I
Tantos años bajo tu techo
escarbando tiempo, angustias, soledades
y el tímido lapicero surcando
líneas,
poblando de versos, de poemas
en hojas blancas de cualquier
cuaderno desocupado si es preciso,
para hallar la tranquilidad.
Tantos años bajo tu techo
y tendría que llegar la hora
de cargar mi equipaje
sobre mis hombros:
mis sueños y nostalgias
marcan un tiempo indefinido.
Tantos años bajo tu techo
y tendría que llegar el día
preciso
de colgar en la pared
este grito como un recuerdo.
II
Cuando esté más allá
al norte o al sur
¿Qué será de
mí?
quedará flotando como nube
sobre mi memoria.
Mis ojos negros
no han de volver a ver
un cuarto y una ventana
mirando a la calle
desde el tercer piso;
una leve pisada
dibujando el sol.
Por cierto soñados
en mares de dicha
entre sábanas y frazadas
deshilachándose
en un instante cualquiera;
por ello me pregunto:
¿dónde la avenida
de amplios caminos?
Es un amargo brebaje
el afán de librarse
de este desengaño
que obliga hoy,
me despida de este lugar.
Juan Congona