El viejito 1

El anciano estaba postrado, casi moribundo, cuando sintió el aroma de los dulces horneados que tanto le gustaban.

Haciendo un gran esfuerzo, se bajó de la cama y se dirigió a la cocina.

Fue lento y trabajoso, a veces casi arrastrándose, hasta que logro llegar a la fuente de los ricos aromas. Sobre la mesa había varias bandejas de las golosinas recién horneadas. Se arrastró lo más cerca que pudo de la mesa y utilizando las últimas fuerzas que le quedaban estiró la mano...

...un poco más y casi tocaba las golosinas, y... ¡de pronto!, sintió un agudo dolor en la mano y la dejó caer.

Miró hacia arriba y vio a su anciana esposa con la espátula en la mano amenazando con golpearlo otra vez:

- "¡No te atrevas a tocarlas otra vez, son para tu funeral!"

[Henry Coubrough] Muchas gracias por los aportes!! - si tienen chistes para aportar, serán bienvenidos a henrycou@adinet.com.uy 


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