SEPARATA: 10 AÑOS
1º DE MAYO DE 1886 VOLVER
En
1870 trabajadores inmigrantes alemanes organizan las primeras secciones
de la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T.) en Estado
Unidos. Diez años más tarde se constituye la Federación
de Asociaciones obreras de Estados Unidos y Canada. En octubre de1884, en
su IV Congreso reunido en Chicago, se convoca a una huelga general a realizarse
el 1° de mayo de 1886 para exigir la jornada laboral de 8 horas.
“A la actividad de la prensa anarquista, y en especial del Arbeiter
Zeitung, fue debida, en gran parte, la generalización del movimiento.
Además muchos oradores organizaron mitines y conferencias casi todas
las noches, organizando secciones que se iban adhiriendo a los Caballeros
del Trabajo y a la Unión obrera. La demostración llevada a
cabo por esta Unión el sábado anterior al 1° de mayo prueba
cuán extendido estaba el movimiento. Un doctor alemán, amigo
de Spies, que acababa de llegar de Londres encargado de una misión
científica, aseguró no haber visto manifestación tan
imponente ni en París, ni en Londres, ni en otra capital de Europa,
a pesar de haber presenciado muchas. En dicha manifestación Parson,
Fielden, Schwab y Spies, dirigieron la palabra a la multitud.”
El 1° de mayo de 1886 estalla la huelga en Chicago y otras ciudades.
“Cuarenta mil trabajadores estaban dispuestos a abandonar el trabajo”.
Se realizan multitudinarias manifestaciones a las que el Estado responde
con su policía, asesinando nueve hombres. “El mismo día
Spies publicó el siguiente artículo en el Arbeiter Zeitung:
«Ya está echada la suerte. El 1° de mayo, cuya significación
y trascendencia apreciará el porvenir, ha llegado. Durante veinte
años el pueblo trabajador ha pedido en vano la jornada legal de ocho
horas. Los años pasan y la reforma no viene.
Por fin, los trabajadores han resuelto que la jornada de las ocho horas
sea un hecho desde el 1° de mayo de 1886.
‘Esta es una petición injusta’, ha dicho la prensa venal
y burguesa; ‘los socialistas no están nuca satisfechos’.
Y han llenado a los trabajadores de calificativos insultantes.
Pero los hechos se han apresurado. Ha progresado la agitación y es
cada día mayor el número de los que piden la reducción
de las horas de trabajo. A medida que los acontecimientos se han precipitado,
el lenguaje de los explotadores y sus secuaces ha subido de tono. Lo que
antes tenían por injusto, lo encuentran ahora criminal y desprovisto
de sentido común y de patriotismo. Ahora pretenden que todo son manejos
de anarquistas criminales, cuyo objeto es engañar y abusar de los
obreros para hacerles ingresar a sus filas.
Los que se burlan de los trabajadores son ellos.
¡Hombres del trabajo, preparaos! Bastante tiempo han abusado de vosotros.
La lucha no podrá ser seguramente muy larga. Vuestros enemigos echarán
mano de todos los medios, del hambre y de la fuerza.
Se trata ya de saber si los obreros quieren seguir sumisos, o si las ideas
modernas han germinado ya en sus cerebros. »
El lunes, 3 de mayo, el movimiento era general. Entre las manifestaciones,
notóse una de 600 mujeres pertenecientes a la sección de sastrería,
que atravesaron la ciudad. La policía dio varias cargas contra los
manifestantes sin lograr disolverlos.” Por la noche diez mil trabajadores
madereros se reúnen en una nueva manifestación en Plan Ave.
“Antes de terminar Spies su discurso, unos ciento cincuenta hombres
se dirigieron a la fábrica de McCarnik, situada a un cuarto de milla
de distancia del sitio donde se celebraba el mitín. Esta fábrica
era la única donde no se suspendió el trabajo.” El grupo
se enfrenta con los rompehuelgas y guardias privados de los aserraderos.
“Al llegar allí se encontraron la fábrica llena de parapetos
y obras de defensa, presentándose poco más tarde la policía,
la cual no tardó en tomar una actitud agresiva, atacando a los obreros,
que se defendieron a pedradas y tiros de revolver.
El 4 de mayo se renovó la lucha, muriendo en ella un polizonte y
dos obreros, contándose además muchos heridos de ambas partes.
En vista de esto, el Arbeiter Zeitung, periódico anarquista,
publicó el siguiente llamamiento a un mitín que debía
celebrarse al día siguiente:
«¡¡Trabajadores!!
La guerra de clases ha comenzado. Ayer se fusiló en frente de la
fábrica de McCarnik. ¡Su sangre pide venganza!
¿Quién podrá dudar ya que los tigres están ávidos
de sangre trabajadora? Pero los obreros no somos un rebaño. Al terror
blanco responderemos con el terror rojo.
¡Es preferible la muerte a la miseria!
Si se fusila a los trabajadores, contestemos por modo tal que se guarde
memoria mucho tiempo.
La necesidad es la que nos hace gritar: ¡A las armas!
Ayer las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus
padres fusilados, en tanto que en los palacios se llenaban los vasos de
costosos vinos y se bebía...
¡Secad vuestras lágrimas los que sufrís!
¡Tened corazón, esclavos!
¡Sublevaos! »
El día 5 asistieron al mitín, que se efectuó en la
plaza Haymarket, más de quince mil obreros. Spies, Parson y Fielden,
hablaron sucesivamente. Antes de terminar el discurso de este último,
anocheció, y como si esto fuera la señal, 125 polizontes,
armados de fusiles y seguidos de otros 250, avanzaron en columna de a cuatro,
constando de doce hombres cada una de éstas.” Los obreros responden
arrojando una bomba “que cayó entre la segunda y tercer fila,
matando ocho policías, que a su vez hicieron un fuego nutrido sobre
la multitud, dejando en la plaza más de ochenta muertos y muchos
heridos.”
Se desata la represión, detenciones, allanamientos; jamás
se supo la cantidad exacta de manifestantes muertos. Entre los miles de
detenidos se encuentran los alemanes Augusto Spies, Michal Schwab, George
Engel, Adolph Fischer y Louis Lingg; el inglés Samuel Fielden; y
los norteamericanos Oscar Neebe y Alber Parson. Todos activos militantes
anarquistas.
El 28 de agosto de 1886 los declararon culpables del atentado. La acusación
del fiscal dice en parte: “Su objetivo principal es llevar a cabo
la revolución social y con ella la destrucción de la propiedad
privada. Los artículos de The Alarm, de Arbeiter Zeitung
y del Anarchist, así como los discursos de Schwab, Spies,
Parson, Fielden y Engel, prueban que la revolución y la matanza son
el fin que persiguen. Dichos discursos y artículos tienen un carácter
marcadamente incendiario y tienden a avivar el odio de los trabajadores
contra la policía, el Estado y las clases pudientes.”
Neebe es condenado a 15 años de prisión y, más tarde,
Schwab y Fielden a trabajos forzados a perpetuidad. Spies, Fischer, Engel,
Parson y Lingg son condenados a la horca.
Luis Lingg se suicida en prisión activando un cartucho de dinamita.
“Otros tubos del mismo género, destinados probablemente a sus
compañeros, fueron hallados en su celda. El sábado a la tarde
Engel intentó envenenarse con una botella de láudano que hacía
tiempo le había pasado su mujer, bebiéndose su contenido.
El guardia oyó la agonía. El médico llegó a
toda prisa y le hizo tomar eméticos. Se le volvió a la vida
para ahorcarle tres días después”
El 11 de noviembre de 1886 son ahorcados los cuatros compañeros:
Spies, Fischer, Engel y Parson. Siete años después son indultados
los tres sobrevivientes que continuaron en prisión: Neebe, Fielden
y Schwab, ante los reclamos de los trabajadores.
“Hombres
tan dignos tuvieron el inefable consuelo de ser comprendidos por los seres
con quienes les ligaban los lazos de la sangre y el amor.
La madre de Lingg dirigió a su hijo una carta pocos días antes
de su muerte que contenía las siguientes plabras: «Yo también,
como sabes, he luchado duramente para tener pan para ti, para tu hermana
y para mí misma, y -tan cierto que como ahora existo- después
de tu muerte estaré tan orgullosa de ti como lo he estado durante
tu vida. Declaro que si yo fuera hombre, hubiera hecho lo mismo que tú.
»
Y una tía de Lingg que no tenía hijos y que le amaba entrañablemente
escribió también: «Querido Luis, suceda lo que quiera
-aunque sea lo más malo- no te muestres débil ante esos miserables.
»
La esposa de Parson pronunció estas sublimes palabras: «Si
de mí depende que Alberto pida perdón, que lo ahorquen. »
Parson empleo el tiempo en la cárcel, esperando la ejecución
de su sentencia de muerte, en escribir un libro titulado La Anarquía,
su filosofía, sus bases científicas. Este libro fue publicado
por su esposa. El epígrafe del libro es el siguiente: «Cuando
un pueblo se calla ante la opresión, su indiferencia es el preámbulo
de la muerte. »
Las reseñas de la prensa obrera, a medida que se iba acercando el
día de la terrible ejecución, hicieron una violenta campaña
de protesta. Siendo los que más se distinguieron en la protesta El
Obrero de La Haban, El Productor de Barcelona, Labor Enquirer
de Denver, y otros.”
“Cuatro
horcas habían sido erigidas en un patio interior de la fortaleza
de Chicago. Sus muros estaban guardados por más de tres mil hombres.
Las mujeres de los reos fueron las primeras en atravesar el cordón.
Pedían que se les permitiese entrar en la prisión y abrazar
a sus maridos por última vez. Esto les fue negado. La mujer de Parson
insistió y fue llevada a la cárcel con todos sus hijos.
Cuando Schwab y Fielden supieron que su pena les había sido conmutada,
la tristeza se pintó en sus semblantes. Repetían que preferían
la muerte instantánea a la muerte lenta.
En la cara de Fischer y Engel no asomó ninguna muestra de las más
pequeña impresión. Spies declamó una enérgica
arenga contra la burguesía. Engel permaneció alegre hasta
el último momento. Toda la noche conversó con el guarda, contándole
historietas mezcladas de propaganda anarquista. -¿No teméis
la muerte?- preguntaba el guarda. -¡Ya lo veis!- respondía
Engel.
Lo mismo que Fischer, tenía el sentimiento de no poder haber hecho
como Lingg, y privar a los burgueses del goce del espectáculo patibulario.
Parson también conversó toda la noche, y cuando no podía,
cantaba o se paseaba.
Spies rechazó al cura metodista que le envenenaba los últimos
momentos de su vida. -Voy a rogar por vos- dijo el cura. -¡Rogad por
vos, si creéis útil perder el tiempo en eso!
Spies se puso a escribir y después a propagar la anarquía,
la lucha social y la farsa de los tribunales, a los guardianes toda la noche.
Durante este tiempo el ruido de los martillos les anunciaba que los carpinteros
trabajaban en el patio de sus ventanas levantando el cadalso. «Todos
los acusados han oído perfectamente este ruido -dice el telégrafo-
pero nadie pareció afectarse. »
Al aproximarse el día, todos se durmieron profundamente.
Levantáronse temprano, dedicándose a escribir y responder
a los telegramas numerosos que les venían de todos lados.
Engel, visitado por el cura metodista, sostuvo con él una cuestión
teológica. Ciertamente que hubiese querido probarle toda la hipocresía
se su objeto.
El pegajoso e inoportuno sacerdote volvió aún a enojar a Spies,
quien tuvo necesidad de encender un cigarrillo y ponerse a escribir mientras
el otro recitaba sus ruegos.
Fischer contó a su guarda que había soñado su casa
de Alemania, que había vuelto a la edad de la infancia con toda la
inocencia de esta edad y que tenía en su cabeza todos los recuerdos
de su niñez.
Los verdugos hacían el ensayo de la nueva trampa mecánica
debajo de las ventanas de los acusados.
Fischer entonó la Marsellesa y sus hermanos de infortunio le respondieron
desde las celdas vecinas, cantando este himno revolucionario antes de partir
para la muerte.
A las once cincuenta minutos se les vino a buscar.
Los cuatro compañeros emprendieron el camino con la tranquilidad
propia del que sabe que las ideas que ama están muy por encima de
todas las tiranías, de todos los verdugos, y que no hay cárceles,
horcas, ni sacrificios capaces de contener la libertad del humano pensamiento.
La vista del tétrico patíbulo no conmovió en lo más
mínimo el ánimo sereno de Fischer, Parson, Engel y Spies,
que si bien consagraron, a no dudarlo, un recuerdo en su corazón
a sus queridas esposas e hijos, a quienes pocas horas antes vieron anegados
en copioso llanto, dedicaron su último pensamiento, sus últimas
palabras a la causa por ellos tan querida.
Recojamos éstas. Helas aquí:
Spies -Salud, tiempo en que nuestro silencio será más
poderoso que nuestras voces, que hoy sofocan con la muerte.
Fischer -¡Hoc die Anarchie! ¡Viva la Anarquía!
Engel -¡Hurra por la Anarquía!
Parson, cuya agonía fue horrorosa, no pudo hablar, porque en el momento
que iba a hacerlo el verdugo apretó el lazo e hizo caer la trampa.
Pocos momentos después los cuatro cuerpos se balanceaban en el aire
como fatídicos badajos tocando a rebato contra la sociedad que los
había condenado. En efecto, la campanada de Chicago repercutió
en el corazón de todos los obreros del mundo.”
“Pero séanos permitido también hacer una triste confesión, y es que el 1° de Mayo que antaño era protesta formidable que todos los años hacía palidecer a la burguesía mundial, se ha convertido en ridícula “Fiesta del Trabajo”, traducida en jiras campestres, veladas teatrales y excesivas comilonas, donde se rinde culto... a todo, menos a los mártires de Chicago.”
Los extractos son del libro Historia universal del proletariado, impreso en Barcelona en la segunda década del siglo XX
MÁRTIRES DE CHICAGO VOLVER
Oscar
Neebe
«Sólo me queda un ruego, y éste es: Que me dejéis
participar de la suerte de mis compañeros: ¡ahorcadme con ellos!
»
Michal
Schwab
«Hablaré poco, y seguramente no despegaría mis labios,
si mi silencio no pudiera interpretarse como un cobarde asentimiento a la
comedia que acaba de desarrollarse...
Yo declaro estar dispuesto a morir por mis convicciones, puesto que esto
puede ser útil a la propaganda. »
Adolph
Fischer
«Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponen
porque no he cometido crimen alguno... No he negado haber sido uno de los
organizadores de la reunión de Haymarket... No niego tampoco haber
redactado la invitación en la que se incitaba a los obreros a que
se armasen... Por lo demás, como un anarquista convencido prefiere
sus ideas a su vida, yo os digo con el más profundo desprecio: Haced
de mí un cadáver a vuestro gusto. »
George
Engel
«Inútil es, por tanto, que el partido socialista se esfuerce
por elevar hombres al poder, por muy honrados que los crean, pues estos,
dado el estado social en el que vivimos, sacrificarán sus principios
a sus intereses personales. Por lo general los buenos jefes de este partido
son gente que sólo procuran adquirir fama y crearse una reputación;
en una palabra, sobresalir sobre los demás.
Comprendido esto, así como que únicamente la fuerza es la
que puede emancipar a la clase obrera, abracé la causa de la Anarquía.
Al primer hombre que emprendió la lucha contra esa ignominia que
se llama esclavitud le ahorcaron, como mañana vais a ahorcarnos a
nosotros.
Desde hace mucho tiempo estoy convencido que los primeros que levanten su
voz a favor de una idea, tendrán que morir por sus convicciones.
Así, pues, como yo tengo la seguridad de que la ejecución
de vuestro veredicto ha de ser útil a la propaganda de nuestras ideas,
no puedo menos de aplaudir con toda mi alma vuestra sentencia. »
Samuel
Fielden
«Este proceso, en todas sus partes, no es más que una comedia
ridícula y un crimen fríamente combinado y preparado por el
odio.
Hoy el sol brilla para la humanidad; pero puesto que para nosotros no puede
iluminar más dichosos días, me considero feliz al morir, sobre
todo si mi muerte puede adelantar un solo minuto la llegada del venturoso
día en que aquél alumbre mejor vida para los trabajadores.
»
Albert
Parson
Los principios fundamentales de la Anarquía son: la abolición
del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario,
por el sistema de libre cooperación universal, único que puede
resolver el conflicto que se prepara.
La sociedad actual sólo vive por medio de la fuerza, y nosotros hemos
aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este
sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, matadme.
»
Augusto
Spies
«El salario es el origen de todas las injusticias sociales, injusticias
tan enormes que indefectiblemente producirán la Revolución.
Grinnel ha declarado que es la Anarquía lo que se trae ante los jueces.
Pues bien; la Anarquía es una filosofía, un estudio del mundo
y de la sociedad; si es esto lo que se trata de juzgar, yo lo digo con orgullo:
soy anarquista.
Vais a ahorcarnos por habernos atrevido a deciros la verdad; pues bien,
moriremos orgullosos; os despreciamos.
El número de los que nos han precedido en este camino es inmenso;
estamos dispuestos a seguirles, y sabemos positivamente que detrás
de nosotros vendrá un gran número de valientes revolucionarios
que, a su vez, os despreciarán también. »
Spies, interrumpido sin cesar por el juez, hablaba con fervoroso entusiasmo,
y sus interrupciones, lejos de amilanarle, volvíanle cada vez más
enérgico y elocuente.
Luis
Lingg
Tuvo que valerse de un intérprete, pues pronunció su discurso
en alemán, extremadamente excitado y violento:
«Os declaro franca y abiertamente que soy partidario de los procedimientos
de la fuerza.
Recientemente declaré al capitán Schack que si nuestros enemigos
empleaban contra nosotros el caños, nosotros debemos emplear la dinamita.
Repito que soy enemigo declarado del orden actual y que lo he de combatir
con todas mis fuerzas, mientras me quede un soplo de vida.
Ahora os burláis de mis palabras porque creéis que una vez
cumplida la sentencia ya nadie volverá a arrojar bombas explosivas.
Pues dejadme aseguraros que yo voy contentísimo a la horca, porque
tengo la completa seguridad de que centenares y millares de personas a quienes
he propagado mi idea se acordarán de mis palabras y harán
bombas explosivas después de nuestra muerte.
Con esta esperanza, sólo me queda deciros que os desprecio vuestras
leyes y vuestro principio de autoridad. Matadme. »
UNA GAUCHADA VOLVER
En
la publicación “Hijos del pueblo” N° 1,
de Red Libertaria Argentina, dicen en su editorial: “Y en toda
esa búsqueda constructiva se mezclan los obreros anarquistas de la
CNT-FAI, los campesinos makhnovistas ucranianos, Simón Radowitzky,
Juana Rouco, Buenaventura Durruti, Camilo Cienfuegos y el Che Guevara, Tosco,
los hermanos Tello, Gerardo Gatti, Darío Santillán y el Urubú,
casi 200 años de luchas obreras y otro tanto de luchas libertarias.”
Se podría aglutinar a la mezcla, si no fuese “políticamente
incorrecto” en la “actual coyuntura”, a Eva Perón,
a San Martín o a otros “cumpas”; para optimizar los efectos
de la red, es decir, el enganche... o quizás lo que se busca constructivamente
es no quemar las etapas de una estrategia...
Que el anarquismo halla surgido de la rebelión y la lucha de los
trabajadores no quiere decir que todo lo que halla salido de ese campo tenga
que ver con el anarquismo. El anarquismo, como tendencia y como movimiento,
conformó los caracteres propios al tiempo que se desprendía,
diferenciaba y enfrentaba a las corrientes autoritarias que, como tales,
llevaron, llevan y llevarán la lucha al establecimiento de nuevos
sistemas de esclavitud o a garantizar la continuidad de los existentes.
Como existen luchas y luchas, los hay quienes brindaron su vida luchando
contra los Estados, quienes mandaron a otros al muere, quienes dieron la
vida por Perón y quienes se la sacaron de encima.
Ahora, si lo que se pretende es “rescatar lo mejor de cada hombre”
o hablar de gestos (que los hubo y los hay), habría que ver si lo
que se rescata del leninismo y su Partido es la masacre a los campesinos
makhnovistas ucranianos o la depuración del Partido Comunista cubano
en la que participó el Presidente del Banco Central de entonces.
Las ideologías que tienen por principio a la autoridad (y habría
que decir que menos el anarquismo todas la tienen) también tienen,
lógicamente, medios y fines autoritarios; y los eventuales “romanticismos”
cumplen la función de blanqueo.
Lo que se pretende un gesto de amplitud no es si no una mueca de carcamanes
y doctos de la demagogia. Amplitudes y demagogias que buscan reciclar desde
grupos en decadencia hacia niditos rebautizados.
En el artículo titulado “La expansión de la prisión”
dicen: “La miseria o como cantan los Arbolito ‘el frío
del gobierno’ no respeta edades ni sexo, hay pendejitos y pendejitas
prostituyéndose y fumando pasta base.”
Dejando de lado la manipulación del lenguaje para estar “firme
junto al pueblo”: “pendejitos y pendejitas” dice
el que paga.
Al final de la nota dicen: “Lo cierto es que la búsqueda
de una nueva estrategia para la lucha popular se nos impone. Es hoy deber
de cada uno de nosotros agotar el esfuerzo por consensuar un programa de
mínima para el campo popular en su conjunto.”
Lo que sí es cierto es que lo que se nos impone es la policía
y lo que ella garantiza y no las exigencias de los otros, que muchas no
son otra cosa que acomodamientos que buscan disfrazar a las miserias propias
de fatalidades. Plantear la cuestión en términos de táctica
y estrategia es entrar en el campo de lo político y lo militar, con
todo lo que eso implica; desde astucias hasta traiciones... Y la cuestión
del “programa de mínima” ¿no es el mismo verso
actualizado que recitaban los llamados sindicalistas puros contra la finalidad
anarquista de la FORA V, en las primeras décadas del siglo XX?, ¿no
es el mismo mecanismo de las corrientes antifascistas sosteniendo el gobierno
republicano contra los anarquistas, en la España del ´36?,
¿no es el mismo programa de mínima que están hoy consensuando
varios grupos y organizaciones con el gobierno, o ayer con la dictadura?.
Un programa de mínima para maximizar el consenso...
Y siguen: “frente a la falta de voluntad política por parte
del gobierno de redistribuir el ingreso, la única forma que tenemos
desde el pueblo para transformar nuestras condiciones de mera supervivencia
en algo que se asemeje a la vida, es mediante la lucha por la recomposición
salarial, el fin de este sistema impositivo regresivo y su reemplazo por
un sistema progresivo que contemple la división de la sociedad en
clases, la mejora al acceso a la educación y la salud, y una participación
cada vez más directa en los asuntos públicos que no son otros
que nuestros asuntos.”
Al gobierno no le falta voluntad política, hace lo que hacen todos
-absolutamente todos- los gobiernos: servir a los poderosos. El reclamo
de voluntad política hacia los administradores de la muerte es propio
del periodismo y demás denunciantes. Los anarquistas -no los libertarios-
no buscan la redistribución de las sobras, buscan la abolición
del salario y el comunismo de las riquezas. Los anarquistas no luchan por
un recaudador de impuestos y su escolta policial para que los burgueses
inviertan, con voluntad o a desgano, en beneficencia. Una DGI “al
servicio de la comunidad” y “por una nueva cultura tributaria”
es lo que contempla y afirma la división de la sociedad en clases.
Lo llamado progresivo, en tanto oxigenación del orden establecido,
termina siendo reaccionario. Los anarquistas no disputan participación
en los “asuntos públicos” -un eufemismo de cargo público-
ni directamente ni como fiscales. A la abolición del Estado y no
a su democratización es a lo que apuntamos.
Insistimos en que hacer ideología a partir de nuestras limitaciones es convalidar la gracia del verdugo y, en fin, legitimarlo como tal. Insistimos en que éstas, como otras posiciones que se pretenden anarquistas, responden a corrientes que el Poder arroja para que algunos las hagan propias y las desarrollen, desde inocencias o astucias. Que el mote de libertario es el refugio de socialdemócratas, populistas y oportunistas. Insistimos en plantearnos contra la intención de vincular al anarquismo con tendencias reformistas y políticas; que buscamos la construcción del único anarquismo posible: radicalizado y beligerante. Otra cosa es quedar enredado en los discursos del sistema.
A.G.
DE MADRES DEMÓCRATAS Y ABUELAS MONÁRQUICAS: HIJOS MILITARES VOLVER
Podríamos
aclarar que los desaparecidos durante la última dictadura militar
no eran sólo solidarios, o que se oponían simplemente a la
dictadura por ser democráticos. Había también, y no
pocos, grupos armados que luchaban violentamente por alcanzar sus objetivos.
Grupos que si hoy estuviesen, serían perseguidos por el gobierno
del peronista Kirchner; grupos que, a su vez, violaban los Derechos Humanos;
grupos que no querían necesariamente una democracia para sus connacionales.
No hago aquí una justificación de su desaparición,
sino trato de no “lavarles las manos” aduciéndoles una
supuesta “inocencia” ante la avanzada del ejército golpista.
No eran para nada nenes de pecho. Tenían una posición ante
la coyuntura presentada, y actuaban para alcanzar sus fines, consecuentemente
o no.
¿Métodos clandestinos de detención? Las detenciones
son lo que son, en democracia o en dictadura, votadas o no. Legitiman la
desaparición al justificar los métodos legales, la dictadura
era la ley en ese entonces... Y si hoy se aborrece el incumplimiento de
la ley (la ley que es Ibarra, señora Carlotto) se habilita la represión
dictatorial tan denunciada.
Está claro que a las Madres y a las Abuelas sólo le importan
sus hijos y nietos torturados, muertos y desaparecidos y que, los hijos
y nietos de otras madres y abuelas que hoy son torturados, muertos y desaparecidos
a manos de su compañero, le importan una mierda; mierda como la que
eran su familia para los milicos y mierda como la que son los opositores
del gobierno para éste.
Al decir de Hebe de Bonafini, Bin Laden es un revolucionario (¿o
ahora era?), entonces Videla lo es mucho más, pues cumplió
con sus objetivos: eliminar a la “subversión”, instalar
el miedo, reinstalar la paz (que hoy todos adoran al mismo tiempo que claman
por seguridad para resguardarla) y mantener el privilegio. Bin Laden, Bush,
Videla y Kirchner son iguales, ¿y Hebe? ¿a quién se
parece? Para acercarnos un poco más a su perfil dejémosla
hablar sobre la marcha del 24 de Marzo: “se sabía desde
el principio lo que iba a pasar: le iban a dar con un palo al gobierno.
Por eso no fuimos”. Según Estela de Carlotto “hay
gente que todavía no transita el camino democrático y se queda
en la denuncia exagerada”. Su posición actual, la de la
defensa del gobierno, la de sus leyes y sus picanas, no es una exageración
mía.
El tan combativo Partido Obrero, beligerante para la piedra o la agachada,
salió en el sur a reclamar el esclarecimiento del crimen de su compañero
el “policía trabajador”, tal vez por el miedo de perder
sus votantes de clase media (y algún que otro patrón “sensible”
o perceptivo también) y, seguro, porque quieren ser la ley; eso,
eso es tener la mira bien en lo alto. Pobres los de Santa Cruz si el P.O.
comanda la provincia, otra vez a correr, limpiar y barrer... pobres los
de Santa Cruz hoy, que soportan el atropello de la represión y de
la paz cotidiana. Sobre el delegado rescatado mejor ni hablar...
“Pobre” gobierno, si no hubiese sufrido este “revés”
en Las Heras se hubiese ahorrado, al menos, una crítica. Como en
el Golpe, la gente hoy sigue siendo detenida, sigue siendo torturada, sigue
siendo humillada y sigue desapareciendo. La calle está repleta de
uniformados y, como en el Golpe, la gente o no lo sabe o no lo dice, o no
quiere darse cuenta porque no le interesa. ¿Se necesitaban 30.000
desaparecidos para darse cuenta de la aberración que cometen los
ejércitos con su existencia?, que no es más que para la guerra
del privilegio contra sus “excluidos”. ¿Un muerto no
es nada y 30.000 sugieren Nunca Más? Nadie vive más de una
vez, una muerte es única, es una vida truncada, es un ser humano
que ha desaparecido por la voracidad de siempre, por Poder.
Simón Pedro
1, 2, 3, ¡MARCHEN! VOLVER
Llegar
al lugar ya me es toda una aventura, la Capital y su “jungla”
centralizada hacen que pierda el sentido de la ubicación. Tal vez
me sería más fácil que me lleven y traigan, pero bueno,
tuve una elección influenciada que me llevó a estar aquí
y así. Decidir es difícil pero obedecer es denigrante; probablemente
el deseo de “acariciar” la dignidad me llevó a la primera
“opción”.
Puro movimiento hasta llegar... y pura quietud que me invade al estar, tanta
corriente me obliga a nadar contra ella. Estoy donde todo confluye y somos
muchos, pero cuántos realmente “somos” o queremos “ser”.
La seriedad que me acompañaba minutos antes se transforma ahora en
humillación ante el espectáculo por venir.
Ahora sí, comenzó la fiesta a pura murga, baile y cánticos
anti y pro militares... ya que el ejército no es la única
fuerza militarizada; es triste, muy triste el bombito y el redoble en cualquier
manifestación. Me pongo a pensar y reconozco algunos temas y también
pienso que la marcha fascista gaucha entra en el mismo ritmo y al compás.
¿Qué no los une más que ese amor por la patria, que
no es más que amor al Estado, que no es más que amor a Dios?.
Puedo molestar siendo una mancha entre colores, pero no es lo que quiero
y busco.
Demostraciones varias de orgullos se pueden apreciar: sexuales (la libertad
de usar Siempre Libre), que son siempre sexistas; étnicos o culturales
(casi antropológicamente circenses), que son siempre por su propia
sociedad autoritaria; humanos (con constitución en mano), que son
siempre negaciones de esa pretendida condición; de militancia (aunque
hay quienes no encuadran), que son siempre escaladas; y policiales (tristemente
de “ambos lados”), que son siempre vallas humanas para la humana
liberación.
Se ven futuros tiranos que son respetados y hasta casi admirados, digo tiranos
no por prejuicio sino por “pos”juicio; es histórico,
no futurología. Es la naturaleza inherente a su condición
de políticos, lo que expresan cada una de sus palabras (y hasta sus
exabruptos “libertarios”); y del accionar, de eso que encima
se jactan, el hacer y hacer, aquí y allá, no más que
millares de enroques para salvaguardar a su posible trono: el Estado. De
ahí en más su única posibilidad: la explotación
del hombre por el hombre.
Hacen un juego de “poses” de una posibilidad mucho más
profunda. Clara es la indiferencia demostrada ante el ejemplo dado en Haedo:
a las ratas hay que tenerlas cortitas (impotencia), explicarles cómo
es la cosa (limitación) y hasta hacerlos volar (tender a). Pues no
sólo te apresan los policías sino también hay cámaras
y micrófonos que disparan.
Que más presupuesto para educación, que aumento de salarios,
que fuera Bush de Irak, que no al pago de la deuda, que no a la criminalización
de la protesta, etc. Todo esto y más, legalización de todo.
La protesta me parece que debemos entenderla como un acto extorsivo y no
como una petición, lo que nos otorgan lo hacen porque les sobra,
pero lo que les arranquemos será por lo que podamos apretar.
Mis respetos a los apresados, los engañados y los tontos. Mi desprecio
a las dirigencias todas.
Simón Pedro
ESA AFICIÓN POR LOS NÚMEROS REDONDOS VOLVER
Es
bien conocida la costumbre, al menos en el Occidente moderno, de conmemorar
ciertos acontecimientos del pasado especialmente cuando ha transcurrido
una cantidad de años que invariablemente resulta múltiplo
de 5 o de 10. Los cien años, tantas décadas o los veinticinco
años -muchas veces denominados como “bodas de plata”-
que transcurrieron desde un determinado hecho significativo son excusa para
la reflexión o el júbilo. Nosotros los anarquistas tampoco
somos ajenos a esta costumbre -éste número de “¡Libertad!”
podría obrar como ejemplo- y festejamos centenarios y lustros, excelente
pretexto para socializar, confraternizar o agitar un poco el letargo social.
Hace apenas un mes se celebró el 30º aniversario del golpe de
Estado del 24 de marzo de 1976. Se convocó a la reflexión,
a una jornada de lucha, a llenar la plaza, a un fin de semana largo, y de
paso, lavar culpas, sacar alguna ventaja política, ganar espacio
en los medios o erigirse como adalid del pueblo y la democracia. Convocaron
todos los partidos de izquierda, algún demócrata radical o
peronista, los organismos de derechos humanos, los piqueteros. Todos los
medios transmitieron en vivo y en directo, nos hicieron lagrimear de emoción
con la plaza llena y el repudio popular hacia los asesinos milicos, y nos
ilustraron sobre las disputas entre los organizadores sobre si correspondía
leer una proclama típica de la izquierda vernácula contra
el imperialismo y el gobierno. Terminó con la Madres de Plaza de
Mayo retirándose -que por primera vez se han refugiado en los cálidos
brazos de un gobierno- y los inservibles partidos políticos discutiendo
por la posesión de un micrófono.
Los medios también conmemoraron: Clarín y sus derivados radiotelevisivos
entregaron material periodístico que denunciaba los crímenes
cometidos por la Dictadura, reportajes a ex-detenidos, la destrucción
del aparato productivo, los negociados, la muerte y la tortura. Otro tanto
ocurrió -aunque con menos énfasis- con Canal 9, Canal 7, Telefé,
el diario La Nación y toda la maraña de papel que nos desinforma
cotidianamente. Todo salió un poquito tarde, 30 años no más,
porque en el momento no los autorizararon los militares. Ellos también
fueron víctimas; pobrecitos.
En estos días de recuerdo antimilico todos se sacaron la gorra por
un rato. Los partidos de izquierda que apoyan la represión en China,
Cuba, Venezuela y reivindican la Dictadura del Proletariado, a Stalin, a
Mao, a Trotski, a Saddam o al primer asesino “antiimperialista”
que se les cruce. Los de la derecha reconociendo que la mejor forma de convivencia
es la democracia, ofreciendo vehementemente sus vidas en defensa de que
sus opositores tengan la libertad de expresar sus opiniones. Las fuerzas
armadas declarando su arrepentimiento, el gobierno haciendo museos de la
represión e impugnando alguna ley del perdón o complicándole
por un rato la existencia a algún represor impune. Las Madres de
la Plaza, convertidas en símbolo, dieron fin a la lucha, y declararon
implícitamente el fin de esta historia, al apoyar la política
gubernamental.
Tal vez debido a la proximidad del mundial de Alemania 2006 hubo un párrafo
aparte para el Mundial que durante la dictadura organizaron los militares.
El mundial de 1978 fue recordado con vergüenza debido a que fue utilizado
por el gobierno dictatorial como tapadera de la matanza, de los gritos de
los torturados y de las denuncias sobre la represión clandestina.
Incluso la federación alemana de fútbol pidió disculpas
por haber participado de la Copa del Mundo del ’78. Tanta toma de
conciencia repentina debería tener un poco más de fundamento
que la ocasional utilización de un evento deportivo para desviar
la atención de la masa. Como si nunca hubiera ocurrido que los gobiernos
utilizaran cualquier tipo de circunstancia para desviar la atención
sobre sus crímenes: Italia fascista en el mundial de1934, Alemania
nazi en los juegos Olímpicos de 1936, Brasil en 1970, la Rusia soviética
en 1980, Estados Unidos en Los Angeles ’84 y Atlanta ’96 mientras
invadía y bombardeaba a medio planeta. Como si el calendario futbolístico
anual de todos los países en que el fútbol es pasión
de multitudes sirviera para la toma de conciencia de los oprimidos. Como
si los domingos en que juegan Boca, River o quienes fueren no muriera gente
de hambre, desapareciera la represión estatal o la explotación
económica tuviera “fecha libre”. Como si los democráticos
jugadores del ’86 con Maradona a la cabeza fueran los paladines del
pueblo afligido y expoliado (y que en el ’90 festejaron nada menos
que con Menem en el balcón de la Casa Rosada). Los del ’78
son cómplices de la dictadura, los del ’86 son héroes.
Y los del ’82 ¿son los culpables de que el pueblo apoyara la
guerra de los asesinos y gritara los bombazos a los ingleses como goles?
¿Tienen la culpa del olvido en que cayeron los adolescentes que los
militares enviaron a pelear -únicas víctimas del fervor nacionalista-
mientras miraban el mundial por la tele?
Y los medios periodísticos ¿son inocentes? Los mundiales son
transmitidos, comentados hasta el hartazgo, festejados y llorados en democracia
y dictadura. Si en el 2002 hubiéramos salidos campeones del mundo
en vez de volvernos a casa en primera ronda, ¿hubiera sido una victoria
de la democracia, una distracción aprovechada por Duhalde para enfriar
a un pueblo entonces levantisco o la “oportunidad histórica
para unir de una vez por todas y para siempre a todos los argentinos en
un abrazo fraterno y nacional”? La derrota también sirvió
para distraer, ya que se debatió hasta el cansancio acerca de la
“catástrofe” que asoló a nuestro fútbol.
En síntesis, todos los arrepentidos y los incuestionables pueden
ahorrarse el rasgar sus vestiduras: los gobiernos usaron, usan y usarán
todos los recursos posibles para desviar la atención sobre sus crímenes,
clandestinos (como en la dictadura) o legales (como en cualquier democracia
común y silvestre).
En junio tenemos otro festejo, ya que se cumplen 20 años de la conquista
argentina en México ’86. Es el mundial virtuoso, el que hay
que recordar sin vergüenzas. El del ’78 es el de los milicos,
indigno de los argentinos democráticos. Para los patrioteros es mejor
avergonzarse de haber gritado los goles en un Mundial, que avergonzarse
de responder al espíritu nacionalista con que se nos adoctrina desde
el Estado y las instituciones, privadas u oficiales. Los desaparecidos de
la ESMA -según cuentan algunos testigos- también gritaron
los goles de la Selección Argentina. Los presos, los muertos de hambre
y los explotados gritarán los del Mundial de Alemania 2006. ¿Cuál
es la diferencia? Ninguna. Más bien hay similitudes: el griterío
de la “patria futbolera” que ahoga al grito de justicia.
Después de todo, izamos la misma bandera. Allá arriba, la
enseña celeste y blanca bien alto, pura e inmaculada, abrigándonos,
cubriéndonos a todos, uniéndonos en un abrazo fraterno inmortal:
asesinos milicos, policías, torturados, ministros, hambrientos, violadores,
artistas, exiliados, hinchas de fútbol, banqueros, obreros, estalinistas,
nazis, industriales, desocupados, peluqueros, mamá, papá,
la tía, el rott-weiller, el mate, los bizcochos, el bolígrafo,
las huellas digitales, el dulce de leche, las Cataratas... El pabellón
del pueblo; sí, el pabellón.
Lobisón
COUNTRIES, FÁBRICAS Y TALLERES VOLVER
“Según
datos que el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) difundió
este viernes, en el tercer trimestre del año pasado el 10 por ciento
más rico de la población de la región metropolitana
tuvo ingresos 35 veces superiores al 10% más pobre. A nivel nacional
esa brecha es de 31 veces. Así, no solo volvió a ampliarse
la brecha entre lo que ganan los más ricos y los más pobres
que viven en la región más poblada del país sino que
esa distancia es récord en la serie del INDEC que arranca en 1974.
En aquél momento esa brecha era de 12,3 veces.
Además, las cifras oficiales marcan que el 15,5% de los 12,5 millones
que viven en la región metropolitana -dos millones de personas- vive
con 75 pesos por mes o 2,50 pesos por día. En la otra punta, en los
hogares más ricos cada integrante dispone de 2.629 pesos por mes.”
(Clarín, 26 de marzo de 2006)
“‘Había
60 personas viviendo en cubículos de un metro cincuenta, divididos
por cartones. Y todos usando un baño nauseabundo’.”
“‘Notamos que había menos camas que gente; evidentemente,
mientras algunos duermen otros trabajan’, dijo la fuente consultada.
Este fenómeno se conoce como “cama caliente”. En la vivienda
se encontró una decena de máquinas de coser y rollos de telas
apilados. El cuadro se completaba con vidrios rotos, ningún matafuego
y cables colgados.”
“Según datos aportados por el Gobierno de la Ciudad, ‘en
varios de esos talleres, los trabajadores cobran 70 centavos por un pantalón
que después se vende a 100’. En la mayoría de los locales
la gente se negó a ser desalojada, por lo que desde la Comuna se
le pidió intervención a la Justicia para que proceda al desalojo.
En 12 de los 18 talleres clausurados, se contaron 45 familias (con muchos
chicos) viviendo en “situación de hacinamiento”.”
(Clarín, 4 de abril de 2006)
“El testimonio más importante hasta ahora es uno tomado el sábado, de un trabajador que perdió un hijo en el incendio, quien contó, entre otros detalles: que en el taller trabajaban unas 70 personas con un solo baño, que el horario de trabajo era de 7 a 22, con una pausa de media hora para almorzar y que toda la paga eran 50 pesos por semana para cada familia.” (Clarín, 5 de abril)
“En una pieza de cuatro por tres metros, en el segundo piso, dormíamos 16 personas. Nos apilábamos en camas marineras de tres pisos. En un cuarto vecino dormían 14 mujeres. Tres de ellas tenían hijos que se pasaban el día encerrados. Nunca salíamos a la calle. Ni los niños, ni nosotros, salvo los domingos un rato.” “...teníamos un solo baño para más de 30 personas entre adultos y niños. Era un baño improvisado, lleno de mugre. Yo trabajaba en la terraza, de las seis de la mañana hasta las tres del otro día. Dormía tres o cuatro horas, a lo sumo. Tenía que doblar, planchar con las manos, unos 1200 pantalones de tela de jean por día.” (Página/12, 16 de abril)
“Comenzó de ayudante, el rango más bajo en un taller de costura. Trabajaba desde las 7 hasta que toda la producción quedara terminada. ‘No tenía horario de descanso, en esa época este taller recibía muchos pedidos. Había días en que se entregaban hasta 2.000 prendas. Me pagaban 200 pesos por mes...’, relata Amalia, que no quiso que se le sacaran fotos. ‘El lugar para descansar era muy feo -continua-, nos daban unos colchones de lona y para taparnos dos frazadas muy finitas. En el lugar dormíamos 20 costureros juntos’. La experiencia indica que en esta cadena de producción los costureros, más allá de sus distintas historias, son los que soportan el mayor peso de un sistema que se apoya en la necesidad, en el temor y en la desinformación de los sectores más vulnerables. Le pasó a Amalia. ‘Yo tuve la suerte de darme cuenta a tiempo y ahora trabajo como empleada doméstica y estoy mejor’. Como cuando llegó hace 10 años.” (Clarín, 9 de abril)
[Countries]
“Ubicado
en plena zona residencial de San Fernando, Bahía del Sol es uno de
los countries náuticos clásicos de la zona. A su inmejorable
ubicación se suma una buena infraestructura deportiva. Además,
tiene dos canales navegables que se conectan con el río Luján,
y los vecinos pueden tener sus propias amarras a metros de su casa.
Actualmente viven más de 150 familias en forma permanente y queda
disponible solo un exclusivo lote sobre el río, por un valor de US$
540.000. La oferta de casas se reduce a las de reventa, con valores cercanos
al millón de dólares.
La infraestructura del lugar está encabezada por el club house con
restaurante y sauna. El sector deportivo dispone de canchas de tenis, squash
y dos piscinas para grandes y chicos. En todo el complejo, el paisaje náutico
predomina gracias a la laguna central con forma de herradura, donde los
vecinos amarran las embarcaciones que le dan su encanto a Bahía del
Sol.” (Clarín, 24 de diciembre de 2005)
“El
desarrollo de los countries en la Argentina no comenzó con el boom
de los ´90... En este recorrido, el punto de partida lo marca Tortugas,
que esta semana cumplió 75 años y figura como el primer country
de Sudamérica. Su fundador, Antonio Maura, solía juntarse
en su tambo con sus amigos a practicar al polo. Y, como el viaje a Buenos
Aires llevaba cerca de dos horas, decidió instalar unas carpas donde
los jugadores pudieran quedarse a dormir. Hasta que en 1930, amplió
la propuesta y armó los pilares de lo que es hoy el country. El requisito
para edificar era que las viviendas debían basarse en prototipos
o modelos (como los que actualmente se usan en los sistemas de housing),
de estilo español californiano.
Un testimonio de esto son las ornamentaciones con rejas, los miradores con
techos de tejas romanas y las galerías que se pueden apreciar en
las casas que se conservan de la primera época. Estas características
también se ven en el club house, la capilla y la garita de entrada,
que datan de entonces.
Casi veinte años después, el 25 de mayo de 1948, ... Fue con
la inauguración de Highland Park. Esta vez, fue un ex socio del Tortugas,
el escribano Alberto González Venzano... ¿Cuál fue
el motor que impulsó a su desarrollador? Según cuentan los
socios del country, González Venzano siempre iba en busca de nuevos
desafíos. Cuando veía que algo estaba “listo”,
se aburría y volvía a empezar.
En los ´70 surge otra tendencia: la de los countries super deportivos.
Con lotes reducidos, precios más accesibles y en algunos casos, la
posibilidad de financiar la compra del terreno. A mediados de los ´80,
San Diego, impuso otros ítems. El diseño americano y los servicios
propios de un pueblo. Un estilo que definirá el rumbo de las urbanizaciones
que harían furor en los ´90.” (Clarín,
27 de agosto de 2005)
“En
la historia de los countries, Highland merece un capítulo aparte.
No sólo es una de las urbanizaciones más antiguas y exclusivas.
Además, en los últimos años se aggiornó e incorporó
detalles de confort, poco comunes en los complejos residenciales. Y se fue
posicionando como un lugar muy selecto. Actualmente, el costo de la tierra
ronda entre los 100 y 150 dólares el metro cuadrado. Y hay casas
valuadas en más de un millón.
También se convirtió en uno de los primeros countries elegidos
por los famosos. Las opciones para pasar el tiempo libre no quedan ahí.
Los chicos también tienen un lugar a medida. En un pulmón
verde, de 37 hectáreas de superficie, se instaló un sector
deportivo especial para ellos.
El predio, donde todos los fines de semana se realizan campeonatos y encuentros
deportivos, cuenta con canchas de fútbol, hóckey y rugby.
Además, hay un sector hípico con un picadero cubierto y pistas
de salto.” (Clarín,12 de junio de 2004)
“Los Lagartos nació en 1969 como un club de golf, llegó
a tener la mejor cancha de Sudamérica y se convirtió en el
escenario de importantes torneos mundiales. Hoy es uno de los countries
más tradicionales de Pilar y el sueño de los amantes de muchos
otros deportes más. Cuenta con un impresionante sector recreativo
en el que se destacan sus múltiples canchas de tenis: hay 16 de polvo
de ladrillo y 11 de superficie rápida.
El servicio de vigilancia se ocupa también de custodiar a los chicos
en el horario de entrada y salida de las dos escuelas con las que está
conectado Los Lagartos.
Prácticamente al barrio no le falta nada: tienen proveeduría,
teléfonos públicos, cajeros bancarios, capilla y servicio
de urgencias médicas. La naturaleza es siempre protagonista y enmarca
el confort de la vida moderna.
Vale la pena destacar sus cuatro restaurantes. Además, del salón
para familia en general, hay un snack bar con parrilla que se usa para reuniones.
Los fanáticos del golf también tienen el suyo...”
(Clarín, 10 de diciembre de 2005)
“Desde su lanzamiento, en el año 2000, el barrio cerrado Saint Matthew's viene creciendo a un ritmo sostenido. En primer término se encuentra el Saint Matthew's College, un colegio bilingüe ubicado dentro del complejo que facilita que los chicos vayan a clase caminando o en bicicleta sin salir a la calle.” (Clarín, 29 de octubre de 2005)
“ ‘Claro que nuestros vecinos tienen identidad -dispara Benedit, del countrie Nordelta-, ya se formaron varias asociaciones vecinales y la Fundación Nordelta, una ONG que ayuda a Las Tunas, un barrio carenciado cercano’.” (Clarín, 25 de septiembre de 2005)
[Comentario]
No
se trata de efectivizar la Síntesis “aquí en la tierra
como en el cielo”, ni de resolver supuestas contradicciones o irracionalidades
del capitalismo; se trata de una necesidad vital que es directamente aniquilada
o recortada a su mínima posibilidad según dicten los intereses
de quienes se han apoderado de “todo”. Y ante la muerte, el
sufrimiento y las humillaciones continuas, las explicaciones de nuestra
posición ante la cosa se vuelven redundancias que agotan, como tendría
que agotarse la paciencia... Porque ¿qué hay que agregar ante
los chiquitos que mueren desnutridos todos los días, ante los que
soportan la inanición depositados en los hospitales, ante el preso
separado de sus hijos, ante la vida que se escurre por el salario, ante
los refugios de cartón, ante la familia que tira del carro, ante
la amenaza del “tira” de la esquina...? Están las riquezas
que no desbordan porque están cuidadosamente amontonadas y vigiladas
y está la necesidad de ellas para vivir. El derecho de toma se justifica
en eso. Cualquier otra solución a la problemática social que
se pretenda está preestablecidamente agotada, como tendría
que agotarse la paciencia.
¿“Y mientras tanto”? ¡A gotear explicaciones!
A.G.
BUENOS AIRES VOLVER
El
amanecer, la tristeza infinita de los primeros espectros verdosos, enormes,
sin forma, que se pegan a las altas y sombrías fachadas de la Avenida
de Mayo; la vuelta al dolor, la claridad lenta en la llovizna fría
y pegajosa que desciende de la inmensidad gris; el cansancio incurable,
saliendo crispado y lívido del sueño, del pedazo de muerte
con que nos aliviamos un minuto; el húmedo asfalto, interminable,
reluciente, el espejo donde todo resbala y huye, los muros mojados y lustrosos,
la gran calle pétrea, sudando su indiferencia helada; la soledad
donde todavía duermen pozos de tiniebla, donde ya empieza a gusanear
el hombre.
Chiquillos extenuados, descalzos, medio desnudos, con el hambre y la ciencia
de la vida retratados en sus rostros graves, corren sin alientos, cargados
de «Prensas», corren, débiles bestias espoleadas, a distribuir
por la sociedad del egoísmo la palabra hipócrita de la democracia
y del progreso, alimentada con anuncios de rematadores. Pasan obreros envejecidos
y callosos, la herramienta a la espalda. Son machos fuertes y siniestros,
duros a la intemperie y al látigo. Hay en sus ojos un odio tenaz
y sarcástico que no se marcha jamás. La mañana se limpia
poco a poco, y descubre cosas sórdidas y sucias amodorradas en los
umbrales, contra el quicio de las puertas. Los mendigos espantan a las ratas
y hozan en los montones de inmundicias. Una población harapienta
surge del abismo, y vaga y roe al pie de los palacios unidos los unos a
los otros en la larga perspectiva, gigantescos, mudos, cerrados de arriba
abajo, inatacables, inaccesibles.
Allí están guardados los restos del festín de anoche:
la pechuga trufada que deshace su pulpa exquisita en el plato de China,
el champagne que abandona su baño polar para hervir relámpagos
de oro en el tallado cristal de Bohemia. Allí descansan en nidos
de tibio terciopelos las esmeraldas y los diamantes; allí reposa
la ociosidad y sueña la lujuria, acariciadas por el hilo de Holanda
y las sedas de Oriente y los encajes de Inglaterra; allí se ocultan
las delicias y los tesoros todos del mundo. Allí, a un palmo de distancia,
palpita la felicidad. Fuera de allí, el horror y la rabia, el desierto
y la sed, el miedo y la angustia y el suicidio anónimo.
Un viejo se acercó despacio a mi portal. Venía oblicuamente,
escudriñando el suelo. Un gorro pesado, informe, le cubría,
como una costra, el cráneo tiñoso. La piel de la cara era
fina y repugnante. La nariz abultada, roja, chorreante, asomaba sobre una
bufanda grasienta y endurecida. Ropa sin nombre, trozos recosidos atados
con cuerdas al cuerpo miserable, peleaban con el invierno. Los pies parecían
envueltos en un barro indestructible. Se deslizó hasta mí,
no pidió limosna. Vio una lata donde se había arrojado la
basura del día, y sacando un gancho comenzó a revolver los
desperdicios que despedían un hedor mortal. Contemplé aquellas
manos bien dibujadas, en que sonreía aún el reflejo de la
juventud y de la inteligencia; contemplé aquellos párpados
de bordes sanguinolentos, entre los cuales vacilaba el pálido azul
de las pupilas, un azul de témpano, un azul enfermo, extrahumano,
fatídico. El viejo -si lo era- encontró algo... una carnaza
a medio quemar, a medio mascar, manchada con la saliva de algún perro.
Las manos la tomaron cuidadosamente. El desdichado se alejó... Creí
observar, adivinar... que su apetito no esperaba....
¡También América! Sentí la infamia de la especie
en mis entrañas. Sentí la ira implacable subir a mis sienes,
morder mis brazos. Sentí que la única manera de ser bueno
es ser feroz, que el incendio y la matanza son la verdad, que hay que mudar
la sangre de los odres podridos. Comprendí, en aquel instante, la
grandeza del gesto anarquista, y admiré el júbilo magnífico
con que la dinamita atruena y raja el vil hormiguero humano.
Rafael Barret, 1904
EXTENSIÓN HUMANA VOLVER
Tanteando
al principio, con lentitud temerosa, comenzaron a disipar la timidez de
las bestias y a descender de los árboles. La necesidad tornó
a algunos a atreverse y eso los conformó, los modeló. El suelo,
la tierra, fue la primer conquista y para defenderla se plantaron sobre
sus pies, blandiendo piedras y palos en sus manos. Eran hombres. Ya no refregaban
el hocico por el barro ni lamían las sobras de las fieras. Ahora
caminaban y cada paso los nutría. Los rezagados que vegetaban sucumbían
y eso motivaba la marcha; los que corrían hacia precipicios o hacia
fauces dejaron a previsores y a visionarios. Estaban erguidos y el horizonte
se había elevado a la altura de sus ojos y ahora contemplaban, dignificados,
la tierra que estaba bajo sus pies. Desde allí todo fue expansión:
fuego, imaginación, palabras, ideas... todo fue conservación
y rebelión, azar y necesidad, llegada y partida, costumbre y tendencia,
instinto y voluntad, superficialidad y profundidad, miedo e inteligencia,
dependencia y espíritu, animalidad y humanidad. Parte empujado por
fuerzas impuestas, parte por ambición, no hubo montaña, mar
o desierto que no fuera franqueado. El hombre se desprendió de lo
que no le servía o le estorbaba y adquirió los caracteres
que lo diferencian. Inventó letras, artes, mitos y ciencias, persiguió
estrellas, domesticó floras y faunas, le dio valor a las cosas y
a sí mismo. Él solo se hizo desde el barro y con el propio
aliento. Por supuesto que nadie lo hizo aislado: cada vida fue heredera
y legadora de una trama autoforjada por incontables y anónimos. Adquirió
habilidades y, como posibilidad que es, lo hizo a diestra y siniestra...
Toda característica, en suma, es un logro evolutivo: desde la búsqueda
de trascendencia o de inmortalidad hasta el sentido de individualidad y
el de comunión. Pero el primer sentido que la evolución despertó
en toda vida fue el sentido de vivir, y eso es lo que hace toda especie
(como toda cosa, diría): busca ser, tiende. Y lo hace hasta a costa
de otros: esa es la naturaleza y ese es el cruel precio. Sin esa tendencia
de vivir y reproducir la vida, el primer vestigio del más primitivo
ser hubiese sido sólo un accidente fugaz en un mar inerte. Hubiese
sido un suicidio fatal y predeterminado.
Y el ser humano es tal, tal en posibilidad, que hasta puede tender contra
ese sentido vital y primitivo y hasta adolecer, para justificarse, de un
altruismo divino o ecológico. Claro que para llegar a renegar de
la propia condición de humanidad hace falta una cantidad de condicionamientos
y represiones que solamente una sociedad como la actual puede sustentar.
Nos llega la noticia de la existencia de un movimiento que aboga por la
extinción humana voluntaria. Su sigla original es en inglés
pero parece que sus propuestas están traducidas a varios idiomas.
No es que nos preocupe las posibilidades de influencia o de triunfo de semejante
causa: sus seguidores no pueden ser sino verdaderos oligofrénicos
e idiotas (y esto no es insulto gratuito), lo que sí esperamos es
que sean consecuentes vanguardistas. Tampoco nos preocupa que alguien lo
quiera vincular al anarquismo o encontrarle puntos comunes; después
de los “anarco-bolcheviques” y del “marxismo libertario”
ya pocas cosas pueden sobresaltarnos. La cuestión son los argumentos
y valores que pretenden sostener el absurdo.
Lo que dicen se puede resumir: la especie humana es la plaga del planeta,
planeta que progresivamente está contaminando y destruyendo porque,
además, la plaga aumenta en cantidad y hace sufrir, no sólo
a la Tierra, sino también a sí misma. La solución,
para que el planeta y sus otras especies sobrevivan, es que la humanidad
se extinga. La forma: que todos dejemos de procrear hijos. Así, con
el paso del tiempo, los últimos hombres que queden morirán
de viejos, sin la perniciosa descendencia, y la biosfera “regresará
a su antigua gloria”. El desarrollo de su manifiesto no está
escrito por improvisados: abundan los análisis, los datos, los conocimientos
científicos y religiosos y están abordadas todas las temáticas
pertinentes. Hasta niegan las guerras y las matanzas como métodos
de reducción de la población porque, dicen, que, además
de inmorales, no son efectivos pues “históricamente el incremento
en las muertes ha causado un incremento de nacimientos”. Es la castidad
reproductiva y el sacrificio de la especie ante la Diosa tierra.
Hablan de una toma de conciencia, consensuada y autoasumida, pero no es
difícil imaginar que si le dan al justificativo un valor suficiente,
desde un poder apto, se llega a la esterilización forzada, a abortos
masivos y obligatorios y a los campos de concentración.*
No son como esas sectas religiosas que impulsan suicidios masivos o readaptaciones
de diluvios bíblicos donde hay elegidos (aunque ambas se ubiquen
bajo entidades suprahumanas -Dios o el ecosistema-); estos promueven un
suicidio total, progresivo e indoloro justificado en una pretendida sensibilidad
para con la vida, y los argumentos de su moral buscan ser más científicos
que religiosos.
Demás está decir que ninguna especie se deja morir voluntariamente;
éstas pueden desaparecer por cambios abruptos del clima, catástrofes
o ante competidores más aptos. Pero la vida es una lucha constante
impulsada por un instinto de conservación que es constitutivo de
la propia existencia y ese instinto es, al mismo tiempo, motor de la rebelión.
Pero en el hombre la cultura, es decir, los cultos, moldean de tal forma
los imperativos biológicos que estos terminan siendo susurros que,
según necesidad y fuerza del culto, pueden ser hasta mutilados. Y
los más mutilados son los que más rinden culto: los curas,
los políticos o estos adoradores del ecosistema y de la inmolación
humana.
Una idea de este tipo solo puede venir de los burgueses. Burgueses resentidos,
sabidos parásitos que se horrorizaron de su criminalidad y ahora
reniegan de toda la humanidad, a la que le proyectaron su propia condición,
condición de parásitos y criminales. Después de explotar
todo cuanto han podido explotar se proponen ser los últimos en reír
y, haciendo gala de su individualismo colmado, ni siquiera buscan la descendencia
de su propia estirpe porque ésta ya no les sirve. Son como aquellos
emperadores y reyes orientales que al morir eran enterrados junto con riquezas,
esposas y sirvientes: como eran de su pertenencia exclusiva ya no tenían
otra utilidad. Ahora los sirvientes a enterrar son todos los seres humanos
para estos nihilistas verdes.
Es la sofisticación de la muerte, tornada complaciente y altruista,
por los mayores asesinos metódicos de los últimos siglos:
la burguesía. Los que desprecian la vida más allá de
la propia; los que procuran el infanticidio cotidiano ven ahora -los de
avanzada- con desprecio y como amenaza todo nacimiento. Son peores que las
ratas que devoran a sus crías; de hecho prefieren a las ratas.
Nosotros, convencidos de que una sociedad sin clases es la posibilidad desencadenada
de una existencia dignificada y armoniosa de los individuos, por sensibilidad,
antes que razones, no renegamos de la condición humana ni de su basta
y profunda cuestión. Entendemos que los renunciamientos y desencantos
se dan por la dificultad de imaginar al ser humano virgen y fértil,
sin las marcas del sometimiento del presente y del pasado. Y es este sometimiento
el que es necesario extinguir para dimensionar la especie.
Según Bakunin “Un ser pasajero e imperceptible perdido en medio
de un océano sin riberas de cambio universal, teniendo una eternidad
desconocida tras él y una eternidad igualmente desconocida por delante
de él, el hombre pensante y activo, consciente de su misión
humana, permanece orgulloso y sereno en la conciencia de su libertad ganada,
liberándose a sí mismo mediante el trabajo y la ciencia, y
liberando mediante la rebelión -cuando es necesaria- a los demás
hombres, iguales y hermanos suyos. Este es su consuelo, su recompensa, su
único paraíso.”
Recién bajamos de los árboles.
A.G.
*No
se los puede acusar de desubicados. Teniendo en cuenta los millares de personas
que resultan sobrantes para el mercado y el aumento exponencial de la población,
el Poder sabe de la potencial amenaza que significa estas miríadas
de hambrientos y desesperados y está, desde varios de sus sectores,
llamando al control de la natalidad, a la anticoncepción, a avanzar
contra el tabú del aborto, etc. Esto no quita que muchas de estas
cosas choquen con otros sectores internos del Poder y, por tanto, no pueden
ser consideradas como victorias u objetivos de luchas porque su permisión
está propiciada por intereses que tienen los poderosos, y esto más
allá de las problemáticas personales.
Dentro de quienes buscan reducirnos, tanto individual como poblacionalmente,
estos de Extinción humana voluntaria son, solamente, la minoría
extremista.
REBELAR EL PENSAMIENTO Y PENSAR LA REBELIÓN VOLVER
Dice
Bakunin “tres elementos o, si queréis, tres principios fundamentales,
constituyen las condiciones esenciales de todo desenvolvimiento humano,
tanto colectivo como individual, en la historia: 1º la animalidad
humana; 2º el pensamiento; y 3º la rebeldía.
A la primera corresponde propiamente la economía social y privada;
a la segunda la ciencia; y a la tercera, la libertad”.
Más allá de que esta afirmación me parece un poco “severa”,
abordaré en lo sucesivo el segundo y tercer punto, tratando de demostrar
su alcance.
La inteligencia es, sin duda, una cualidad para nada despreciable, en cuanto
puede servirnos para comprender mejor las cosas que nos suceden, sea cuál
sea su índole. Pero hete aquí, que ella no es la que nos dará
una posición respecto del entorno, por ejemplo, distinta a la de
un necio. Así vemos como millares de personas sumamente inteligentes,
elaboran justificaciones de las relaciones de poder bastante complejas (o
más bien complicadas), que no dejan de tener un grado de estupidez
mayúsculo.
Intelectuales hundidos en la ortodoxia o el progresismo, especifiquémoslos.
Podríamos definir al ortodoxo como a alguien que desea mantener lo
establecido, lo tradicional, lo que va conforme a la mayoría. El
progresista es aquel que desea que eso establecido, eso tradicional, eso
que va conforme a la mayoría, avance. Acorde a nuestra idea de que
todo lo que comienza en el mismo punto tiende a tener el mismo final, y
que se vuelve realidad (y deja de ser tendencia) si se dan las condiciones
para su desarrollo, podemos decir que el progresista es hermano del ortodoxo
y que, si bien pueden estar distanciados, cuando corren peligro de ser devorados
por “los de afuera” se unen en la mayor fraternidad.
Intelectuales “brillantes” que logran hacer que 2 + 2 no siempre
sea 4; acomodaticios de pretendidas coyunturas particulares, que en realidad
son problemas seculares dentro de una cuestión central, la cuestión
social. La parcialización de ésta, puede ser útil para
comprender mejor complejidades propias de algunos asuntos, el problema entonces
radica en que se tome como una generalidad a problemas particulares del
problema general: las relaciones de poder, la explotación del hombre
por el hombre. La ecología es un problema, y más que urgente
por cierto, pero más que lo que contaminen las fábricas de
celulosa me preocupan los obreros que allí trabajarán, los
excluidos de la vida. Si la explotación no acaba, no acabarán
nunca los problemas parciales, a lo sumo cambiarán de formas.
El conocimiento es una herramienta que sirve a nuestra emancipación,
tanto como a nuestra esclavitud. Su utilidad depende de hacia donde vayamos,
y si caminamos por la cornisa de la autoridad, nos empujará al precipicio
de la sumisión. Científicos lúcidos que creen en Dios,
es una muestra más de los límites de la ciencia, en cuanto
a alcanzar la libertad pretenda.
Por lo dicho, afirmo que la Sociedad no cambiará bajo ninguna circunstancia
por espíritus progresistas y que la ciencia no nos liberará
de ninguna ignorancia útil para el Estado. El único cambio
vendrá de la mano de la revolución, la que cambiará
a la ciencia también, pues ella es parte del problema; la que barrerá
la ortodoxia de los progresistas e impondrá una ética basada
en la libertad social del hombre.
Pensemos y rebelémonos, entenderemos que la Revolución Social
es lo más razonable.
Simón Pedro
EL CONFLICTO SOCIAL EN FRANCIA VOLVER
“¡Abajo
el Estado, los maderos y los empresarios!”. Ese era el grito que se
escuchaba el domingo 18 de marzo entre los 500 manifestantes que intentaban
tomar otra vez la Universidad de la Sorbona. Banderas negras ondeaban mientras
se agitaban puños en alto.
Francia, cuna de revoluciones otrora, ha vivido las últimas tres
décadas aletargada. El profundo sueño no era exclusividad
de la República, sino de todo un occidente que ha caído cada
vez más en una apatía consumista y conformista para bien de
un sistema que incluso nos ha querido vender este paréntesis como
el fin de la historia. Pero lejos de estar muerto, el movimiento social
parece estar en plena reorganización. Avanzando dos pasos adelante
y reculando uno con frecuencia.
El caldo de cultivo
El
sistema socio-económico francés no se ha situado al margen
de la lógica de mercado: sus servicios públicos se privatizan,
el desempleo aumenta y los empleos son inestables y mal pagados. A esto
hay que añadir la creación de unos ghettos sociales con una
pobreza estructural que parece endémica y cuyos habitantes son callados
a golpe de porra, cárcel y muerte.
Hace unos meses eran estas clases desfavorecidas las que se revolvían
en sus ghettos, quemando coches y enfrentándose a las “democráticas
fuerzas del orden”. Ahora es el turno de los universitarios. Ambiciosos,
pretenden que las universidades sean otra vez el resorte de un movimiento
que abarque a los asalariados, estudiantes, jubilados y desocupados, para
hacer frente a la política liberal que se encuentra en pleno tramo
final de una carrera que empezó hace mucho tiempo también
en Francia.
Y es aquí donde se debe ver uno de los orígenes de la revuelta
que vivimos. Todos los países europeos viven esta liberalización
de su economía, pero Francia partía de un modelo más
social y los dirigentes han pretendido adecuarse al nuevo orden mundial
a un ritmo galopante que ha hecho demasiado obvia para sus habitantes la
pérdida de los derechos que con tanta sangre vertida se consiguieron
adquirir.
La represión también ha sido evidente en el caso de la declaración
del Estado de Urgencia que dejaba libre impunidad al gobierno para actuar
contra los más desfavorecidos, hace unos meses, o con la creación
de las leyes Sarkozy para perseguir a sin papeles y a la “racaille”
(gentuza) que suponen los vagabundos y las prostitutas que pueblan el país.
Precariedad y punición, nada que no ocurra en otros sitios, con la
salvedad de la velocidad con la que se implanta. Antes de que se dispersen
en el olvido los ataques anteriores, las autoridades se lanzan en pos de
más.
La Ley sobre la Igualdad de Oportunidades
La
gota que colma el vaso ya lleno por todo lo ya mencionado, ha sido la “Ley
sobre la Igualdad de Oportunidades”, dentro de la cual se encuentra
el “Contrato Primer Empleo” (C.P.E.). Este tipo de contrato,
podrá ser aplicado a todo menor de 26 años (con el nombre
de C.N.E., ya se aplica a todo trabajador de empresas de menos de 20 personas)
y consiste en que el empresario puede despedir sin motivo alguno a sus empleados.
Y con una contraprestación ridícula. Es decir, que el despido
se hace casi gratuito y puede ocurrir en cualquier momento. ¿Cómo
atreverse a contestar a un jefe con estas condiciones? ¿Cómo
irse a una huelga? ¿Cómo atreverse a no hacer horas extra
pagadas o incluso gratuitas? ¿Cómo quedarse embarazada o darse
de baja? ¿Cómo justificar un retraso o un error en el trabajo?
Además, los patrones tendrán una exoneración fiscal
por cada C.P.E. que firmen.
Además, este contrato se puede encadenar hasta tres veces mientras
se deje un tiempo de un mes entre uno y otro. ¡Es decir, que podemos
estar hasta seis años de nuestra vida preguntándonos si el
día de mañana tendremos algo que llevarnos a la boca! Pero
eso no es todo, con esta ley también se baja la edad mínima
para trabajar a los 14 años en trabajos diurnos, y a los 15 en los
nocturnos. Algo que no ocurría en Francia en 1892 cuando el mínimo
para entrar a trabajar en un empleo de noche eran los 18 años. Lo
siguiente será subir la edad de jubilación como ya está
ocurriendo en Alemania.
También se instaura el “Contrato de Responsabilidad Parental”.
Por el cual, si un muchacho “se porta mal”, su familia perderá
todo derecho a ayudas de alojamiento, de estudios, de alimentación,
etc. El chantaje y el castigo propio de esta sociedad se hacen obvios a
través de este contrato. Por ejemplo, las familias en las cuales
uno de sus miembros fue detenido durante las revueltas que provocaron el
Estado de excepción hace unos meses, ya se han quedado sin asistencia
alguna. Y deberíamos recordar que el origen de esas protestas es
la pauperización de estas familias. ¡Incluso por un mal rendimiento
escolar podrían ser penalizadas! La idea ha gozado del total beneplácito
de empresarios, y ahora hasta la “Unión Nacional de la Propiedad
Inmobiliaria”, exige la creación de un CPE Especial Inquilinos,
que supondría que entre el noveno y vigésimo primer mes de
alquiler, el propietario pudiese expulsar sin justificación alguna
a sus inquilinos con un simple preaviso de tres meses.
Inicio y particularidades del movimiento
Su
origen está en una serie de asambleas que se han ido convirtiendo
en multitudinarias y en las que se han desarrollado una estructura e ideas,
mucho antes de empezar verdaderamente las acciones. Esto ha permitido dotar
de una profundidad y una cohesión a lo que se emprende a posteriori
que no habría que menospreciar.
Como una nueva escuela, las asambleas permiten siempre que unos aprendan
de otros, desarrollando ideas colectivamente, a las que, muchos individuos
no llegarían por sí solos jamás. Es éste el
punto de encuentro de todos los movilizados. Aquí se desarrollan
grupos de afinidad que emprenden acciones que jamás tendrían
lugar de no haberse desarrollado este entramado asambleario. Aquí
han tomado muchos la conciencia de sus capacidades para organizarse sin
líderes. Aquí, en definitiva, se está emprendiendo
un esfuerzo consciente por analizar el problema desde un punto de vista
racional y tratando de desarrollar una respuesta bien organizada al mismo.
Estas asambleas se vienen desarrollando en los anfiteatros más grandes
de las universidades francesas. Fue Rennes quien movió ficha en primer
lugar. Tras cinco semanas de huelga, siguen contagiando un entusiasmo militante
al resto de universidades. Lamentablemente, los primeros intentos por desarrollar
asambleas fracasaron estrepitosamente en cuanto al número de asistentes,
si bien no en cuanto a ilusión.
Se podría llamar a la huelga, pero sólo unos pocos la seguirían
y serían penalizados por ello. Muchos no podían asistir a
lo que se organizaba por tener trabajos pendientes, prácticas, exámenes,
o por que perdían más de medio día en la universidad.
Por eso se recurrió a una práctica ya desarrollada con anterioridad
en Francia: el bloqueo.
Si la gente no se sentía concernida por lo que pasaba, había
que hacer que les concerniese. Se construyeron barricadas y se bloquearon
todas las puertas. La huelga era obligada, pues los piquetes recorrían
los edificios asegurándose de que ninguna puerta se hubiese abierto.
El tiempo libre hizo el resto. Las asambleas se empezaron a masificar más
y más. No son pocos los que, una vez que vieron transgredida su rutina,
se empezaron a informar de lo que pasaba y empezaron a movilizarse ellos
también. Todo el mundo estaba obligado a posicionarse. Por otra parte,
el tener todo el día libre, dejaba a los estudiantes la posibilidad
de asistir a cualquier actividad sin importar la hora en la que se diera
cita. Antes, se iba en función de las posibilidades.
Pero no todos consideran este bloqueo como algo benigno, sino bien al contrario,
como un ataque a su “derecho a estudiar”. Incluso algunos que
dicen compartir la opinión con respecto a la ley de los huelguistas,
aseguran que movilización y estudios son dos cosas perfectamente
compatibles. Los pro-bloqueo responden diciendo que es obvio que el movimiento
ha nacido del bloqueo y que, sin él, no es ni una ínfima parte
de lo que hoy representa. Pero la presencia de esta corriente, obliga a
todas las universidades a realizar grandes asambleas periódicamente,
consagradas en exclusiva a ver si se reconduce o no el bloqueo. Se intenta
instar a todos a participar en las asambleas aduciendo que son el órgano
decisorio más democrático que puede haber, por encima de profesores,
vigilantes y rectores. Los cuales pueden asistir en tanto que individuos,
por supuesto.
Otra característica que se presenta como algo exclusivo en la historia
de las asambleas universitarias en Francia, es el hecho de la escasa importancia
que en ellas tienen los sindicatos de estudiantes. Sin duda, se evita así
la manipulación de éstas por profesionales de la política.
Aunque en ciertos sitios (como en las facultades de derecho o de ciencias
políticas, por ejemplo) son más presentes, en otros salieron
escaldados ante el reclamo de crear estructuras horizontales. Los profesionales
del sindicalismo que permanecen, lo hacen en tanto que individuos y porque
son realmente militantes. La UNEF, sindicato estudiantil vinculado al Partido
Socialista y que tuvo un papel muy importante en movilizaciones anteriores,
sólo aparece ahora en los medios e incluso boicotean la lucha. En
Toulouse se organizan para reabrir las universidades cerradas y en Montpellier
manipulan los medios mintiendo sobre nuestras reivindicaciones (para ellos
sólo se habla de CPE) y sobre nuestras decisiones (aunque ni participan
en las asambleas, aseguran que las manifestaciones responden a convocatorias
suyas). Poco a poco, siguiendo el ejemplo de Rennes, se sumaron universidades
a la acción. 63 de las 84 (unas 30 bloqueadas) que hay en Francia,
ya han pasado a la acción. En el resto, el debate crece, pocos quedan
ya no posicionados.
La lucha en la calle
La
lucha en la calle está asentada en un principio en la lucha en la
asamblea. Pues allí se discute y se teoriza, se debate y se decide.
La lucha en la calle no sólo es contra la sociedad como ente abstracto
y contra sus cabezas visibles: policías, políticos, empresarios,
etc. sino que del mismo modo que la anterior, se encuadra primeramente en
el seno mismo de los movilizados. Los servicios de orden se interponen entre
la policía y los manifestantes para proteger a los primeros de los
segundos, y actúan más bien como elemento desmovilizador que
como motivador. Intentan encauzar a los manifestantes siguiendo la dirección
que ellos deciden, comunicándose con la policía para avisarles
de la dirección y darles tiempo para organizarse. Si un policía
lo pide, ralentizan el avance o modifican la dirección. Los enfrentamientos
con ellos son tensos, ejecutando de este modo el papel de policías
infiltrados, ya que evitan que los auténticos policías tengan
nada que hacer.
Otra cuestión digna de señalar es el hecho de que se está
tomando muy en serio el tema de los detenidos, concentrándose delante
de las comisarías y clamando por su liberación. En el salón
de congresos se consiguió que se liberase a un compañero recién
arrestado. Y está en marcha la creación de una caja de resistencia,
para hacer frente a los gastos que sus defensas puedan ocasionar.
Participación anarquista en el movimiento y perspectiva
La
participación anarquista se desarrolla en todos los campos de la
movilización. Es interesante el hecho de que todas las corrientes
tienen su sitio. Los más sindicalistas pueden realizar trabajo en
las fábricas incitando a la huelga, a los que les guste debatir tienen
las asambleas abiertas para sus opiniones, los insurreccionalistas tienen
en los enfrentamientos con la policía motivaciones de sobra para
adherirse, aquellos interesados por la actividad cultural (grupos de teatro,
de música…), tienen las universidades enteras para organizar
lo que quieran… Individualidades anarquistas, grupos de afinidad y
autónomos, la CNT-AIT y la CNT Vinyols, la Federation Anarchiste,
la Confederation de Groupes Anarchistes, Alternative Libertaire, etc. todos
movilizados. Y lo que es más, compenetrándose en muchos sitios
como nunca. El hecho de compartir unas mismas ideas de base, hace que los
libertarios de las asambleas se suelan ver unidos defendiendo posturas comunes.
Máxime si son poco numerosos y tienen que hacer cara a tesis marxistas
o reformistas. Se están desarrollando nexos y hábitos de trabajar
juntos entre diversos libertarios que, desde luego, sientan un precedente
en los últimos años. No son pocos los que han salido del aislamiento
de sus grupos y han conocido a muchos anarquistas con los que no tenían
relación anteriormente o anarquistas no movilizados que están
conociendo a varios compañeros con los que se podrán organizar
desde ahora.
No se puede menospreciar la importancia que los anarquistas están
dando al movimiento. ¿Quién mejor que nosotros para desarrollar
modelos asamblearios y horizontales? Tanto en las ideas (se van volviendo
más radicales en cuanto se profundiza más en las raíces
de los problemas que genera esta sociedad) como en las acciones se nota
nuestra presencia. La ocupación de la Sorbona se hizo con alguna
bandera negra y el canto “¡Abajo el Estado, los maderos y los
empresarios!”. Y somos en cierta medida los que más incitamos
a la realización de acciones al final de las manifestaciones. Los
medios hablan de anarquistas autónomos cuando en París se
ataca a la policía, y l’Humanité, el periódico
más socialista (fundado por el conocido Jean Jaurès), ataca
a los “anarco-gauchistes”, llamándolos elementos contrarrevolucionarios,
en un claro intento de desacreditar algo que ven que toma fuerza.
La perspectiva varía cada día, en cada sitio y en cada momento.
En las asambleas donde el peso relativo de ideas anarquistas sea escaso,
los compañeros desesperarán y se frustrarán, mientras
que en aquellos sitios como en Montpellier donde un buen grupo de anarquistas
se han unido y sus ideas se ven bien acogidas poco a poco, tendrán
una moral de hierro.
Cada momento, cada avance o retroceso cambia los ánimos. Un día
se puede volver a casa pensando que todo es un sinsentido y otro pensando
que se avanza por el buen camino. Tal vez demasiado lentamente, pero por
el buen camino. En ciertos lugares, hasta se ha cambiado el nombre de la
universidad por el de Universidad Popular de…
De todo lo descrito anteriormente, se pueden ver cosas interesantes para
nosotros como la toma de conciencia de que el mundo va cambiando a peor,
la organización de base no recuperada aún por los sindicatos
ni partidos políticos, la realización de acciones, la colaboración
en objetivos comunes entre tendencias libertarias… y, en definitiva,
una movilización grande, con ganas de batirse, con ganas de cambiar
las cosas, de profundizar en las ideas (las ventas en los puestos de CNT
de material de propaganda se han disparado). Pero aún queda mucho
por hacer. El camino es largo y el enemigo enorme. Pero eso nunca nos detuvo.
Es hora de que la propaganda por el hecho se ponga en marcha. Cada debate,
cada posición en la calle, hace que la gente se acerque más
o menos a nosotros. Luchemos con la motivación que nos caracteriza,
y lo demás vendrá sólo.
¡Salud!
Sebastien
Ryner
Afiliado y militante del Syndicat Intercorporatif de Montpellier de la
CNT-AIT
23 Mar 2006 [Francia]
[Comentario editorial]
La ley que causó las movilizaciones por el momento se ha frenado, consecuencia esto de las movilizaciones. Seguramente el gobierno buscará reformularla o maquillar la intención con sutilezas y concesiones. Seguramente dialogará y cooptará a los elementos y a las tendencias susceptibles y aislará a las más rebeldes. Y lo que sí es seguro es el aprovechamiento que del conflicto hicieron los políticos. De estos, quien más supo sacar beneficio, es la futura candidata a la presidencia por parte de la izquierda, la socialista Segolene Royal; favorita por el momento en las encuestas. El director de las encuestas la caracterizó: «Ella se sitúa en el campo del orden, de los valores de la autoridad. Pero impone una marca: la exigencia de justicia, uno de los valores de la izquierda». Una definición de la izquierda y de su función para el capitalismo.
CAMBIO Y PERMANENCIA VOLVER
El
capitalismo tiene una lógica y una necesidad de recambio que garantice
su continuidad. Cundo necesitó de formalizar el sufragio y legitimarse
democráticamente, con características particulares a cada
región, lo hizo. Cuando tuvo la necesidad mutó a formas fascistas
en varios países de Europa y en América adoptó caracteres
locales en México, Brasil y, en Argentina, como peronismo: todo en
el mismo momento. Después, en América Latina, se propagaron
y coordinaron las dictaduras militares. Una ves cumplida su misión
de masacrar opositores y sembrar el miedo, las democracias se impusieron
como siguiente oleada. En la década del ´90 se le llamó
neoliberalismo a lo que, desde una punta a la otra, fue el proceso de intensificación
de ganancia de los capitalistas reduciendo a una cuestión meramente
nominal toda conquista que antaño se habían logrado arrancar.
Desacreditadas las figuras que oficiaban de representantes de los burgueses,
el sistema político entró en crisis, cobrando expresión
localmente en lo que fue diciembre de 2001 o los estallidos en Bolivia.
Ahora, con una visibilidad abrumadora, país tras país latinoamericano
se viste de izquierda, socialdemocracia o populismo. El carácter
global del capitalismo no niega la existencia de bloques internos que luchen
por un acceso mayor en el reparto de Poder, lo que provoca eventuales pujas
y alianzas entre Estados menos poderosos que reclaman tajadas de los cadáveres.
Más allá de que alguna multinacional deba fijar sus límites
ante capitalistas nacionales, ambos son los exclusivos beneficiarios de
la “presente” moda política porque lo que permanece,
no solo inalterado, sino fortalecido, es el sistema de explotación,
por recibir oxígeno de su flanco izquierdo. Ante esto cabría
preguntarse de qué se van a disfrazar todos los aliados que el actual
gobierno local está recibiendo, cuando su popularidad comience a
hacer agua y una nueva oleada de recambios amenace con ahogarlos. A no dudar
que algo van a inventar y pretenderán aparecer como o con salvavidas:
ratas y sabandijas, al decir de Pacheco.
En este alud de demagogias y declamaciones las Madres de Plaza de Mayo cumplen
el principal papel de oxigenación. Oxigenación que le permitió,
por ejemplificar, al Ministro del Interior decir que el gobierno era respetuoso
de los derechos humanos cuando el periodismo lo entrevistaba a raíz
de la represión, por él ordenada, contra los cortes de vía
en el subte.
Hay que decir que la posibilidad de incorporación del movimiento
pro Derechos Humanos estuvo dada desde el momento en que el reclamo llevaba
implícito el carácter policial expresado en el “Juicio
y castigo” y en el “Cárcel a los genocidas”. Una
vez cumplida la labor de los militares golpistas, su procesamiento legal
no es casi contrariado y redunda en un contentamiento general. Como el reclamo
se basó históricamente en el carácter no constitucional
de la Dictadura y el del mecanismo de desaparecer personas sólo hacía
falta un gobierno y un momento que usufructuara al movimiento.(1) ¿Qué
hubiese pasado si la represión hubiese estado sancionada desde leyes,
como lo es hoy?.
Hoy, según Bonafini, “el presidente siempre nos da más
que lo que esperamos de él”.
Evo Morales dice en un reportaje en el clarinete de la democracia(2): “Estamos
muy impresionados por el crecimiento económico. Y aunque tenemos
que ajustar políticas fiscales e impositivas, vamos a mejorar. Estamos
dando incrementos salariales para salud, educación, FF.AA. y la Policía.
El año pasado el incremento fue de 3,5% y ahora estamos en 7%. Hay
algunos compañeros que están haciendo marchas demandando 10%.
¡Jamás en los gobiernos neoliberales pasaron del 4 y ahora
tienen el 7 y piden el 10!
-¿Ese es el “carnaval de marchas” que pidió terminar?
-Si tuvieran razones..., pero no es así”
Tenemos tantas razones que pretendemos el “100 %”; y a varios, dejarlos en “–10”.
A.G.
(1)
En el libro Operación masacre de Rodolfo Walsh el principal
argumento que el militante peronista desaparecido utiliza para posicionarse
contrario a los fusilamientos de los sublevados contra la dictadura de Aramburu,
es que estos fusilamientos se realizaron antes de decretarse la Ley marcial,
es decir, que no eran legales. Lo que se terminó haciendo, más
allá de la buena voluntad y actitudes de muchos, es orientar la lucha
al decoro de la Ley y todo lo que ella garantiza e implica.
(2) Sobre los medios de comunicación y la saturada campaña
pro democracia, en las semanas previas al aniversario del golpe militar,
destaco un programa televisivo. Es el periodístico de canal 2 a la
noche, Informe central, conducido por Graña, esa basura
amigo de la SIDE, y su perro, Leuco. Tras pasar un film de propaganda realizado
por la dictadura, los periodistas remarcaban lo chocante y descarado que
les resultaba la terminología del discurso del Proceso, ahora evidente.
Yo digo (dejando a estos botones): los discursos no son percibidos como
tales sino como algo objetivo cuando se está dentro del paradigma
del régimen de turno. Sucede hoy con toda la charlatanería
y retórica de frases hechas y repetidas que se sentencian desde la
lógica democrática. Pasado el tiempo de cosecha las jaurías
hacen leña de árboles caídos con vehemencia cobarde,
refugiados tras el hacha del verdugo.
CARNE PODRIDA VOLVER
Cuando
una huelga o un boicot brota desde los oprimidos hay un corte en las cadenas,
hay una posibilidad desatada que puja por desbordarse, hay un punto de fuga
desde donde empieza a vibrar la existencia, dimensión que va a tener
el límite que impone la fuerza y la radicalidad del horizonte al
que aspiremos: esto se llama rebelión. Cuando una huelga o un boicot
son dictados desde gobiernos y aliados hay un pastoreo, una estampida cencerreada
y acorralada por los perros, directa al matadero: eso se llama fascismo.
Y el fascismo es la incorporación de los reclamos de sectores populares
al programa de los gobernantes, con la consecuente asimilación de
esos sectores mediante la previa deglución de sus pretendidos voceros.
Según el momento es el Fondo Monetario, la Iglesia, alguna empresa
privatizada, la dictadura o Shell; ahora (o hasta que publiquemos esto)
son los empresarios de la carne. La cuestión pasa por la movilización
de acá para allá, a carrera march, hacia enemigos demarcados
como exclusivos responsables de una situación en la que el gobierno
pretende aparecer, ya no como neutral, sino como activo articulador de lucha.
Para ello llama a la ayuda y colaboración, mostrándose limitado
ante intereses más fuertes que lo superan, para que el pueblo salve
al “pueblo”; es decir, a sus representantes. El resultado, además
del fortalecimiento por aumento de la hacienda de balidos, es garantizar
la alianza de algún sector reticente del Poder a la lógica
corporativista y tener a los saltos a quienes, en otras circunstancias,
podrían resultar una amenaza. Y para quienes insisten declararse
contrarios al proceso es el señalamiento y la filiación a
caprichos o a intereses infundados, sino oscuros. Para estos es el fichaje,
la policía y la cárcel.
En relación al elemento de arreo mensual -la carne-, el llamado del
gobierno a no comprar en las empresas y comercios que hallan aumentado o
trasladado el precio, no es más que otro insulto a la subalimentación
general, resultado del régimen capitalista. Como si no fuese, de
hecho y hace tiempo, casi un objeto suntuario, al cual son privados los
que se alimentan de la basura, dadivas o salarios de subsistencia; los chiquitos
que mueren diariamente por el hambre y sus efectos; los que conviven con
ella; los que “llenan” en comedores, merenderos y escuelas con
polenta, fideos y arroz partido. Como si los burgueses dejaran de consumir
y de arrojar los huesos* o, eventualmente, se mostraran ejemplares en una
Pascua fuera de temporada.
Y a contribuir al llamado a lo que pasa de hecho se suman candidatos de
izquierda en el programa de Mariano Grondona (Christian Castillo del P.T.S.),
hasta los carneros que pitan en la calle “No compre carne”.
La compraventa, el canibalismo y la carnicería cotidiana.
A.G.
* El padre de Borges le enseñaba a su hijo los principios de la aristocracia cuando le decía que ningún señor que se precie de tal debería probar las viseras de animal (las achuras) porque era lo que se les daba a los mendigos y a los esclavos.
EDITORIAL VOLVER
La
cuestión numérica es solamente una oportunidad de reafirmar
la posición, publicando una selección de los escritos que
consideramos más representativos. Y en los escritos se refleja la
búsqueda continuada de profundizar las definiciones y conceptos,
que desarrollados a partir de una ética, conforman la ideología
anarquista. En ésta búsqueda no hay puntos finales ni palabras
últimas; no hay teorías que se cierran sobre sí mismas
ni fórmulas descubiertas donde la realidad encaja; hay si una tendencia
construida por individuos, el único soporte material de la idea.
Y lo que buscamos, más allá del número, es que cada
compañero se afirme en la ideología y la proyecte.
En este devenir van quedando cuestiones asentadas y las cuestiones a resolver
se van a ir resolviendo. Y como consideramos fundamental la facultad de
rebelión en el ser humano nos planteamos contrarios a las ortodoxias
y los dogmatismos que, aunque presentados como amplitudes, constituyen la
avanzada del discurso del Poder que utiliza y motiva la rigidez de la pluralidad.
Avanzada de frente permeable, cuyo ejército de voluntarios es el
cuerpo de elite que fagocita a las posiciones susceptibles. Tras la digestión,
los deshechos cada vez más fétidos que harán de renovadas
ofertas, para tentar a quienes carecen de todo sentido. Semejante mentira
no puede durar eternamente: nadie degusta la basura ni se cree su sonrisa
cundo se lo obliga con un arma a la mueca. Ante la oportunidad, el arrebato
de rebelión contenida es la necesidad vital que posibilita la existencia.
Y quienes no tienen existencia propia se licencian como predicadores del
reciclaje haciendo de rémoras de las definiciones que el Poder no
tira, sino que arroja. Y en esto la voluntad muestra su carácter
relativo porque es condicionada por el lugar que se ocupa.
Porque ¿dónde están todos los que antaño hablaban
de la explotación del hombre por el hombre, de los responsables intelectuales
de las dictaduras, de la supresión de la burguesía, de la
abolición del salario, de Revolución, etc.? Queda una minoría
y esta es los anarquistas. Pero no como la minoría ético-social
encargada de molestar al sistema para que éste corrija sus “errores”;
lugarcito de tábano y de periodista donde se pretende engranar a
la ideología y a un posible movimiento, a fuerza, claro, de amputarle
las asperezas y las puntas. Y en tanto afirmación el número
es una cualidad secundaria, que puede condicionar nuestra capacidad de influencia,
pero no es lo que determina nuestros planteos. Lo que nos determina es la
sensibilidad ante lo que nos rodea, a partir de la cual razonamos, y la
finalidad a la que tendemos.
Y si hablamos de finalidad y de ideología, adherimos a lo que los
compañeros que nos precedieron definieron, en el devenir de años
y experiencias, como Comunismo anárquico
Salud y Anarquía
El Grupo Editor
NI SIMPÁTICOS NI MOLESTOS VOLVER
Que
no queremos molestar, queremos herir, que es parte de nuestra causa, y eso
somos. Somos soñadores, sí, pero también somos dinamita
(y de la negra). “Simpático idealista, el anarquista”,
y hasta Borges se dijo anarquista, y Pinti, y Bayer. Y Mussolini, que decía
que la anarquía era la perfección, pero imposible. Y Trotsky,
que nos alababa, pero también nos fusilaba, y cuanto otro. Y cuanto
“anarquista” que se encargó de hacer esta idea más
digerible, menos comprometedora, más “simpática”.
Porque es linda, pero “jodida”, compromete a muchos a una coherencia
de la cual no pueden hacerse cargo. “¡Pero es tan linda!”.
Y para evitar ese negro tan pesado y negativo, ese que no combina con nada,
lo cambiaron por el verde, o el naranja, o el gris. Y Leval nos propuso
dejar de usar la palabra “anarquista”, y usar más seguido
“libertario”, porque es más positiva. Ya no se puteaba
ni se le tiraba piedras al policía, se le mostraba una flor, antes
de que éste les partiera la cabeza. Y encontraron hermanos revolucionarios
hasta donde no los había. Y llenaron al Mayo Francés de lindas
frases, convirtiendo a lo que en un principio parecía una situación
revolucionaria, en un hermoso concurso de poesía zurdita. Y aunque
muchos cayeron en esto, tal vez por ingenuidad, tal vez por equivocación,
muchos otros no; lo hicieron alevosamente, vieron en el anarquismo una posibilidad
(como movimiento), no una idea. Lo rebajaron hasta convertirlo en algo simpático,
capaz de convencer, pero sin comprometer. Quitándole lo revolucionario,
lo hicieron algo simplemente molesto, “pero lindo”.
Desde que el anarquismo fue parido como movimiento, trató de nunca
serle indiferente a ninguna de las cuestiones que afectasen a la sociedad,
apoyó a ciertos movimientos y protestó contra otros, trató
de no ser simple espectador ante situaciones que comprometiesen a los trabajadores
y a otros sectores.
¿Qué si quiero un planeta un poco más verde? Sí,
pero ante todo, lo quiero más libre. Salvar a las ballenas porque
son lindas y su caza no nos es indispensable para nada, pero ante todo pensar
en las personas que no comen lo que come un conejo en el zoológico.
Hay muchas cosas importantes, y el anarquismo, dentro de sus posibilidades,
siempre supo contemplarlas, dentro de sus ideas y sus practicas. Creó
el sindicalismo revolucionario, movimientos ecologistas, antimilitaristas,
“feministas”, habló de economía, de política,
de socializar desde la fábrica hasta la pelota de fútbol.
Pero ante todo, la causa que le dio razón de ser, y de seguir siendo:
la libertad, la anarquía. Que nuestro mayor triunfo no es que un
compañero salve un árbol, ni llegue a ser secretario de algún
sindicato, sino que es ayudar, con nuestro proselitismo, a que algún
otro conozca nuestra idea, y la haga suya. Un compañero más,
y la revolución ya empieza a tomar forma. Porque esto es herir al
sistema, que ya adaptó su aparato digestivo a tanta huelga y a tanto
molesto. Pero lo otro le duele, le duele que el que niega -y aunque apoyando
y participando en cuanta causa le sea posible- tenga un fin bien claro,
y encamine todo hacia ello. Que no se conforma con un movimiento simpático
y molesto, sino que tiene una bandera bien clara para el que la quiera entender,
y bien a la vista para no dejar lugar a dudas: “Se organiza y se lucha
por el Comunismo Anárquico”.
E.M.G. – Libertad N° 17, octubre-noviembre 2000.
EL SAYÓN Y LAS AGONÍAS VOLVER
Los
sentidos y tendones se tensionan. La reacción invade la razón.
Los dientes y puños se contraen. Ojos que brillan de odio, y desde
lo más profundo de las cutículas se puede oír la ira
gritando: ¡basta!. En un segundo el pequeño estallido de violencia,
pasa a ser colosal; el puño impacta, como una gran explosión,
contra la faz burlona y arrogante del imponente sayón. Comienza el
principio del fin. La mejilla finalmente se ha cansado de soportar los bofetazos,
rebelándose contra el puño opresor. Esta acción directa
ha desatado las energías que desde hace tiempo sentía ahogadas.
La violencia ha sido respondida con violencia. “No es violento el
que se defiende, sino el que obliga a los otros a tener que defenderse;
el asesino es aquel que pone a los otros en la terrible necesidad de matar
o morir”.
La respuesta de “ la ley y la justicia” no se hace esperar,
los verdugos siempre están dispuestos a ejecutarla. El “rebelde”
es arrastrado y tomado de los cabellos, que se van cortando uno a uno, por
el peso de su cuerpo. El pasillo se hace interminable y fuertes patadas
pronostican la tormenta que se desatará sobre él. La insolencia
cometida será pagada con intereses. El oscuro y húmedo cuarto
al que es llevado, representa el terror mismo de agonías pasadas;
son víctimas que han tatuado sus nombres en las paredes, y ahora
lo observan como únicos testigos silenciosos. La impotencia y la
desesperación hacen que las esposas ahorquen y desangren las muñecas;
el instrumento de tortura ha sido diseñado especialmente para dejarlas
en carne viva ante cualquier tipo de resistencia. Con vivaz energía,
los cinco símbolos de la autoridad, dan comienzo a la aplicación
de su “valiente justicia”. El siniestro desata incansables bombardeos,
sin piedad alguna los golpes estallan contra el cuerpo agotado, tambaleante
e indefenso de su víctima. Casi inerte, cae violentamente en su propio
charco de sangre. Hasta en sus últimos suspiros, continúan
cayendo sobre él una lluvia de golpes que suenan como truenos en
sus oídos. Ya sin energías ni razonamiento entra finalmente
en la inconciencia, luego el silencio...
¿Cuál es el precio de estar preso? Es que tan sólo
en un segundo, se pierde toda la libertad, y pasan horas, días, años...
Los castigos psicológicos y físicos se impregnan en el recuerdo
y el cuerpo. La respiración se detiene, alejando a la luz cada vez
más, hasta apagarse definitivamente; es la agonía, el encarcelamiento,
es la muerte en vida. Melancolías suicidas que se alimentan de la
tristeza, del penar, de tanta soledad entre esas paredes, sin libertad,
sin amor, en fin, sin vida. Todo cuesta abajo, pero el corazón se
afirma y resiste.
Voces que irradian autoridad aumentan la condena, la pena y la tortura,
pero jamás logrará asomarse un solo indicio de culpabilidad.
En la oscura y fría tumba, denominada celda, entra un rayo de sol
por la diminuta ventana, dibujando sobre el suelo una sombra con forma de
rejas; tras ella el exterior, donde se puede observar la macabra realidad,
que no es muy distante ni distinta de la que se sufre en prisión.
El enjambre humano camina, marcha, a paso redoblado o carrera mar, como
hormigas atemorizadas y rutinarias siempre de la mano del silencio cómplice,
pero a veces les queda tiempo para hablar y de esos comentarios se puede
oír sus más profundos pensamientos: “el sistema penitenciario
sirve de castigo para los criminales que se atreven a delinquir en nuestra
sociedad, pero aún falta que se dictaminen leyes más estrictas
y penas más duras contra esos inadaptados”. Los ignorantes
creen que la cárcel es hacer justicia, pero ese pensamiento era de
esperar puesto que no saben el verdadero significado de la palabra justicia.
También existen los que se rebelan diariamente contra quienes generan
agonías y defienden la muerte-carcelaria. El llanto de los niños
recorre el mundo hasta el último rincón, es la desesperanza,
es pánico y vilo por la aterradora vida que le depara este camino
siniestro al cual se dirige la humanidad. No puedo imaginar más que
desiertos y tumbas en ese funesto camino. Los corazones llenos de libertad
e igualdad se atormentan ante esta vil realidad. Mientras tanto, del otro
lado de los barrotes, con las llaves en la mano, observa sonriente el sayón,
el verdugo, el ejecutor de “la ley y la justicia” y el símbolo
de autoridad...
Pero el corazón se afirma, resiste y aún se rebela.
Vilchesz – Libertad N° 22, diciembre-enero 2002
¡AÑO TRAS AÑO HASTA... BASTA! VOLVER
“Año
tras año crecen miles de niños en medio de la basura moral
y material de nuestras grandes ciudades, entre una población desmoralizada
por una vida mísera. Estos niños no conocen un verdadero hogar.
Su casa es una choza mugrienta hoy y las calles mañana. Crecen sin
salida decente para sus jóvenes energías.”
Este fragmento de texto pertenece a un panfleto que se escribió a
partir de una conferencia dada por Pedro Kropotkin el 20 de diciembre de
1877 ante una audiencia de obreros. También podría haber aparecido
en la sección editorial de una revista de la década del setenta,
o también podríamos llegar a leerla en un diario de hoy o
el de mañana quizás. También puede darse que Kropotkin
no la haya escrito, sino un simple periodista o un simple transeúnte
en un diario íntimo o de memorias. Hasta un apóstol bíblico
podría haberlas escrito como un “santo” pasaje de la
“palabra del señor”.
El hecho es que el pasaje citado lo podemos encontrar en cualquier lado
y en cualquier tiempo, éste ya tiene más de un siglo, los
de hoy sólo horas.
Entonces, si este pasaje es atemporal ¿cómo alguien me puede
decir que el anarquismo es obsoleto? Muchos dicen que pasó de moda,
que los anarquistas actuales escribimos y seguimos pensando como si viviésemos
en 1910, que nos quedamos en las bombas puestas a principios de siglo. ¿Será
cierto esto? Cuando después de un siglo leemos que los chicos de
Europa, y ni siquiera de estas tierras, se crían de manera inhumana
y cuando esto claramente se puede ver en cualquier villa moderna o en cualquier
plaza de cualquier lado. Miseria, hambre, explotación, en todos lados.
No quedó en el pasado es cosa de hoy día.
También me pueden decir que hace un siglo todo era diferente que
no existían los medios de comunicación, que las relaciones
laborales eran otras. Que la explotación se veía en forma
más directa. Hasta que ese era un problema porque el capitalismo
estaba surgiendo. Excusas, simples excusas, si ese texto sigue vigente ahora,
y no solo lo que dice el texto sino que realmente ocurre en la vida diaria,
no me van a convencer que las ideas anarquistas no están a la moda.
La moda de oprimidos y opresores está de moda hace rato.
Y si es cierto que pasados dos siglos haya cambiado algo, no se nota. Es
todo una máscara. Es como si la mona opresora se haya pintado los
labios y puesto trajes de seda. Mona queda. El gran mono opresor que con
el tiempo sólo se encubre, se muestra benévolo y es el mismo
asesino de siempre. Si no es el burgués terrateniente es un rey,
o un caudillo. Es un presidente, un grupo económico o un cabecilla.
Todos oprimen y viven de estos que explotan, y esto es así hace rato.
Por esto el anarquismo va a seguir, así sea necesario tres siglos
más, diciendo lo mismo día tras día, hasta el hartazgo,
diciendo que este orden social impuesto por quienes dominan es la principal
causa de los males de la humanidad, hasta que se dé vuelta la torta
y terminemos con los opresores y los oprimidos.
Luks – Libertad N° 16, julio-agosto 2000
EL NACIONALISMO: MODELO PARA DESARMAR VOLVER
Según
lo define Ernest Gellner en su obra Naciones y Nacionalismo, “el
nacionalismo es un principio político que sostiene que debe haber
congruencia entre la unidad nacional y la política”. En otras
palabras, que deben coincidir los límites étnicos, territoriales,
nacionales, culturales (y lingüísticos) con los políticos.
Es decir que quienes detenten el poder del Estado no deben diferenciarse
étnicamente del resto de los integrantes de la nación. El
autor también hace referencia a la imposibilidad de llegar a realizar
los sueños del nacionalismo universalista o idealista de “para
cada nación un Estado”; la cantidad de naciones potenciales
supera ampliamente a la cantidad de unidades políticas nacionales
existentes.
Entonces, por cada nación que existe podríamos decir que hay
varias que resultan frustradas. “De allí se sigue que en tales
casos una unidad política territorial solo puede llegar a ser étnicamente
homogénea, bien exterminando, bien expulsando y bien asimilando a
todos los no nacionales”.
Estos conceptos y definiciones de una autoridad en la materia, como lo es
Ernest Gellner (insospechado de anarquista o izquierdista siquiera), nos
llevan a la conclusión de que todas las naciones son un invento,
no son naturales, aunque hoy, por presión de la cultura, pudieran
parecerlo. Un hombre sin nación es una “aberración”
para nuestra mentalidad, cuando ignoramos que hasta hace unos trescientos
años no existía ninguna de las naciones tal como las conocemos,
y algunas (nosotros, los americanos, servimos de ejemplo) ni siquiera se
soñaban. El famoso “derecho de autodeterminación de
los pueblos” que tanto defienden la izquierda o la derecha, la OTAN
o el ex Pacto de Varsovia, los nacionalistas, los republicanos, los monárquicos,
los independentistas, los demócratas y los totalitarios, ese derecho
llevado a una práctica a rajatabla llevaría a la desintegración
de los actuales Estados-nación. Italia, por ejemplo, se opondría
a la secesión de parte de su territorio (caso Sicilia o parte de
Lombardía), pero no se priva de participar en la fuerza internacional
que pugna por la independencia de Kosovo. Estados Unidos no tuvo ningún
empacho en consolidar su unidad en una guerra espantosa como fue la de secesión
entre el norte y el sur, así como no lo tuvo para anexar parte de
México: jamás se escuchó ningún llamamiento
a la libre determinación de confederados y mexicanos en ese entonces.
Los rusos aplastaron todo tipo de diferencias étnicas y nacionales,
tanto en la época del zarismo como en los días de la Unión
Soviética. Y el actual gobierno, defensor de la autodeterminación
yugoslava (no la de los kosovares) reprimió sin piedad la rebelión
independentista chechena.
Sabemos que Yugoslavia es un país inventado, una suma de etnias y
naciones, algunas de las cuales se han independizado, como los eslovenos
y los croatas. Para integrar una nación moderna hay dos opciones:
asimilación o limpieza étnica (exterminio o expulsión).
Desde el poder comunista -en la época en que gobernaba Tito- se intentó
crear una identidad yugoslava, supranacional, superadora de la “patria
chica”, aunque fracasó. Un porcentaje ínfimo se identificaba
con Yugoslavia y la mayoría lo hacía con los troncos étnicos
tradicionales. Kosovo, con una población de origen, cultura y lengua
albanesa cercana al 90%, busca hoy que la congruencia política y
la nacional se lleven a cabo definitivamente. Grupos de poder locales apoyados
por otros grupos de poder extranjeros alientan una lucha entre pueblos que
hace sesenta años se hermanaban en la lucha contra el nacionalismo
más feroz que conocimos: la ocupación nazi. Los intereses
mezquinos de grupos de poder político-económico, que deben
dirimir por la fuerza de las armas si debe existir o no un estado kosovar,
no reparan en la estela de destrucción que dejan las tropas a su
paso. Milosevic con sus limpiezas étnicas, la OTAN con sus bombardeos
de colores y la guerra mediática, en la que no se ven ni huelen los
cuerpos quemados, donde no se oye la gritería del espanto. Todos
ellos por el Estado, llámese como se llame. Nosotros, que no excluimos
a nadie por su pertenencia étnica, contra ellos.
Aunque su existencia no lo sea, la esencia del nacionalismo es falaz. Así
como el capitalismo es la exacerbación del egoísmo en lo económico,
el nacionalismo lo es en lo político. Y a los egoístas poco
les importa el dolor ajeno. Por eso nunca hay bandos o facciones buenas
en la guerra. Cuando los hay no se trata de una guerra, se trata de una
revolución.
Patrick Rossineri – Libertad N° 10, mayo 1999
A CHÁVEZ LO QUE ES DE CHÁVEZ VOLVER
Lloraron
como viejas cuando se enteraron de la noticia. Chávez había
sido derrocado. La izquierda en general y la derecha nacionalista se rasgaron
sus vestiduras por el fin de “la Revolución Bolivariana”.
Acusaron a medio mundo de su caída, y esgrimieron sus resabidos argumentos
antiimperialistas. Frente al hecho inevitable, cantaron una laudatoria evocación
del “héroe” de la “utopía venezolana”,
y la democracia directa. Pero al tercer día resucitó, y volvió
la alegría a sus rostros, festejando el retorno del Mesías,
inundaron Internet de comunicados, sus periódicos partidarios y se
regocijaron con el retorno de la democracia al país hermano. Nacionalistas
de toda laya, izquierdistas, antiimperialistas, guevaristas, castristas,
trotskistas, stalinistas, maoístas y hasta algunos pseudo-anarquistas
trasnochados se unieron en oración: “Gran victoria popular:
Chávez regresa y los imperialistas se van”.
La realidad es que el golpe que sufrió Chávez no les hubiera
afectado en su ánimo en lo más mínimo si el golpista
hubiera sido Chávez. Porque parece que la indignación les
ha hecho olvidar a los chavistas que sólo han recibido un poco de
su propia medicina: en 1992 el teniente coronel dio un golpe con intento
de asesinato incluido -que fracasó- al entonces presidente Carlos
Andrés Pérez (un corrupto y explotador de primera línea,
aunque muy democrático). ¿Qué es lo que ha hecho Chávez
para ganarse a tantos enemigos imperialistas y la amistad de “revolucionarios”
como Fidel o Saddam Hussein? Hagamos un breve recuento de sus actos en el
gobierno.
- Un plan de ajuste que el Tesoro de los EE.UU. calificó de “en
la dirección correcta”: reducción del gasto público,
impuestazo al consumo, impuestos a las transacciones bancarias (al estilo
de Cavallo), libre flotación del Bolívar (moneda venezolana).
- Caída de reservas y fuga de capitales por 2000 millones de dólares,
devaluación monetaria del 30 % en sólo un día, crecimiento
inflacionario, suba de los precios de los artículos de primera necesidad.
- Reforma agraria de alcances más que limitados, alineación
con la OPEP, pero sin disminuir los embarques de petróleo a EE.UU,
su principal comprador, aumento de la dependencia de la producción
del petróleo (genera el 70% de los ingresos del país), desocupación
récord.
- Crítica a la política bélica norteamericana en Afganistán,
buenas relaciones con Cuba y con Irak, reformas que afectaron a la oligarquía
terrateniente (poseedora del 60% de las tierras), pero de expropiación
ni hablar.
- Una nueva constitución que reconoce derechos a los indígenas,
participación más activa de lo militar en lo político,
nuevos patrones electorales y una reestructuración de los poderes
públicos, lo que llevó, por ejemplo, a la eliminación
del bicameralismo en el Congreso (para acentuar su presidencialismo), y
-peor aún que Menem- la posibilidad de reelecciones eternas para
poder llevar adelante su “proyecto revolucionario”. La constitución
chavista contiene un artículo que establece el derecho a “una
información imparcial y veraz”, lo que se interpreta como una
forma de controlar a la disidencia interna.
- Fue campeón de béisbol con los Criollos de Venezuela en
1969, y autor de varios cuentos y obras de teatro como “El genio y
el centauro”.
- Mientras el 85 % de los venezolanos vive en la pobreza, Chávez
ha hecho de los militares una de las fuerzas motrices de sus proyectos sociales
y ha designado a varios oficiales activos en cargos de la administración
pública.
A Chávez aún lo apoyan gran parte de los venezolanos, en especial
los de las clases más desfavorecidas. Que Chávez sea hábil
para ilusionarlos con un proyecto burgués nacionalista, no es nada
nuevo en la historia humana: Perón, Hitler y Mussolini tuvieron apoyo
popular y subieron al poder por elecciones. Si los pueblos no se equivocaran
las revoluciones no harían falta. Y Chávez, gran admirador
de Perón, busca la gloria personal y el culto de todos los venezolanos
desde su demagogia paternalista, autoritaria y mesiánica. Y siendo
militar de profesión... ¿podría ser de otra forma?
Escuchémoslo hablar en el discurso luego de reasumir el poder (entre
paréntesis, el nombre del personaje que podría haber sido
fuente de inspiración para los dichos de Chávez):
“Debo decirles que lo que ha ocurrido en Venezuela en estas últimas
horas es inédito en el mundo. El pueblo venezolano y su Fuerza Armada
(FFAA) han escrito una nueva página para la historia venezolana,
¡y qué gran página!. Es un ejemplo de un pueblo que
ha despertado definitivamente.” (Galtieri)
“A Dios lo que es de Dios, al César lo que es del César
y al pueblo lo que es del pueblo”. (Jesucristo)
“...el Gobierno necesita una oposición leal con el país
y el pueblo, que presente críticas y alternativas al país.
Es necesario que terminen de entender que aquí hay un proyecto en
marcha sin vuelta atrás”. (Menem)
“Después de esta jornada memorable, histórica, imborrable
para siempre jamás, si ayer los amaba, hoy los amo muchísimo
más. Con amor de padre.” (Perón)
En un acto el domingo ante miles de seguidores y militares paracaidistas,
en la ciudad de Maracay al oeste de Caracas, Chávez dijo que tras
los sucesos vividos estaba pensando gobernar durante largo tiempo, “de
repente no me voy en el 2021”- Cable AG. Reuters-. (Menem)
Chávez o sus golpistas, nacionalistas o liberales, patriotas o colonialistas,
son todos iguales. La revolución bolivariana es el disfraz de la
reacción nacionalista, zurda o derechista, pero bien milica y burguesa.
Tanto la izquierda como la derecha, cuando están en la oposición
claman con ardor el derecho a manifestarse y el respeto a las libertades
civiles. Una vez en el Poder, hacen todo lo posible por limitar esos derechos
“democráticos”. Se refugian en la democracia burguesa
cuando están en la oposición y en el fascismo cuando están
en el Poder. Por eso no hay solución posible a través del
Estado o del Poder. Con Carmona Estanga (líder empresarial de Fedecámaras)
los golpistas formaron un gobierno de un empresario apoyado en unos cuantos
milicos. Chávez es todo lo contrario: un milico apoyado en unos cuantos
empresarios.
P. Rossineri – Libertad N° 23, mayo-junio 2002
EN NINGÚN COSTADO DEL ESTADO VOLVER
De
la Asamblea legislativa constituida, Francia 1791, eran partícipes
los progresistas, éstos se encontraban sentados a la izquierda; a
la derecha, se situaban los monárquicos constitucionales y en el
centro, los diputados independientes. A partir de ese momento, se distinguieron,
de una forma diferente y detallada, las orientaciones políticas de
los partícipes.
Los ahora izquierdistas, si bien es cierto que estaban en contra de la monarquía
y de los conservadores, apoyaban el sufragio universal y eran de tendencia
reformista. Los anarquistas, que queremos destruir toda monarquía
como cualquier forma de gobierno, hemos sido siempre considerados, por los
ignorantes, de izquierda. Los anarquistas no tenemos nada que ver con la
izquierda, ni con la llamada “revolucionaria”, que sólo
pide cambios nefastos como revoluciones políticas, farsas como la
“dictadura del proletariado”, y otros intentos reformistas.
No podemos pertenecer a ésta desde el primer momento en que se fundó,
en que se creó en un parlamento y salió de boca de diputados.
Apoyando la revolución social y la eliminación de todos los
gobiernos, no podemos encasillarnos y guardarnos en la política,
no somos políticos, somos los que planteamos una sociedad justa,
basado en libres acuerdos mediante libres asociaciones. La anarquía
no es política, es una forma de vida. ¿Podríamos considerar
la anarquía política cuando el diccionario dice sobre ésta:
“conjunto de principios que sirven para el gobierno de un país”?,
imposible. La izquierda es política. Si los comunistas son de igual
de antisemitas y totalitarios que los nacionalistas, ¿podríamos
nosotros ser igual que ellos?. Somos antiestatistas, antiautoritarios, apolíticos
e igualitarios.
Seguramente nos preguntarán por qué estamos con mucho de ellos
en las marchas, ¡tienen tantos hipócritas discursos!, pero
no tenemos opción. Nosotros no apoyamos más a los comunistas
por estar con ellos en algunas manifestaciones, no tiramos más para
el lado de la izquierda que para el de la derecha, ni tiramos ni apoyamos
más a un costado que al otro, los odiamos por igual porque son idénticamente
autoritarios.
No piensen que estoy tratando de decir que somos perfectos, que sabemos
lograr una sociedad perfecta, tampoco pretendo tener la verdad de la vida
o alguna otra estupidez filosófica, sólo soy un ser humano
que no quiere estar ligado a alguno de los puestos que nos ofrece el Estado,
sólo quiero ser libre, y conozco o pretendo conocer la mejor forma
de lograrlo. Quiero ser libre, pero no caigo en el individualismo considerándome
un ser capaz de ser libre aislado de los demás, al no poder vivir
en libertad sin ser los demás igualmente libres, lucho día
a día por la revolución social, que es la única forma
de llegar a la anarquía.
Uno de los contraargumentos que se nos puede plantear es que nosotros también
somos comunistas, y efectivamente, somos comunistas, pero comunistas anarquistas,
no aquellos jerarcas del martillo y la hoz, ni los seguidores de los demagogos
de la Internacional, somos comunistas libres, los que no queremos ninguna
clase de gobierno, porque creemos en que el trabajo es social, porque los
individuos tienen necesidades básicas y tienen que ser correctamente
cubiertas, sin ninguna forma de coerción que obstaculice satisfacerlas.
Somos anarquistas comunistas porque vemos en él, la mejor forma de
bienestar posible.
Iconoclasta – Libertad N° 9, marzo 1999
SI SE CALLA EL CANTOR... MEJOR VOLVER
Todo
esta tan establecido que sorprende que ciertas cosas no sorprendan. El sistema
aprende. Saturno devoró a sus hijos para que no lo derroquen como
él lo hizo con su padre. Hoy, el Poder no devora a sus hijos “desobedientes”
en realidad, sino más bien los invita a comer a su mesa y así
es como se alimenta de ellos. En la mesa los hijos lo insultan, le cantan
en coro, y hasta le cuestionan su autoridad, y el Poder, atento, les llena
las copas para que no se les sequen las gargantas con tanto “asesino”,
“cárcel” o “injusto”.
El sistema aprehende. Los hijos, por inocencia o astucia, lo nutren.
Lo supuestamente negador se transforma en afirmación y los opuestos
se sintetizan en pluralidad democrática. La ley se fortalece y aparece
como realidad única.
León Gieco dio un concierto para la Fuerza Aérea en la Antártida.
Sus canciones de “protesta” y “denuncia”, censuradas
muchas por los militares durante la dictadura, fueron ahora calurosamente
aplaudidas. Con el nombre y los símbolos de la institución
por detrás, decorando el escenario, no perdió la oportunidad
de pedir cárcel para Pinochet. Cuando un periodista apuró
definiciones en un reportaje argumentó, entre otras cosas, que en
la base militar se realizaban sólo actividades científicas.
A principios del siglo pasado la policía del Estado argentino fue
considerada la primer policía científica del mundo. Huellas
digitales y picana eléctrica, ciencia aplicada al servicio de la
comunidad. Desde ciertas actitudes y posiciones un juglar por más
que se diga contestatario es necesariamente un bufón de la corte.
Cuando algunos integrantes de la agrupación H.I.J.O.S. mostraron
sus remeras y cantaron clamando cárcel para Aztis ante éste
y el tribunal que lo juzgaba no estaban indicando más que una adhesión,
sin duda inconsciente, al asesino, a todo lo que representa, a la institución
en la que se encontraban y todo lo que ella garantiza. El discurso policíaco
se unifica porque el reclamo tiene el mismo carácter. La dominación
incorpora todas o casi todas las voces. Los balidos validan. El Poder sé
hegemoniza y legitima, y el Estado se potencia porque su costado izquierdo
también es constituyente. La democracia es totalitaria porque inunda
y capta todos los sectores, hasta los más “independientes”,
y los verdaderos disidentes son los menos.
Pero una ideología, una posición, es susceptible de ser contemplada
e incorporada por el sistema si tiene en germen o en directo manifestación
elementos comunes, léase la autoridad.
La mesa está servida para los carroñeros y en el deglutir
conviven, con lógica y logística, los afines. El próximo
show será, supongo, en Campo de Mayo o en el Club de Verano de los
empleados del Servicio Penitenciario. Copa llena para que no se sequen las
gargantas.
Adrián – Libertad N° 15, mayo-junio 2000.
GÉNESIS 4:8, EN EL CALLEJÓN VOLVER
Están
quienes ven la realidad a partir de un asiento contable, planteándose
las necesidades de acuerdo a las posibilidades y sólo valorizando
los logros a partir de medidas, al peso o al litro. Quienes hacen caudal
de masas asistidas o minoras enchastradas y amontonan las causas, complaciéndose
de las cantidades más que de las ideas. Quienes moldean su razón
de ser, de acuerdo a las conveniencias y rebajan sus ambiciones de libertad
de acuerdo a las debilidades de quien se las quita. Las cantidades se hacen
imprescindibles, los hermanos (¿de clase?) florecen por doquier y
la “lucha” pasa a ser un torrente que arrastra a cuanto clavadista
quiera tirarse, diluyéndose en tan hermosa bacanal (de cuentas y
puñales). Y en este juego todo vale, desde las alianzas que hacen
números, hasta las suspicacias que hacen traiciones.
Antiestatismo, negación de todo orden social autoritario. Hay quienes
ven en esto último simples detalles, cosas a tratar después
de la revolución. Y hoy piden cárcel junto al “justiciero”
y rezan junto al cristiano, todo para estar con el pueblo, para tener “bajada”(?)...
y hacen compañeros de ideas a quienes, con sólo cambiar unas
piezas de lugar (mismas ideas), mañana serian sus carceleros, su
Trotsky, su Stalin o su Perón.
Lejos de todo esto, muy lejos, los anarquistas. Quienes partimos desde un
principio básico (necesidad básica) de libertad, más
que por análisis coyunturales o por las posibilidades que nos da
el sistema (los huequitos). Vamos por un todo y en este sentido no hay gastos
que estipular. Para algunas reivindicaciones estamos con todos, en la medida
que a todos y a nosotros sirva, pero en nuestra lucha por la revolución
y por la anarquía estamos solos, con los nuestros, “la lucha
que cuenta es la que ayuda a construir una nueva sociedad, y esto sólo
puede hacerse mediante una acción revolucionaria individual o de
grupo que propague persistentemente su propaganda mediante la palabra y
la acción. Por nuestro sectarismo podemos estar en la actualidad
separados del resto del mundo. Pero en caso contrario seríamos parte
de este mundo”(1), parte de este pueblo “feliz” con “sus”
instituciones democráticas y “sus” créditos personales.
Y esto es algo que queremos cambiar, que cambien por nuestras ideas y no
que hagan compatible “su” cárcel con nuestra libertad,
avalando todo: la cárcel, el juez, la ley y el Estado.
Y ha no hacer tanta cuestión de cuentas y posibilidades y ser un
poco más consecuentes. Hacia la anarquía por el anarquismo...
“y como otras veces, igual que siempre que hablasteis de unificar
las fuerzas trabajadoras, lo que queréis es un bloque contra la idea
libertaria, contra el principio de negación del Estado, contra nosotros,
vaya!... Confesad que es la anarquía el clavo que os hinca el culo
y del que pensáis libraros levantando una muralla de pechos proletarios
entre vuestras nalgas y nuestra punta...”(2) ¡Semirrevolucionaros!
...y vio Dios que los anarquistas estaban solos y dijo: “no es bueno
que los anarquistas estén solos. Y, para que les haga compañía
Dios parió a Caín...” ¡Me cachi en deu!
E.M.González – Libertad N° 18, febrero-marzo 2001
(1)Anarquismo
y lucha de clases, Meltzer y Christie.
(2)Carteles I, Rodolfo González Pacheco
GOLPE DE ESTADO VOLVER
El
grupo AUCA Socialismo Libertario, de la zona de La Plata, Buenos Aires,
edita el periódico “Ofensiva libertaria” y hasta
hace poco tiempo editaban conjuntamente con O.S.L. (Organización
Socialista Libertaria) el periódico “En la calle”, vocero
de estos últimos.
Recientemente el grupo AUCA Socialismo Libertario ha denunciado por algunos
medios “alternativos” una agresión sufrida a uno de sus
elementos. Más allá del hecho, repudiable, queremos dejar
en claro que estos personajes nada tienen que ver con el anarquismo, más
que su autodenominación, propagando mucho más que una simple
confusión...
En su último panfleto, bajo el título de “¿Qué
proponemos los anarquistas?”, escriben:
“Frente a la crisis que sacude al país, los anarquistas
organizados en AUCA, vemos la necesidad imperiosa de tener propuestas para
esta etapa. Recientemente en nuestro último Congreso hemos decidido
impulsar un programa político acorde a los tiempos en que nos toca
vivir como pueblo.
(...)Nuestra lucha radica en forjar un cambio revolucionario. Por eso
la construcción del Poder Popular, herramienta indispensable para
llegar al socialismo y la libertad, es tarea fundamental para estos tiempos.
La herramienta que nos hará tener una lucha inicial por el poder
la llamaremos Gobierno de los de Abajo. Consistirá básicamente
en la construcción directa de poder a través de criterios
sólidos de unidad y de alianzas estratégicas. Es fundamental
para garantizar la efectividad de dicha tarea un aumento de la participación
popular, y el nucleamiento de los diferentes sectores en torno a cuestiones
programáticas concretas.”
¿Hace falta decir de los innumerables y anónimos compañeros
que sufrieron toda clase de penurias, cárceles, torturas, fusilamientos,
familias destrozadas, destierros, por luchar por la abolición de
los Gobiernos? ¿Y los que se encuentran hoy bajo la sombra? ¿Cómo
no hablar de adhesiones a la policía? ¿Cómo no hablar
del insulto y la traición, no a un ideal, que es eso, sino a los
individuos con rostro, los que están y los que ya no? Y hasta querrán
justificarse, relativizar los conceptos, que la democracia, que el pluralismo,
que la coyuntura. La debilidad, la cobardía y la astucia: la política.
(...) “Es válida la aclaración de cómo llegamos
a construir esta herramienta, ya que descartamos la vía eleccionaria
para su consolidación, sabiendo que no nos encontramos frente a una
situación revolucionaria sino que estamos construyendo la creación
de los cimientos hacia el socialismo, y que el Gobierno de los de Abajo
funcionaría en un principio en el marco general del Estado burgués.”
Queremos dejar en claro que la cuestión no es la incidencia que pueda
tener un grupo reducido sino que lo que nos motiva a no dejar pasar esto
(¡¿cómo no saltar?!) es la reivindicación que
estos grupos hacen del anarquismo. Reivindicación que no es exclusiva
de estos grupos de Buenos Aires sino que se alinea en esta movida internacional
con epicentro en la C.G.T.-España y la S.A.C.-Suecia. Más
allá de las disquisiciones entre un “anarquismo” lavado
y un bolchevismo manifiesto la diferencia sólo está en el
desarrollo de los mismos conceptos y actitudes: una línea de conducta.
“Es entonces que para la actual etapa se propone la lucha por
un Gobierno de los de Abajo donde se vean representados los intereses de
las fuerzas populares, que tenga un contenido nacional, antiimperialista,
popular, democrático, que pueda abrir un camino hacia el socialismo
y la libertad.” (...) “¡Arriba los que luchan!”
“Luchar hasta que gobierne el pueblo”. AUCA Socialismo
Libertario.
¿Cuántos pasos hubo desde el “Arriba los que luchan”
hasta “Luchar hasta que gobierne el pueblo”? ¿A la carrera
o a la rastra?. Todo se resume: el fin justifica los medios. Eso es la política,
el arte de la traición.
Ante la agonía diaria, la muerte lenta de los condenados, a la cárcel,
a la mendicidad, al trabajo. La humillación y la ostentación
del lujo. Los que juntan cartones y la riqueza acumulada en los supermercados.
Los piqueteros asesinados y los punteros políticos. Los gendarmes
en los trenes y Miguelito “El Chuky” de Gerli. Los desesperados
y los policías muertos, y los que van seguir muriendo... La salida
institucional y los correccionales, los moribundos en los hospitales, los
abuelos, los pibes... lo que va a quedar de todo esto. Y lo que podría
ser...
Ante tal situación extrema, que debe terminar, una visión
conservadora puede ser refugio del que está acorralado o perseguido,
del que pende de un hilo, la ideología del fin de la vida, pero proyectarlo
como forma social es legitimar el sufrimiento establecido y, en fin, fascismo.
Y lo que los anarquistas proponemos: terminar con las causas sociales que
reducen al ser humano a esclavo; acorralado y perseguido. Incitar a los
oprimidos a apropiarse de las riquezas concentradas en un grupo de individuos
que las disfruta acorralando y persiguiendo; que este disfrute privativo
es el principio y el fin de toda fuerza instituida; que utilizarán
todo su poder para conservarlo y que la revolución constituye el
inicio de una sociedad donde el individuo y la especie alcanzarán
una dimensión de dignidad que no podemos imaginar. Apuntamos a la
libertad absoluta y si hay etapas habrá que quemarlas, y rápido
(¿o no es el fuego el factor de evolución?).
Y claro, hay bomberos y vigilantes, una etapa...
¡Demagogos! ¡Policías!
¡Viva la anarquía!
Adrián – Libertad N° 24, septiembre-octubre 2002
ARACA LA CANA VOLVER
Sería
en principio acertado citar a Pacheco; “La unión es fuerza...
si lo que se une es fuerte. Que las ovejas también, cuando las rondan
los lobos, se unen, pero unen debilidades y sustos”. Diría
que es ésta la diferencia entre la fuerza de la razón y la
razón de la fuerza, entre un individuo consiente que aúna
esfuerzos con sus afines y el fascismo. Podría hablar también
de un concepto de libertad como hecho social, basado en la naturaleza social
del ser humano, es decir la libertad surgida a partir de la sociabilidad
de las personas y contraponerla con el concepto de libertad como hecho de
aislamiento, la idea religiosa de un ser pre social completo y libre en
su individualidad que por alguna decadencia entra en sociedad a fin de suplir
sus necesidades, el consecuente choque de intereses y la consecuente necesidad
del Estado y la policía; “El Estado es el garante de las libertades
individuales”.
Cabría decir también que después de la caída
del muro y por tanto del socialismo “real” el discurso del Poder
acerca de la muerte de las ideologías le vino al dedillo a los oportunistas
de todos los tiempos para afirmarse en su “necesidad” de adaptarse
a los tiempos que corren, adecuarse según la coyuntura, según
su análisis de la coyuntura. Saltando así del campo de la
ética al de la demagogia, de la política, y a partir de ahí
habilitar a la ideología para cualquier cosa.
Nos llega de diversas fuentes la noticia... las caras de los compañeros,
desde la sorpresa hasta el asco. Cito lo más interesante:
“Una reunión internacional de organizaciones libertarias
se llevó a cabo entre el 31 de marzo y el 1 de abril en Madrid, patrocinado
por la Confederación General del Trabajo sindicalista libertaria.
El resultado de esta reunión fue la formación de una red libertaria
internacional denominada Solidaridad Internacional Libertaria (LIS).
-El LIS apoya, financiera y políticamente, proyectos propuestos por
la FAU y la FAG impulsando la creación de centros libertarios...
-LIS sostendrá un congreso libertario intercontinental en Francia
en el 2003, el comité organizador consistirá en AL-Francia
(Alternativa Libertaria), con la ayuda de C.G.T.-España y S.A.C.-Suecia,
y promovida en América Latina por FAU-Uruguay.
-Finalmente la reunión adoptó una consigna, ‘¿Qué
tipo de anarquismo durante el siglo XXI?’ ”. Organise
Nº 56. Se trata de una serie de reuniones a nivel internacional que
diversas organizaciones están llevando a cabo bajo la consigna de
la unidad.
No es mucho lo que se sabe aquí de CGT y SAC, leyendo en CNT encuentro,
tomado de un articulo de “Arbetaren” (escrito por Bella
Frank edición 35/01 “Sindicalistas sobre las movilizaciones
del Verano”), periódico de la SAC, en referencia las movilizaciones
de Gotemburgo a Génova. “Durante el debate se planteó
el pensamiento de una nueva internacional sindicalista. Pero incluso aunque
muchos creían que era una buena idea en perspectiva, la mayoría
pensaba que el tiempo no estaba maduro. Nilala Hadadi afirma que la prioridad
debería ser continuar desarrollando la cooperación entre la
CNT-Vignoles (escisión de CNT España 1992-93), la
CGT y la SAC sin exigencias de pureza ideológica, deberán
incluso según ella, cooperar con otros sindicatos independientes”...
“Entre los anarcosindicalistas franceses hay una enorme sorpresa
de que la SAC estuviera en diálogo con la policía antes de
Gotemburgo. Están incluso más sorprendidos de los miembros
de la SAC no se esperaran que la policía rompiera la cooperación...”.
“La SAC debe defender su cooperación de nuevo, pero esta
vez desde otra perspectiva distinta la de Suecia...”. “La
secretaria de la SAC Hannele Peltonen afirma que fue correcto participar
en cooperación con la policía antes de Gotemburgo. Si esta
cooperación hubiera funcionado en la forma que se pretendía,
ella cree que la mayor parte de la violencia podría haberse evitado.
Pero incluso afirma que fueron demasiado ingenuos. La cooperación
era necesaria y prometedora, pero la policía la rompió...”.
CNT Nº 272, septiembre 2001.
De la CGT española, que decir...
“...estructuras corporativas, elecciones sindicales, subvenciones
del Estado, funcionarios sindicales liberados del trabajo, sindicatos de
policía que comparten local y anagrama con organizaciones ‘libertarias’,
que también albergan funcionarios de prisiones, guardias de seguridad
armados, o estructuras conjuntas con partidos, que intervienen en las elecciones
municipales del sistema capitalista con el lema ‘¡Gestionemos
el municipio!’...” CNT Nº 267, mayo 2001.
Bueno, es esta gente la que propone la unidad, la unidad del movimiento
“libertario”. Habría que ver que se entiende por libertario.
Para Latinoamérica los encargados de promover este proyecto son la
FAU (Federación Anarquista Uruguaya) de Uruguay, la FAG ( Federación
Anarquista Gaúcha) de Brasil y de Argentina, la OSL.
Para muestra sobra un botón
Unidad,
pluralismo, amplitud... “La elección para los libertarios
es: o participamos en agrupaciones amplias, plenamente y sin ningún
sectarismo sin callar nuestras propuestas, o lo que cada vez hacen menos,
replegarse ‘entre nosotros’ y correr hacia la derrota...”.
En la calle Nº 40, septiembre 2001, órgano de difusión
del anarquismo organizado (?). Sin duda gente muy amplia, tan amplia
que se juntan con los amigos de la cana. Todos o casi todos los que organizaron
este grupo y que sentaron la línea de pluralismo y organización
fueron expulsados uno a uno por el comité ejecutivo. Éxito
y derrota, términos del sistema...
O.S.L. (Organización Socialista Libertaria). Reivindicada organización
política y de izquierdas. “Como ya hemos propuesto desde
En la calle, nuestra acción militante parte de la organización
política de los anarquistas y toma cuerpo en el seno de las organizaciones
populares. A partir del proyecto revolucionario, según lo acordado
en el programa y acorde a las fuerzas de la organización, nuestra
practica política tendrá una orientación determinada...”
En la calle N° 40. Nosotros rompimos abiertamente con esta
gente a partir de sus definiciones de un anarquismo coyuntural (ver Libertad
Nº 10 “Definiciones”), y por tanto acomodaticio
y demagogo. Después los vimos pidiendo: cárcel a los genocidas,
juicio y castigo y hablar en los militares términos de táctica
y estrategia citando a Karl Von Klausewitz (general prusiano y teórico
de la estrategia militar).
Una orientación determinada. “Mientras el Fondo Monetario
Internacional inunda con promesas de salvación económica a
la realidad argentina, el estrenado ministro de seguridad (Aldo Rico)
de la provincia de Bs. As., avalado por el gobernador Carlos Ruckauf,
despidió a cientos de trabajadores del ministerio de seguridad. Estos
compañeros realizaban tareas administrativas y poco tenían
que ver con los asesinos democráticos que rodean a ex carapintada
y su política de una bala para cada delincuente...”. “Los
trabajadores organizados en forma auto convocada y en ATE, ratificaron que
los cesanteados no son ñoquis ni personal nombrado a dedo, sino ‘laburantes
que cumplían cotidianamente con sus tareas específicas’
”. En la calle N° 24.
Cumplían con sus tareas cotidianas: administrarle los papeles a la
policía y los servicios de inteligencia, poner los sellos a las condenas
y esas cosas.
“Pero los que peleamos contra la prepotencia policial, los abusos
y el crimen corporativo de la institución sabemos que la historia
es bien otra cuando una bala perdida se carga a uno de nosotros que tuvo
la mala dicha de pasar por ahí.” En la calle
N° 40.
Cabria decir que luchar contra la prepotencia policial, los abusos y el
crimen corporativo de la institución no es luchar contra la institución
y mucho menos por su abolición. Que un policía no es solo
un uniforme, es una mentalidad.
Después escuchar a todos estos elementos hablando de disciplina y
acusándolo a uno de sectario... Una cosa es nuclearse a partir de
la afinidad y otra muy distinta juntarse a toda costa. Y uno tiene una posición
sectaria, sobre todo porque tiene una ideología y una ética,
y una actitud, busca en su camino, abolir la policía como institución
y mentalidad. De la ética a la disciplina hay la misma distancia
que de pensar a obedecer.
Esto y otra gente, en otro plano, que se ganó el respeto de los revolucionarios,
que supieron ser referente de tanta gente, de pibes dispuestos a brindar
su vida... ¿Y ahora sembrando esto? Se agotan las palabras, se siente
frío en la espalda... ¿cómo no sentirse traicionado?
¿Cómo se puede hablar de tanta muerte y horror, del genocidio
silencioso, del dolor y el quebranto generalizado sin caer en el odio ciego
y el insulto?
Podría uno contemplar muchos temas y aspectos para tratar de entender
un poco y de encontrar alguna explicación, pero ¿cómo
no sentir que cada palabra es una trivialidad, una gélida explicación?
¿Qué es la policía? ¿Cuál es su papel
en esta sociedad? ¿No representan ellos el aparato represivo del
Estado? ¿No han garantizado estos mercenarios del Poder a sangre
y fuego, el hambre y el privilegio? ¿No han sido acaso los ejecutores
de las carnicerías más odiosas? Cientos de compañeros,
anónimos y conocidos, perseguidos, asesinados, secuestrados, torturados,
humillados, vejados, destrozados física y mentalmente en los centros
de exterminio del Estado... aferrándose a la vida, peleando. ¿Y
esta gente me los propone como aliados tácticos?
Podría decirse que ésta es una sociedad fascista, donde los
valores policíacos de traición y delación que sostienen
a todo Estado se imprimen diariamente sobre la población. En este
marco de cosas encuentro en el “gran diario argentino” algo
que quizás aporte algo a los que apuestan al caballo del comisario:
“Nadie que mate un policía, una vez aprehendido, puede
recuperar su libertad. No se trata de que haya muertos que valen más
que otros. Se trata de que la muerte de un policía es un crimen contra
el Estado, un disparo al corazón de su razón de ser: el monopolio
de la fuerza, para proteger la convivencia social. ... porque el Estado
si quiere sobrevivir, no puede tolerar que se le dispute abiertamente el
monopolio de la fuerza que una comunidad democrática le delega.”
Clarín, 10 de abril de 2002 “Prisión perpetua
para quien mate un policía”, Felipe Solá, Gobernador
de la Provincia de Bs. As.
Juan – Libertad N° 23, mayo-junio 2002
LOS PRIMEROS PASOS DEL ANARQUISMO VOLVER
Mucho
se ha discutido acerca de los orígenes del anarquismo. Algunos autores
remontan la genealogía del anarquismo a la filosofía antigua,
encuentran sus raíces en las comunas libres del medioevo, o en las
utopías concebidas en la Reforma y el Renacimiento. Ninguna de estas
aseveraciones acerca del origen del pensamiento anarquista carecen de verdad,
pero para poder considerarlas como parte de una genealogía del anarquismo
deberían tener una continuidad -de la que adolecen- con la ideología
anarquista moderna (es decir, a partir de los siglos XVIII y XIX).
Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que el anarquismo surge y da sus
primeros pasos como consecuencia del impacto de las ideas de la Ilustración
y de la Revolución Francesa de 1789. Encontramos entre sus antecesores
a Babeuf, Fourier, Owen y Godwin, pero no podemos considerar a ninguno de
estos un anarquista propiamente dicho, no sólo por su flojedad ideológica
e inconsistencia con el cuerpo principal ideológico del anarquismo
venidero, sino también porque ellos mismos no se consideraban como
tales.
Babeuf -junto con sus colaboradores Marechal y Buonarotti- postularon que
para poder alcanzar la igualdad social era necesario eliminar a la propiedad,
fuente de todos los males. Consideraban a la igualdad ante la ley defendida
por la burguesía revolucionaria, como un recurso retórico
que permitiría a los burgueses instalarse como la nueva clase explotadora,
reemplazante de la aristocracia. Proponían la comunidad de bienes
y trabajos, la extinción de la propiedad y el igualitarismo como
meta final. En el Manifiesto de los Iguales, Marechal -el más libertario
del grupo babuvista- propone la desaparición de las diferencias entre
gobernantes y gobernados y proclama: “Queremos una verdadera igualdad
o morir, eso es lo que queremos. Y conseguiremos esa igualdad real al precio
que sea”. Pero no todos los planteamientos se acercan tanto al anarquismo,
ya que muchos de los partidarios de Babeuf sostenían una concepción
autoritaria de la revolución, más cercana al socialismo marxista.
El solidarismo de Owen y Fourier, así como su énfasis en la
educación como herramienta liberadora, influyeron mucho en las posteriores
formulaciones anarquistas. Godwin, desde un liberalismo radical, propone
la abolición de las leyes y el Estado, aunque no llega a esbozar
más que un tímido comunismo, sin abolición de la propiedad
total.
Recién con Pierre Joseph Proudhon (1809-1865) llegamos a una concepción
anarquista definida, aunque todavía en sus primeros pasos. Muchos
han criticado las contradicciones en el pensamiento de Proudhon, pero sin
duda su reivindicación de la anarquía como forma de organización
social será abierta y franca, así como lo fue su defensa del
mutualismo y su crítica a la propiedad y a la Iglesia. Su concepción
era que la liberación debía ser obra de los propios trabajadores,
no de un partido o un Estado. Promovió también la aplicación
del federalismo, es decir, una forma de organización política
descentralizada para evitar la consolidación de un poder separado
del pueblo. Proudhon fue criticado duramente por Marx, quien en un inicio
lo admiraba; su obra Filosofía de la Miseria originó
una violenta respuesta de Marx en la Miseria de la Filosofía.
A diferencia de Marx, Proudhon sí había conocido la miseria
y la pobreza, probablemente tanto como Marx conocía la filosofía.
Hijo de un tonelero, o como él mismo se define “nacido y criado
en el seno de la clase trabajadora, perteneciendo todavía a ella
hoy y siempre con el corazón, por naturaleza, por costumbre, y por
sobre todo por comunidad de intereses y de deseos”, dedicó
toda su vida a la lucha revolucionaria.
Más allá de sus contradicciones, señaladas por muchos
de sus contemporáneos y por los continuadores del pensamiento anarquista,
Proudhon expresa el modelo de militante que seguirán los anarquistas
cuando después del fundamental aporte de Bakunin, y más tarde
de Kropotkin y Malatesta, el anarquismo se consolide como una tendencia
madura y con dinámica propia en el seno de la clase trabajadora.
Este modelo tendrá como característica principal la eliminación
de la distinción entre trabajadores intelectuales y manuales, es
decir, de quienes teorizan y dirigen desde una supuesta vanguardia esclarecida
y quienes son el sujeto revolucionario. La revolución no se llevará
a cabo en los gabinetes de estudio sino en las calles, campos y fábricas.
Esta concepción no implica un desprecio por la teoría y una
apología de la acción, sino una relación complementaria
entre ambas, donde la teoría surge de las experiencias cotidianas
de la clase trabajadora como efecto de la explotación y la opresión
capitalista y estatal.
Desde Bakunin a Durruti, los anarquistas tuvieron una actitud de lucha consecuente
con estos principios. Bakunin, a pesar de haber nacido en una familia aristocrática,
dedicó su vida a la revolución, fue el agitador más
famoso de su época y sufrió años de cárceles,
torturas y persecuciones. Kropotkin, príncipe de nacimiento, renegó
de su origen y optó por la lucha revolucionaria y la agitación
ideológica, antes que por la tranquila vida de cortesano, cambió
la cálida mansión de su familia por las frías y miserables
barriadas obreras. Al igual que Bakunin sufrió cárceles y
exilio, aunque tuvo una producción teórica más continua.
Malatesta, trabajador y miembro de la Internacional desde los 17 años,
luchó y propagó el socialismo libertario incansablemente,
como Bakunin. El español Buenaventura Durruti, nacido en un hogar
obrero, hizo de su vida una leyenda; nunca teorizó sobre el papel:
él mismo fue la pluma y su vida revolucionaria su más precioso
escrito. Del misterioso francés Joseph Dejacque, obrero empapelador
y autor de una utopía titulada El Humanisferio, no se sabe
nada de su nacimiento ni tampoco acerca su muerte, sólo que tuvo
una actividad anarquista muy ardorosa entre 1848 y 1861. De ellos y algunos
más conocemos su nombre; aún permanece su obra. Pero en la
historia del anarquismo la regla ha sido siempre el anonimato. Esta es una
de las diferencias principales entre los llamados teóricos del anarquismo,
y los marxistas -éstos sí verdaderos teóricos en el
sentido más extendido del término.
Las ideas del socialismo marxista tienen una piedra fundamental a la que
se remonta toda su genealogía ideológica: el propio Carlos
Marx. No ocurre así con el anarquismo, obra de múltiples padres
y forjado al calor de muchas luchas y experiencias.
Pero más allá de cualquier cuadro genealógico que tracemos,
el anarquismo es una idea surgida de la propia clase trabajadora y de las
luchas de sus activistas y militantes. No es una construcción teórica
aislada de la experiencia, sino más bien la expresión de rebeldía
contra la vivencia de opresión y explotación. Las experiencias
de solidaridad para resistir la miseria y la explotación -visibles
en las primeras organizaciones gremiales, sociedades de ayuda mutua y asociaciones
de trabajadores, surgidas a inicios del siglo XIX y anteriores a la formulación
de las ideas socialistas- inspirarán a los futuros planteos anarquistas
tales como el mutualismo, el colectivismo y, en una última etapa,
el comunismo. Es en este sentido que decimos que la ideología anarquista
es la obra de los propios trabajadores. Y como continuadores y herederos
de ese legado debemos actuar consecuentemente con este pasado. Tal vez por
esta razón, los anarquistas -salvo pocas excepciones- tuvieron muchas
reticencias a la hora de teorizar y predecir cómo sería la
sociedad futura, y prefirieron, consecuentemente, que si la liberación
iba a ser obra del propio pueblo, también debería ser suya
la planificación y edificación de la nueva sociedad.
Patrick Rossineri – Libertad N° 18, febrero-marzo 2001.
UNA BRÚJULA PARA LA IZQUIERDA (DESDE LO DE SIEMPRE HASTA LO “MEJORCITO”) VOLVER
Sin
lugar a dudas ya es tiempo de empezar a mover las neuronas, con todo lo
que esto significa e implica. Hablar en términos de éxito
y derrota es hablar en términos del sistema, éxito y derrota,
premios y castigos, y en función de ellos, el cálculo y la
especulación, la táctica y la estrategia (palabras de origen
militar), y la manera de absorber que tiene el sistema, los discursos y
los modos, las prácticas y hasta la supuesta “capacidad critica”
que la izquierda nunca tuvo. Es la necesidad que toda fuerza tiene de crear
su oposición para hacerse más fuerte, el sistema construye
el discurso hegemónico y el supuestamente contrario para incorporar
así cualquier intento de cambio a una dinámica que lo fortalece,
y esto no es un detalle menor.
Para poner un ejemplo en boga, una jugada que ejemplifica la situación,
la cárcel y Pinochet. La cárcel, negación de la libertad,
que se hace necesaria ante la existencia de un orden de privilegios y opresión
que hay que asegurar. La cárcel, los carceleros, los policías
y los milicos, la justicia de clase (de la otra clase). Las instituciones
se abrazan. Pinochet, algo que no tiene nada que ver ni con la vida ni con
la humanidad y que por lo tanto no puede ser considerado en esos términos.
Con el juicio a Pinochet la cárcel se vuelve lo justo, ni un extremo
ni el otro, bien burgués. Detrás del odio y la indignación,
el uso y la especulación, el sistema es carateca, aprovecha la energía
del otro para salir victorioso, la canaliza en favor de un reclamo que fortalece
directamente lo que a él más le importa, las instituciones,
porque los hombres pasan y habrá mil Pinochet (y los hubo y los hay),
pero sólo si está en pie y bien fuerte la institución
que los prepara y les da sustento ideológico, lo que implica el consenso,
el procedimiento es claro, se enjuicia un militar destacado para hacer el
entre y blanquear la situación, viejas mañas, buscar una causa
noble y de paso cañazo, todos a la bolsa. Detrás de consignas
como “cárcel a los genocidas“ marchan todos, hasta los
“revolucionarios”. Pinochet está preso, la justicia funciona,
la gente pide cárcel a gritos, exige mano dura, más policía
y más represión, “seguridad”, después será
cuestión de inventar un enemigo maligno, otra causa noble, narcotraficantes,
peruanos indocumentados, narcoterroristas o petete ebrio, no importa, hay
que fortalecer la institución. El círculo se cierra, hay luz
verde para fortalecer el aparato represivo y actuar cuando llegue el momento
de sacarse la careta, porque el chamuyo (la política), se vuelve
insostenible. Ellos lo saben mejor que nosotros, hace un tiempo tratan de
imponer la noche, enfrente hay una boca de lobo y sin embargo la vida sigue
brotando, hay chispazos y pueden convertirse en incendio.
Es necesario pensar la historia, los hombres, los hechos, las actitudes.
No pensarla desde el más estricto economicismo -que sobra- pensarla
y analizarla conscientes de que quizás lleguemos a conclusiones que
a muchos incomoden. Es necesario estar atento, analizar cómo opera
el sistema en el campo subjetivo, cuales son los mecanismos instalados en
la sociedad que aun perduran, cómo estos operan ante ciertos estímulos.
El sistema no es la fuerza, el sistema es un discurso (la mentira, el engaño,
el uso), que cuenta con la fuerza para imponerse si no prospera. Respuestas
sobran, hay que ver quien las da.
Juan – Libertad N° 9, marzo 1999
LA VIOLENCIA, EL CONTROL Y LA COBARDÍA VOLVER
Siempre
nos acusaron a los anarquistas de ser violentos pero sin ser una fuerza
capaz de abatir el orden vigente, exceptuando los casos de España
del ‘36 y la Rusia del ‘17, diría que tienen razón.
Si bien el principio de autodefensa sirvió, y sigue sirviendo como
justificativo teórico de la violencia, el tema de la violencia en
el terreno práctico sigue siendo conflictivo, aún dentro del
anarquismo. Ejemplos de esto sobran.
Pero yo me pregunto si no es precisamente en este punto donde radica la
riqueza del anarquismo, en la relación entre lo individual y lo colectivo,
entre la violencia y la fuerza. De todas maneras la violencia es una manifestación
inherente al ser humano. Aunque racional el ser humano sigue siendo un animal.
El hecho de que el ser humano siga viviendo en una sociedad basada en la
fuerza, da una prueba más que evidente, diría patética
de esta condición. Esto no quiere decir, de ninguna manera, que el
hombre no pueda vivir en una sociedad gozando de plena libertad y sin una
fuerza social que lo contenga y que lo mutile. Sino por el contrario, eliminando
las instituciones coercitivas (Estado, policía, fuerzas armadas,
cárceles, etc.) solo se eliminará la fuerza, no la violencia.
La violencia es siempre individual y aislada, la fuerza es masiva y con
un fin determinado, vale la pena aclarar, que tanto las instituciones medievales
(feudalismo, caballería, ejercito, iglesia, etc.), como así
también las burguesas, han demostrado más que ineficiencia
para combatir la violencia, si bien la creación de estas instituciones
se justifica teóricamente a partir del principio de seguridad de
la comunidad, lo cierto es que, estas fuerzas institucionalizadas representan
el verdadero peligro que atenta contra la vida comunitaria, no la violencia.
No me acuerdo en que libro, que analizaba periodos revolucionarios como
la Revolución Francesa, la Comuna de París, la Revolución
Rusa y la Revolución Española; leí que en estos periodos
de gran agitación y violencia, casi no se registraron hechos delictivos
comunes, en contraposición con los momentos donde reinan la “paz
y el orden”. Si pensamos seriamente la evolución de la sociedad
en términos de dominación, inclusive tomando al factor económico
como tal, podríamos llegar a conclusiones interesantísimas.
Basándonos en antiguos relatos como la Biblia o la Odisea, podemos
afirmar que originalmente, y hasta el siglo XIX, las fuerzas acaudilladas
por algún príncipe, cumplían una misión concreta:
defendían del saqueo y la esclavitud a los habitantes de alguna ciudad
o poblado. Esto quiere decir que había una causa concreta. Solo el
miedo a un enemigo exterior y la conciencia de la propia debilidad, justificaban
la intervención de las fuerzas. Ahora, esta ayuda que provenía
de algún príncipe al que pagaban tributo, llegaba y se iba,
se mantenía en términos de ayuda, lo que ahora se conoce como
“servicio”. De ninguna manera estas fuerzas regían la
vida de las personas, ya que se exponían al peligro de rebelión,
toda su función se remitía a rechazar al enemigo.
Sustancialmente, en la actualidad no ha variado mucho el germen de la dominación,
lo que sí, es que ha crecido y se ha ramificado bastante. Las formas
de dominación son insondables como los caminos del señor.
Hoy seguimos pagando por la seguridad, no al príncipe, sino a algo
mucho más abstracto como es el Estado. En esta sociedad nos encontramos
frente a un aparato de control policial que se basta a sí mismo,
justificándose de forma teórica y abstracta. Solo hay que
analizar términos como “prevención, orden, paz y seguridad”
(primos hermanos de la paranoia burguesa), para darnos cuenta de cómo
fue evolucionando la función de las fuerzas, hasta llegar al actual
estado de control policial. Es curioso observar también, como a través
de esta terminología abstracta y vacía se ejercen los mecanismos
de dominación. Por ejemplo la sociedad no es más las relaciones
entre las personas, sino que es un mercado. En una sociedad basada en la
fuerza, el miedo cumple un papel fundamental, y toda esta terminología
abstracta a la que aludíamos anteriormente, apunta a generar miedo
en la gente. Desaparecido el fantasma del comunismo y la posibilidad de
un conflicto atómico internacional, con el papá EE.UU. erigido
en el guardían-policía de este mundo globalizado, ¿A
qué le debemos temer?, ¿A mi vecino que es un poco violento
y un poco ladrón?. Ridículo.
Hoy por hoy las cárceles, el Estado, la policía y los ejércitos,
existen por que si no estaríamos luchando y nos mataríamos
todos contra todos permanentemente. Esta visión completamente ridícula
de la vida en comunidad la introdujo el no menos ridículo de Hobbes,
para justificar instituciones superfluas e inservibles. Solo dentro del
contexto de una sociedad, donde el valor supremo es la competencia en el
mercado, las instituciones garantizan el monopolio de la fuerza por parte
de los poderosos, que no sólo se contentan con detentar la fuerza,
sino que también, pretenden controlar, vigilar y castigar, todos
los aspectos de la vida cotidiana. Pero, la violencia sigue clavada en lo
profundo de la espina dorsal de este sistema, molesta y mina lentamente
el imaginario burgués de un mundo feliz, aunque se empecinen en negarlo
con todas sus fuerzas. Analizar una sociedad basada en la fuerza negando
la violencia es simplemente un absurdo, como así también,
pensar que una sociedad basada en la igualdad y en la solidaridad eliminara
por completo la violencia. Podrá ser reducida a niveles mínimos,
pero jamás erradicada. Algo así como la Naranja Mecánica.
La violencia es un peligro para el sistema, porque es siempre buena en la
medida en que se oponga a la fuerza. Esto es justamente el fuego sagrado
del anarquismo, mantenerse en la violencia, convertirse en fuerza sólo
para destruir el orden vigente, para después volver a la violencia
original e intuitiva. Mantenerse en la fuerza significa poder y cobardía.
La violencia es rebelión, pequeños estallidos que son grandes
acciones. Y esto no es retórica, es una postura ante la vida.
Peluca – Libertad N° 14, marzo-abril 2000
LA MUERTE DE LA VIDA VOLVER
Podría
ser el principio, podría ser el final, la necesidad del capital sigue
estando por sobre la del ser humano, por sobre la de aquel que necesita
descansar pero no puede porque tiene que trabajar, del que ni siquiera logra
ser esclavo del trabajo porque es desocupado y es esclavo del hambre, como
es esclavo del hambre el que trabaja todo el día de cocinero porque
no le alcanza el tiempo para comer, del que trabaja en una librería
y nunca leyó nada, nunca pudo, del que no puede comprarse ropa y
trabaja en una textil, del que rellena colchones y sus ojeras ya son negras
de tanto mirar la noche del insomnio, del que hace largos viajes caminando
y sus pies ya son de piedra porque no tiene para el colectivo, del que se
tragó el Riachuelo porque Mar del Plata era caro, del que cruzó
en rojo y lo pisó un auto porque llegaba tarde al trabajo y lo iban
a echar, del que lo chupó un remolino en la última inundación,
del que tiene buenas zapatillas nada más porque las robó,
del que las encontró tiradas, del que tiene el reloj siempre en la
misma hora porque la pila sale plata, del que no tiene, del que pregunta,
del que fuma y ya no tiene que fumar, del alcohólico que prefiere
gastar su salario en vino y no en comida, del que en vez de estar con sus
hijos está cortando la calle para pedir trabajo, del que se le quiebra
la columna de cargar cajas, del que se suicida, del que muere y de los que
dejan morir. El capital destruye el ser del ser humano, para transformarlo
en algo que ya no es, sólo es algo que pasa, nace y muere, nada más
que robots que van y vienen. La vida es algo pasajero, a nadie le importa,
nadie tiene tiempo para pensar en cosas raras, la vida como si fuera sólo
una palabra, como si fuéramos bestias de carga y nada más,
de rutinas regidas por la plata, la plata o la vida, sólo bestias
de carga, ningún sueño, ningún soñador de utopías,
ninguno que quiera cambiar todo de raíz, ninguno que quiera poner
a la necesidad del ser humano por sobre todas las cosas, ningún anarquista.
Es utopía pensar que la necesidad del ser esté por sobre la
del capital, solamente en un mundo inexistente no existiría el dinero,
porque la lógica de hoy que supuestamente es la verdadera y única,
pone un papelito al que llaman plata para que nos podamos pisar unos a otros.
Sería un caos pensar en un mundo sin gobierno, porque sin gobierno
no existiría la nación, la pobreza y la miseria, el asesinato.
La vida y la libertad en un mundo de Estados, donde todo pasa por el dinero,
no pueden convivir, no existen, en un mundo de gobiernos sólo la
guerra puede estar en paz.
La vida, la libertad, son las 2 de la mañana y todavía estoy
escribiendo, ya no sé lo que hago, no puedo pensar en estas cosas,
mañana tengo que levantarme temprano, tengo que ir a trabajar.
Iconoclasta – Libertad N° 21, septiembre-octubre 2001
DESPERTARES VOLVER
Despertar: es
despabilarse, salir del letargo, abrir bien los ojos, comprender lo que
sucede a su alrededor, cuestionarse, etc. La indiferencia e hipocresía
colectiva, derivada de una costumbre de conciencia estatista, propietaria
y religiosa, adornada con bastante egoísmo y ambición personal
de poder, en suma, todo esto y más, da pie a la continuación
de esta verdadera agonía humana. La explotación del hombre
por el hombre, deja más que claros los principios básicos
de los gobiernos, propietarios y religiosos, respaldados por sus instituciones,
para mantener controladas a las masas productivas y consumidoras. El Dios-dinero
(para ellos, su mejor creación) remata la organizada dominación
impuesta, con el fin de incrementar sus riquezas y, al mismo tiempo, empobrecer
a los trabajadores -pilar de su enriquecimiento ambicioso- obteniendo así
su nefasta dependencia.
Luego de recibir el dinero como asalariados, éste les será
devuelto a los poderosos a través de impuestos, consumos, transportes,
etc. “La sociedad está dividida esencialmente por obra del
Estado; los hombres se encuentran alienados y no pueden vivir una vida plenamente
humana gracias, ante todo, a tal concentración del poder.”(1)
La fantasiosa pero funesta “historia” de un Dios todopoderoso,
impone -con el miedo- su autoridad en las conciencias y las actitudes diarias
de las masas. Son estos los pretendidos “Santos y Profetas elegidos”,
conjuntamente con los sicarios del gobierno; así, las autoridades
“divinas” y “humanas” se fusionan para mantener
controladas a las rebeldías individuales o grupales, imponiendo el
terror, pues ésta es su naturaleza.
Entre las tantas trampas de los Estados podemos remarcar a dos de los “artistas”
del engaño, más reconocidos: los partidos de izquierda y los
líderes sindicales.
Los primeros: autodenominados “revolucionarios” y patrocinadores
de las causas “liberales”. Los que por el contrario ahora y
siempre perseguirán, encarcelarán y fusilarán a todo
pensamiento y acción libertaria, acusando a estos actos -hipócritamente-
de contrarrevolucionarios, cuando ellos mismos son un obstáculo más
para la verdadera revolución social. Puesto que todo Estado (proletario
o no) tiende a perpetuarse encarnizadamente, y no a abolirse. Este es el
ancho trecho que existe entre sus dichos y acciones, y la libertad de la
humanidad. Pero aún siguen generando, permanentemente, confusionismo
y adhesión, a éste -ya viejo- tipo de explotación social.
Los segundos: burócratas, mantenidos y gaponistas(2), en fin, estos
íntimos aliados de los gobiernos y Estados, en sus discursos, “chamuyos”,
en los piquetes de los verdaderos necesitados, “figuretis”...
Llenándose siempre la boca con “solidaridad para los trabajadores
y desocupados”, cuando ellos son parte de la opresión ejercida
e impuesta por éste y todos los Estados. Las simpáticas agresiones
contra su padre, no dejan ocultar el amor y la admiración, hacia
él y su sillón.
Que éstos y todos los demás obstáculos -estatistas,
propietarios, religiosos y sus instituciones- se pisen solos a la hora de
hablar o actuar, no basta: ¡hay que pisarlos incansablemente!
Es hora de despertar, de levantarse, de voluntad; que aboliendo todos los
obstáculos del camino, pronto amanecerá la Revolución
Social y, en el horizonte, en medio del resplandeciente sol, se podrá
divisar la Anarquía de la emancipación social.
Vilchesz – Libertad N° 21, septiembre-octubre 2001
(1)Angel J.
Cappelletti, La ideología anarquista, Edición Madre
tierra, 1992.
(2)“Gapón, este personaje hace su aparición en San Petesburgo,
Rusia, en 1904. Enviado por el zar se infiltra en las masas para tratar
de adaptarlas al régimen monárquico. Descubierto y desenmascarado,
es ahorcado, por traidor.” Volin, La revolución desconocida,
proyección, 1977.
EN LAS CUEVAS DE ALTAMIRA VOLVER
Hace como dos
años estando en Parque Centenario junto con compañeros de
La Protesta se armó una discusión con unos militantes del
Partido Obrero. Las cuestiones tocantes son las conocidas: la Revolución
rusa, Lenin y Trotzky; la muerte y prisión de anarquistas por los
bolcheviques; la traición al movimiento obrero; Marx y Engels, los
ideólogos de la cheka. Y por supuesto justificaciones para todo.
En un momento una de las militantes exclama: “cuando ustedes se levanten
contra la dictadura del proletariado los vamos a meter en cana”. Y
por supuesto ahí se terminó la discusión.
Los que demandan al anarquismo marchar de la mano de los partidos de izquierda,
por lo del “enemigo común” y el “mal menor”,
cuando se hagan con el Poder ¿qué van a decir? ¿que
colaboremos con la derecha? ¿o dirán con la militante del
P.O. que “colaboremos” desde “adentro”?.
Se pude desconocer muchas cosas pero cuando se trata de agrupaciones de
trayectoria las “inocencias” se remplazan por justificaciones
burlonas. ¿Se puede desconocer el Partido Comunista? Las intrigas
de Marx para hacerse con el poder en la Internacional, la KGB y los 30 millones
de muertos en la URSS, los anarquistas que cumplen condenas en las cárceles
de Cuba, el Ejército Popular contra las colectividades en España.
¿Y el P.C. local?: colaboración con la dictadura, el banco
Credicoop, acciones en empresas. ¿O se trata de eso la pretendida
amplitud libertaria? ¿de juntarse con los mayores traidores de los
oprimidos? Traidores de los oprimidos; porque conquistaron a amplios sectores
de ellos en nombre de la emancipación, para terminar siendo sus nuevos
verdugos o garantizar la continuidad de los viejos.
¿O se trata de la amplitud de la izquierda que está incorporando
a los “libertarios”? Lo que digo es que por derrotismo o demagogia
se pretende incorporar al anarquismo a la órbita de la política;
anularlo como movimiento revolucionario. Y esta posibilidad está
dada por quienes intentan darle un carácter liberal o reformista;
afinidades con el sistema.
(El 20 de diciembre en el centro de la Capital Federal, en las cercanías
a los edificios del gobierno, la revuelta se extendió hasta el anochecer
en choques contra las fuerzas del orden, saqueos y destrucción de
bancos y símbolos del capital. Ante esto varios partidos de izquierda
se manifestaron lejos de los enfrentamientos, con sus banderas, cantitos,
ventas de periódicos y con sus cordones de seguridad, a la espera
de alguna situación políticamente propicia para aprovechar;
a la espera de una eventual entrada al “Palacio de invierno”.
Cualquier individuo que intentaba una acción violenta era inmediatamente
frenado, a sus alrededores los bancos estaban relucientes, hasta que llegaban
los grupos radicalizados que retrocedían con el avance de la policía.
Algunos militantes escaparon a sus aparatos, estos no pudieron contenerlos
del contagio y la bronca: la violencia no pudo subordinarse al accionar
político. A ellos y en esas actitudes van nuestras salvedades cuando
hablamos de la izquierda. Pero cuando vuelven con la jineta y el cordoncito
de seguridad vuelven con la dictadura del proletariado, y con sus promesas.
Y los “libertarios” que se forman con ellos...)
Insistimos en que los conceptos se desarrollan.
Bakunin advirtió con toda claridad el peligro de la proyección
de los postulados autoritarios de Marx: si el movimiento de los trabajadores
incursionaba en la política y apuntaba a la toma del Estado, en el
caso de triunfar, devendría en una esclavitud. Y devino la cheka,
Siberia, los campos de concentración; escuela del nazismo. Y las
cuestiones del “mal menor”, mejor no caer en comparaciones numéricas...
Los que en nombre de la unidad de los trabajadores procuraban suprimir la
finalidad anarquista de la F.O.R.A., que ésta había adoptado
en 1905, (socialistas, comunitas, sindicalistas “puros”, etc.)
terminaron gestando la C.G.T., a Daer y a Duhalde. En su momento “cosas
menores”, meras diferencias “teóricas”, y se desarrollaron...
y arrollaron.
Insistimos...
Estas cosas no entran en el anarquismo por más pluralismo que se
pretenda, que el pluralismo termina cuando aparece la policía. No
entran como tampoco entran los ministros del gobierno republicano en España
o el apoyo a los Aliados por Kropotkin en la Primera guerra mundial. No
entra organizar comidas a militares, ni el “juicio y castigo”,
ni los apoyos “críticos”al gobierno de Castro (y su ministro).
No entra Bayer diciendo que los anarquistas deben democratizar al Estado.
No entra la S.A.C. sueca con sus subvenciones del gobierno ni la C.G.T.
española con los sindicatos de policías. No entra el poder
popular ni Archinov* adhiriendo al Estado bolchevique.
Es conveniente aclarar que nos es ajena toda ortodoxia o dogmatismo; ambas
posiciones negadoras del principio de rebelión y pensamiento. Sí
hay un cuerpo de ideas y una coherencia; una ética. Que no es conciliable
abalar la cárcel y la libertad; que existe una sola “coyuntura”,
la de la explotación del hombre por el hombre, que “define”
al anarquismo; que las adaptaciones al medio son relativas a la supervivencia,
y al instinto que la impulsa, es algo que entendemos (lo del camaleón),
pero llevarlo al terreno de la ideología es más grave: es
peligroso...
Insistimos.
Estamos enfrentados a la opresión más allá de la forma
y tiempo en que se manifieste. Consideramos que en esto no hay grises, y
si los hubiera hay que apurar definiciones; que están por un lado
los partidarios de la autoridad y por el otro los de la libertad.
Adrián – Libertad N° 23, mayo-junio 2002
*Piotr Archinov: destacado revolucionario ruso que se acerca al anarquismo en 1906. Tras luchar en la Revolución debió exiliarse en Francia cuando el gobierno marxista inició las persecuciones contra toda oposición. Junto con Nestor Mackno y otros exiliados editaron un periódico llamado Dielo Trouda en 1925. Editan, al año siguiente, la “Plataforma organizativa” cuya tendencia autoritaria fue criticada por Fabbri, Volín, Malatesta, Berkman y Nettlau, entre otros. En 1930 Archinov regresa a la URSS y se une al Partido Bolchevique. En 1937 es ejecutado durante las purgas del Estado.
COSTUMBRES VOLVER
Patria o Muerte...
Muerte. Antes de sumarme a esta discriminación, morir luchando contra
el gobierno, la anti-libertad a la que nos somete este control organizado,
lavando cerebros para dominar o contraatacar a aquellos que “piensan
de más”, desviándose así del “rebaño”.
Un rebaño de falsos e hipócritas, réplicas exactas
del vecino, esos vecinos que quieren cagar más alto que el culo,
pero no saben o no quieren darse cuenta que con el culo sobre ellos se cubren
de mierda. Mientras continúan con esa “bendita” costumbre
de no ser menos que los demás seres humanos, se convierten en una
nueva generación, o sea, en la gran bosta que sus padres y abuelos
militares fueron en el pasado. Derechistas natos, hijos de la extrema derecha
que explotan, discriminan y matan a los extranjeros. Extranjeros desesperados
en busca de trabajo; pero eso no les importa: pisan su bonita patria y eso
no es aceptable para ellos. Esa Patria “libre”, “justa”.
Liberada con Justicia por sus “gloriosos generales” muertos.
Patria es sinónimo de Muerte, muerte del individuo que camina libre
sin fronteras, del luchador diario que busca la libertad total del ser humano
y de todo aquel que no se deja encasillar por los poderes para su beneficio.
Banderas de hermosos colores que llaman tu atención, sintiendo en
el corazón orgulloso una lealtad incondicional que perdura en ti
hasta la muerte natural o arrebatada en defensa de la Patria y su gobierno.
Por generaciones brillará tu ejemplo de “vida y muerte honorable”...
TODO BASURA. “Gracias, peón descartable”. Los gobiernos
refrescan las fechas patrias en escuelas, actos públicos, feriados
nacionales, etc. Agradeciendo tu lealtad y encubriendo la verdadera Historia
de la Patria, asesina, discriminadora y mentirosa. A todo esto, todavía
resuena el grito de “¡Patria o Muerte!”. Y yo digo, muerte
en la lucha por la liberad mundial. Sin ataduras ni fronteras.
Vilchesz – Libertad N° 21, septiembre-octubre 2001
EL ESTALLIDO Y LA METRALLA VOLVER
Salta, 10 de
noviembre. Aníbal Verón, de oficio gomero, es asesinado de
un tiro en pleno rostro, desde corta distancia, a los 37 años. Empleado
de la empresa de transportes Athahualpa, la que le debía 11 meses
de sueldo, participó del piquete que cortaba la ruta 34 que une Taratagal
con la ciudad de Salta. Su viuda deberá hacerse cargo de la manutención
de sus cinco hijos, los hijos por los que Verón aguantaba humillaciones
y explotación, para que tuvieran un futuro, no digamos digno, pero
al menos un futuro. La policía dice que no es responsable de su muerte
porque la bala que lo mató era del calibre 22. Más allá
de la burla que significa esta declaración, la policía actúa
consecuentemente. ¿Cómo podría sentirse responsable
de la muerte de Aníbal Verón si nunca asumió la responsabilidad
que le corresponde por la vida miserable que soportan sus víctimas?
¿Cómo esperar otra respuesta de quienes bregan día
a día desde cada seccional por mantener un orden social explotador
e inhumano? El gobierno de Salta, dicen, debe ser el resguardo de la justicia;
también debe serlo el gobierno nacional. La policía es su
brazo ejecutor y los jueces son los garantes. Si, a su vez, los piqueteros
de Gral. Mosconi reclamaban justicia, entonces al menos uno de los reclamos
de justicia debe ser injusto, el reclamo de los piqueteros o la pretensión
gubernamental de justicia. La respuesta es simple: si el gobierno defiende
lo correcto, entonces el hambre y la represión son la expresión
de la justicia. Pero parece que no lo ven así los habitantes de Gral.
Mosconi y Tartagal.
Nuestro pueblo, a pesar de las desdichas a que se ha acostumbrado, aún
guarda una reserva de dignidad de la que sus gobernantes no pueden hacer
gala. Las penurias cotidianas, el hambre y la desocupación hacen
que -pacíficamente- los ciudadanos protesten, corten rutas, manifiesten
su descontento. Estoicamente soportan el viento y la lluvia en un corte
de ruta o sostienen la olla popular con la esperanza de que las autoridades
los escuchen. Un espectáculo en el que los humillados llenan la solicitud
para ingresar al sistema que los expulsó. Pero hay momentos en que
los pueblos se salen del molde al que se los somete, y es en esos momentos
en los que surge esa reserva de dignidad. La muerte de Verón fue
una afrenta que los salteños no toleraron. Y los periodistas, los
políticos, la Iglesia y los sindicatos dan sus explicaciones del
caso, analizan, discuten y hasta llegan a vociferar acusaciones. Pero en
realidad no pueden entender el estallido de aquellos que, aunque sea por
un instante, reaccionaron contra quienes además de hambrearlos, encima
los ametrallan.
Se apoderaron de la comisaría, liberaron a los detenidos, se apropiaron
de las armas y tomaron a seis policías como rehenes. Cuando descubrieron
que en la comisaría se apilaban colchones y bolsas de alimento para
los necesitados sin repartir, la prendieron fuego. Y siguieron con el Hotel
principal y el diario El Tribuno -ambos propiedad del gobernador Romero-,
las oficinas de un diputado justicialista, la empresa ENDESA, saquearon
comercios y se adueñaron de la ciudad. La prensa y los gobiernos
se horrorizaron con los saqueos, entrevistaban a los compungidos comerciantes
arruinados y pidieron que se volviera a la cordura y al orden, es decir,
que los humillados rebeldes depusieran su actitud. Los piqueteros no mataron,
torturaron, violaron o hambrearon a nadie en las horas en que tuvieron la
ciudad a su disposición. El “crimen” más grande
que cometieron fue saqueos a comercios, algunos de los cuales habían
amasado su fortuna saqueando los bolsillos de los trabajadores.
El gobernador dice que los piqueteros son “una organización
política que usa la violencia como forma de expresión”,
sin darse cuenta que emplea una buena definición de gobierno para
definir a sus opositores. Meijide habla de elementos ilegítimos que
se mezclaron con los legítimos, mientras Moyano y Bullrich polemizan
acerca de si el reclamo es espontáneo u organizado. En la provincia
de Salta más del 70% de los menores de 14 años pertenecen
a hogares pobres, pero este tópico no aparece en las declaraciones.
Moyano, en especial, insulta a los trabajadores cuando dice defenderlos,
ya que se ha enriquecido -junto con sus secuaces burócratas- a sus
costillas. La CGT es capaz de hacer un paro de 36 horas contra el FMI, un
gesto excesivamente político e interesado que se lo pretende hacer
pasar como expresión del sentimiento popular pero, sorprendentemente,
jamás los burócratas han apoyado a los conflictos pequeños
-como el caso de los piqueteros- sino que los han boicoteado o vendido a
la patronal.
Se negoció y provisoriamente se retornó a la calma. Los piqueteros
volverán a sufrir de parte del sistema la violencia que por un instante
pasaron ellos a ejercer. Pero difícilmente las cosas en Tartagal
vuelvan a ser como antes del estallido. Porque la llaga de la dignidad insultada
por la autoridad aún permanece abierta. Y qué mejor que la
propia autoridad para testificarlo. Como dijo una policía femenina
a Página 12: “Nadie nos respeta, tenemos que andar
de civil porque la gente nos escupe, los colectivos y los taxis no nos levantan
si estamos con el uniforme”.
Y que así sea por siempre. Salud, pueblos de Taratagal y Gral. Mosconi.
Patrick Rossineri – Libertad N° 18, febrero-marzo 2001
EL CRIMEN VOLVER
“Se prohíbe al individuo lo que se autoriza al Estado. El crimen es la condición necesaria de la misma existencia estatal, y constituye por eso su monopolio exclusivo; quien se atreva a cometer un crimen es culpable en un doble sentido: en primer lugar, es culpable frente a la conciencia humana, y sobre todo, es culpable frente al Estado por arrogarse uno de sus más preciados privilegios.”*
En el aire y el ambiente se siente el odio, muy común en un asesino; son las ansias de matar que brotan de su cuerpo...
La propuesta
del Ministerio de Seguridad ya está en marcha, su objetivo: “acabar
con la delincuencia en los trenes del país” la iniciativa fue
tomada por el tren Metropolitano, el cual traslada en sus vagones a gendarmes
y policías federales.
Esta estrategia militar se expandió rápidamente a toda la
Argentina. Ya que hablamos de trenes y delincuencia vamos a recordar lo
que ocurrió hace un tiempo en la estación Lugano: una mujer
que se encontraba junto a su hijo en brazos, el guarda y el personal de
“seguridad” le dicen que se baje del tren por no tener boleto,
ésta al no querer bajarse, puesto que el tren estaba en movimiento,
es empujada por estos criminales; la mujer muere camino al hospital a raíz
del fuerte golpe recibido en la cabeza y el bebé es internado gravemente
herido. En la estación de Castelar un joven que “tampoco tenía
boleto” es arrojado desde el andén hacia las vías por
el personal de “seguridad”; esté muere electrocutado
por los 10.000 volts. que tiene el llamado tercer riel. ¿Cómo
avanza la delincuencia? ¿No?.
...La desigualdad es evidente y premeditadamente piensa el accionar cobarde que llevará a cabo...
Los Estados
no se olvidan de las mujeres en su día. El 8 de Marzo (Día
internacional de la mujer), en la provincia de San Luis, una mujer es golpeada
y esposada a una reja de la comisaría por haber expropiado una leche
para sus hijos.
Mientras una mujer es absuelta otra es condenada a morir lapidada por “haber
mantenido relaciones sexuales fuera del matrimonio”. Millones ya han
sido asesinadas por éstas y otras absurdas acusaciones. Sólo
el Estado y su ignorancia puede engendrar un crimen tan macabro como la
muerte por lapidación -la cual, actualmente, sigue utilizando-. Éste
y un sin fin de crímenes más, pues en materia de torturas,
agonías y muertes es el más imaginario.
...sus ojos irradian repugnancia por la vida y su espíritu cobarde e imponente lo confirman, está fríamente decidido y se levanta lentamente de su silla...
En Ramos Mejía
un joven de 21 años de edad es fusilado a dos metros de distancia
con un disparo en el rostro.”Lo confundimos con un ladrón de
autos” dijeron los policías bonaerenses. “Un error fatal”
dijeron Santo “el ciudadano” y Esdrech “el comisario”.
Mientras tanto la prensa burguesa en general le dan a éste y otros
crímenes su más inspirado calificativo: “Víctimas
de la negligencia policial”... “¡Otro tema!” gritan
los cómplices.
Para los que piensan y dicen: “Queremos justicia, juicio y castigo,
cárcel a los genocidas, etc.” hay una simple respuesta: mientras
existan los Estados, las cárceles y los carceleros no habrá
justicia en el mundo.
...camina unos pasos, saca la 9 mm. de su funda, apunta y dispara. En el lapso de unos segundos, el sicario apaga tres vidas. Tres crímenes más que anotan los verdugos en su interminable lista. No son “víctimas” ¡son asesinatos!. No son “policías negligentes”, ¡son asesinos!. Así actúan los Estados, así ejecuta el enemigo... ¡Revolución Social! Así lo destruiremos nosotros.
Vilchesz – Libertad N° 23, mayo-junio 2002
*Mijail A. Bakunin, Escritos de Filosofía Política (I), Ediciones Atalaya, pag. 164
EL OJAL (PARABOTÓN) VOLVER
Entra emocionado
y, sin demora, nos cuenta lo que acababa de pasar afuera. Calles del microcentro,
mediodía de mucho calor, un alboroto y uno que corre con billetera
fresca. Mi compañero de trabajo se para en el camino de su escape,
al grito de “correte” obedece, pero la escuela y la familia
fueron minuciosas, sabían que esto iba a pasar, años de conciencia
escarbada, adornada con tiras y héroes, y su pie, imprevisto e infranqueable
obstáculo, y la carrera que termina. Las baldosas, cómplices,
también están contra el desesperado y los edificios, los autos,
los rostros indignados que ya empiezan a relamerse complacidos se ponen
de cabeza, se enderezan y se vuelven a invertir hasta que lo atajan los
puños de otros dos que abandonaron la cola del banco, para no ser
menos. Mi compañero de trabajo colabora, otra vez con su pie parapolicial,
pero ahora con más seguridad.
Estaba excitado realmente y no ocultaba su orgullo por la buena acción
del día. Después nuestro jefe le indicó que continuara
con el trabajo y nos adelantó que esta vez tampoco nos va a “poder”
pagar en fecha.
Pero antes de terminar el cuentito del bien sobre el mal, su aventura triunfante,
victorioso como un César, mi compañero de trabajo se extrañaba
de que estando la comisaría a la vuelta no había ni un policía
en la calle. Pensé, pero no se lo dije, “sí había
uno”.
Adrián – Libertad N°14, marzo-abril 2000
LA PICANA DEL “PROLETARIADO” VOLVER
No nos sorprende
que el Partido Obrero reivindique la tortura, sabemos que eso está
en potencia en toda ideología autoritaria; lo que más sorprende
es que lo hagan público. Seguramente por alguna “maduración
política” de la clase trabajadora que ahora lo pueda entender,
o para ganarle de mano al resto de los partidos de izquierda.
En 1994, cuando el gobierno eliminaba el Servicio Militar Obligatorio, Jorge
Altamira, jefe del P.O., decía en un reportaje que ellos estaban
en contra de esa medida porque así la quitaban al proletariado la
posibilidad de aprender el manejo de las armas. Corré, limpiá,
barré... y dispará: disciplina, el sustento de ejércitos
y partidos, la debida obediencia. Soldados y militantes; la carne de cañón
para mantener el Poder o para tomarlo, la vida de obediencia. Si hacemos
cuestión de grados Videla al lado de Trotzky era un dragoneante,
y alistándose no está sólo Altamira...
Unos años antes, cuando los saqueos a supermercados golpeaban al
gobierno de Alfonsín, el Partido Obrero era investigado por incitación.
En su sede de Lanús cae un grupo de policías con orden de
requisar el lugar. El diálogo de los militantes con los policías,
el entendimiento, el acuerdo y los policías que se retiran tras haber
comprado un par de ejemplares de Prensa Obrera, el periódico del
partido. “Ustedes también son trabajadores...”, “arriesgando
su vida...”, “tienen que pelear por un aumento”, “elegir
delegados, elegir al comisario...”, “lean nuestra prensa compañeros”.
La cheka fue la policía del gobierno bolchevique creada en 1917 por
Lenin, “la libertad es un prejuicio burgués” decía
y hacía. Fue la encargada de apresar, torturar, ejecutar o confinar
a cientos de miles de opositores o sospechados de serlo. Contra los anarquistas
la represión asumió un carácter general, metódico
y decisivo. Después de masacrar a los rebeldes de Cronstad (1921)
y a las guerrillas ucranianas, de tendencia anarquista (1918-1921), Trotzky
dijo “¡Al fin el poder soviético barre de Rusia,
con escoba de hierro, al anarquismo!”
Sobre los consejos o soviets obreros decía: “La parte del
Comité Central bolchevique que se encontraba en San Petesburgo oponíase
resueltamente a este sistema directo de representación obrera por
creerlo peligroso para el Partido... y nada pudo encontrar mejor que ofrecer
al soviet un ultimátum: adoptar inmediatamente un programa socialdemócrata
o disolverse”.
En 1920, en la reunión del Consejo Central panruso de los sindicatos,
Lenin y Trotzky impusieron la militarización del trabajo y en su
tercer congreso, éste último decía: “¿Es
cierto que el trabajo forzado es siempre improductivo? Se trata del más
absurdo de los prejuicios liberales. La esclavitud fue en una época
un fenómeno progresivo. El trabajo obligatorio en todo el país,
para todos los obreros, es la base del socialismo”. En su folleto
“Terrorismo y comunismo” dice: “Los sindicatos
deberían disciplinar a los obreros y enseñarles a que coloquen
el resultado de la producción por encima de sus intereses y de sus
demandas. (...) El joven Estado obrero necesita a los sindicatos
no para que intenten obtener una mejora en las condiciones de trabajo, sino
para que organicen a la clase obrera con un objetivo: la producción.”
Lenin y Trotzky, su sistema, prepararon el terreno y engendraron a Stalin.
Marx y Engels fueron los ideólogos de la dictadura del proletariado.
La cheka y los campos de concentración bolcheviques inspiraron a
la Gestapo nazi. No por nada el nazismo, el fascismo y el peronismo surgieron
del autoritarismo socialista.
Hay que entender que no se trata de un exabrupto, mucho menos de una excepción.
“interrogarlos hasta que canten” es el desarrollo del principio
de autoridad, de lo cruel y sanguinario del Poder, de su naturaleza, posibilitada,
dimensionada y justificada por una ideología que sostiene la explotación
y el privilegio.
¿O no estaba presente esto en el “juicio y castigo”,
en el “cárcel a los genocidas”? ¿En acto o en
potencia? Está en acto y en potencia en el pedido carcelario, en
las dictaduras y en las democracias, en el capitalismo, privado o estatal,
nacional o globalizado, o en lo que vayan a inventar, en las religiones,
en los ejércitos y policías, en los partidos políticos,
en quienes tienen el Poder y en quienes lo ambicionan, en la Ley y en los
legalistas, en los “justicieros”, en las cruzadas contra la
inseguridad, en las riquezas acumuladas, en el Poder popular, en Marx, en
Perón, en Videla, en la burguesía, en sus aspirantes, mercenarios
y legitimadores...
“¡Cuando ustedes se levanten contra la dictadura del proletariado
los vamos a meter en cana!” nos decía una militante del
Partido Obrero en una discusión, una promesa para la que contarán
con su propia E.S.M.A.
A.G. – Libertad N° 29, mayo-junio 2004
DR. JECKILL Y MR. HYDE VOLVER
Las manos parecen
un ser aparte, demasiado distante de la boca como para relacionarlos. Los
ojos no ven lo que las manos hacen, tampoco pueden escuchar. No conforman
un mismo cuerpo, tienen varias personalidades distintas, cada extremidad
lo hace notar. Van juntos, conforman una misma imagen, pero ciertas partes
no se responsabilizan por los actos de las otras.
La boca deja escapar palabras de rebeldía, pareciera masacrar a la
autoridad, escupe contra ella, balbucea que el voto es incomprensible, la
boca parece estar fuera del contexto de la ley.
Sus manos, al contrario, llenan sus dedos de tinta, agarran boletas, sobres,
se escurren entre la oscuridad, señalan, ellas no ven, golpean por
detrás, quitan, llevan su documento para el tramite legal.
La boca enseguida sale a repudiar este acto, critica al que lo hace, los
ojos ven en ese instante solo porque no existe un espejo en ese lugar.
La imagen pulcra, llena de rebeldía, que habla de razones que pueden
escucharse tras la pantalla. Hay aplausos, sin embargo ella no muestra sus
manos, nadie pregunta por qué, a nadie le interesa, lo que dijo está
bien.
Sus hombros unidos a sus manos levantándose, al unísono ante
una pregunta inesperada.
Ellas se estrechan unas a otras sin ser vistas ni escuchadas, la mano lleva
una gorra a su cabeza por las noches, sacándosela de día para
dejarle el paso a alguna otra insignia.
Las manos reprimen invisiblemente con un puño mirando al cielo, mientras
las bocas se muerden unas a otras, se hacen sangrar, se insultan con increíbles
discursos en donde la palabra “libertad” está muy acentuada,
y logra mostrarse intachable.
Tanta gente diferente en una sola persona pareciera imposible, sin embargo,
es casi una ley ser así en la sociedad actual, es lo que ella busca,
una constante búsqueda de quedar bien, y conseguir un lugar de privilegio,
una mano asesina a favor de ésta.
A la palabra la destruye el acto, los partidos políticos con toda
su gente que la integra bien lo saben. Son nada más que otras postales,
sonrisas en la calle que no sirven más que para romperlas, al igual
que sus folletos y el sobre con sus caras y con las caras que no se ven,
aunque parezcan enemigos de estos, les besan los pies cuando nadie los ve.
La ideología partidaria es una sola, la autoridad es su base, los
que están a favor de ésta la defenderán hasta la muerte
sin importarle la bandera bajo la que estén. Todos traicionan en
nombre del bien.
La Nave de lo Iconoclasta – Libertad N° 17, octubre-noviembre 2000
NUESTRO AMO JUEGA AL ESCLAVO VOLVER
Una mentira
tras otra, una mentira para tapar otra mentira, como piedras apiladas sobre
un cadáver -la muerte del hombre, pensé- si el cadáver
es un “notorio” enseguida se forma el séquito de eunucos.
Pensé en los eunucos, aquellos que eran castrados para servir mejor
a la reina, pensé en los cadáveres, en el espectáculo
lamentable de la miseria del hombre pugnando por “existir” a
toda costa, por ocupar el lugar que el Poder le ofrece, progresista, opositor
o revolucionario, empresario, artista o intelectual, pero siempre una misma
cosa... Con ellos hará escuela para las generaciones venideras, en
sus discursos están todos los valores del Poder que afirman más
cuanto que pretenden negarlos.
Parecen tan distintos, se odian, se enfrentan, se prometen tormentas de
venganza y redención, pero se juntan, Dios los cría y ellos
se juntan; en las bancadas del Poder, en los programas periodísticos
de la S.I.D.E., con “Chiche”, Grondona o Mauro Viale; en las
tapas de revistas, en los escenarios y en las radios.
Se juntan cuando exigen cárcel como si eso fuera justicia, cuando
hacen la corte y reverencia a la autoridad, al “Santo Padre”,
al “señor presidente”, se juntan en su rechazo de “todo
tipo de violencia”, en la disciplina y en la obediencia, se juntan
cuando los fines justifican los medios, cuando hablan de igualdad y viven
de las migajas del Poder (y por él matan), cuando adaptan ideologías
a necesidades y conveniencias y se juntan por eso en la demagogia, en la
mentira y en la traición.
Se juntan y se nota, porque asquea esta parodia de la dignidad arrodillada,
se nota que son una misma cosa, se nota que son partidarios de la policía.
Juan – Libertad N° 18, febrero-marzo 2001
“CARCELERO, PRESENCIA FEROZ, SE NECESITA; PRESENTARSE EN...” VOLVER
Barker es un
pequeño pueblo cercano a Tandil (provincia de Buenos Aires), cuyos
3500 habitantes acaban de consumar una “hazaña” digna
de figurar en el libro de los records posmodernos del siglo XXI. Por abrumadora
mayoría votaron en un plebiscito a favor de la construcción
de una cárcel en el pueblo, no porque estén angustiados por
una ola de criminalidad sin precedentes, sino que desean tener “su”
cárcel para incrementar los escasos puestos de trabajo.
Según cuentan los propios vecinos con alma y vocación de carceleros,
la decadencia económica de Barker comenzó en la década
del ‘80, cuando cerró la fábrica de cemento, principal
fuente de trabajo de la región. Lo que no dijeron es cuándo
comenzó la decadencia moral que los llevó a reemplazar el
cemento por los barrotes. Según la particular visión de esta
gente, da lo mismo ser guardiacárcel que albañil para llevar
el pan a la mesa. Según ellos, humillar, degradar, vejar y torturar
seres humanos es un trabajo más, tan útil y honesto como fabricar
cemento o caramelos.
Uno de los vecinos, al justificar su voto a favor de la cárcel, da
toda una declaración de principios: “Votamos por el futuro
de nosotros mismos”. Frase premonitoria, si las hay. ¿Sabrá
este buen hombre de qué lado de la reja lo espera ese futuro?
Para terminar, no quiero dejar pasar un detalle que me pareció curioso;
no creo en la predestinación, pero... El pueblo se llama Barker,
palabra que existe en el idioma inglés. Barker deriva del
verbo bark, que significa ladrar. Por su parte, el adjetivo barker significa
gritón; persona que vocifera para vender algo. Creo que nunca estuvo
tan bien elegido el nombre de un pueblo.
El zorro negro – Libertad N° 15, mayo-junio 2000
24 HS. NON STOP VOLVER
Comprender la
vida implica comprender en donde estamos insertos, qué es aquello
que nos rodea y el modo en que interactuamos.
Hoy la vida se presenta como la “vida cafiaspirina”, que sale
de observar un número de publicidades, que a simple vista ofrecen
una mejor calidad de vida, cuando en realidad a lo único que apelan
(como toda publicidad) es al consumo. Estas publicidades muestran que consumiendo
sus productos uno va a sentirse mejor, dejando leer entre líneas,
que vivir mejor para el sistema capitalista, es ser un exacerbado esclavo
del consumo. Es decir una perfecta vida donde se debería estar veinticuatro
horas produciendo y consumiendo. En donde ser activo es bien visto, porque
cuanto más tiempo se produzca, más puede consumir y consumirse.
Al fin las personas terminan adoptando como positivo ocupar el tiempo al
máximo y consumir los productos que le han sido inculcados. La ilusión
creada es que a mayor producción mayor posibilidad de ganancia. Hasta
las horas de sueño deben estar dispuestas de tal modo que consuma,
de algún modo, porque (“lamentablemente”) no puede consumir,
como se debiera, es decir de manera de que se produzca algún gasto
rentable para el sistema. El tiempo muerto que debía ser reducido
según observaba Taylor (padre de la eficiencia en el trabajo) en
su fábrica a principios del siglo pasado, hoy se ha trasladado a
la vida, no se puede vivir sin “tiempo muerto” (improductivo),
y vivir es una vorágine incesante de continuo movimiento, que no
pasa a ser más que un recorrido circular, como otro de los engranajes
de la maquinaria del sistema capitalista. El taylorismo trasladado a la
vida genera que el ocio sea una actividad rentable convirtiéndose
en mercancía. La mercancía de la vida, que está para
ser consumida.
Es aquí donde se puede cuestionar que trabajar es malo, comprendiendo
el trabajo no como algo necesario a todos los seres humanos para subsistir,
si no como un mecanismo de producción y acumulación inserto
en el sinsentido de la explotación del hombre por el hombre, en el
beneficio de unos pocos, en el sufrimiento y subyugamiento de la mayoría.
Creería creer que el desprecio al trabajo no es el desprecio a la
vida, si no a este modo de cuasi vida. Pues trabajar es necesario, pero
no la vida, que nos ofrece las miles de inimaginables posibilidades más
para realizar y realizarnos.
En los albores del siglo XXI, esta “vida cafiaspirina”, el ser
activo y consumista todo el tiempo se presenta como la mejor opción,
pero no la única.
Entender como se nos ha (está) preparado para ser engranajes de la
incesable maquinaria del sistema de vida y de producción capitalista,
es de alguna manera comprender como estamos viviendo, y nos permite elucubrar
alguna otra forma posible de vida. Hallar el equilibrio en la práctica
de esa otra vida no es fácil. Como humanos estamos oprimidos por
esta cultura del consumismo y la hiperproducción. Hallar este equilibrio
dentro de este sistema es un primer paso, importante para trocar este sistema,
destruirlo y convertir la sociedad en una mejor.
Luks – Libertad N° 27, noviembre-diciembre 2003
GERMEN VOLVER
En el principio
todo era materia,
hasta que del charco de la vida
emergió el hombre,
sin aliento,
y a Dios hizo el hombre
a su imagen y semejanza.
Y a Dios coronó
amo
y él se llenó de cadenas,
Dios fue látigo
y el hombre espalda,
enriqueció el cielo
y empobreció la tierra,
creó un paraíso prometido
a costa de una realidad
desesperada.
Hizo de su creación
la causa
y de sí mismo
creación,
reservó el todo
para Dios
y para sí la escoria.
Pero el hombre
vio
que Dios estaba solo
y dijo:
“No es bueno que Dios
esté solo.
Haré, pues, seres
semejantes a él
que le ayuden”.
Y cuando Dios
se cansó
el día séptimo
el hombre trabajó,
y sacó de Dios
su mejor entraña
y de ella hizo
sacerdotes, militares,
propietarios y gobernantes,
carne de su espíritu.
Y el hombre los divinizó
diciéndoles:
“Sean fecundos y multiplíquense.
Llenen la tierra y sométanla”.
Y eso hicieron;
y los sacerdotes
engendraron la
Santa Inquisición
y la Santa Inquisición
engendró la monarquía,
que parió al capitalismo
y a su hermana
la burguesía;
y el capitalismo engendró
al Estado nacional
y éste engendró
a todas las democracias
y a todas las dictaduras,
que dieron a luz
a comisarios, agentes de bolsa,
abogados, escribanos,
capataces y torturadores,
a generales y a próceres,
a Perón y a Videla;
y Videla engendró
a Menem
y Menem a De la Rua...
Y entonces el
hombre
vio que cuanto había hecho
era malo, muy malo para él,
y pecó, robó una fruta,
produjo incidentes,
desobedeció.
Sintiose entonces
verdaderamente
Hombre -fatalmente tentado
por la serpiente
de la Libertad-
y volvió a desobedecer
pese al castigo y la culpa.
Y habrá de ser siempre así,
hasta desterrar
de la faz de la Tierra,
su único y total edén natural,
todo vestigio de autoridad humana
y divina -humana-
por los siglos de los siglos,
salud.
Adrián – Libertad N° 17, octubre-noviembre 2000
NI LIBRE COMERCIO NI REGULACIÓN ESTATAL VOLVER
De pronto fue
instalada la discusión en un primer plano, de este tema tan viejo
como el propio capitalismo; ahora vuelto a discutir por enésima vez
ante la abrupta aparición de este tratado de libre comercio (el ALCA)
diagramado a escondidas y hecho público cuando ya todo estaba cocinado.
La vieja discusión a la que me refiero es la que opone las opciones
de libre comercio versus proteccionismo. Ambas opciones falsas porque remiten
a lo mismo; ambas son variantes de un mismo principio: la propiedad y el
Estado.
Para decirlo de la manera más simple posible, el principio de libre
comercio se basa en una regla de oro: el dueño del oro es el que
hace las reglas. Esto lo vemos a diario cuando una empresa cierra su planta
en nuestro país y se traslada a Brasil o México porque en
estos países los salarios y los impuestos son, expresados en dólares,
notablemente inferiores. Así, las empresas producen lo mismo con
costos mucho más bajos y, como no pagan derechos de importación,
aumentan considerablemente sus ganancias.
Contra esta política de libre comercio la izquierda, los populistas
y nacionalistas levantan la bandera del proteccionismo, esto es, una fuerte
intervención estatal en la economía, que implica: estatización
de los servicios públicos, barreras arancelarias a la importación
de manufacturas y fomento, por medio del crédito, a la radicación
de industrias básicas (como la metalurgia) y el desarrollo tecnológico.
Hay que tener en cuenta que el modelo proteccionista puede presentar dos
variantes, según sea quien lo proponga. La izquierda marxista reivindica
la propiedad estatal de los medios de producción (capitalismo de
Estado) según el modelo de la desaparecida Unión Soviética;
mientras que socialistas, populistas y nacionalistas defienden el modelo
de economía mixta conocido genéricamente con el nombre de
“Estado de Bienestar”, que se implementó en Europa luego
de la Segunda Guerra Mundial (1945) y que perduró hasta fines de
la década de 1970, cuando comenzó a ceder terreno ante el
embate de la doctrina neoliberal.
Aunque aparentan ser tan diferentes, y hasta opuestas, tanto el libre comercio
como el proteccionismo son en esencia lo mismo porque ambas se fundamentan
en el principio de la propiedad y de la acción del Estado. En el
caso del libre comercio la acción estatal está disimulada
pero es bien real, porque es el Estado, a través de sus leyes, el
que crea las condiciones que lo favorecen: derogación de las leyes
que protegen a los trabajadores, rebajas de impuestos a la importación,
etc. En el caso del proteccionismo y la intervención estatal en la
economía el principio de la propiedad sigue vigente, aun en el caso
extremo de la economía soviética donde formalmente los medios
de producción eran del Estado; en realidad, pertenecían a
la camarilla que formaba la burocracia del partido comunista, que se había
erigido en una nueva clase propietaria tanto del Estado como de los medios
de producción.
En síntesis, desde mi perspectiva anarquista, tanto el libre comercio
como el proteccionismo estatal son opciones falsas que deben ser rechazadas
de plano porque representan lo mismo: la existencia de propiedad y del Estado.
Y siempre que existan propiedad y Estado existirán explotadores y
explotados, más allá de la forma histórica circunstancial
que adopte la explotación.
Así, el capitalismo puede adoptar una modalidad de actividad productiva
privada, estatal o mixta; puede desarrollarse dentro de las fronteras del
Estado-nación, o adquirir un carácter regional o global; puede
coexistir con gobiernos de derecha o izquierda, democráticos o dictatoriales,
con regímenes parlamentarios, presidencialistas o monárquicos,
lo mismo da. Sea cual sea la forma que adopte y las instituciones que lo
sostengan, debe ser abolido de una vez y para siempre como sistema social.
Deben liquidarse todas las instituciones que le dan forma y sentido, y esto
incluye a todas aquellas que siendo en origen anteriores a la existencia
del capitalismo, hoy se mimetizan con este en un sistema integral y global.
Instituciones tales como la propiedad, la moneda, los bancos, el comercio,
la autoridad, la ley, los ejércitos, la religión o el propio
Estado, surgidas en el desarrollo histórico de la humanidad con anterioridad
a la irrupción del capitalismo como sistema social se complementan
hoy con las instituciones propias de este sistema como el gobierno representativo,
el parlamento, los partidos políticos, la policía, la cárcel
o el Estado-nación.
La Revolución Social es la única forma con la que contamos
los oprimidos y explotados para acabar con este sistema social del que no
podemos esperar nada. Y de la tierra arrasada, una vez que no quede ni el
mínimo vestigio de propiedad ni de autoridad, construiremos con nuestro
propio esfuerzo una sociedad nueva, basada en los principios del comunismo
anárquico, donde cada uno aportará según sus posibilidades
y tomará según sus necesidades, en un marco de libre asociación,
horizontal e igualitaria.
El zorro negro – Libertad N° 19, mayo-junio 2001
HOY HAY SHOW -POSMO ZAPPING ACTUAL- VOLVER
Buenas noches
señoras y señores, pasen al circo, pasen al gran circo viviente.
Gorilas, osos, leones, payasos, magos y trapecistas. De seguro no van a
poder perderse la función, porque usted mismo cumple una función
dentro de este circo. Mire que programa, mire que “diversión”.
Hay un montón de personas tratando de rescatar una empresa que por
“dictamen” del neoliberalismo está en quiebra. Hay un
montón de gente que queda sin trabajo, más gente de la que
ya está en total decadencia, económica, moral, familiar. La
propaganda en contra de todo lo que sea español reina en el ambiente.
Todos contra el Bilbao Vizcaya, todos contra Telefónica o Repsol-YPF.
Como si COTO fuese mejor, como si el mercadito de la esquina estuviera defendiendo
a ultranza los tan preciados intereses de la nación y su economía.
¿Qué haría el mercadito de la esquina si progresa?
¿no se convertiría también en una gran multinacional?
El capital no tiene fronteras ni bandera, el capital es el capital. Frío,
asesino, incoherente, irracional. El capital quiere más capital y
ese es el único sentido de su existencia. Poder, más poder,
control, y más poder controlar.
Todos ven que la economía de un Estado liberal se viene abajo, cuando
lo que se viene abajo siempre es el bienestar de la gente. Los partidos
de izquierda (también los de derecha) junto con sindicalistas y un
montón más de focos de control social piden Estado. Aerolíneas
estatal y popular. Devuélvanle al Estado lo que era del Estado. Afuera
yankees, afuera ingleses. Es el discurso que predican en carteles, afiches
y a viva voz. Me hace acordar tanto a “Todo dentro del Estado, nada
fuera del Estado, nadie en contra del Estado” de un lejano pasado
Europeo. Pasado en el que parece que mucha gente se quedó, entre
el 1917 y 1945, y todo sigue sucediendo ahí.
Y sigue el show, la función debe continuar. Y como todo transcurre
en fracción de segundo y la vida es instante, la gente está
aterrorizada. El terror a no tener nada que darle de comer a sus hijos,
el terror a quedarse sin empleo, sin status dentro de la sociedad. ¡La
inseguridad, la inseguridad! grita doña Rosa ante la desesperada
cámara, que solo quiere ganar una nota para poder vender a toda costa
la gota de sangre o la lágrima. Inseguridad es el seguro de vida
de los opresores, y de ahí se agarran para seguir aferrados a la
ramita que les permita respirar el aire del Poder y del control.
Y mientras doña Rosa grita desesperada delante de la cámara,
se acuerda que tiene la olla en el fuego, y mientras le pega una revolvida
al guiso no pierde instante de la parpadeante pantalla que le muestra un
puñado de gente que está encerrada entre cuatro paredes, filmada
24 horas con ansias de ganar un billete y prestigio, mucho prestigio. Porque
ser alguien es estar en los medios y tener algo de plata para demostrarlo.
Seguramente doña Rosa no escapa al reality show en que vive cada
día con la cámara de seguridad afuera en el edificio, en el
supermercado, en la tiendita. El reality show de la inseguridad, en donde
ser policía de tu propio vecino da réditos, para chusmear,
o para tener la capacidad de reacción ante un inminente ataque de
alguien que tiene que salir a robar para poder comer. Pero no importa, porque
ellos son buenos, pero tienen que hacerlo. Que mayor ejemplo que “Chica
latina” Fabián Shultz cantando suaves melodías latinas
cristianas y occidentales. Porque la policía también es parte
del espectáculo y nos invita calurosamente a alegrarnos y bailar
la ronda de palos.
Y en este circo no falta la reivindicación. ¡Qué buena
es la justicia, atrapó al mono vendedor de gomeras! Como si la lucha
contra la corrupción finalizara con la sentencia del jurado. Como
si la noción de corrupción no corrompiera. El Poder no es
corrupto, el Poder corrompe. Pero igual soy feliz con mi reality show. Qué
bueno que el mundo queda siempre más lejos de la televisión.
Y no importa porque si no hay comida en este fabuloso circo hay tele evangelistas
que curan desde la pantalla y que van a mejorar todo. Mezclando toda la
angustia y desesperación en una ensalada rusa de salvación
(salvación para tele pastores). Ensalada rusa que ni dios, si existiera,
entendería.
El circo es móvil, la cámara se traslada a todos lados, y
se va al altiplano, donde la pobre gente al ser desplazada de la gran empresa
estatal sufre el neoliberalismo salvaje. Y le hace pedir en piquetes de
desesperación un poco de dinero. Y como el “omnipotente”
Estado ve mala la situación manda a sus arcángeles verdes
a luchar contra la invasión. -¡Son comunistas, los mantienen
las FARC, quieren destruir la democracia!-. Y bañan la tierra de
sangre. Tienen hambre, quieren vivir dignamente, ni saben qué cosa
era Marx, ni lo que es, ni les interesa; quieren paz, pero claman la paz
del cementerio. La paz burguesa de su circo, que se vende en cuotas, voto
a voto.
Como siempre en este circo está el payaso que liga los golpes. ¿Qué
puede saber y opinar un iluso anarquista de lo que pasa? Si es un soñador,
utopista, vive en una nube? ¡Si no puede explicar nada que no pase
por el simplismo antiautoritario y su extinción! Lo reduce todo a
su cambio social.
Y con la simpleza que caracteriza a la ideología, no busco soluciones
complicadas, ni complicarme en la existencia de este sistema social, porque
seguir pensando dentro del sistema es continuar con su existencia, y reivindico
a gritos el gran final de la función; muerte a la autoridad, muerte
al Estado y a la nación, autoorganización, anarquía,
libertad, revolución.
Luks – Libertad N° 20, julio-agosto 2001
MUERTE INTENCIONAL DE UN ANARQUISTA (CARLO GIULIANI) VOLVER
Entre gritos,
sirenas, helicópteros y, seguramente también, la alarma de
algún banco se oyen los disparos, el cuerpo que se desploma y las
campanadas metálicas del matafuego que rebota contra el asfalto.
Queda tendido boca arriba, tieso, la camioneta policial pasa por sobre el
abatido con todo el peso del Estado. Los carabineros rodean el cadáver
y amenazan a cualquiera que intente acercarse. Después de que lo
retiran, cientos de manifestantes apedrean a los policías.
Por la mañana se habrá juntado con los compañeros,
seguramente en una esquina, abrazándose con los conocidos, saludando
a otros, viendo llegar los grupos, algunos con banderas negras, la mayoría
bien preparados. Por momentos escucha voces en griego, en español,
en inglés; es que allí las patrias se han suprimido. Cada
vez llegan más, busca donde treparse, donde subirse y ver hacia un
lado y hacia el otro; son miles. Es una de las manifestaciones anarquistas
más grandes de los últimos años. Habrá sentido
en ese instante “la libertad que se extiende infinitamente”.
Se coloca el pasamontañas. Es que la ciudad es un escrache y la policía
y los periodistas van a fotografiarlo todo. Seguramente palo en mano, quizás
también una mochila...
Y las pasiones ya están desatadas, primero la cárcel, vuelan
botellas, piedras, más allá hay autos en llamas, estallan
vidrios de comercios y Bancos, corridas. Todo símbolo del privilegio
es atacado. Sus defensores comienzan a lanzar gases, patea uno y lo devuelve,
con la agilidad seguramente de los tiros al arco entre amigos. Y los ojos
que lagrimean y la respiración que se dificulta, está como
asfixiado hasta que un compañero le pasa un limón; el antídoto
lo recupera.
Probablemente lo habrá encontrado dentro de un negocio o en un auto,
o quizás ya había sido utilizado por otro compañero
y estaba en el medio de la calle, la cuestión es que tenía
un matafuegos en sus manos y no, precisamente, para “hacer de bombero”:
otro será el “valor de uso”.
Ve un jeep de carabineros y corre hacia él balanceando el matafuegos,
ya se imagina el parabrisas y una lluvia de vidrios. Es el individuo contra
el Estado; y será el individuo o el Estado. De la ventanilla asoma
su sentencia.
Adrián – Libertad N° 21, septiembre-octubre 2001
DE CRÍMENES Y DELITOS VOLVER
“Hechos
son todos los que responden a naturales necesidades del individuo. Tienen
por objeto buscar el placer, el deseo de huir del dolor” (P. Kropotkin,
La moral anarquista).
Relacionamos al dolor, en este caso, con la cotidianeidad; con el hambre
de miles de personas (de todas las edades) que la padecen y mueren por ella
en el mundo; con la explotación de las personas por todos los medios
de producción existentes, por la misma clase privilegiada; con la
brutal represión física y moral que reciben todos aquellos
que se encuentran secuestrados por el Estado, por quebrar la ley que la
misma clase privilegiada impone. Y con tantas situaciones que se viven en
el día a día.
Así como relacionamos al dolor con la miseria vigente, entendemos
que la organización social -que por cierto es la misma de hace siglos-
con el Estado y sus instituciones gubernamentales, represivas y caritativas,
más el plan económico asesino de los capitalistas y el agregado
moralista de los partidarios de la alianza Estado-Capital; son los promotores
y ejecutores de todas las miserias. Estas miserias que hieren de muerte
a la libertad individual y colectiva, dejando como única salida “legal”
ser un oprimido del sistema y bancarse la que venga. Aunque la vida se vaya
en ello.
Ahora bien, viendo la actual miseria en el día a día refiriéndonos
más objetivamente a la falta de recursos para satisfacer las necesidades
mínimas de la vida, nos hacemos ciertas preguntas:
1- ¿Debemos las personas permanecer idiotizadas con el consumismo
mientras observamos en todos los medios de comunicación cómo
esta “alianza” se lleva todas las riquezas sociales?
2- ¿Necesitamos entonces socializar verdaderamente todas las riquezas
y distribuirlas para satisfacer todas las necesidades?
3- ¿Quién más que el pueblo oprimido está destinado
a tomar riendas en el asunto?
4- ¿Quién es entonces el criminal?
Entendemos ahora la frase “Hechos son todos los que responden a necesidades
naturales del individuo”. Viendo el dolor que el gobierno y el capitalismo
producen sobre el pueblo: hambre y desnutrición, represión
y esclavitud (de desarrollo y moral) ¿qué derecho moral y
humano tiene el Estado para juzgar a quien quiebra las leyes impuestas por
él mismo para satisfacer alguna necesidad?
Peor aún, viendo como la alianza (Estado-Capital) almacena en supermercados,
bancos, grandes centros comerciales, etc., todas las riquezas, mientras
las personas mueren de hambre en las calles del mundo, el hecho de robar,
expropiar todas las riquezas acumuladas, ¿no es un hecho que responde
a una necesidad natural? ¿No tiene por fin satisfacer una necesidad,
como la alimentación?. Repito la pregunta: ¿quién es
entonces el criminal? ¿El que roba por satisfacer alguna necesidad,
o el que asesina y oprime por interés económico?
Para finalizar, solo queda agregar que no hay salvación para un pueblo
sumiso; y que solo el pueblo salvará al pueblo. Ni Dios, ni el Estado,
ni todas sus instituciones y partidarios piensan en la real necesidad y
la libertad del pueblo, y sus elecciones son sólo cambio de riendas
y del otro lado siempre los oprimidos por sus intereses...
...Y ¿a bancarse la que venga?
Alemán
– Libertad N° 26, julio-agosto 2003