"REFLEXIONES - Sobre empresas y Empresarios"

REFLEXIONES - Sobre empresas y Empresarios MAGAZINE MDT - 28/02/2002 16:04 por Lic. Estela Pereyra Baker

El servicio funciona cuando al empleado le importa el trabajo y esto debe lograrlo la empresa.

Si no estamos dispuestos a equivocarnos, no hay posibilidades de éxito futuro.

Lo importante es no creer que lo sabemos todo; esta posición es realmente peligrosa.

Los problemas familiares dentro de la empresa se solucionan partiendo de la base de reforzar los afectos y apoyarse unos con otros, involucrarse en todas las áreas y reunirse para intercambiar opiniones.

Sería bueno que el producto o el servicio en sí se estreche más con el cliente.

Si bien es válido desarrollar nuevos productos o servicios, esto debe potenciarse donde haya un buen nivel de demanda en el mercado.

Las empresas pequeñas y medianas hacen crecer la economía de un país.

Una empresa comienza reconociendo que hay una necesidad, creando la manera de llenar esa necesidad.

A todo el mundo le gusta moverse en ambientes agradables y cordiales. Las empresas que saben interpretar esto tienen más oportunidades.

Las empresas en general tienen mala fama [por ejemplo, que se abusan de los clientes y de los empleados]. Trabajar para modificar este concepto hará que nuestra empresa sea vista diferente.

La gente que no corre riesgos piensa que los que sí los corren están desequilibrados.

Solamente corriendo riesgos tenemos la posibilidad de llegar a un logro.

Las empresas existen para llenar necesidades de los clientes y quienes interpreten que optimizar la atención es prioritario serán quienes perduren.

En general, el recurso menos aprovechado es el humano.

Cuando la empresa sabe que el personal debe ser participado, tiene más posibilidades de crecer.

Todos tenemos 20 segundos para poner una idea en práctica, o perderla.

Una idea comercial parece muy extraña cuando recién comienza.

Para poner en marcha un negocio es necesario contar con valor, tenacidad y espíritu de aventura.

Nadie se lanza a un negocio con el 100% asegurado.

No es necesario ser un experto para desenvolverse en un negocio.

Los negocios son como la música o el arte, siempre se está aprendiendo.

El espíritu de indagación debe ser una característica del empresario.

La incertidumbre es algo con lo que se convive cuando se está al frente de una empresa.

La empresa es el reflejo de la personalidad de quien la dirige.

Los empleados de una empresa son la empresa.

La empresa debe ocuparse de que su personal vea a la compañía como a un todo en lugar de dividirla en pequeñas partes; para esto los directivos son los que deben partir de ese principio.

Si los empresarios no delegan en sus colaboradores, traban el crecimiento de la compañía.

Las empresas no tienen por qué ser frías y calculadoras, eso no garantiza nada.

Si estamos orientados solamente a mejorar el capital, tengamos en cuenta que por lo general las ideas no acuden a donde está el capital.

Existe un criterio general que dice que las pequeñas empresas ofrecen un mejor servicio al cliente; ésta es una ventaja que conviene afianzar.

Quienes tengan dificultades para adaptarse a los cambios también las tendrán para mantenerse es pie.

La claridad en los objetivos es la pieza fundamental para poder avanzar.

A los directivos de una empresa se los evalúa por los resultados.

Ser abiertos a los desafíos es de fundamental importancia para todo directivo.

Nada más triste que magnificar los detalles sin importancia.

En determinadas ocasiones es bueno que la realidad tome contacto con la esperanza.

La fe en el propio éxito garantiza los resultados.

Las fallas son parte del proceso de aprendizaje y jamás deberán detenernos.

La coherencia garantiza buenos resultados.

Un obstáculo nunca es insalvable.

Es importante estar dispuesto a tener paciencia.

Se debe crecer según justifique la demanda.

Se crece dando el paso adecuado, lentamente.

Sentir que la mayor parte del tiempo trabajamos en forma precaria, es normal.

El reconocimiento es fundamental para mantener alta la moral del grupo.

Un objetivo: mejorar la calidad de los productos y/o servicios, y superarse constantemente.

Cada directivo tiene la empresa que se merece.

La calidad de un producto o servicio jamás será mejor que la calidad de la gestión gerencial.

La desconfianza hace dificultoso el éxito de la delegación.

De la voluntad que pongamos en la tarea que realizamos, depende si ésta tendrá éxito o no.

Por Lic. Estela Pereyra Baker

Fuente: Mercado de Trabajo

www.mercadodetrabajo.com.uy 
info@mercadodetrabajo.com.uy


Copyright © 2001 - PÁGINA PERSONAL DE HENRY COUBROUGH
http://www.oocities.org/henrycou
- Todos los derechos reservados -