Una mujer y un hombre se ven envueltos en un accidente de tránsito realmente aparatoso. Ambos coches quedan totalmente demolidos, pero asombrosamente ninguno de ellos sufre heridas.

Después de salir forzadamente de sus autos, la mujer dice:

- ¡Ay mi Dios!, usted es un hombre, que interesante. Yo soy una mujer... ¡Wow! Solo mire nuestros coches. No ha quedado nada de ellos, pero afortunadamente estamos ilesos. Esto debe ser una señal de Dios para que nos conozcamos y vivamos juntos en paz por el resto de nuestros días.

- Estoy completamente de acuerdo con usted -replica el hombre- esto debe ser una señal de Dios.

La mujer continua:

- Y observe esto: he aquí otro milagro. Mi coche está completamente destruido pero esta botella de vino no se ha roto. De seguro Dios quiere que nos la bebamos y celebremos nuestra buena suerte.

Entonces le pasa la botella al hombre. El caballero, asintiendo con la cabeza, abre la botella y se da varios tragos monumentales. Luego se la da a la mujer.

Ella toma la botella, inmediatamente le pone la tapa y se la devuelve al hombre.

El hombre entonces le pregunta:

- ¿Es que usted no va a beber?

La mujer se limita entonces a decir:

- No. Creo que yo esperaré hasta que llegue la policía.

[Henry Coubrough] Muchas gracias por los aportes!! - si tienen chistes para aportar, serán bienvenidos a henrycou@adinet.com.uy