No fue un campeonato fácil. Entre lesiones,
noches difíciles, goles errados y errores imperdonables, no se supo
plasmar en los resultados, la supremacía que mostró Hebraica a
nivel futbolístico. Sin embargo, este equipo metió siempre. Tuvo
amor propio y no se dejó llevar por delante. El fin de año nos
encontró en un puesto mentiroso, pero merecido al fin.
El año que viene será diferente. Nuevas
caras poblarán los entrenamientos y otras se irán. Sin embargo,
quedará para el recuerdo el gran año en que Hebraica entró a la
liga Universitaria, en donde un grupo nuevo de verdaderos amigos, le
dio batalla a viejos y mejores equipos de fútbol...tanto que el
año que viene quiere campeonato....y lo logrará.
FUERZA HEBRAICA
Y SALUDOS A TODOS, QUE EL AÑO QUE VIENE NOS ENCUENTRE ARRIBA, BIEN
ARRIBA!!!
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