Todo en esta vida tiene una explicación. Acá
les va la justa de por qué estamos como estamos.
La primera y verdadera razón:
Cuando Dios hizo el mundo, para que los hombres prosperaran decidió darles
dos virtudes:
Así, a los yanquis los hizo ordenados y respetuosos de la ley; a los
alemanes, tenaces y estudiosos; a los japoneses, trabajadores y pacientes.
Cuando llegó a los uruguayos, le dijo al ángel que anotara en una
planilla:
"Estos van a ser inteligentes, honestos, y políticos".
Cuando terminó de hacer el mundo, el ángel le llamó la atención y le
dijo:
"Santo Padre, tú has dado a todos los pueblos del mundo dos virtudes,
pero a los uruguayos les has dado tres. Eso hará que ellos prevalezcan por
encima de todos los otros pueblos del mundo"
"Caramba", dijo Dios, "es cierto, pero como los dones de Dios
no deben quitarse, deberemos remediar esto".
"De ahora en más, los uruguayos conservarán esas tres virtudes, pero
para no prevalecer por sobre los demás, ninguno podrá ejercer más de dos
simultáneamente".
Es por eso, que desde ese momento el uruguayo que es político y honesto, no
puede ser inteligente; el que es inteligente y político, no puede ser
honesto, y el que es inteligente y honesto, jamás podrá ser político.