
y es excluido, principalmente por considerarlo improductivo, claro, para
el provecho personal.
Así cuasi disueltos los valores en común que trascendían
al “yo”, en los que podía vislumbrarse un comunitarismo,
-desde lo más íntimo como las parejas, la familia a los grupos
de afines, amistades, grupos de opinión- el individualismo tornó
las relaciones en utilitarias. La mayoría de las personas interactúan
con otras para sacar un provecho individual, o el provecho que esta persona
crea necesaria. Las relaciones se vuelven útiles o no, y los fines
en común no lo son en tanto no sirvan a deseos individuales (posiblemente
caprichos). Así, y de a poco, las relaciones se convierten en medios
para un fin, el propio, el que cada uno crea que lo fuera. Relacionarse
deja de ser una necesidad cómo ser humano para expandir sus posibilidades
y generar otra posible existencia en común y se convierte en un medio
para satisfacer necesidades individuales. Los otros, aquellos que no son
uno, son vistos como medios para el fin, modos de alcanzar algo o de estar
de determinada manera, y en tanto eso empiezan a dejar de ser consideradas
personas con las que interactuar. No importa que ese otro tenga las mismas
necesidades y deseos que yo, lo que importa es alcanzar ese fin personal.
El otro es convertido en un medio, una cosa.
Éste tipo de relaciones predomina en los grandes aglomerados urbanos,
en donde la cantidad de personas es tal que no se tiene el suficiente espacio
físico para desarrollarse, y donde la lógica de la
utilidad lleva a una competencia encarnizada entre todos los individuos.
Aquí un principio común se desdibuja cada vez más y
se trata de relaciones para sacar la mejor utilidad individual, aun agrupándose.
Estos grandes aglomerados desde sus principios fueron útiles y configurados
para el mejor desarrollo del sistema de producción capitalista. Debemos
considerarlos como funcionales al sistema.
En contrapartida existieron y existen otras formas de relacionarse y de
concebir las relaciones, en donde el individualismo no está exacerbado,
donde es posible encontrar aspectos en común con el otro. No es necesario
hacer permanente apología al pasado para buscar formas de estar mejor,
podríamos crearlas e intentar ponerlas en práctica en nuestro
presente para que provoque cambios en el futuro. La permanente rememoración
y añoranza del pasado hay veces que no deja ver los problemas coyunturales
del presente, a los que debemos afrontar con diferentes modos que antaño.
No podemos quedarnos permanentemente en 1936, en 1945 o en 1970. Hay que
tener en cuenta los procesos, las particularidades de cada momento de la
historia y tener en cuenta posibles errores para no volverlos a cometer,
pero no podemos volver el tiempo atrás, ni transpolar una situación
a la otra.
Las relaciones comunes son posibles, no ver al otro como un medio para un
fin personal es posible, se pueden encontrar puntos en común, deseos
y necesidades, problemas e inquietudes que agobian al conjunto para resolverlas
y encontrar la mejor forma de llevarlas a cabo en conjunto. Conjuntamente,
es pensando en las necesidades particulares de todos y dejando de lado el
egoísmo
haciendo causa común y encontrando una común unión.
Entendiendo que sin el otro no está uno.
Estoy hablando de relaciones interpersonales, que al alejarnos conforman
relaciones grupales y en su máxima expresión la sociedad.
Sí lo que queremos es un cambio social debemos despojarnos de esta
carga moderna individualista, principio del capitalismo. Debemos comprender
interpretar cómo este perverso sistema de dominio y explotación
ha influido en nuestra forma de ver y de comprender nuestra existencia.
Debemos ver no solo lo que el capitalismo destruye físicamente sino
como invade y envenena conciencias. Debemos despojarnos del pensamiento
moderno y posmoderno, negando las jerarquías que rigen, despojándonos
de los valores impuestos, negándolos e intentar otra forma de ver
y hacer en el mundo.
Debemos comenzar a edificar otras relaciones, otras maneras de ver al otro,
y hacer una nueva sociedad. Una sociedad comunista.
Ubérrimo
LA RELIGIÓN RELATIVISTA VOLVER
Puede
sonar desubicado hablar de ciertas cosas ante la gravedad de la situación
social, pero a esta gravedad contribuyen también las habladurías
ligeras.
No es cuestión de sintetizar opuestos(1) teniendo en cuenta, además,
que tal oposición es sólo en determinado sentido, por lo que,
en otro sentido, no niegan la confluencia. Pero entre ver las cosas, sus
relaciones, transformaciones y permanencias; entre ver el devenir permanente
de lo que concebimos como totalidad y ver y hacer todo del “costado”
estático o estético de la cosa hay un
abismo que condiciona.
Uno (el estético) es la pura apariencia de las formas, que reduce
todo al límite sensorial, viendo todo sólo con los ojos, haciendo
del puro cambio todo y de lo que cambia nada. El otro (lo estático)
es la muerte metafísica que le quita la vida a lo efectivamente viviente
y se la sirve a esencias divinas o divinizadas. Uno nos reduce a animales,
el otro nos impone dioses: ambas posiciones niegan la humanidad, uno por
haber salido, el otro por “querer llegar”. Niegan la vida que
como tal se desarrolla entre el nacimiento y la muerte. De uno u otro lado,
y de las transacciones o compromisos entre ambos, se ha escrito y hablado,
han surgido corrientes, filósofos, detractores de detractores, se
han desgarrado vestiduras, pero todas están contra el hombre. Grandes
pensadores que ubicaron al hombre como un ser indefinido, a medio camino
entre la bestia y Dios, animal deformado o la víctima de un ángel
caído; todo reflejo de su propia indefinición y su caminar
a medias. Grandes pensadores a quienes siguen sobreagrandando.
De la religión como desarrollo de la visión estática
de las cosas y como negación de la humanidad, en planteos y en hechos,
mucho se ha dicho, especialmente desde el anarquismo y principalmente Bakunin,
por lo que creo oportuno decir algo al respecto de la otra concepción
que, además de tener un gran eco en el pensamiento social actual,
también lo tiene en el movimiento anarquista o en lo que se pretende
como tal.
Como la religión y la metafísica, que basan todo en el absurdo,
el relativismo posmoderno y sus seguidores basan todo en la contradicción,
aunque en su decir la contradicción también es relativa, por
lo que, dicen, no tendría lugar: pero usan la razón para negar
la razón, los conceptos para negar los conceptos y al ser humano
para negar al ser humano. Pero como también niegan la ética,
sistema de valoración de las cosas y la coherencia entre medios y
fines, pueden volverse maquiavélicos. Parece ser que como están
en el baile, bailan, pero renegando de su condición. Escépticos,
quebrados, derrotados, resentidos que proyectaron a toda la humanidad sus
propias limitaciones y miserias dándole ese carácter y después
la condenaron por ser tal. Referente de esta posición es el filósofo
alemán Federico Nietzsche (1844-1900) que constituye un pilar determinante
en el pensamiento posmoderno imperante hoy. Se lo toma como el principal
detractor del cristianismo y del racionalismo, y de todo el pensamiento
occidental desde Sócrates en adelante, algo que habría que
ver...
La religión, la más coherente y desarrollada, la monoteísta,
junto con la teología y la metafísica, parte de la abstracción
absoluta del individuo, apartando y dejando de lado todo su ser real y concreto,
viviente, encontrando sólo un alma, una esencia, inmortal, infinita,
inmutable y, en un sentido, autosuficiente, a no ser por Dios, el creador
y amo de ese alma. El liberalismo, junto con el individualismo y la escuela
contractualista de Rousseau y toda corriente defensora del Estado, como
hijos devenidos que son del judeocristianismo y la metafísica, tienen
como fundamento y punto de partida de todo su desarrollo (teórico-práctico)
el mismo individuo aislado, dividido dualmente, con, por un lado, su alma
inmortal y autosuficiente que no sólo no necesita de los otros individuos
sino que, al ser también ellos almas infinitas, constituyen un obstáculo
y un límite a su ser; y por otro lado, el ser material limitado que
necesita de los otros para el mantenimiento de su vida terrenal. Y es esta
necesidad lo que lo lleva, dicen, a asociarse con otros individuos, a establecer
un “contrato”, a sacrificar parte de su libertad, de su alma,
en pos de la conservación del cuerpo, y para esto, como armonizador
de las individualidades antagónicas y enemigas por naturaleza, se
constituye el Estado: el Estado pasa a ser la única forma posible
de sociedad. Esto se empecinan en creer y en hacer creer obviando que el
individuo no sólo nace y se desarrolla sólo en sociedad sino
que no podría ser tal si la sociedad no existiese, y obviando, deliberadamente,
que el Estado no surgió como un contrato de nada sino como el resultado
de la guerra y el dominio.
¿Y de dónde parte Nietzche y con él todos los posmodernos
supuestamente críticos de la civilización burguesa? Parten
del individuo aislado, al igual que la religión judeocristiana y
toda corriente defensora del Estado. Niegan su carácter naturalmente
social como punto de partida llegando a la sociabilidad como el límite
del individuo y al Estado como su garante: al gendarme en el medio.
Parten del principio de que nada permanece y de que todo es transformación,
que “uno no puede bañarse dos veces en el mismo río”(2)
porque éste ya no es el mismo; el agua y el lecho se han transformado.
Como no existen las esencias, dicen, lo que se entiende como permanente
en el cambio es una ilusión, lo mismo que dice la metafísica
al respecto de la transformación. Todas las cosas son singulares,
sólo iguales a sí mismas por lo tanto la única forma
de relacionarnos con el mundo es con las percepciones que nos llegan a través
de los sentidos. Pero las sensaciones, dicen, sólo son individuales,
únicas y, por tal, incomunicables: mi perspectiva es sólo
mía. Ahora, en función de la debilidad humana, la carencia
de fortaleza muscular o garras u otras armas que naturalmente poseen otras
especies, en función de la necesidad de los otros, el individuo necesita
de relaciones sociales. Esto implica, para este pensamiento, la disolución
del individuo, la decadencia de su fortaleza y voluntad y, ya como carácter
general de la especie, una enfermedad congénita del ser humano. Al
igual que la religión cristiana con el mito de Adán y Eva
o el buen salvaje del liberalismo, ven el mejor estadio del hombre antes
de que se constituya como tal, antes de que se rebele y piense, lo quieren
como un animal en la estúpida inocencia de un “paraíso”
en cuatro patas, pero como no se puede volver el tiempo atrás, por
evolución o designios divinos, establecen el Estado como controlador
de lo que pretenden es la perversión natural del hombre: su humanidad.
Continúa Nietzsche(3) diciendo que en esa necesidad utilitaria del
otro aparece el intelecto, la capacidad de pensar del hombre, y lo entiende
como sinónimo de bajeza y enfermedad humana porque su actividad,
dice, es una simulación, un engaño de la realidad. La excitación
nerviosa producida por la percepción a través de los sentidos
de un objeto se transforma en una imagen mental, luego en un sonido y en
una palabra, lo que se convierte en un concepto, en una idea de la cosa,
resultado de la abstracción. Pero como la excitación nerviosa
es única y, por tal, individual, intransferible e incomunicable(4),
y como el concepto afirma como igual lo no igual, lo individual se pierde
en lo general. Como no existen las esencias, lo común en la diferencia,
dice, no existe la igualdad “no hay dos hojas iguales, el concepto
hoja se forma por renuncia deliberada de las diferencias individuales”(5).
Y en tanto es esta capacidad de abstracción, la que posibilita las
ideas y el pensamiento, lo que nos constituye como humanos y nos diferencia,
en un sentido cuantitativo(6), del resto de las especies animales es la
condena a esta capacidad la condena a la humanidad misma lo que hace esta
postura. El ser humano es en tanto su capacidad, piensa y habla mediante
conceptos, es su naturaleza como lo es su vida en sociedad, Nietzsche incluido.
Por eso atribuye a todo conocimiento, como así, también a
toda valoración ética o moral, el carácter de falso,
por significar la aniquilación del individuo que es percepción
única. Todo pasa a ser absolutamente subjetivo(7). Dice(8): “Es
preciso guardarse del mal gusto de tener ideas comunes con muchas gentes.
‘Bien’ no es ya bien cuando el vecino lo tiene en la boca.”.
Conclusión, con un poco de coherencia: si el vecino es antipolicía
lo tengo que denunciar...
En el plano del conocimiento, dice, nada puede saberse con certeza, sólo
se cree saber, el conocimiento es una creencia. ¿Y qué es
la creencia?, es la incertidumbre, la duda, la inseguridad; lo que en el
mundo de la naturaleza significa la muerte y en la sociedad la esclavitud.
No se trata de que la duda no existe pero lo que hace este pensamiento es
darle valor, es embanderarla.
En el plano de los valores, de la ética o la moral, como conceptos
que son lo bueno y lo malo, aptitud humana, y como no se puede, según
su decir, hacer algo común porque la percepción e intuición
son individuales, la valoración se reduce entonces a la esfera particular,
lo que en sentido social pasa a ser, ni más ni menos, que la cobardía:
la falta de valor. Este es el planteo de quienes proponen la amoralidad(9)
aunque, en realidad, es una tendencia porque no deja de ser una forma de
valorizar, como no deja de ser una forma de conceptualizar el planteo relativista.
¿Esta visión del hombre como individuo aislado que sacrifica
su percepción única y particular en aras de su miseria social
a través de la razón y la ética, no es el mismo sacrificio
que plantea el liberalismo del alma inmortal e infinita ante las despreciables
necesidades del cuerpo que lo lleva a vivir en sociedad, es decir bajo el
Estado? Es la visión individualista y utilitarista del otro: ya sea
por el alma o por las percepciones el otro es mi obstáculo y mi límite,
lo necesito sólo por mi debilidad física, lo uso, lo exploto;
el otro no es un fin en sí sino un medio para el mío: es “el
mulo”.
¿Qué diferencia existe entre los mojes anacoretas que describe
Bakunin y el personaje de Nietzsche, Zaratustra? En el fondo ninguna. Los
monjes anacoretas convencidos de su alma inmortal y autosuficiente, limitada
por el resto de los hombres, siendo consecuentes y con gran coherencia se
aislaban de la sociedad para estar en la mayor plenitud posible de meditación,
de autocontemplación con Dios. Subsistían a base de raíces
e insectos, como animales (como santos), pero desde el punto de vista religioso
(divino) eran los fieles y devotos más consecuentes, los menos humanos.
La vida en sociedad era un límite a sus almas, sólo volvían
a ella a predicar, por caridad, se sacrificaban un instante para asegurarse
más la entrada en la otra vida, la verdadera(10). Zaratustra, lo
mismo. Auto aislado del mundo de los hombres porque éste es el mundo
de lo social, de la razón y de la moral, límite a su intuición,
límite a su yo. ¿Y para qué bajaba Zaratustra de su
montaña a pregonarle a la sociedad? ¿Para “avivar giles”
o para usarlos?
Esta es la postura pretendidamente contraria al cristianismo, así
se la toma generalmente, como el anticristo. Tampoco constituye una negación
del dualismo platónico sino una inversión. Nietzsche y el
desarrollo de sus postulados es el principal fundamento del pensamiento
posmoderno que en la actualidad impera. Es el fundamento del discurso de
la democracia, de la tolerancia, del fin de las ideologías, del relativismo
cultural, del individualismo. Constituye la aristocrática mentalidad
de gran parte de la burguesía actual y de los aspirantes a serlo.
En él se basan toda una serie de pensadores, filósofos, artistas,
intelectuales con su constante y ridícula pretensión de inteligencia,
muestra de la estupidez y la chatura mental de todos estos sabios de la
civilización del capital.
Algunos anarquistas reivindicaron ciertos aspectos de su obra, el nazismo
también. También trató Nietzsche, en un escrito, a
los anarquistas como perros y a la socialdemocracia como el rechinar de
sus dientes. Despreció a las mujeres y a los trabajadores(11).
En tanto detractor de la capacidad de abstracción, de valorización
y de la sociedad constituye una negación de lo que de humano tiene
el humano. “Su” individualismo es un eco del postulado “Mi
libertad termina donde empieza la libertad del otro”: el fundamento
por excelencia de la ideología policial.
A.G.
(1)
No es la intención, ni la disposición, ni el lugar de discernir
sobre el absoluto o lo relativo, sólo decir que existen, en los planteos,
como tendencia y que en su desarrollo se llega a afirmaciones
que niegan al ser humano, y que tienen, como todo, sus prácticas...
(2) “Cambia todo cambia” se puede escuchar como eco: una justificación
filosófica de la traición.
(3) Conviene aclarar que no leí ningún libro de Nietzche pero
que conozco su pensamiento y tendencia y que, en general, leí un
poco de poco: más bien “toco de oído”.
(4) No es casualidad que quienes basan todo sólo en sus propias “sensaciones
y sentimientos” sean los más insensibles para con el otro.
Al hacer un principio de todos sus sentimientos, hasta de los más
miserables, terminan cayendo en la ideología del yo: el egoísmo,
lo miserable enarbolado. Por el contrario, como dice un compañero,
mis sentimientos son ideológicos (anarquistas), o así tendría
que ser...
(5) En realidad lo que no hay es identidad entre las cosas porque la identidad
es sólo a sí mismo; la igualdad es una de las formas de la
diferencia, como lo mayor o lo menor.
(6) La capacidad de inteligencia, de raciocinio, del ser humano se encuentra
rudimentariamente en muchas especies animales, es en este sentido que la
diferencia está planteada en términos cuantitativos y no cualitativos,
a no ser entendiendo la diferencia cualitativa por llegar a determinado
punto cuantitativo. Es decir no existe una chispa o aliento divino que nos
hace esencialmente diferentes sino un proceso evolutivo desarrollado a partir
de primates originarios. Lo mismo sucede en el plano de la capacidad sensorial
y la de abstracción, no existe un alma, en todo caso lo que llamamos
espíritu o conciencia o psiquis tiene una raíz (y un fruto)
material desarrollado a partir de las percepciones. De otra forma podríamos
llegar a plantear la existencia y la necesidad de “la delgada línea
azul”...
(7) Como una mosca, con sus segunditos de memoria y unos cuantos metros
de realidad espacial; el mundo y la existencia reducidos a una burbuja inmediata
de eterno presente que se crea y recrea en tanto yo siga zumbando y agusanando.
Lamentable.
(8) No tendrían que hablar si toda percepción y sensación
es intransferible e incomunicable y si toda palabra es una mentira ¡¿por
qué no se callan la boca?!, pero hablan, entonces vamos a seguir.
(9) La posición nihilista no es sólo un absurdo, es también
grave. Como manifestación de escepticismo y de desentendimiento es
una afirmación de lo establecido y como negación absoluta
es una tendencia hacia la destrucción de todo. Es la creencia de
que el ser tiende a la nada cuando la realidad es todo lo contrario. Otra
cosa fue el llamado nihilismo ruso que actuó a fines del siglo XIX,
salido del ambiente intelectual y artístico se transformó
en un movimiento que, además de la propaganda, basaba su accionar
en atentados y asesinatos de políticos y poderosos llegando a liquidar
al mismo zar: Alejandro II. Sus reivindicaciones eran por el establecimiento
de un orden democrático y constitucional.
(10) La religión niega la vida en tanto que el estado ideal del alma
es cuando ésta se reencuentra plenamente en/con Dios: en la muerte.
(11) Terminó su vida en una innegable coherencia y consecuencia:
sus últimos once años los pasó sumido en la locura,
en su singular y pura percepción.
BLUMBERG: UN 20 DE DICIEMBRE PARA LA DERECHA VOLVER
Desde
la aparición en la escena mediática de Juan Carlos Blumberg,
tras el secuestro y posterior asesinato de su hijo Axel por unos depravados,
la problemática de la inseguridad adquirió una perspectiva
novedosa. Las víctimas de la inseguridad, o mejor dicho sus familiares,
comenzaron a aparecer por todos los medios para exigir el esclarecimiento
de los hechos delictivos o reclamar justicia. Todos los días escuchamos
declaraciones acerca de que hay que poner coto a esta situación,
aumentando el control policial, incrementando las penas, dando mayores poderes
a la policía, recortando las libertades civiles, reclamando una participación
activa del Estado con nuevas políticas de vigilancia, represión,
legislación penal y eficiencia judicial.
Al reclamo de Blumberg se sumó ahora el de Susana Garnil, cuyo hijo
secuestrado fue liberado tras el pago de un rescate. Sostiene que la culpa
de la inseguridad es del gobierno que no hace nada. Desde el gobierno le
responden que han incrementado la vigilancia y que han aumentado las penas
y que la señora Garnil –que al igual que Blumberg vive en uno
de los barrios más exclusivos de San Isidro– forma parte de
aquellos que”descubren el dolor cuando les toca”, frase por
demás elocuente, aunque provenga de quienes son responsables de la
generación de dolor en Argentina.
Convocan a marchas multitudinarias, encienden miles de velas y dan discursos
políticos teñidos de llantos y de un fervor cuasi religioso.
El gobierno no permanece ajeno a la situación y actúa en consecuencia:
se vota una ley que sube las condenas hasta 50 años de prisión
(el máximo anterior era 25 años), se hacen penas acumulativas,
se baja la imputabilidad de los menores, se reclutan miles de policías
y se inundan las calles de milicos de toda especie. Blumberg, lejos de estar
satisfecho, exige más debido a que los secuestros continúan.
Entonces convoca a una nueva marcha (30.000 según el gobierno, 70.000
según lo medios y 180.000 para el imaginativo Blumberg) y pide de
nuevo lo que el gobierno ya le concedió, pero esta vez con un pequeño
agregado: fin de las listas sábanas, voto electrónico y control
de financiamiento de los partidos políticos. Para finalizar, criticó
a los piqueteros y a los organismos de derechos humanos que –sostiene–
“defienden a los delincuentes”. Así quedó clara
su vocación represora y derechista –también participaron
del acto
Lopez Murphy y Mauricio Macri–, una intención de proyecto político
y su antagonismo con aquellos que sufrieron el terrorismo de Estado. Evidentemente
se desprende de su discurso que “si están desaparecidos por
algo será”. Algo que ya se había manifestado en sus
declaraciones en defensa de los policías asesinos del chico Bordón,
a sus ojos no tan respetable como su hijo. Para rematar su intervención
sostuvo que las purgas en la policía eran perjudiciales y que a la
policía “tenemos que quererla”. Todas las intervenciones
fueron debidamente aplaudidas y celebradas por la multitud. Es la derecha
que intenta crear su propio 20 de diciembre, uno de ropa elegante y con
aroma a perfume importado.
Blumberg se convirtió en el adalid de “la Argentina del dolor”,
como gustan definir los medios a los familiares de los muertos en asaltos
o secuestros. Dentro de esta percepción del dolor argentino no encuentran
cabida los muertos de hambre, ni los niños con retardos mentales
por causa de la desnutrición, los hacinados en las villas, los jóvenes
cuyo futuro se encuentra en una lata de pegamento o en un cartón
de vino, los viejos que no tienen donde caerse muertos, los trabajadores
de sueldos miserables y millones de desocupados dispuestos a trabajar por
menos aún. Los periodistas estrellas de la televisión, showmen,
divas de cirugía y demás mercaderes de la información
izan la bandera de “los miles de Blumberg que no tienen voz”:
los nuevos desposeídos, los verdaderos proletarios del siglo XXI
(global, burgués y posmoderno). Sofovich, Hadad, Longobardi, Grondona,
Neustadt, Mirtha Legrand, Susana Giménez, más todo el artificio
televisivo,
radial y de prensa establecen ante los ojos de su audiencia una realidad
parcializada, mentirosa, mezquina, en busca de una justicia bastarda, que
solo busca la eliminación del síntoma, sólo porque
se sienten identificados con las víctimas de su misma clase social.
Porque en el fondo lo saben bien, aunque se cuiden de decirlo: la inseguridad
y la violencia tienen mucho que ver con un conflicto de clase. Alaban la
vocación política de Blumberg y lo convierten en el modelo
de hombre moral, honesto, austero, juicioso, decente, recto e íntegro;
pero se encargaron siempre de tender un manto de sospecha sobre la honestidad
e integridad de los luchadores por los derechos humanos, y criticaron duramente
la “actitud política” de muchas declaraciones de Madres
de Plaza de Mayo.
Los desplazados, marginados, y todos aquellos que el sistema se encargó
de convertir en escoria social por medio del hambre, la carencia, la discriminación,
la estupidización, la ignorancia, y la adopción de los valores
y necesidades burguesas, hoy se han salido de control. Nos quieren vender
la realidad violenta como una conspiración de los chorros, secuestradores
y asesinos contra los ciudadanos honestos. Jamás se mencionan las
causas de la violencia, seguramente para no tener algo que reprocharse.
Se refugian en countries y barrios privados; los burgueses levantan muros
para apartarse de la sociedad violenta que generaron y, de vez en cuando,
también ellos tienen que
sufrir. Es el magro costo de servirse de la explotación social, de
quedarse con la parte del león en el reparto de la riqueza. Deberían
tener en cuenta que si la sociedad es una cloaca, ellos son los que generaron
los excrementos.
P.R.
VOLUNTAD VOLVER
La
vida, por mucho que nos quieran confundir con cientificismos, no es esto
que apáticamente tenemos que saborear día tras día.
La vida no es una consecución de sabores medidos y cuantificados,
absurdos y sin sentido. La vida no es vacía, no es aséptica.
La vida no tiene finalidades honrosas, sacrificios gloriosos.
LA VIDA ES VIDA. Esto que nos quieren hacer vivir, esta No-vida, es una
carencia de todo estímulo vital, salvaje, es un oscuro camino automático,
dirigido, aburrido.
Esta No-vida tan sólo enriquece nuestra existencia con dolor, con
sufrimiento, con hastío. Este sorete apesta, y sin saberlo, o pero
aún sabiéndolo, te puede conducir a la rentabilidad de ser
una mercancía más y ser parte, desechable, de una máquina
incomprensible y desde esa óptica incuestionable.
Esta No-vida no es el resultado “natural” del progreso de la
especie como tratan de hacernos saber. Es toda una herramienta de sometimiento
utilizada por los que ostentan los privilegios, para que nosotros aceptemos
esta realidad y soportemos estoicamente sus dictados, destruyendo totalmente
nuestra capacidad individual, creativa y constructiva. O por decirlo de
otra manera nuestra voluntad. Voluntad intransigente, rebelde, de cambio
y también como no revolucionaria.
Con esta No-vida nos quieren hacer creer que no vivimos en una sociedad
de vencedores y vencidos, de acaparadores y despojados, y en la que el principio
de la victoria es el que va configurando a su medida una sociedad y como
resultado un individuo que responde a determinados estímulos, para
generar determinadas situaciones.
La configuración social y del individuo no es casual, más
bien todo lo contrario, es arbitraria, es dictada y estimulada para el mantenimiento
de lo establecido.
Desandar el camino es difícil, pero no imposible, a toda su no vida,
bien inculcada desde chicos a través de todos los mecanismos puestos
a nuestro alcance, se la puede voltear, empezando quizás, por el
fortalecimiento anárquico de la individualidad, por la búsqueda
de la felicidad, identificando las barreras y sorteándolas o destruyéndolas,
buscando la verdadera razón de esta No-vida y combatiéndola.
No pasando a formar parte del problema, sino siendo parte importante de
la solución. Construyendo proyectos revolucionarios, que si bien
parten de uno en principio, se alimentan y se extienden hacia los demás,
buscando una fuerza que derribe los pilares de esta No-vida y nos deje construir
la vida.
Porque y esto es así, solo la voluntad y la insistencia nos acercará
a la construcción de una sociedad, donde la VIDA, la verdadera, la
que apunta al juego y a la felicidad, se levante suprimiendo de raíz
los poderes y a los poderosos.
Pero nuestro enemigo es astuto y se ha enriquecido de su experiencia, vigila
y controla constantemente los caminos de la subversión identificando
y destruyendo a sus posibles enemigos antes de que realmente sean una amenaza
contra él.
Nuestra dirección pues, nuestra voluntad, debe ir encaminada hacia
el recorrido de todas las experiencias pasadas, enriqueciéndolas
y apartando todo aquello que nos separe de la realidad de hoy, para plantarnos
ante ellos con sorpresa y audacia.
La única manera que tenemos como anarquistas de combatir esta No-vida,
es viviendo desde ya, salvajemente, sabiendo que vivir significa antes que
nada, ni más ni menos, que combatir a todo aquello que nos quiere
encerrar en una fosa común de silencios y mercancías.
Poe
CONSIDERACIONES VOLVER
Dentro
del campo de la lucha social nos encontramos a diario con una amplia variedad
de ideas políticas, desde el patriotismo más vulgar hasta
la izquierda más ambiciosa; léase CCC, MST, AUCA, PO, QUEBRACHO,
PATRIA LIBRE, MP-20 ETC.. En casos puntuales vemos como los mismos grupos
utilizan el famoso método peronista del choripán y el vino,
hasta los bolsones de comida y los planes trabajar para engordar sus filas
piqueteras sin importarles que esta gente necesitada se pase todo el día
bajo el sol o la lluvia por ello. Este mismo premio otorgado es la dádiva
que el mismo verdugo del que tanto se quejan les da. Autoritarios como ellos
solos, sedientos de poder someten a la gente mediante el hambre. Lamentable.
En fin, la “unidad de los que luchan”. Ante esto cabe preguntarse:
¿unidad de que?, ¿de fuerza o de reivindicación? Ante
esta pregunta esencial, como anarquista, me quedo en Anarquía o policía.
La reivindicación anárquica sólo se comparte con anarquistas,
con quienes plantean el poder como medio para dominar la sociedad no se
puede llevar a cabo reivindicaciones de esa índole; igualmente viceversa.
Actualmente estos grupo que mantienen fuerte presencia en los barrios, en
la protesta social o en toda fuerza que se pronuncie por un cambio social,
restringen su lucha a la continuidad del sistema, de lo contrario ¿qué
significa Poder Popular?, ¿los dirigentes?, ¿la transa con
los actuales verdugos?, ¿qué fin?. Creo afirmar sin lugar
a dudas que estos mismos cambiarán el actual Estado y al Capital,
por unos más justos. Es así como hoy tenemos al PC y su banco
Credicoop, o el régimen de aislamiento feroz impulsado por los Socialistas
en España contra los presos más activos en la lucha contra
los abusos de los carceleros y el sistema penitenciario.
Por más reiterativo que suene pronuncio estas críticas y porque
no me creo el cuento barato y repetido de la igualdad y la libertad con
gente que alza la bandera de los privilegios y la autoridad. La aspiración
al Poder es sólo una reforma de lo establecido y como anarquista
busco la abolición del actual estado de las relaciones humanas y
sus instituciones, ahondando hacia un cambio real de lo existente, no la
reforma.
Ahora bien, es importante nuestra participación en la protesta social,
sumando fuerza y no reivindicación; empujando así la conflictividad
e intentando radicalizar las reivindicaciones. Acompañando con propaganda
al respecto, diferenciando así nuestras posiciones de las consignas
estatistas.
Ahora creo necesario plantear la situación desde otro punto de vista.
Tomando la iniciativa nosotros, dado el lugar y la posibilidad de realizarla,
como anarquistas nada tenemos que compartir con ideas autoritarias. Intentar
construir con una finalidad revolucionaria anárquica en presencia
de pensamientos estatistas es sólo poner piedras en nuestro camino.
De ahí es que se nos cataloga de sectarios, por no querer participar
con guevaristas, plataformistas y burócratas de diferentes grupos
de Buenos Aires; pero si no querer participar con estos grupos es sectarismo,
lo soy. Sólo se me ocurre decir una cosa ya varias veces expuesta;
el campo de la revolución se divide en dos: los que quieren abolir
el Estado como institución y como mentalidad, y los que desean su
continuidad a su forma; y creo que la historia ya lo demuestra. Más
claro imposible.
Si creemos que la participación en la lucha anárquica por
revolución que planteamos se debe compartir con estatistas sólo
expandiremos esas reivindicaciones, y es necesario ser claros sin promover
el confucionismo y la demagogia a fin de dar claridad a nuestras ideas,
sin tergiversaciones ni amiguismos o simpatías populares.
Alemán
PLURALIDADES Y AFINIDADES DEL ANARQUISMO VOLVER
¿Cuántas
clases de anarquismo hay? ¿Existen muchos anarquismos esencialmente
diferentes entre sí o son tendencias dentro de un mismo movimiento?
Hay quien sostiene que existen tantos anarquismos como anarquistas, frase
que no dice mucho si consideramos que todos los individuos son diferentes
entre sí e irrepetibles; lo mismo se podría decir de cualquier
otra ideología. Lo cierto es que el anarquismo no tiene una uniformidad
ideológica, no existe homogeneidad.
Esto no implica que sea incoherente o sufra de una falta de equilibrio ideológico,
sino más bien la ausencia de dogmatismos y la capacidad para responder
de formas diversas a las problemáticas que se enfrenta. No obstante
existe un fondo común, una base común a todas estas expresiones,
que es lo que las define como anarquistas. En este sentido se puede sostener
la existencia de un anarquismo único, pero heterogéneo, con
variaciones o tendencias que comparten un fundamento. Lejos de carecer de
solidez, esto conforma un movimiento que se expresa dinámicamente
en la vida social, que es capaz de evolucionar sin perder su identidad y
de adaptarse a realidades múltiples.
El anarquismo presentó a lo largo de su historia algunas tendencias
diferenciadas, como los diferentes encares que tuvieron la FORA en Argentina
y la CNT en España frente al sindicalismo y al movimiento obrero.
Existieron diferencias mucho más profundas entre individualistas
y organizacionistas, pero sin negar el carácter anarquista de la
discusión. En este sentido, el anarquismo se nos presenta como un
árbol con diversas ramas nutridas por una raíz común.
Esta raíz estaría dada por los principios, esas ideas-elemento
que conforman la esencia del anarquismo. Si algunos de estos principios
se suprimen, se destruye la esencia, la identidad anarquista. Entonces convendría
que puntualicemos algunos de los principios que dan identidad al anarquismo.
En primer lugar el anarquismo es antijerárquico. Es decir,
que el anarquismo es incompatible con una organización de tipo jerárquico,
en la que unos deciden y dan las órdenes, y otros las obedecen y
ejecutan. La forma de organización jerárquica moderna más
influyente influyente y poderosa es el Estado. El Estado es una estructura
de carácter político social cuya función principal
es la de gobernar, gestionar el poder político. Aunque no es su única
función –también cumple funciones empresariales, educativas,
represivas, etc.– su razón de ser se encuentra en el principio
de gobierno. Existen otras formas de gobernar diferentes al Estado, como
lo son las jefaturas, los patriarcados, señoríos feudales,
cacicazgos y otras formas de poder político que son de menor envergadura
pero mantienen una estructura jerárquica. Un reyezuelo o un caudillo
de una sociedad preestatal son los dueños del poder político
de sus aldeas o comunidades, y se diferencian de los presidentes, monarcas
y senadores sólo por cuestiones de magnitud. En este sentido diferenciamos
el término poder –siempre referido a relaciones entre dominadores
y dominados– del término autoridad –que puede
referirse al ejercicio del mando o gobierno, pero también a legitimidad,
facultad, prestigio, calidad o competencia en determinada materia. Cuando
el concepto de jerarquía coincide con el de autoridad, se transforman
ambos en poder, ya sea éste político, religioso, policial
o como se lo denomine. El anarquismo no se define solamente como antiestatal
sino mejor como antijerárquico o contrario a toda forma de poder.
Contra el principio de jerarquía se postula el principio de libertad.
En segundo lugar decimos que el anarquismo es autogestionario,
es decir que en una sociedad anarquista sus integrantes no delegan en nadie
sus decisiones sino que las toman ellos mismos. En la autogestión
no pueden darse formas jerárquicas ni de poder, tanto en lo económico
como en lo político. No existe un centro del cual emanan las decisiones
sino muchos centros cuyos integrantes discuten y deciden sobre sus propias
vidas. No existen jefes ni mandatarios sino que impera la igualdad total.
De esta forma un colectivo humano, una comunidad o cualquier forma de asociación
actuarán según la voluntad de sus integrantes, respetando
a los sectores minoritarios que disientan. Un conjunto no es una entidad
superior a cada uno de sus integrantes, así como los individuos no
se
imponen al conjunto. Tanto la autonomía de las organizaciones como
la de las personas son respetadas.
Pero la autogestión no se refiere únicamente a la toma de
decisiones sino a la propiedad de los medios de producción. No hay
autogestión posible si subsiste la propiedad privada de los medios
de producción (la tierra, maquinarias y herramientas). Si así
fuese no quedarían suprimidos los fundamentos de la explotación,
es decir, el beneficio que el dueño de los medios de producción
obtiene al extraer la plusvalía –o ganancia del patrón–
para sí, en detrimento de quienes trabajan. El comunismo anarquista
se basa en la máxima de que cada cual contribuye según
su capacidad y a cada cual se lo retribuye según su necesidad.
El salario como forma retributiva queda eliminado. Aunque sobre éste
punto ha habido diversidad de opiniones –colectivismo, anarco-comunismo
y formas mixtas– la posición fuerte de los anarquistas es con
respecto a la colectivización de los medios de producción,
la construcción de una economía racional, una producción
social y una ética basada en el apoyo mutuo y la solidaridad.
En tercer lugar, el anarquismo es federalista. La forma de organización
federal es el medio por el cual las diversas comunidades o colectivos que
conforman el conjunto anarquista se conectan, articulan, relacionan y comunican.
El federalismo evita la aparición del poder por separado del pueblo.
Su máxima el la descentralización en unidades menores que
conforman conjuntos articulados a través de canales de discusión,
participación, decisión y ejecución. Las decisiones
se toman en la base por asambleas y son transmitidas por delegados con mandato
expreso a los organismos en los cuales se conjugan las diferentes opiniones.
Los delegados no tienen poder de resolución: su función es
la de portavoz. En ocasiones los delegados pueden llevar de vuelta a sus
asambleas las diversas posiciones para rediscutir los temas en discordancia
y volver a presentar en el cuerpo federal de delegados las posturas adoptadas.
Además los delegados deben ser revocables y rotativos, para asegurar
un funcionamiento autogestionario. El sistema federal funciona entonces
como una red descentralizada para coordinar las diferentes asambleas.
Un cuarto punto que debemos mencionar está relacionado con los tres
anteriormente expresados: la acción directa. El enfrentamiento
con el orden social existente no se lleva a través de la mediación
de los partidos políticos o de la participación en grupos
o instituciones del poder. El enfrentamiento es sin mediación, con
acción directa. Esta es lo contrario de la acción política,
en lo que se refiere a participar del poder. Tradicionalmente los anarquistas
despreciaron la política, entendida como partidos y parlamento, como
una forma de progresar hacia la sociedad libertaria y comunista. El anarquismo
sólo es tal si es revolucionario, es decir, si intenta sustituir
el orden capitalista, estatal y
jerárquico generador de la opresión y la explotación
por una sociedad igualitaria, libre, solidaria, dentro de los principios
del socialismo libertario. La participación en grupos de poder –estén
o no regenteados por el Estado– es una contradicción con los
objetivos de acabar con el poder político: los fines deben ser coherentes
con los medios para evitar “dictaduras revolucionarias”. La
acción directa no significa –como a veces se supone–
acción violenta, sino acción no mediada (sea violenta
o no). De este modo, toda forma de “Poder Popular”, reformismo,
electoralismo y participacionismo –en el fondo eufemismos de colaboracionismo–
son una negación de la acción directa, la autogestión
y, por ende, del anarquismo.
Estos principios que conforman al anarquismo –libertario (antijerárquico),
autogestionario, federal y revolucionario (acción directa)–
son parte de un conjunto mayor de principios entre los que podemos mencionar
los más generales de libertad, igualdad, solidaridad y socialismo.
Dentro de estos principios –el esqueleto del anarquismo– lo
que existen son tendencias, ya se llamen anarcosindicalismo, insurrecionalismo,
comunismo anárquico, anarco colectivismo, anarco individualismo,
consejismo anarquista o como se pretenda. Los anarquistas, más allá
de tendencias y heterogeneidades somos anarquistas a secas.
P. Rossineri
¿UTOPÍA? ¡PÓSIBILIDAD CONCRETA! VOLVER
Metáforas...
sobrevuelan los conceptos y aterrizan en las imaginaciones.
Realidades que arden en esos corazones que descansan solo cuando alguna
fresca brisa se apiada de ellos y los abanica.
Palabras dichas o escritas con la mayor elocuencia, incapaces de apasionar
o apasionarse.
¡Castrados del mundo, unios! Revolvamos la basura, y saboreemos los
hermosos paraísos que la TV nos ofrece.
¿Y si no queremos revolver la basura, y en cambio, exigimos el precio
de la sangre?
Cuentan los que cuentan, que allá, hacía tiempos lejanos,
en los confines del reino, el fulano tenía su capital, un imperio
de los imperios que controlaba innumerables huestes de criaturas soberbias,
egoístas, alcahuetas, ignorantes, mezquinas, mediocres, estúpidas,
consumistas, y cobardes con berretines de cantor que fueron derrotadas por
un puñado de guerreros, de los caballeros.
Una vez levantada la bandera de la libertad, los niños se saludan
con la paz, y juegan mientras enarbolan la espada y la honda sobre las ruinas
del imperio.
Anarquía, nostálgico retorno a la edad de oro, puño
que golpea certeramente a su enemigo, fuego devorador de las frágiles
puestas en escena, amor lascivo y desenfrenado. Cruel y hermoso destino
de los optimistas de corazón.
Peluca
“EL DOLOR PARAGUAYO” VOLVER
Cuando
decimos que, en su afán por conservar los privilegios, la burguesía
es capaz de cualquier cosa no exageramos. Si son capaces hasta de autodestruirse
con tal de no perder las riquezas, para
con el resto la consideración es mucho peor.
Su vivencia, cómoda y lujosa, se sobresalta cuando sus crímenes
se evidencian; cuando los mecanismos que posibilitan su condición
social pierden el carácter solapado y les escupe en la cara su propia
crueldad; cuando la agonía diaria y sistematizada se acelera y recrudece
convirtiéndose en masacre; cuando se horrorizan de lo que generan
o de lo que son capaces de hacer. Entonces desautorizan al burgués
irresponsable no por su crimen, que les es común, sino por su evidencia
manifiesta que les recuerda y pone al descubierto el carácter de
su condición: sanguinario y carnicero, que tiñe de rojo la
tierra.
Para las manchas en la conciencia, no más que una molesta picazón,
tienen curas y psicólogos. Pero para las manchas de sangre tienen
a otros que se ensucian por ellos: los mercenarios, policías y vigilantes;
los que obedecen las órdenes de cerrar las puertas y apalear a quien
intente escapar.
El lucro, el encierro y la muerte: los tres pilares de esta sociedad mostrándose
a carne viva, sociedad que se alimenta con las vidas consumidas en años
o en instantes, condenadas al trabajo o a la hoguera.
Más de 460 muertos en un centro comercial en Asunción, muchos
niños, calcinados, asfixiados, pisoteados. Otros cientos quedaron
mutilados y lisiados. Ante el incendio los dueños del lugar habían
ordenado cerrar las puertas para evitar robos.
Los dueños... de la vida y de la muerte.
Ya yo pa há ma la ñandé yara cuera: tenemos
que terminar con nuestros dueños.
A.G.
¡QUEREMOS VIVIR! VOLVER
Nos
quitaron hasta la primavera decía no se quién, pero me pregunto
¿de qué sirve la primavera si ni siquiera somos dueños
de nuestras vidas, pues éstas son mercancía que se vende y
se compra al mejor postor?
Es terrible sentirme por las mañanas junto a miles y miles de personas
(privilegiadas) rumbo a nuestros trabajos, hacinándonos en colectivos
y trenes en condiciones tales que podrían ser muy bien comparadas
a las de las vacas que van derecho al matadero.
Con la diferencia de que el hombre cuenta con raciocinio que es lo que nos
da la posibilidad de razonar, de diferenciar e “inclusive de desarrollar
decisiones positivas aún en las situaciones más adversas”.
Por tales cualidades me niego a darles la razón a estos chupasangres.
¿Qué en la vida hay cosas que nos gusten e igual debemos hacerlas?;
es la frase con la cual nos vienen educando las instituciones (la familia,
la escuela, la iglesia) para sostener esta situación de poder que
es la que queremos destruir.
Luego emergen los falsos críticos, los celosos del Poder, los que
manipulan nuestros deseos, los que bajan línea de obrero desde su
banca en el parlamento, los que obstruyen nuestro desarrollo individual
en la lucha, porque saben que de otra manera su pedestal de mentiras se
hundiría. ¿El hombre nuevo?; nos exigen que dejemos de ser
nosotros que es necesario construir al hombre, un hombre distinto, pero
nunca se les ocurriría decir que este hombre no puede existir en
una sociedad de estructuras jerárquicas, en definitiva Poder de abajo
o de arriba, Poder al fin y todo lo que eso implica. Desde este punto estoy
convencido de que este hombre no nacerá de una sociedad más
o menos patética, ya sea por la toma del poder o las urnas. Este
hombre nacerá de nuestro desesperado anhelo de vivir, tomando parte
en nuestros propios asuntos, sin delegar responsabilidades, porque somos
capaces de desbordar estructuras, luchar y destruir este sistema pendenciero
que nos golpea minuto a minuto. Porque quiero dejar de sobrevivir y ya no
me alcanza ni la primavera. Recuperemos nuestras vidas.
Pototo
ESTALLIDO VOLVER
Antes
o después, con lentitud imperceptible o con violencia incendiaria,
todo estalla, todo revienta. Como estalla la semilla para brotar o la corteza
del árbol empujada por el tronco; como estalla el hierro cansado
de oxidarse o el volcán presionado por el fuego interno, regenerador
de paisajes. Hasta el universo y todo lo que hay en él es el resultado
de la explosión más grande y originaria de los tiempos.
Es la posibilidad disparada y desencadenada de las fuerzas contenidas que
pugnan por fugar. Pulsión de libertad que revientan, también,
a palazos y a culturas para apagarla los vigilantes y bomberos. Reventar
de hambre y humillación, de dolor y sometimiento, o el ataque del
Estado a quienes desobedecen la ley: el reviente.
Antes o después las explosiones suceden y devienen en cenizas muertas
que abonarán futuros rebrotes o en una onda expansiva de continuo
movimiento que se propaga y profundiza. Dependerá mucho del aliento
y la leña que demos y, fundamentalmente, de la dirección hacia
adonde apuntemos el fuego, más allá de los vientos contrarios
que siempre van a soplar.
Pero que sea antes, con furia de pólvora o con chispita de piedras,
pero que se encienda todo de una vez, antes de que nos consumamos, antes
de que todo esto termine de implotar.
A.G.
CRONOLOGÍA REPRESIVA EN ITALIA VOLVER
Texto realizado a partir de las últimas olas represivas en el Estado italiano.
- Montaje
de la Plaza Fontana: 12 de diciembre de 1969, unas bombas que después
de 25 años han admitido que fueron puestas por los servicios secretos
italianos, que causaron 17 muertos y 88 heridos, son atribuidas a los anarquistas.
Giuseppe Pinelli, detenido por su supuesta implicación, muere al
ser arrojado de una ventana en comisaría. Pietro Valpreda pasó
más de 8 años en prisión.
- En 1980 se acusa a decenas de anarquistas de atracos, banda armada e insurrección.
El caso no supera ni las fases preliminares por su inconsistencia.
- Entre 1984 y 1988, ante el auge de los sabotajes a los postes de alta
tensión en Italia se intenta implicar varias veces a los anarquistas
- En 1989 se construye una “asociación subversiva” después
de detener a varios anarquistas en un atraco, proceso que termina sin condenas.
- En 1991 se inventan un grupo “Anarchismo e provocazione”,
burda asociación de nombres a partir de la revista “Anarchismo”
y el periódico “Provocazione”, grupo acusado del secuestro
a Mirella Silocchi. Tampoco consiguen llevar adelante este montaje.
El penúltimo montaje, que supera en crudeza y en fantasía
a casi todo lo visto anteriormente, es el “Caso Marini”. En
1996 empieza una vasta operación represiva en toda Italia y en las
islas. Los R.O.S. (Grupo Especial de Operaciones de los Carabineri) por
orden del procurador sustituto de la República, Antonio Marini, registran
las casas de algunas decenas de anarquistas notificándoles “avvisi
de garanzia”, documento en que se les notifica las investigaciones
contra ellos relativas a hechos de particular gravedad (asociación
subversiva, banda armada, atentados a infraestructuras públicas,
participación en atracos, atracos, tenencia de armas y explosivos
y para algunos de ellos, también, participación en homicidio).
El montaje a gran escala ha terminado en abril de 2004, después de
8 años de detenciones, creación de pruebas, falsos testimonios,
recursos, represión... con las siguientes condenas:
- Orlando Campo: 10 años de cárcel
- Rose Ann Scrocco: 30 + 15 años de cárcel
- Angela Maria LoVecchio: 15 años de cárcel
- Francesco Porcu: Cadena perpetua más 18
meses de aislamiento diurno
- Gregorian Garagin: 30 + 9 años de cárcel
- Alfredo Maria Bonanno: 6 años de cárcel y
2000 euros
De los 54 imputados a lo largo del proceso, 44 fueron absueltos. La creación
de una sección especializada en la lucha contra el anarquismo por
parte de la Europol y otros órganos de policía europeos impone
la necesidad de que el Estado se dote de los “medios necesarios”
para combatir la inminente ofensiva que “se les viene encima”,
respaldada de forma dialéctica (la guerra contra el terrorismo) y
social por los medios de comunicación, allanando el camino, mediante
la creación de un estado de emergencia, para justificar acciones
represivas contra el enemigo. Una vez que en el caso Marini se ha desmontado
su acusación de la existencia de una “banda armada con finalidades
subversivas”, sin poder demostrar los cargos de banda armada y asociación
subversiva, el Estado italiano necesita de la existencia de una organización
terrorista para justificar nuevas medidas represivas.
En 2003 se producen 50 registros por toda Italia, afectando principalmente
al área libertaria, y también a algún marxista y comunista.
La operación “Black-Out” (apagón) es conducida
por los fiscales genoveses Canepa y Canciani, resultando en 12 “avisos
de garantía” por “asociación subversiva”
(artículo 270 bis), por los actos de acción directa y de solidaridad
con el preso ecologista Marco Camenish (explosivos en torres de alta tensión,
repetidores de telefonía móvil, incineradoras de basura, teleféricos
en estaciones de esquí...)
Sólo en 2004 se han sucedido diferentes ataques represivos:
3 Febrero: Arresto de Luca Farris, acusado de “subvertir el orden
democrático” y “terrorismo” y pertenencia al grupo
ASAI (Anónima Sarda Anarco Insurreccionalista). El arresto se produce
simultáneamente a la visita del jefe del Estado italiano a Ciampi.
Más tarde, el 17 de junio de 2004, una acción policial en
principio destinada a la represión del C.O.R. (Células de
Ofensiva Revolucionaria, de matriz marxista-leninista) acaba con la detención
de cinco personas del entorno del grupo anarco-ecologista “Il Silvestre”.
Su delito: habérseles encontrado un documento del C.O.R., en forma
de carta reivindicativa. La misma carta había sido enviada a las
redacciones de otros periódicos sin que a estos se les acuse de nada.
Una persona fue inmediatamente liberada, otros tres detenidos están
actualmente bajo arresto domiciliario (una de las cuales actualmente se
encuentra fugada), y dos (William y Alesio), recluidos en la prisión
de Regina Coeli, el último en asilamiento.
El 21 de julio, seis registros más en Trento. A las personas registradas
se les acusa de haber participado en unos altercados en diciembre de 2002
contra unos fascistas.
El 27 de julio de 2004, el ministro del interior Giuseppe Pisanu alertaba
sobre la peligrosidad de los anarco-insurreccionalistas. Al mismo tiempo,
por toda Italia se desata una ola represiva a gran escala: más de
100 registros en toda Italia, unos 40 “avisos de garantía”
(documento en que se avisa a quien lo recibe de que se está llevando
a cabo una investigación o proceso contra ella), y 4 detenciones:
Marco Ferruzzi, acusado del envío de un paquete bomba contra un cuartel
de los Carabineri; David Santini y Simone del Moro, acusados de la colocación
de un explosivo en el tribunal de Viterbo. La policía política
(DIGOS) esgrime como prueba unas grabaciones ambientales que demostrarían
su participación. Por último, Sergio Maria Stefani, sobre
el que ya pesaba un arresto domiciliario por posesión de pólvora
y por la distribución de una publicación “A cada uno
lo suyo, 1000 modos de sabotear este mundo”
Al 24 de agosto, uno de ellos, David Santini fue trasladado al hospital
de Torino debido a la huelga de hambre que empezó con otros dos compañeros
desde su ingreso a prisión. El único que continua con la huelga
de hambre es Sergio. (A día 6-09-04: debido a su estado de salud
abandono la huelga el pasado 3-09-04)
A este proceso se le ha dado el nombre de “Operación Cervantes”,
en relación al artefacto colocado el 17 de junio de 2003 en el Instituto
Cervantes de Roma en solidaridad con los presos en régimen de aislamiento.
Esta acción fue reivindicada mediante un texto firmado por “Cellule
contro il Carcere, il Capitale, i Carcerieri e le loro Celle” (Células
contra la Cárcel, el Capital, sus Carceleros y sus Celdas).
A los cuatro detenidos, además de a 34 personas más, se les
han aplicado los artículos 270 y 270 bis del código penal,
cuya traducción es la de “asociación subversiva con
finalidades terroristas”, artículos que procuradores, fiscales
y demás carroña gustan de aplicar contra toda aquella persona
que lucha la podredumbre cotidiana que implica el actual estado de las cosas.
El 7 de agosto, en una concentración de solidaridad en Roma donde
se repartían panfletos, la policía detuvo a 5 personas a las
que soltó al día siguiente, en un intento de frenar cualquier
tipo de solidaridad con las detenidas. El juicio por esta causa se realizará
el 19 de octubre.
Extraído de Palabras de guerra (06-09-04)
BOMBAS ANÁRQUICAS Y VIEJOS TEOREMAS VOLVER
Los viterbeses. Cuatro muchachos encarcelados por los paquetes-bomba. Las interceptaciones de la Digos: “No cuenta la finalidad, la acción la haces para tí mismo”
Por
primera vez desde que los “anarco-insurreccionalistas” encabezan
la clasificación del “terrorismo interno” (informe sobre
la actividad de los servicios, 2° semestre 2003), el 27 de julio la
magistratura romana ha hecho detener cuatro presuntos responsables materiales
de atentados y paquetes-bomba. Tres son viterbeses, el cuarto es romano
pero vive en Arezzo. El más viejo es del ‘77.
Uno de los viterbeses está acusado de siniestro por el paquete enviado
a los carabineros de Viale Libia en Roma, que estalló el 4 de noviembre
de 2003 hiriendo las manos de un mariscal. Pero la verdadera novedad es
la adhesión de los jueces a una construcción tan ambiciosa
cuanto frágil, sugerido por los carabineros del ROS que describen
una organización anárquica propiamente propiamente dicha,
una asociación subversiva y terrorista (artículos 270 y 270
bis) formada por grupitos esparcidos en media Italia, con relaciones en
España, otros países europeos e incluso en Argentina.
La asociación, según el juez de investigaciones preliminares
Guglielmo Muntoni, “obra con nombre diversos bajo la denominación
‘FAI-Federación anárquica informal’ ”, que
imita en el nombre de la vituperada Federación Anárquica Italiana
y apareció en diciembre con los paquetes incendiarios enviados a
Prodi y a los responsables de la UE. Debajo del texto figuraban cuatro grupos
(¿simples nombres?) autores de muchos atentados: Brigata XX luglio
[Brigada XX de julio] (dos bombas contra la policía en Genova), “Cooperativa
Fuoco e affini” [Cooperativa Fuego y afines], “Cellule contro
il capitale, il carcere, i carcerieri e le loro celle” [Células
contra el capital, la cárcel, los carceleros y sus celdas] (las “cinco
c”) y “Solidarietà internazionale” [Solidaridad
internacional].
“La federación, incluso poniendo en práctica la lucha
armada -se lee en el documento rechaza la concepción que se basa
en organizaciones monolíticas, estructuradas de manera ‘clásica’:
bases, regulares-irregulares, clandestinidad, columnas, cuadro directivos,
enormes necesidad de dinero”. La propuesta es un “pacto de mutuo
apoyo” y el nombre “FAI informale” reaparece solamente
el 1° abril, junto a dos sobres explosivos dirigidos al DAP, que fueron
desactivados.
La ordenanza del 27 de julio, solicitada por los fiscales Capaldo, De Falco
y Vitello, y acompañada
por una cincuentena de allanamientos hacia un número similar de indagados
y cuatro edificios ocupados (tres en la capital), va más allá
de los episodios atribuidos a los detenidos, que nunca fueron reivindicados
como “FAI informale”.
Enumera una lista de unos sesenta hechos graves y menos graves, a veces
simples escritos sobre los
muros, que sucedieron del ´99 en adelante y firmados de miles de modos:
la carga explosiva que se encontró en la catedral de Milán
en el 2000, los atentados a cables y telecabinas en Toscana en nombre de
Marco Camenisch (figura épica, que se encuentra encarcelado en Suiza
por el homicidio de un guardia de frontera), el paquete que inauguró
el G8 del 2001 estallando en la cara de un carabinero en Génova y
aquellos enviados a Iberia contra el régimen duro (FIES) en vigor
en las cárceles de Madrid.
Los orígenes de la “federación informal” están
indicados por las teorías del editor y publicista de Catania Alfredo
Maria Bonanno, responsable de revistas (Cane nero [Perro negro], Anarchismo)
y autor de libros considerados como la -Summa theologica- anarco insurreccionalista,
y ampliamente citados por el juez de investigaciones preliminares.
Bonanno tiene 47 años y ha vuelto a la cárcel en febrero,
pero en el 2002 y 2003 participaba en reuniones y congresos (bajo los ojos
de la policía) para el viejo sueño de una “internacional
antiautoritaria”. La “FAI informale” sería el primer
paso.
Hay aire de teorema y no es el primero desde que los anarquistas radicales
rompieran, en los años´80, con la FAI “oficial”.
La división se profundizó en el ´98 con el dramático
suceso de los squatters piemonteses que se suicidaron en la cárcel.
Viene a la mente lo que los anarquistas llaman “proceso Marini”
y los instructores “proceso a la organización revolucionaria
anárquica insurreccionalista (ORAI)”, llevado adelante por
el actual procurador general Antonio Marini sobre la base -entre otras cosas-
de declaraciones de una joven “arrepentida” italo-iraniana.
Todo comenzó en el ´96, acabando detrás de los barrotes
incluso Bonanno y Camenisch, este último ya en cárcel. En
febrero pasado la Casación ha confirmado la absolución de
39 de los 46 acusados, afirmando que la ORAI (si acaso alguna vez ha existido)
no tenía las características supuestas por el fiscal, y condenando
por banda armada y asociación subversiva tan sólo a siete
personas, algunas implicados en atentados, robos y secuestro de persona,
así como también relacionadas con un arsenal descubierto en
Roma en el ´90. Para Bonanno se pedía cadena perpetua, y al
final la condena es de seis años (cuatro por atraco).
En medio también estaba el “Manual del anárquico explosivista”,
con instrucciones para fabricar artefactos, pero no bastó para condenar
a cualquiera que lo haya tocado. Hoy hay otro folleto inquietante, titulado
“A cada uno lo suyo, 1000 modos para sabotear este mundo”, que
pone en problemas a viterbeses y romanos.
Según el Viminale [Palacio de Justicia] los “anárquicos-insurreccionalistas”
son “doscientos o poco más”. Investigan las fiscalías
de Roma, Viterbo, Turín, Bolonia, Milán, Florencia, Pisa,
Cagliari, Trento, Arezzo y tal vez otras. Bajo la lupa hay centenares de
militantes: desde el Fenix de Turín al grupito que gira en torno
a la Crocenera Anarchica, entre Emilia Romagna y Abruzzo; desde los roveretani
que sin duda son más refinados sobre el plano político (seis
fueron recientemente detenidos y enseguida desencarcelados por una vieja
riña con fascistas) hasta los viterbeses y los romanos, brutos y
un poco distraídos, con antecedentes por daño a la lápida
de Umberto I, intento de incendio nocturno de una carnicería, manifestación
ilegal y resistencia.
Con algunos hay que hacer un esfuerzo para definirles como anárquicos
y poquísimos aceptan (y todavía menos usan) el mote de “insurreccionalistas”,
especialmente si se encuentran en buenos términos con autónomos
y marxistas-leninistas fuera de tiempo máximo. Los ocho jóvenes
detenidos en Pisa, que giran en torno al centro anárquico “Il
Silvestre”, por ejemplo, están acusados por las acciones firmadas
“Cellule d’offensiva rivoluzionaria” [Células de
ofensiva revolucionaria] (COR): automóviles incendiados incendiados
de exponentes de Alleanza Nazionale, portones ennegrecidos y octavillas
que aclaman a Mario Galesi, a los presuntos neobrigadistas encarcelados
y a la unidad entre “anárquicos, marxistas, antimperialistas”.
Aquí, no obstante, la fiscalía excluye la hipótesis
de “terrorismo y subversión”, prefiriendo acusar por
asociación para delinquir, porque el “programa” no pone
“en peligro” las instituciones.
Los presuntos “insurreccionalistas” forman grupos y colectivos
incluso muy pequeños, que para los instructores son los “grupos
de afinidad” de Bonanno, “operantes sobre la base local -escribe
el juez de instrucción- y caracterizados por un máximo de
intimidad, conocimiento y confianza recíproca, relacionados entre
sí por mecanismos de comunicación informal y unidos por proyectos
de ‘pequeñas acciones’ de ataques a las instituciones,
a través de la práctica de la lucha armada practicada con
criterios de simplicidad”. Viven en squats urbanos y en caseríos
de campo, como en Soriano nel Cimino (Viterbo) donde la Digos, el día
de los arrestos, ha tenido que llamar a la policía veterinaria para
superar dos pastores maremanos.
Crecieron en el culto del “sabotaje” y de la “acción
directa”, luchan contra, los “carceleros” y contra los
fabricantes de abrigos de piel. Odian a los periodistas (Il manifiesto no
es una excepción) tanto como a los policías y los carabineros.
Y se arriesgan a ir a la cárcel, es más a veces van, por las
campañas contra los centros que crían animales de laboratorio
(como el “Morini” de Reggio Emilia) o por la publicación
de diarios y boletines. Como -Terra selvaggia- [Tierra salvaje], que tiene
sede en el “Silvestre” de Pisa, que publica una lista impresionante
de reivindicaciones, o el -Crocenera-, que trata de cárcel y “represión”.
Las grandes manifestaciones a veces los ignoran y a veces no, en la calle
atacan vidrieras/escaparates y otros “símbolos”, pero
raramente afrontan el choque con las fuerzas del orden. Según la
policía del Estado y carabineros, pertenecen a la galaxia “anarcoinsurreccionalista”
al menos dos de los 26 acusados del juicio por el G8 de Génova.
Normalmente, las manifestaciones las hacen solos, sin avisar anticipadamente:
en Turín, en diciembre, han sido detenidos cinco personas por una
acción demostrativa en Vallette. Ciertamente no son clandestinos,
ni siquiera los presuntos “tirabombas”. En todo caso, son impulsivos:
por ejemplo después de los arrestos un romano fue detenido, esta
vez en Rimini, mientras desgarraba las gomas de los autos en un estacionamiento
de la policía (ocho meses pactados en un juicio rápido, ¿pero
desde cuándo los terroristas pactan?). Y frecuentemente conservan
relaciones “en el movimiento”, tanto es así que los desobedientes
(romanos) e Indymedia han ofrecido su solidaridad a los detenidos del 27
de julio.
Durante años las fiscalías han evitado abrir procedimientos
por asociación subversiva, porque el “proceso Marini”
había enseñado a no exagerar con los anarquistas. Que no tienen
estructuras ni jefes. Pero luego hubo un paquete bomba al carabinero: el
6 de noviembre, dos días después, la línea dura fue
anunciada en el Senado por Gianfranco Fini. Apenas había terminado
la operación contra las nuevas Brigadas Rojas y los anarquistas,
para el SISDE, se convirtieron en el peligro número uno de la “subversión
interna”. Así la fiscalía de Roma ha implicado a los
ROS, excluidos en las investigaciones sobre las B. R. Y en el informe de
abril, el ROS ha construido la trama de la asociación “FAI
informale”, que ahora puede servir también en otro lugar, quizás
para un maxi-proceso “Marini bis”.
El trabajo del ROS es “particularmente notable -escribe el juez de
instrucción romano para certificar la existencia del vínculo
de afinidad como fundamento de la estructura organizativa, vínculo
de afinidad fundado, en este caso en concreto, sobre la construcción
de esferas relacionales centradas sobre las temáticas de lo carcelario
y sobre los métodos de acción directa”. En resumen,
se busca el “vinculo asociativo” en las relaciones privadas.
Ninguna de las acciones atribuidas a los anarquistas requieren la participación
de más de dos o tres personas, si no basta solamente uno. Uno de
los detenidos, interceptado, explicaba que la acción se justifica
por sí misma: “no existe la finalidad, la haces también
para ti mismo... Es más, la haces sólo para ti mismo”.
Alessandro
Mantovani (Il manifesto – 06 agosto 2004)
Extraído de Palabras de guerra
GOBIERNO CHILENO APUNTA VOLVER
Preparativos para protestas contra APEC: La Moneda envía señal a grupos anarquistas
Gobierno trata a detenidos por vandalismo del 11 de septiembre como delincuentes y lúmpenes
Si
el Presidente Ricardo Lagos estaba molesto la mañana del domingo
al escuchar el informe preliminar de lo ocurrido la noche del 11 y la madrugada
de ese día, cuando vio las imágenes de una humilde escuela
de Quilicura con sus computadores destruidos, su indignación creció.
Por eso es que en la noche, en la reunión del comité político
realizada en su residencia, instruyó al ministro Insulza para endurecer
al máximo las medidas judiciales que deben adoptarse en este caso.
“Sin contemplaciones”, le dijo el Mandatario, según trascendió.
Porque quedó claro que no hubo intención de protestar, sino
que de saquear, robar, destruir y enfrentarse a Carabineros.
Y un análisis de inteligencia da cuenta de otra cosa. El “11”
pudo ser usado por grupos anarquistas como una “preparatoria”
para lo que harán durante el APEC.
Como informó este diario el domingo, elementos de ultraizquierda
están planificando movilizaciones para esa fecha.
En respuesta, la “preparatoria” del Gobierno será similar:
todo el rigor de la ley para los detenidos, que son considerados lumpen,
delincuentes. Nada más.
Y el ministro Vidal lo dejó claramente establecido ayer al dar a
conocer esta determinación.
“Vamos a perseguir la responsabilidad judicial de todos los que están
detenidos”, anunció.
El segundo mensaje es que a futuro quienes intenten recordar al 11 de septiembre
asaltando, saqueando o delinquiendo, tendrán el mismo tratamiento.
También separó aguas entre las agrupaciones de derechos humanos
y los anarquistas.
A juicio del Gobierno, los primeros tuvieron un comportamiento ejemplar
y sus dirigentes incluso se enfrentaron con el lumpen para evitar los desmanes.
El último balance oficial
El
Subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil, entregó ayer el último
balance de los hechos del fin de semana, aunque en nada difieren de lo que
había el domingo.
Esto es, 205 detenidos y 37 carabineros heridos (dos a bala).
Pero agregó otro antecedente preocupante: 50 de estos aprehendidos
son menores de edad que, seguramente, quedarán sin sanción
penal.
Ello no será impedimento para que las querellas sean presentadas
en contra de un número cercano a las 140 personas. Entre éstos,
hay detenidos por daños graves y robo. También hay otros que
se debe comprobar su participación al lanzar bombas molotov o disparar
contra la fuerza policial. “Según los antecedentes que manejamos,
se usaron armas de fuego en 3 o 4 poblaciones (distritos de Santiago). Esto
provoca mucho temor en la gente que vive en ellas y que pasa una noche muy
dura, causando traumas en los niños; y esto, como Gobierno, no lo
vamos a permitir en el país. Por eso la necesidad de acelerar la
tramitación del proyecto de control de armas y de agravamiento de
penas”, dijo el subsecretario del Interior. Por su parte, Carabineros
anunció la presentación de querellas contra quienes resulten
responsables por las lesiones que sufrieron los 37 efectivos en esos incidentes
del 11 de septiembre, según lo anunció el general director.
Mario
Gálvez
Noticia recibida por correo electrónico