Un "tío" llamado Manolo, regresa a casa después de visitar al médico y le informa a su mujer que sólo le quedan 24 horas de vida. 

Su Josefa recibe la noticia afligida, y pregunta al marido qué puede hacer por él. Nuestro "tío" contesta que dado que sólo le restan 24 horas de vida, quisiera pasarlas muy bien en un ambiente romántico.

Josefa,  accede a la petición de su Manolo, y hacen el amor apasionadamente hasta quedarse dormidos. Pasado un buen rato el buen hombre mira su reloj y se da cuenta de que sólo le quedan 18 horas de vida. 

Despierta a Josefa y le pide que lo complazca nuevamente, a lo que ella accede.

Más tarde, el Manolo echa un vistazo a su reloj y puede ver que ya únicamente cuenta con 12 horas de vida y se dice: "coño", como corre hoy el tiempo y nuevamente despierta a Josefa y  se entregan a la pasión una y otra vez.

Entrada la madrugada, el Manolo mira nuevamente su reloj y calcula que ya sólo le quedan 4 horas de vida. Toca el hombro de Josefa para despertarla, pero ésta ya cansada, se sienta en la cama y le dice:

"¡¡Desgraciao!!!... ¡¡ Como se nota que tu no tienes que levantarte temprano
mañana...!"