La reduccion de la jornada laboral no es una solucion al paro

El parlamento francés acaba de aprobar la ley que reduce la duración legal del trabajo a treinta y cinco horas por semana, sin reducción de salario. El gobierno presenta esta medida como una victoria para los trabajadores y como un remedio contra el paro. Segun el gobierno Francés, los expertos de la OCDE o del FMI que recomendan soluciones dolorosas como la reducción de los subsidios de paro o la flexibilización del despido, no saben de que estan hablando. Para reducir el paro, solo hace falta trabajar menos, cobrar lo mismo, y todo el mundo sera mas feliz. Desgraciadamente estas ideas estan ganando terreno en España. Los sindicatos han incluido la reducción de la jornada laboral en el centro de sus reivindicaciones. Los periodicos han mostrado muy poco espíritu critico respeto a la reforma francesa. Cada día se lee artículos que hablan de la reduccion del tiempo de trabajo como una cura valida para el paro, sin la más mínima análisis. Es extraño que para buscar soluciones al paro los españoles están mirando a Francia, que tiene una de las peores performancias en materia de empleo, y no a Estados Unidos o Inglaterra, paises donde el paro ha bajado mucho y donde nunca se planteó reducir la jornada laboral. Pensar que el reparto del trabajo puede solucionar el paro se basa en la idea absurda que la producción total, y por tanto el numero total de horas trabajadas, es algo fijo que no se ajusta a un aumento del numero de personas que buscan empleo. Se habla del empleo como si fuera un recurso raro como el petroleo o el carbón, mientras que el recurso es el trabajo, el empleo solo es la cantidad de este recurso que se utiliza. Cuando un recurso productivo no se utiliza en su totalidad no es porque sobra sino porque los mecanismos económicos para la utilización de este recurso no funcionan. Los partidarios del reparto del empleo confunden el sintoma (poco empleo) con la enfermedad (malo funcionamento del mercado de trabajo). Algunos justifican este argumento diciendo que desde los principios de los anos setenta el empleo no ha aumentado, y que todo el aumento en la fuerza de trabajo ha resultado en un aumento del paro. Sabemos que un mercado de trabajo que funciona correctamente puede absorbar cualquier aumento en la cantidad de gente que busca empleo. Esto es lo que sucedió en el siglo pasado y en los anos sesenta, y sobre todo en Estados Unidos donde la fuerza de trabajo ha aumentado de 25 milliones de personas entre 1980 y 1995. La economia logró crear precisamente 25 milliones de empleos para esta gente, y nadie tuvo que racionar el trabajo para alcanzar este resultado. Hoy Estados Unidos tiene una tasa de paro muy baja, y en vez de bajar la duracion de la semana laboral ha aumentado! Otros dicen que para reducir el paro de manera rapida hace falta tasas de crecimiento bastante más altas que las de los ultimos años o de las previsiones económicas, de modo que lo único que se puede hacer es reducir el tiempo de trabajo. Pero estas previsiones solo son válidas bajo el supuesto que no habrá reformas estructurales, es decir casi por supuesto ignoran la posibilidad de una bajada permanente del paro. Y hubo episodios de crecimiento muy alto, como en Espana en el fin de los ochenta o en Estados Unidos en 1984. No es obvio saber cuales son las medidas adecuadas de reducción del paro, pero si se tomaran estas medidas la propia reducción del paro generaria (por pura aritmética) una tasa de crecimiento alta. Al principio incluso los partidarios de la reducción de la jornada laboral creaban que solo podria ser util si se reducieran los salarios a la misma vez, de modo que el coste del trabajo para el empresario no aumentara. Pero no hay que extrañarse de que al fin la lógica política prevalió sobre la económica, de modo que en el 2000 habrá una reducción de la jornada laboral de más de 10 % sin reducción de salarios. Los que ya tienen empleo determinan los salarios, y no tienen ningun incentivo para negociar salarios más bajos que lo necesario para mantener sus propios puestos de trabajo. Para aguantar este aumento de 10 % de sus costes laborales (despues de dos aumentos de 4% del salario minimo) los empresarios franceses tendrán que aumentar sus precios. La inflación en Francia aumentara, lo que dañará la competitividad de sus exportaciones. Al contrario de lo que occurió en episodios anteriores, el gobierno francés no tendrá la opción de anular estos efectos con una devaluación. El paro tendrá que subir, y tampoco se podrá combatir esta subida con deficits presupustarios, dado que el pacto de estabilidad lo prohibe. La popularidad de las instituciones Europeas en Francia bajará, y los políticos franceses tratarán de ejercer presiones sobre el banco central europeo para una política monetaria mas cómoda. Por otro lado, si el banco central quiere mantener su credibilidad, tendrá que hacer lo contrario: aumentar los tipos de interés. La subida de los precios en Francia tendrá repercusiones en otros paises, y habrá una tendencia inflacionista en toda Europa, aunque menos que en Francia. La subida de los tipos de interes, si occure, agravarála situación económicas y politica en Francia. En resumen, las treinta y cinco horas van a crear una recesión en Francia y fuertes tensiones en la Union Monetaria Europea. Hay algunos estudios que predicen que la reducción de la jornada laboral tendra efectos positivos sobre el empleo. Estos estudios, parece, ignoran lo esencial, los efectos de largo plazo que tendrán que ser negativos. Pero aun estos estudios implican un empobrecimiento sustancial de la población. Se habla de 300.000 puestos de trabajo creados. El empleo en Francia es 22.000.000; entonces estamos hablando de una subida de menos de 1.5 %, para una bajada en el tiempo de trabajo de más de 10 %. ¡Lo que significa una bajada del numero total de horas trabajadas de 8.5 %! En realidad la perdida sera más pequena, porque la reducción no se aplicará a todas la empresas, y habrá más horas suplementarias. Sin embargo, se trata de una reducción de la producción de algunos porcientos. No se entiende como un gobierno responsable pueda imponer una medida que, segun sus propios estudios, reduce el bienestar de manera tan considerable. Es muy improbable, de toda manera, que empresarios que conocen una subida de 10 % de su coste laboral quieran contratar. En el 1981, después de la eleccion de Mitterand, el gobierno frances adopto un conjunto de medidas macroeconómicas muy expansivas. A pesar de esto, el numero total de horas trabajadas bajó de 2 %. Esto se debe a que a la misma vez se redució la semana laboral de 40 a 39 horas y se anadió una semana de vacaciones pagadas. El gobierno tuvó que abandonar su plan para lograr las 35 horas en 1985 y corregir sus errores con fuertes devaluaciones, una opción que no tendrá la proxima vez. Lo que sí puede suceder es que se creen empleos en el sector público, que no tiene la disciplina de la competencia. Al darse cuenta que faltan enfermeras, policías y profesores, porque los que están trabajan un 10 % menos, el gobierno tendrá la elección entre reducir sus servicios para el ciudadano o aumentar sus gasto, que ya es uno de los mas altos de Europa. O sea, mas funcionarios en un pais donde ya 25 % de los empleados trabajan para el Estado. Es normal que la gente quiere trabajar menos cuando el nivel de vida sube. Tiene más sentido aumentar su ocio que comprar un quinto coche o un tercero refrigerador. Lo que no tiene sentido es imponerlo desde arriba, e ignorar que la posibilidad de hacerlo depende de la situación económica. Un día nos daremos cuenta que el envejecimiento de la población nos obliga a trabajar más; Francia esta dando la espalda al futuro. Lo que es una tonteria en un pais rico como Francia, sería una locura en un pais menos rico como España. El PIB por capita en terminos reales, es 43 % mas bajo en España que en Francia. Es decir, el nivel de vida es comparable al nivel Francés de 1974. En aquella epoca los franceses trabajaban 40 horas y no tenian ganas de empobrecerse. Los que piensan que España debe imitar Francia, también deberían tener en cuenta esta diferencia de 24 anos, y apuntar para las 39 horas en 2005 y las 35 horas en 2024. En todo caso, Espana y el resto de Europa tienen una oportunidad ideal para evaluar el efecto de las treinta y cinco horas antes de decidirse: esperar algunos años y ver lo que pasa en Francia.