Pepito llegó un día de la escuela y encontró
a su pollito que tenía como mascota tirado en el suelo con las patas
apuntando hacia el cielo.
Cuando su papá llegó a casa le explicó que el pollito había muerto y que
sus patitas apuntaban hacia Dios en el cielo.
Pepito se quedó tranquilo con la explicación y junto con su padre enterraron
al pollito. Dos semanas después el papá llegó a casa del trabajo y Pepito
corrió a recibirlo gritando:
- Papá, papá, por poco perdíamos a mamá
hoy.
- Qué dices, Pepito.
- Sí papá, cuando llegué de la escuela, mamá
estaba acostada en la cama con las piernas apuntando hacia el cielo y
gritando, Dios mío, Dios mío.
¡¡¡Si no hubiera sido por el tío Joaquín que estaba encima de ella deteniéndola
seguramente se nos hubiera ido!!!
[Henry
Coubrough]
Muchas gracias por los aportes!! - si tienen chistes para aportar, serán
bienvenidos a henrycou@adinet.com.uy