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GUERRILLAS EN LATINOAMERICA
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DE NOTICIAS
Biografía de MARIO ROBERTO SANTUCHO (1936-1976). Ejército Revolucionario
del Pueblo (ERP). Argentina.
Hijo del procurador judicial Francisco Rosario Santucho de la maestra Manuela del Carmen Juárez, nació en la ciudad Santiago
del Estero el 12 de agosto de 1936. Don Francisco tuvo diez hijos, siete de
los cuales nacieron de sus primeras nupcias con El. mina
Isabel Juárez y los tres restantes -el mayor de los cuales era Mario Roberto-
del segundo matrimonio con una hermana de la fallecida primera esposa. Desde muy joven, prácticamente en la adolescencia, comenzó a interesarse por las ideas políticas como
consecuencia permanente debate en el
seno de su familia en un momento trascendente de la vida nacional, corno fue
la década de los 50. El conflicto ideológico que se generalizaba en al ámbito social ante
la evidente caducidad de una forma de producción y de vida -la fase premonopólica del capitalismo- conducía al
cuestionamiento de valores burgueses, generando contradicciones y la búsqueda
de nuevas formas de convivencia. Los cuestionamientos no sólo se
referían a lo económico y político, sino que se extendían a lo ideológico.
Los cambios que se producían en el mundo al concluir la guerra contra el
fascismo, exponían ante los pueblos nuevas y promisoras
experiencias al desmoronarse la barrera de ocultamiento y desinformación
erigida por el imperialismo. El enfrentamiento bélico permitió
conocer la realidad de la construcción, del socialismo en la URSS,
desenmascarando las patrañas que difundían los confabulados en la defensa del
ya agotado orden burgués. En un hogar profundamente católico con sólidas raíces nacionales,
nivel económico y prácticas de vida de las capas más .populares de la pequeña
burguesía del interior, los nuevos vientos encontraron inmediata
receptividad, disipando confusiones, unificando puntos de vista aparentemente
opuestos y aportando procesos sintetizadores que, repitiéndose en muchos
otros casos similares, definen una tendencia digna de un análisis más
detenido. Sus primeras inquietudes de participación se canalizaron a través de
su acercamiento al Centro de Estudios e Investigaciones Socio-Económicos de
la Provincia de Santiago del Estero y a la revista Dimensión, donde
desempeñaba un papel prominente su hermano Francisco René, quien años después como dirigente del PRT, fuera secuestrado y
desaparecido en la ciudad de Tucumán durante el gobierno de: Isabel Perón
(abril de 1975). Ya comenzaba a
interesarse por el marxismo aunque todavía desde una posición crítica, que
fue matizando en las relaciones con militantes de izquierda e intelectuales que participaron en las
actividades culturales que se desarrollaron en esos círculos. En esas circunstancias conoció, entre
otros, a Bernardo Canal Feijoo, Rodolfo Khun,
Héctor Agosti, Miguel Angel
Asturias, Hernández Arregui y al intelectual polaco
anticomunista Witold Gombrowicz,
quienes contribuyeron a fortalecer su aspiración de profundizar el
conocimiento de la problemática social y política. Ya estudiante de Ciencias Económicas en la Universidad de Tucumán,
interviene activamente en las luchas
universitarias participando en la fundación del MIECE (Movimiento
Independiente de Ciencias Económicas) que -surge como alternativa entre el
Movimiento Reformista -constituido fundamentalmente por corrientes radicales,
comunistas y socialistas- y el Humanismo, que expresaba a sectores católicos
y a la derecha conservadora. Su
bandera de lucha estaba en el cuestionamiento a las vacilaciones y el
abandono de las reivindicaciones del estudiantado del Movimiento Reformista
que dirigía el Centro de Estudiantes, absorbido por una estéril polémica principista con el Humanismo. Priorizó la lucha por las reivindicaciones
principales del conjunto, interesados fundamentalmente en encontrar motores
condiciones para avanzas en sus estudios , y el
apoyo a la Revolución Cubana, aún no definida como, socialista. El MIECE triunfó en las elecciones de 1959 ganando el Centro de Estudiantes y consagrando a
Santucho como delegado estudiantil al Consejo Tripartito. La experiencia se extendió a otras
facultades, con distintas denominaciones, alcanzando en varias de ellas
importantes éxitos generando el nacimiento de una tendencia distinta a las
tradicionales del estudiantado. Comenzaban ya a definirse muchos de los atributos que caracterizaron
su personalidad en las luchas posteriores.
Su pasión por el estudio, muchas veces obstaculizado por las
exigencias de una intensa militancia, trataba de ser satisfecha con
organización y constancia,
robándole horas al
sueño y hasta utilizando métodos de lectura veloz, no siempre acordes
con una necesaria profundización. Una confianza ilimitada en las masas lo dotaba de
optimismo y una dinámica contagiosa, lo que le permitió enfrentar
ambiciosos objetivos generando
energías y despertando fuerzas, muchas veces ignoradas, en los que
acompañaban en sus esfuerzos. A comienzos de 1961, y con la aspiración de llegar a Cuba, viaja en
compañía de su esposa Ana María Villarreal a través
de varios países de América latina; esa experiencia resulta determinante para
su futuro. En Perú conoce al líder aprista Raúl Haya de la Torre, cuyas ideas
influenciaban en el naciente Frente Revolucionario Indoamericano
Popular (FRIP). Sale decepcionado de la entrevista. El propagandizado antimperialismo de Haya de la Torre, en esas
circunstancias enmarcado en la "guerra fría' de la potencia imperialista
contra el campo socialista, se ha transformado en un mero desarrollismo
vergonzante que lo desenmascara ante sus visitantes. Llega a los EE.UU., participa en debates y
da conferencias en algunas universidades, conociendo desde adentro el bastión
del capitalismo, palpando las falencias del progresismo de su intelectualidad
y las increíbles limitaciones que manifestaban las individualidades más contestatarias
al sistema. Hace escala en México donde palpa el descarnado rostro de la
inicua explotación a la inmensa mayoría del pueblo, en una democracia
capitalista con estabilidad política, presentada por la burguesía como modelo
a imitar al resto del continente. Desembarca en Cuba en un instante decisivo de su Revolución, cuando se
proclama el avance hacia el socialismo. El contacto esa realidad, las
conversaciones con los líderes fundamentales y el contraste que advierte con
todas las que conociera hasta ese momento -incluso la de la Argentina peronista- definen sus aspiraciones
revolucionarias y su adaptación de la ideología marxista-leninista. Regresa
convencido y, con su característica decisión, impulsa los pasos para su plena
integración a la lucha por la revolución argentina. En su ausencia, -el 9 de julio de 1961, se había fundado formalmente
el FRIP como materialización de la concepción amercanista
antimperialista, con reivindicaciones indigenistas
que profesaban algunos de los componentes, fundamentalmente Francisco René. La opción que enfrentaba en esas circunstancias Mario Roberto, estaba
en incorporarse a alguna de las organizaciones que invocaban, el marxismo o
trabajar para construir una nueva organización con objetivos definidamente
revolucionarios. Se decide por la más arriesgada, por la única que
consideraba factible en ese momento a pesar de las enormes dificultades que
presentaba. Visualiza al FRIP como el embrión a desarrollar hacia el objetivo del
partido revolucionario. Fue necesario un intenso debate ideológico interno
para superar las profundas diferencias existentes entre su proyecto y las
convicciones y metas de muchos de sus compañeros. El poder de convicción del
ya conocido "Roby", su ya mentada
tenacidad y una práctica conjunta con sectores marxistas en Santiago del
Estero (PC y PS) en apoyo a la Revolución Cubana, permitieron importantes
avances políticos en los principales componentes de la organización, no sin
que se produjeran dolorosas deserciones. Particular importancia reviste, en
ese paso, la evolución de Francisco René quien, desde su visión filosófica
idealista en un complejo proceso de profundo análisis y debate, concluye
enrolado en la concepción materialista dialéctica, donde su producción no fue
lo rica que era de esperar al ser víctima, justamente en esa etapa, de la
represión de la derecha fascista. Se lanza intensamente a la actividad de construcción política de la
organización. Por ese entonces, el FRIP se extendió a Tucumán, volcándose
Mario Roberto al trabajo entre los obreros azucareros. Participando
activamente en las luchas que libraban en defensa de la fuente de trabajo y
del nivel salarial, amenazados por el proceso de concentración que impulsaban
los grandes ingenios monopólicos de Salta y Jujuy. En la misma época, escribe un análisis marxista, estudiando la
estructura económica y de las clases sociales del norte del país, el peso en
su economía de la industria azucarera y el importante rol de los trabajadores
del ingenio y del surco por su concentración y experiencias de luchas; en él
se planteaba la necesidad de la alianza del proletariado azucarero con el
campesinado pobre y medio y la importancia de neutralizar a otros sectores
medios y pequeño burgueses para aislar a la gran burguesía azucarera. Dicha
investigación fue conocida como "Cuatro Tesis sobre el Norte
Argentino". La permanente dedicación al estudio de los clásicos fue complementada
con una riquísima práctica social, en la que fue forjándose definitivamente
su personalidad, afirmándose sus convicciones y el temple revolucionario que
lo erigieron en el símbolo que hoy es. Al mismo tiempo, su profundo internacionalismo caracterizó toda su
militancia. Ya vimos con qué inquietudes conoció la Cuba revolucionaria;
también fue un incansable estudioso y propagandizador
de los procesos de Vietnam y todo el sudeste asiático, además de la
"Revolución de los claveles" en Portugal que "Roby' miraba con particular esperanza. De la misma
manera, fue uno de los principales impulsores de la unidad de los revolucionarios
del cono sur de nuestro continente, cristalizada en la Junta de Coordinación
Revolucionaria (JCR) que agrupó al MIR de Chile, el MLN Tupamaros
del Uruguay, al ELN de Boliiia y a nuestro Partido. Integra plenamente su militancia y sus luchas con su vida familiar y
de relación. No concebía la práctica política aislada y su confianza,
seguridad y poder de convicción influenciaron a todos los que lo conocían. Su
compañera Ana María fue erigiéndose en un importante dir¡gente, lo que la convirtió en víctima de la
represión, habiendo sido herida de bala en un reparto de alimentos en un
barrio obrero y luego detenida dos veces. En la primera fue liberada en la
fuga del Buen Pastor en Córdoba y en la segunda oportunidad, luego de la fuga
de Rawson, fue asesinada junto con otros 15
revolucionarios en la base naval de Trelew el 12 de
agosto de 1972. Del matrimonio nacieron tres hijas: Ana, Marcela y Gabriela,
las que compartieron casi todas las vicisitudes de la vida de sus padres. Fortalecido el FRIP, Santucho se preocupa por establecer relaciones y
acercamientos con otras organizaciones marxistas, en la búsqueda de un
diálogo que permitiera acercar posiciones y tácticas diferentes. Son
conocidos los permanentes esfuerzos que impulsó para generar un debate
fecundo con el PCA a quien, pese a las vitales diferencias que mantenía,
calificaba como el aliado estratégico en vista a la formación del partido del
proletariado. Los primeros intentos comenzaron antes del nacimiento del PRT, en
Santiago del Estero, pero se frustraron por la negativa de los dirigentes
comunistas locales a mantener relaciones con trotskistas. Con posterioridad
-y sobre todo a partir del desprendimiento de los grupos que seguían a Nahuel Moreno- se produjeron avances, aunque con
polémicas poco constructivas por su antagonización.
No obstante ello, en base a las relaciones que fue estableciendo Mario
Roberto en la cárcel, se logró un buen nivel de discusión, materializado no
sólo dentro del penal sino también en la atención desde el exterior, a cargo
del responsable político del PC de Trelew,
compañero Bel, que luego fuera secuestrado y desaparecido durante el golpe de
1976. Esas relaciones prosiguieron siempre polémicas, pero con pasos
constructivos (como la conmemoración conjunta del primer aniversario de la
Masacre de Trelew en agosto de 1973
) hasta cortarse con la acción militar en el Comando de Sanidad, el 6
de septiembre de 1973. En el camino del acercamiento a otras corrientes marxistas,
participando en las luchas de los trabajadores tucumanos, comienza a
establecerse vínculos con militantes de Palabra Obrera, organización de
tendencia trotskista que desarrollaba el "entrismo"
en el peronismo obrero tucumano. Esas vinculaciones a niveles de base fueron
facilitando el acercamiento de ambas organizaciones en la región, donde
incluso se participa conjuntamente en una experiencia electoral que permite
incorporar a dirigentes obreros a la legislatura de la provincia en 1964. En
ese proceso y a pesar de las profundas diferencias que advierte Santucho
entre las posiciones de ambas organizaciones ¡mpulsa la unificación en la Fundación del PRT (25 de mayo
de 1965) alentado por las grandes coincidencias que encuentra en la
vinculación con la base de P.O. En la lucha interna que inmeediatamente se
desata en el PRT, Santucho desempeña un rol prominente en el enfrentamiento a
las fundamentales posiciones del trotskismo. Su
papel en el III, IIV y V Congreso son vitales en las decisiones que se
adoptan, rechazando la política del "entrismo",
definiendo el tipo de partido como marxista-leninista e impulsando en la
práctica la lucha en apoyo a la resistencia de los trabajadores azucareros
ante la violencia de la dictadura militar de Onganía. Durante ese período, Mario Roberto es detenido en dos oportunidades.
Primeramente en Tucumán donde es trasladado permanentemente en diversas
comisarías del interior para prevenir intentos de fuga o de liberación por
parte de sus compañeros. Finalmente es alojado en la Penitenciaría de la
ciudad de Tucumán, junto con todos los presos pertenecientes al PRT. Mediante
un ardid para lo cual, con la ingestión de un medicamento, se provoca los
síntomas de un ataque de hepatitis, logra su traslado al Hospital Provincial;
allí logra fugarse aprovechando un descuido de la guardia, en un cambio de
turno. Viaja inmediatamente a Buenos Aires para participar en el V Congreso
que estaba en preparación. Posteriormente, en agosto de 1971, es nuevamente detenido en la ciudad
de Córdoba cuando se aprestaba a viajar junto con otros militantes para
apoyar la fuga de sus compañeros de la Penitenciaría de Villa Urquiza de Tucumán, donde estuvo alojado. Inmediatamente
trasladado a la prisión de Villa Devoto en Buenos Aires, es mantenido bajo un
riguroso control. Poco tiempo después
es detenida en Tucumán su compañera Ana María, quedando sus tres hijas bajo
la atención de sus abuelos. En la cárcel, Santucho impulsa el estudio la formación política de los
varios centenares de militantes de la organización, al mismo tiempo que se
esfuerza por mejorar las relaciones políticas con los prisioneros de otras
organizaciones populares, especialmente PC, Montoneros, FAR y FAP. Se
destacan sus esfuerzo para unificar posiciones -a
veces notablemente enfrentadas- entre las diversas tendencias políticas, sobre
todo entre el PC y las organizaciones peronistas que desarrollaban la lucha
armada. Asimismo, establece sólidos vínculos con destacados militantes
políticos y sindicales como Raimundo Ongaro,
Armando Jaime, Pujadas y sobre todo Agustín Tosco, con quien mantuvo una
fecunda vinculación hasta el final de sus vidas. Trasladado a Rawson, penal de máxima
seguridad, prepara minuciosamente el plan de la fuga que se efectiviza el 15
de agosto de 1972. En su elaboración, prevee al
máximo los diversos detalles de la operación, viéndose precisado a insistir y
argumentar reiteradamente, con las dificultades naturales de su prisión, ante
la indecisión y la falta de confianza de los que ocupan transitoriamente la
Dirección del Partido. La operación en el penal se consumó a la perfección, lográndose el
pleno control interno. Pero la falta de fe y las debilidades de los que
comandaban las fuerzas de apoyo exterior generó un serio problema. Al
intentar el grupo de vanguardia dominar la última guardia externa, se produjo
un breve intercambio de disparos que ocasionó, en la jefatara
de operaciones externas, la decisión de retirarse con los vehículos para el
traslado de los liberados ante la visión de que habría fracasado el intento
interno. Consecuencia de tan nefasto error fue la tardía llegada del segundo
contingente de liberados al aeropuerto de Trelew
(donde estaba copado y retenido el avión regular de Austral), su obligada
rendición y el ulterior asesinato por fuerzas de la Marina de 16 de los 19
revolucionarios allí encerrados. Los seis dirigentes principales de las organizaciones participantes
-ERP y FAR en la planificación e implementación y Montoneros solamente en la
fuga de sus presos- lograron llegar en el avión secuestrado a Chile, donde
obtuvieron asilo del gobierno la Unidad Popular de Allende para ser
trasladados posteriormente a La Habana. Dichos dirigentes fueron nuestros
compañeros Santucho, Domingo Mena y A. Gorriarán Merlo, además de Marcos Osatinsky
y Roberto Quieto por FAR y Fernando Vaca Narvaja
por Montoneros. Casi inmediatamente, en noviembre de 1971, retornó al país, poniéndose
al frente de la organización que pasaba por una situación crítica a causa de
la notable reducción cuantitativa de sus integrantes (gran cantidad de
militantes estaban en prisión) y por la debilidad política de la Dirección
transitoria. Se impulsa a partir de entonces un proceso de incesante
desarrollo y crecimiento de la organización. La situación era sumamente
compleja: el abandono por el peronismo de su política nacionalista burguesa y
las manifiestas divergencias de las propuestas de las fuerzas populares, no
obstante la combativa resistencia de los trabajadores y distintos sectores
del pueblo a la política de concentración, van creando las condiciones para
el golpe fascista favorecido por la división de las fuerzas políticas y el
repliegue de las masas, sin conducción, frente a la agresión del terrorismo
de estado. La instalación del gobierno constitucional de Cámpora
inicia una compleja coyuntura en la política del País, en la que la agudeza
que adquiere el enfrentamiento social y el acelerado desarrollo del PRT y del
ERP imponen un ritmo absorvente a la actividad. La
vida de Santucho se liga cada vez más indisolublemente a la lucha partidaria,
resultando casi imposible remarcar hechos personales separados de la política
del PRT, de sus análisis y de sus propuestas. Participa en todas y cada una
de las decisiones fundamentales, correspondiéndole la fundamental cuota en
los errores y en la trascendente presencia que manifiesta en la decisiva fase
de la vida nacional que transcurre entre 1973 a 1976. Constituye pareja con Liliana Delfino,
integrante del CC de la organización y responsable de Propaganda Nacional,
que lo acompaña hasta su muerte, circunstancia en la cual es secuestrada y
desapareciera por las fuerzas militares que asaltaron su vivienda de Villa Martelli. De esa unión nació Mario Antonio. El PRT caracteriza correctamente las posibilidades del gobierno de
Perón desde el punto de vista de los intereses de clase que representaba y
del objetivo de contener la lucha de masas, para lo cual se vería precisado a
seguir el rumbo antipopular. La justeza de ese
análisis y la activa presencia del Partido y del Ejército en la lucha de
clases concita la confianza de las capas más politizadas -que comienzan a
participar en su lucha- y el respeto del conjunto de las masas. Al mismo tiempo, desarrolla esfuerzos para el acercamiento con otras
organizaciones populares en procura de acuerdos unitarios que permitan
coordinar actividades conjuntas. Los pasos en ese sentido resultan poco
fructíferos, no solamente por las diferencias de propuestas políticas sino
por los profundos desacuerdos en el análisis de la situación, lo que exacerba
el tradicional sectarismo en la izquierda argentina. Además de ello, la incomprensión de la etapa democrática la
subsistencia le la visión en el PRT, determina la implementación de la
táctica de grandes operaciones militares para fortalecer el enfrentamiento a
los avances de la derecha fascista, después de la renuncia de Cámpora. Las falencias de esa política comienzan a advertirse al poco tiempo y
ello induce a Santucho a profundizar el análisis de las propuestas que
permitieran la participación de las grandes masas -que comenzaban a
desencantarse de las posibilidades del gobierno luego de la muerte de Perón-
en el ya generalizado enfrentamiento de las clases. "Poder Burgués y
Poder Revolucionario" constituye el producto de esa reflexión y es
aprobado en el Comite Central "Antonio del
Carmen Fernández" de septiembre de 1974. Pero ya resulta irreversible la inercia del proceso, no solamente por
las dificultades, sino también por la dinámica de cada una de las
organizaciones, que limitaba las posibilidades de una modificación táctica. Sin
embargo Santucho persistió en sus objetivos de unificación con las fuerzas
afines, aún reduciendo la amplitud de las alianzas. Hasta sus últimos
momentos, bregó incansablemente por concretar un acuerdo con Montoneros,
Organización Comunista Poder Obrero (OCPO) y Partico
Comunista Marxista Leninista (La Plata), con el proyecto de la Organización
para la Líberación de Argentina (OLA). En ese esfuerzo fue
sorprendido por el ataque militar a su vivienda, donde en esa circunstancia
se encontraba junto a Liliaria Delfino,
Domingo Mena, su compañera Ana María Lancillotto de Mena y Benito Urteaga. Fiel a sus convicciones y manteniendo la
conducta de toda su vida, no obstante la inferioridad numérica y de
armamento, junto con Urteaga enfrentó el ataque
militar. Domingo Mena, Liliana Delfino
y Ana Maria Lancillotto fueron secuestrados. Era el
día 19 de julio de 1976. |
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