Un Ejecutivo del área de
Publicidad de Pollos San Sebastián tiene una idea brillante, y se va al
Vaticano a ver al Papa.
Pide audiencia... y se la conceden.
Cuando llega, el Papa le da la bendición y el ejecutivo entonces
explica su idea:
- Su Santidad, vengo a proponerle un negocio bárbaro. San Sebastián
va a donar u$s 500 millones a la Iglesia si usted hace que cambien una
oración en el Padre Nuestro......donde dice: "Danos hoy el pan de
cada día", queremos que diga: "Danos hoy el pollo de cada día"..
El Papa responde:
- Imposible!!! El Padre Nuestro es la oración que Nuestro Señor nos
enseñó, y no puede cambiarse.
- Muy bien, dice el ejecutivo de San Sebastián. Estamos preparados para
donar u$s 5.000 millones a la Iglesia si usted hace cambiar la frase:
"Danos hoy el pan de cada día" para que diga
"Danos hoy el pollo de cada día".
Al Papa le tiembla el mentón...
se seca el sudor de la frente y con voz temblorosa responde nuevamente:
- Ya le he dicho que es imposible. El Padre Nuestro es la oración al Señor,
y no puede cambiarse.
- Bueno, retruca muy seguro el hombre de San Sebastián. Esta es nuestra
ultima oferta: vamos a donar u$s10.000 millones a la Iglesia si usted
hace cambiar la frase:
"Danos hoy el pan de cada día" para que diga "Danos hoy
el pollo de cada día".
El Papa guarda el pañuelo, se pone de pie y a la vez que bendice
nuevamente al ejecutivo de San Sebastián le responde:
- "Hecho. Déjelo por mi cuenta. Voy a reunir a los Cardenales y
presentarles el tema".
Al día siguiente el Papa reúne al Colegio de Cardenales y les explica
que tiene buenas y malas noticias.
- La buena noticia, dice el Papa, es que la iglesia ha recibido una
donación de u$s 10.000 millones.
- La mala noticia es que vamos a perder la cuenta de Fargo.